31 de agosto de 2011

Premio elevado al cubo

¡Hola!

Hoy estoy de subidón porque a mi blog le han dado, no uno, ni dos... ¡¡¡sino 3 premios de golpe!!! Ahí es nada... ;)
¿Y quién es esa persona de tan buen criterio y magnífico gusto, digooooo, tan amable que ha decidido dármelos? xDDD (Era bromaaaaa...)
Pues ha sido AM Editorial, que es muy maja ella, y tiene un blog que mola millones. Si aún no lo conocéis, os lo recomiendo desde ya, porque pasaréis ratos muy agradables leyendo sus Historias en tinta: reseñas y propuestas literarias, reflexiones, novedades editoriales, juegos sobre cultura general...
Si sois aficionados o amantes de la literatura, os encantará.
(Querida AM, que conste que todo esto no es peloteo, ¿eh? Lo digo en serio. Que nos "conocemos"... xD) 

Así que vaya por delante mi más sincero agradecimiento a AM Editorial por acordarse de mí para estos tres premios. No sé si merezco tanto, pero... Gracias.


-El primero de los tres premios es éste:

  
Qué bonitooooooo...

-El segundo es éste otro: 



Ooohhhhhhh....¡Tengo un Blog Dulce!
Este premio requiere contestar a unas preguntas:

1. Di un adjetivo que te defina. ¿Uno sólo? Honesta.

2.  Un animal que comience con una de las letras de ese adjetivo. A ver... H de hipopótamo (típica), O de oso (muy típica), N de nutria, E de elefante (re-típica), S de serpiente, T de tigre y A de antílope.

3.  El color que más te guste que pueda tener ese animal. Es que son 7 animales... Bueno, va: el gris, el blanco y el amarillo.  

4.  Una comida que te agrade que tenga también ese color. Mmmm.... ¿Revuelto de setas? xD 

5.  ¡Dale el premio a cinco Sweets Blogs! Ahora después... Poco a poco.

...Y el tercer premio es éste:



¿A que es monísimo? :D  

Ah, este premio también me pide contestar a una pregunta: Contar mi mayor sueño.
Buf, no sé... Supongo que ahora mismo, mi mayor sueño es que la gente a la que quiero sea feliz, y llegar a ser una muy buena profesional.

Y eso es todo. Según estos premios, tengo un blog lindo, dulce y bonito. Oisssss, qué emoción...

Ah, y ahora, a cumplir con lo prometido. Tengo que conceder estos tres premios a otros sweet-blogs que conozca e invitar a sus autores a hacer una entrada similar a ésta (si quieren...).

...And the winners are...

-Lo que diga el espantapájaros , de Lo que diga el espantapájaros (Blog divertidísimo al cual le caen estos tres premios por segunda vez; por algo será...)

-Mi pequeño mundo, de Nerea (Un blog en el que se habla de todo un poco: cine, literatura, series de tv... o simples anécdotas. Siempre muy interesante)

-Espérame en París, de L (Después de un tiempo desaparecida, su autora vuelve al mundo bloggeril, con estilo renovado; ¡ya se la echaba de menos!)

-Un ratón en mi cajón, de un ratón (Un blog divertido, ameno y muy entrañable)

-A Sweet Day, de Rachel (Ya el propio título lo dice: A Sweet Day. Fashion, style, muffins & more...)

-No soy soltera, soy single, de NIKITA & Cía (3 singles nos cuentan sus vivencias, aventuras y desventuras...)

----EDITADO -----

-Y como hubo una pequeña confusión, y he quedado un poco mal ante alguien, sobre todo porque mi intención primera era darle el premio a ella, pero luego se me fue la olla (estoy muy mal de lo mío), le doy los tres premios también al estupendo blog mimundo, de una chica excepcional llamada julia. Un blog personal, (como los que a mí me gustan: amor, desamor y anécdotas varias, contadas con mucha gracia y mucha ternura), que acaba de cumplir dos añitos y que desde que lo descubrí está entre mis favoritos. (Un beso, julia, y sorry!! :P)

Y... ahora sí. Ya está. Gracias de nuevo a AM Editorial y enhorabuena a los blogs premiados y sus autoras.
¡Nos leemos! ;)



28 de agosto de 2011

¡Cuidado! Esto es una estafa


¡Hola a tod@s!

Escribo este post para poneros sobre aviso si estáis vendiendo algún artículo en Internet, -sobre todo si se trata de un smartphone, un portátil, un tablet, una PDA y demás gadgets especialmente molones-, porque podrían timaros (como han intentado conmigo en las útimas semanas) con la estafa nigeriana o fraude 419.
Puede que muchos ya sepáis de qué va el asunto, pero "por si aca", lo cuento aquí, y doy mi experiencia, porque el modus operandi es el mismo, con unas pocas variantes, en todos los casos.

Bien, la estafa nigeriana viene a ser la versión 2.0, del ya clásico timo de la estampita.


Se llama estafa nigeriana porque es en este país de Africa occidental en el que surgió todo este sistema de fraude internacional, aunque actualmente, tienen mafias repartidas por otros países africanos como Sierra Leona, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benín y Sudáfrica. E incluso por ciudades europeas como Madrid, Londres o Ámsterdam. 
Este timo consiste básicamente en "ilusionar a la víctima con una fortuna inexistente y persuadirla para que pague una suma de dinero por adelantado, como condición para acceder a la supuesta fortuna. Las sumas solicitadas son elevadas, pero insignificantes comparadas con la fortuna que las víctimas esperan recibir." (Wikipedia).

El caso es que yo ya había escuchado o leído hace tiempo "algo" al respecto de la estafa nigeriana, pero era en su versión mas rocambolesca e inverosímil: cobrar una herencia millonaria de un familiar desconocido, cobrar un premio de lotería, ayudar a sacar una fortuna de un país africano sin que se note, ingresándolo en tu cuenta, etc. 
Son ejemplos de fraude que cantan demasiado y se detectan a la legua a poquito sentido común que le eches. 
 
Verdaderamente, entre los millones y millones de personas que hay en el mundo, ¿por qué un desconocido de otro país iba a elegirme justo a mí para ayudarle a blanquear dinero y compartir su fortuna conmigo? ¿Cómo se puede ganar un premio de lotería al que no se ha jugado? Si ya es difícil que te toque jugando, no os cuento sin siquiera jugar... 
Por no hablar de la historia del pariente millonario desconocido que muere y resulta que te ha incluído en su testamento...

Bueno, pues ésas son las modalidades clásicas de este timo, que ya poca gente se traga, afortunadamente (aunque todavía hay incautos que caen).

Ahora, voy a explicaros cómo intentaron estafarme con una modalidad algo más sibilina de este timo. Aviso que es largo de contar y un poco lioso, pero lo hago para ayudar a gente a la que le pueda pasar.

Resulta que JJ y yo pusimos en venta hace cosa de un mes nuestro "viejo" mueble del comedor. Hemos comprado uno nuevo y de bastante más calidad, y antes de que nos lo traigan, queremos deshacernos del viejo.
Así que decidimos ponerlo a la venta en diferentes páginas de anuncios en Internet. Entre ellas, eBay Anuncios y Mundoanuncio (ésta fue la página en la que nos captó el timador).
Dos días después de subir el anuncio a Internet, recibo el siguiente e-mail de un tal Miguel Barry (atención a este nombre porque es uno de los que suelen utilizar los estafadores):

Hola vendedor, preferiblemente un vendedor serio, soy el Sr. Miguel Barry, yo estoy interesado en su artículo publicado, yo quería comprar el artículo como un regalo del proyecto de mi padre, me gustaría saber si el artículo sigue en venta y lo que el estado actual del tema, y cuál es su precio final del artículo.

(Atención al castellano raruno que utiliza, a caballo entre Loquendo y traductor de Google).

La verdad es que, de entrada, no nos dio buen rollo. 
Estaba claro que el tío no era español. Aunque eso no tenía por qué ser necesariamente un problema. Al precio al que dejábamos el mueble (muy barato), y dado que es un mueble de segunda mano fabricado en melamina, no sería raro que un inmigrante sin demasiados recursos se interesara por él. 
Pero ¿a qué se refería con "el proyecto de su padre"? Aquello olía raro, raro..

Aun así, le contesté -no sin reparos- diciéndole que, efectivamente, el mueble seguía en venta (a todo esto el tal Miguel Barry era el único que se había interesado por el mueble), le confirmaba el precio final (345 €) y le daba mi número de móvil invitándolo a que viniera a verlo in situ, y decidiera si nuestro mueble era realmente lo que iba buscando. Porque aunque en el anuncio se detallaban todas las caracerísticas del mueble e incluía 4 fotos, lo normal es ver el artículo antes de comprarlo, ¿no?

Vale. Pues esa misma tarde me contestó con su español de traductor on line que le parecía muy bien el precio, que quería comprarlo YA, que no me preocupara, que él iba a arreglar todo el tema del transporte y que le urgía mucho, etc.

A estas alturas, yo ya estaba flipándolo en colores. Aquello era surrealista total. 
Pero como una tampoco quiere pasarse de desconfiada y el tipo estaba mostrando tanto interés, le contesté diciéndole que nosotros también queríamos vender el mueble lo antes posible, pero queríamos hacer las cosas bien. Le pregunté a qué se refería con el "proyecto de su padre" y cómo tenía pensado hacer todo el tema del transporte. Y una vez más, le insistía en la conveniencia de ver el artículo antes de comprarlo, para evitar después problemas. 
Al final, le repetía mi número de móvil y le pedía el suyo para poder tener una comunicación más fluída.

Al día siguiente, Mr. Barry me contesta otra vez en su enrevesado castellano de frases inconexas que está de acuerdo con las especificaciones del mueble (de lo cual deduzco que no vendrá a verlo), y que en realidad, lo quiere como regalo para su esposa, que ella no sabe nada, que es una sorpresa y que está seguro de que le encantará. O_o
Me dice que es ingeniero naval (otra de las cosas que suelen hacer es dar profesiones que suenen importantes, como ingenieros, catedráticos, ejecutivos, etc.) y que debido a la naturaleza de su trabajo, tiene restringidas las llamadas telefónicas. Con lo cual, entiendo que sólo nos comunicaremos por e-mail. 
Por último, me dice que prefiere pagar mediante transferencia bancaria, y me pide los datos bancarios, a la vez que me da su dirección postal. Una dirección de Londres.

La verdad es que todo aquello olía a cuerno que flipas. ¿Un ingeniero naval británico tenía interés en comprar un cutre mueble de melamina situado en un pueblo dormitorio de una ciudad de Spain? ¿No sería más normal, fácil y cómodo que lo comprara en su país, ahorrándose así las tasas de transporte marítimo, aduana, etc?

La verdad es que nos daba todo muy mala espina, pero pensé que quizá el problema estaba en el tema del idioma, así que decidí desempolvar mi inglés y contestarle en su idioma, a ver si así nos aclarábamos. Le dije que me parecía todo muy raro y complicado, pero que si de verdad quería comprar el mueble, nosotros no teníamos ningún problema en vendérselo, siempre y cuando se hiciera cargo él de todos los gastos derivados del transporte, tasas aduaneras, etc. Al fin y al cabo, era él el interesado. Él nos había buscado a nosotros, y no al revés. 
Además, le dejaba bien claro que el mueble sólo saldría de mi casa una vez recibida la transferencia de pago. Y que, por supuesto, no se aceptaban devoluciones una vez hecho el pago.
A continuación, le daba los datos de una cuenta de JJ en la que apenas hay dinero para que nos hiciera la transferencia. Total, nadie puede acceder a una cuenta sin autorización expresa del titular. 

3 días después, recibo otro e-mail del tipo (esta vez en inglés), diciendo que me ha hecho un ingreso a través de Citibank de 1.200 € (¿¿¿???), en los cuales se incluye ya el precio del artículo, más los gastos de transporte, etc. y que no tardaré en recibir un e-mail de confirmación de Citibank.

Efectivamente, miro en mi bandeja de entrada y veo que tengo dos supuestos nuevos mensajes de Citibank. Los abro y veo que llevan el logo del citado banco, aunque... no sé, hay algo que no me acaba de convencer. No parecen muy oficiales, más bien son un poco  marca "Hacendado". Es rollo "quiero parecerme al original, pero no llego"...
Éste es el encabezamiento del e-mail:

      
Citibank
  

TRANSFER  ORDER
The Wire Transfer Order from Citi Bank International Online  has been Approved.
TRANSFER NUMBER: SW1100591978909PUK  

xDD No sé, se ve un poco cutre, ¿no? (Eso sí, la bola del mundo y el WELCOME animados, les han quedado ideales).

En el primero de los e-mails se me confirma el ingreso de 1.200 € a la cuenta que le di al tipo, por parte de Mr. Miguel Barry. Y se me informa de que la empresa de transportes está esperando orden de envío. 
Y yo pienso: vale, ¿y a mí qué? Y sobre todo, qué le importará a Citibank si hay una empresa de transportes esperando. 
Es como si en el recibo de la luz se me informa de que en la tintorería están esperando a que recoja el abrigo que les llevé la semana pasada, ¿no?

En el siguiente e-mail del supuesto Citibank, todavía más marca "Hacendado" que el anterior, se me informa de la seguridad 100% con la que se ha hecho la transferencia, que todas las medidas que se toman son para proteger al beneficiario de la transferencia, y que una vez hecha ésta, el que la ha ordenado ya no puede revertirla.

En eso que al poco, recibo otro e-mail de Mr. Barry. En él me dice que necesita pedirme un favor. Uyuyuyyyyyyy... A ver qué favor...
Me comenta que ha hablado con los de la empresa de transportes para que se pongan ya en marcha y estos le han dicho que no mueven un dedo a menos que él les pague los 250 € que cuestan sus servicios. 
Que él ha intentado pagar on line, pero necesitaría una tarjeta de crédito, la cual él no lleva a bordo (¿recordáis que me dijo que era ingeniero naval? ¡Resulta que está en alta mar! Qué exótico, oye...). Así que me pide que, por favor, vaya a una oficina de Correos que tenga cerca y a través de Western Union, envíe los 250 € a su agente, que es el que llevará todo el tema del transporte.

Pero lo más gracioso viene ahora, cuando me da la dirección de su "pick up agent". Atention, please:

Ode Olawale, James (muy británico no suena, que digamos...)
20 Oyo Road, 
Ibadan, Oyo State (no, definitivamente esto no está en UK)
NIGERIA  (danger!!!!!)

¿¿El tipo éste pretende que envíe 250 € a Nigeria?? 
¡JAJAJAJAAJAAJAJAJA! Me parto... Si espera que los pague de mi bolsillo, ya puede esperar sentado.  
Otra cosa es que, una vez reciba los 1.200 €, de ahí, coja 250 y le haga el favor de enviarlos yo. Lo cual no me apetecía nadita, pero si así cerrábamos el asunto, yo ya me daba por satisfecha. 
Y a todo esto, debo decir que yo sólo quería los 345 € que pedía por el mueble, y que se lo llevaran; el resto no lo quería para nada, que una es pobre pero "honrá". 

Y ése es otro de los detalles que no me cuadraban nada. Que me ofreciera casi 4 veces lo que yo pedía (nadie da duros a cuatro pesetas). A ver, está claro que el transporte internacional tiene un coste elevado, y más tratándose de un artículo voluminoso como el que yo vendo, pero ¿para qué me ingresaba a mí todo ese dinero?

De todas formas... No adelantemos acontecimientos, porque yo todavía no había recibido ni un euro.
Pasa un día, pasan dos, tres, cuatro... Y en la cuenta no nos figura ningún ingreso de Citibank.
Así que le vuelvo a escribir (convencida ya de que aquí hay gato encerrado) y le informo de que no he recibido la transferencia y que, por tanto, no he enviado los 250€, ni lo haré en tanto no tenga el dinero. Ah, y que el resto del dinero, que si no me equivoco son 605 €, no lo quiero, no es mío. Que se lo dé a quien se lo tenga que dar. Yo sólo quiero mis 345 €.

Al día siguiente recibo su contestación. El asunto del mensaje ya confirma mis sospechas: You have to pay 250 € out of your pocket...

Efectivamente, amigos: resulta que yo tenía que avanzar de mi bolsillo esos 250 € y enviarlos a Nigeria vía Western Union. 
Pero ahora no es para que la empresa de transporte o el pick agent o quien coño quiera que sea inicien todo el trámite. No. Resulta que ésa es la única manera de que yo pueda cobrar la transferencia. ¡Manda webs!

Porque resulta que Citibank es un banco taaaaaaaaaaaaan seguro, que ya no se fía ni de su padre, y tiene como medida extra de seguridad que hasta que el destinatario de la transferencia no hace un "pequeño pago" (vía Western Union, casualmente), en mi caso, de 250 €, y no le envía a Citibank los datos de esa transacción, Citibank no desbloquea la cantidad de dinero transferida y ésta no se ingresa en su cuenta. 
Cuánta seguridad para 1.200 €, ¿no os parece? ¡Ni que fueran 12.000!

A ver, decidme: cuántas veces habéis tenido que adelantar dinero de vuestro bolsillo para poder cobrar una transferencia bancaria? ¿Cuántas? Ninguna, ¿verdad?
Pues el tío me pedía que no me preocupara por nada, que era todo 100% seguro, que era una medida para protegerme a mí, como beneficiaria de la transferencia, (JUASSSSSSS), que una vez hecha ésta, a él no se le permitía revertirla; que en cuanto yo hiciera el envío de 250 €, en un plazo máximo de 1-2 horas, Citibank me haría el ingreso del dinero, y que, por favor, fuera rápidamente a la sección de Western Union de mi oficina de Correos a hacer el envío de los 250 €. (Pesadito con Western Union, ¿eh?)

Qué risa. Si se creía que iba a enviar siquiera un clavo a Nigeria, lo llevaba claro, el señor Barry.

Pero la cosa no acaba aquí: de repente, veo que tengo dos nuevos e-mails "Hacendado" de Citibank, recordándome que tengo un pago de 250 € pendiente de hacer, y amenazándome con emprender acciones legales contra mí si no lo hago.
Llegados a este punto, la carcajada se convierte en mueca de indignación. ¿Que Citibank va a emprender qué contra mí?

Así que, decidida ya a desenmascarar todo esto, entro en Google, y tecleo "fraude transferencia Citi"... y aún no he acabado de escribir la palabra Citibank, cuando ya me salen un montón de resultados sobre la llamada estafa nigeriana, timo del nigeriano o fraude 419.
Un montón de páginas, noticias y foros se hacen eco del tema y ponen sobre aviso a futuras víctimas. 
Se ve que es algo muy común en la red. Y en especial, en las ventas por Internet. Sobre todo, la que se hacen por Ebay Anuncios y Mundoanuncio. 
Qué casualidad, pienso. 

Entro en los foros y alucino leyendo testimonios de gente que vendía un iPhone, o una PDA, o un portátil... Y un tal Miguel Barry (entre otros nombres), les contestaba con el mismo mensaje en castellano Google Translator que me envió a mí. 
Luego, recibían los mismos correos Hacendado de Citibank confirmando la transferencia, solicitándoles el envío de xxx € a través de Western Union para poder desbloquear la operación. TODO IDÉNTICO.
Pero en estos casos de venta de gadgets por Internet, la cosa es peor aún, porque si el estafador se sale con la suya, consigue que la víctima le envíe (gratis) el aparatito a Nigeria.
Vamos, que el vendedor no cobra ni un duro por el artículo que vende, lo regala directamente, y, encima, paga él los gastos de envío... ¡a NIGERIA!
Negocio redondo para el nigeriano, vamos. 

Después de alucinar e indignarme a partes iguales con la mala fe con la que actúan estos sinvergüenzas, decidí enviarle un último e-mail a Mr. Scammer diciéndole que, por supuesto, no íbamos a enviarle ni un céntimo, que no se pensara que nos iba a estafar. Y metiéndole miedo con que le íbamos a denunciar a la policía presentando todos los e-mails que me había enviado. Ah, y que sabíamos desde el principio que era un estafador, pero le seguíamos el rollo para que se confiara y nos diera datos concretos.
Desde entonces, y ya ha pasado una semana, no he tenido más noticias de Mr. Estafador. Lo cual me alegra infinitamente.

De verdad, qué ascazo me producen estas cosas. Y lo que más me indigna es pensar que, si a mí y a JJ, que somos gente con estudios superiores, que por nuestro trabajo estamos bien informados, que leemos la prensa y vemos las noticias todos los días, etc., intentaron metérnosla doblada, qué no le pasará a gente con menos estudios y poco acceso a la información. 

De todas formas, aunque no se tengan estudios, hay una cosa que nos viene de serie: el sentido común (que, por desgracia es el menos común de los sentidos) y la intuición.

Si un desconocido os envía un e-mail ofreciéndoos dinero peeeeeeeeero os pide una cantidad inferior por adelantado, DESCONFIAD. Y por supuesto, si el destino del dinero es Nigeria, directamente ignorad ese e-mail y marcadlo como lo que es: SPAM y del peor. 
En serio, nadie regala nada así porque sí. Al revés: lo más seguro es que quieran estafaros. 

No lo permitáis. Id con cuidado y no os fiéis.

* Y por cierto, estamos pensando denunciarlo de verdad a la BIT (Brigada de Investigación Tecnológica), y oye, por lo menos, a ver si pillan a alguno y que no puedan seguir estafando a gente inocente.


23 de agosto de 2011

10 cosas de los blogs que no me molan


El mundillo de los blogs me apasiona, ya lo he dicho en alguna ocasión.
Si no fuera así, no llevaría año y medio escribiendo uno, eso está claro.
Efectivamente, me parece apasionante eso de tener un rincón personal, donde ir escribiendo pensamientos, reflexiones, anécdotas, vivencias, etc., e intercambiar experiencias y opiniones con otros bloggers y gente anónima, hasta formar una gran familia bloguera.

Con todo, eso no quita que esto de la blogoesfera y los bitácoras tenga también ciertas cosas que no me acaben de gustar, que me dejen a cuadros, me pongan de los nervios o me molesten, cuando no directamente me irriten bastante.
...Y así, de repente, se me ha ocurrido un total de 10.

10 cosas de los blogs que no me molan

1. Los captcha. Acrónimo de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart (Prueba de Turing pública y automática para diferenciar máquinas y humanos), según dice nuestra amiga la Wikipedia. 


 Sí, amiguitos, los captcha son esos malditos inventos del demonio códigos alfanuméricos distorsionados y de pronunciación imposible que algunos blogs nos exigen a la hora de dejar un comentario para asegurarse de que quien deja dicho comentario es una "persona humana" y no un robot o máquina.

(Que digo yo que, si por ejemplo, R2D2 o C3PO quisieran dejarme un comentario en mi blog, ¿por qué no iban a poder? ¿Qué pasa, que los robots no tienen derecho a expresarse? Que no está la cosa de los comentarios como para ponerse exigentes... ;P).

En serio, me parece genial que Blogger ponga medios para reducir en la medida de lo posible los comentarios no deseados y el spam (del cual hablaré más tarde). 
Pero lo de los dichosos captcha ya son ganas de joder al personal... Y a los robots.

Es que se te quitan las ganas de dejar el comentario cuando ves que el captcha se te resiste.
-¿Eso es una G o un 6? 
Y ahí estás tú, después de haber escrito un comentario más largo que un discurso de Hugo Chávez, quemándote las pestañas para introducir correctamente las letras y números del puñetero captcha.
Al final, te dan ganas de decir: ¡A la mierrrrrda!
Y si la dificultad desde un PC ya es grande, imaginad desde un "esmartfoun", oseasé, teléfono con Internet. En ese caso, acertar con el captcha puede ser más difícil que conseguir que Kiko Rivera se lea 10 páginas de la "Crítica de la razón pura" de Kant, y entienda algo.
Así que, desde aquí, pido humildemente a los que incluís el captcha en vuestro formulario de comentarios que... porfa-porfa-porfa.... ¡lo quitéis!

(Sí, ya sé que últimamente aparece mucho por aquí el gato de Shrek, pero... es que es taaaaaaaaaaaan adorable...)

Sí, por favor: quitad el captcha. Las personas humanas y los robots os lo agradeceremos infinitamente. (Y el gato de Shrek, también).


2. Esos blogs cuyas entradas consisten, básicamente, en: una foto grande y preciosísima, en blanco y negro a ser posible, en la que suelen aparecer motivos tales como un atardecer en el mar/ una pareja besándose/una rosa, etc. y luego una frase-pensamiento "súper-mega-profundo", o a lo sumo dos, en plan: "Te echo de menos", "Recordándote...", "Tristeza", etc. ".
Y ya. 
A ver: una entrada así, de vez en cuando, no está mal. Incluso se agradece, para desengrasar. Pero ¿todas?
Pues qué queréis que os diga: que esos blogs me parecen un poco tomadura de pelo, la verdad.
Tú te curras entradas con sentido, escribes textos con planteamiento-nudo-desenlace (vaaaaale, quizá yo me vaya al otro extremo y me enrolle demasiado), y luego viene una niña mona creyéndose Amélie (sí, la mayoría suelen ser chicas) y con una foto (que ni siquiera ha hecho ella) y un par de frases manidas, resulta que tiene 800 seguidores. Pues vale.
Aunque la cosa todavía puede ser peor: que para escribir dos frases escasas, meta 3 faltas de ortografía, "te hecho de menos" (argggggghhhhh).

Bonitos sí que son esos blogs... y de lectura fácil y rápida. Eso no se puede negar.
Pero creo que para escribir frases, ideas, pensamientos fugaces acompañados de fotos chulas o vídeos, ya existen otras plataformas de microblogging que son mucho más adecuadas. Por ejemplo, Tumblr o Twitter.
Un blog es otra cosa.

3. Los copy-paster: los que copian, plagian, y en definitiva, se apropian de textos ajenos y los presentan como si fueran suyos, sin citar al autor.
El tema de los plagios no es nada nuevo, por desgracia, y cada vez hay más y más casos.
Internet además, es un caldo de cultivo idóneo para este tipo de ladronzuelos de la propiedad intelectual.

Veo un texto que me mola, le doy a copy y luego a paste... Et voilà! Mira qué poema/post/relato, etc, más majo me ha quedado, a partir de lo que he ido pillando de aquí y de allá. 
Y por supuesto, me atribuyo todo el mérito y la autoría. ¿Quién se va a dar cuenta de la mentira?

Porque una cosa es inspirarse en una idea o una frase, etc. que haya escrito otro y te haya gustado (siempre que además hagas referencia al autor de la idea original), y otra bien distinta es fusilar un texto o una entrada completa y presentarla como tuya.

Lo primero es algo legítimo y normal. Lo segundo es un delito. Es robar. Y no sólo eso, sino que es una actitud lamentable que dice mucho de la persona que la practica. Para empezar, que es un/a mediocre, incapaz de crear textos propios y por eso necesita robar/plagiar los de otros.

Actualmente, existen diferentes plataformas que permiten registrar nuestros blogs y nuestros textos y así protegerlos frente al plagio, en la medida de lo posible. Pero todavía hay mucha desprotección en este ámbito, y es que, Internet es tan enorme, que controlarlo todo es imposible.
Así que, ¡id con cuidado! Proteged vuestros bitácoras contra los copiones y comprobad de vez en cuando con el buscador si alguien ha plagiado alguno de vuestros textos.
Y si hay por ahí algún copy-paster... por favor, don't copy, be original!


*Llegados a este punto, quiero decir que esta entrada sobre esas cosas que no me molan del mundo blogger está, en parte, inspirada (pero sólo inspirada) por esta magnífica entrada del genial blog Intersexciones, el cual os recomiendo seguir si aún no lo hacéis, ya que es de lo mejor que hay en la bloggoesfera.

4. Los trolls

GRRRRRRRR...
Ay, los trolls... Otro fenómeno típico de Internet, surgidos en lugares de intercambio de opiniones, tales como foros, blogs, etc.
Las vidas de estos personajes deben de ser tan anodinas y estar tan vacías, que sólo encuentran diversión provocando en foros y atacando sin piedad a bloggers a los que ni siquiera conocen. Eso sí, escudándose en el anonimato que ofrece la red. Qué valientes son...

A ver, todos tenemos derecho a expresarnos y opinar, la libertad de expresión es un derecho amparado por la Constitución. Y cuando escribes un bitácora que está al alcance de otros lectores, sabes que te expones a juicios y opiniones ajenos. 
Y, bueno, nunca viene mal que te hagan una crítica constructiva, o que alguien manifieste su desacuerdo con lo que el blogger escribe. Hasta ahí, todo perfecto.

Lo que no me parece nada bien es ese afán por ser siempre la nota discordante, y sobre todo, por provocar, atacar, fustigar, incluso insultar o juzgar a la otra persona sin siquiera conocerla... ¿Dónde está la gracia? ¿Qué placer encuentran en ello?
Si no te gusta lo que esa persona escribe, si te aburre, si te "cae" mal (por lo poco que la conoces a través de sus escritos), simplemente, no leas su blog. Es sencillo.
Eso es lo que haría una persona normal. 
Pero no: el troll es morboso, se divierte así. Espera a que el blogger actualice para seguir escribiendo comentarios faltones, porque eso es lo que de verdad le "pone".

Y sobre todo, le pone la reacción de los demás. Si consigue que el propio blogger se sienta ofendido y entre al trapo, y que otros lectores también entren en el juego, entonces ya tenemos al troll en pleno orgasmo.

Los trolls se alimentan de eso. Buscan hacerse notar, llamar la atención. Y ésa es la forma más rápida y fácil que tienen para lograr su objetivo.
No podemos evitar que un troll la tome con nosotros. Cuanto más popular se hace un blog, más fácil es que aparezca uno o varios de estos personajillos cansinos. 
Lo que sí podemos es pasar trescientos kilos de ellos. 
No les hagáis ni caso. Que no os afecten sus comentarios. No tienen criterio alguno. Sólo pretenden molestar.
Y sobre todo: no alimentéis al troll. Si nadie le hace ni puñetero caso, se acabará aburriendo y se irá como llegó. 




5. Los comentarios de spam. Esto es algo que me pasa desde hace poco tiempo. Antes no recibía ni un comentario de esos. Vivía tan feliz...
De hecho, me extrañaba no recibir ninguno. 
Ahora, rara es la semana que no recibo mínimo dos. Y casi siempre son en la misma entrada. Todos en inglés, of course, y ofertándome créditos, dietas, sexo, etc... Vamos, lo que viene siendo el spam de toda la vida, el Correo no deseado de Hotmail. Pero ahora, en mi blog. 

De repente, veo en mi correo que tengo un nuevo comentario. Subidón, subidón...
Es de un anónimo. Bajón... (sí, no me molan los anónimos, casi siempre son trolls o spam, y eso es así).
Comprobado: Es spam. Odio infernal. Borrado automático del mensaje.

Los que me seguís y comentáis de forma habitual, os habréis dado cuenta de que, desde hace unas semanas, modero los comentarios. La principal razón de esto es precisamente eliminar los comentarios de spam antes de que se publiquen. (...Y bueno, mantener también a raya a algún que otro troll). 
Parece que mi blog se va haciendo popular... Ya recibo comentarios spam. Es el precio de la fama, supongo. ¡Juas!

6. La gente que promociona su blog con total descaro. Otra forma de spam, si lo piensas bien.
Esos que dejan el mismo comentario en tropecientos blogs: "Buen blog. Visita el mío: mira-como-me-hago-autobombo.blogspot.com".
Lo más probable es que al leer un mensaje así, lo ignore automáticamente. Como si fuera spam
En cambio, si una persona me deja un comentario coherente, ciñéndose al tema que planteo en la entrada en cuestión, y luego me invita a visitar su blog, seguramente me interese y lo acabe visitando.
Sobre todo porque yo no dejo comentarios de autobombo. Prefiero que sea el propio autor del blog el que se interese por el mío de forma natural. Si lo hace y me lee, bien. Si no, pues no pasa nada.  

7. Los blogs que promueven conductas poco o nada saludables, como los pro-ana (anorexia) o pro-mia (bulimia). Y soy consciente de que con esto puedo herir sensibilidades y ganarme la antipatía de alguien. Pero no por ello voy a dejar de ser fiel a mis principios.

A ver: entiendo que un blog es algo muy personal, un lugar en el que desahogarse y expresar con libertad todo aquello que uno vive, siente o padece. De acuerdo.
Pero lo que no me parece ético es que unas niñas con la percepción de su propio cuerpo totalmente distorsionada por el cine, la televisión y la publicidad, inicien a otras en algo que es un verdadero infierno.
La anorexia y la bulimia no son estilos de vida como muchas de ellas pretenden. Son trastornos graves.

Y me parece aberrante que utilicen este medio para pasarse trucos para ayunar, vomitar, autolesionarse, esconder comida, engañar a padres, amigos y profesores, hacer carreras de kilos, etc. Todo ello, bajo el maquiavélico lema de que el fin justifica los medios."Quiero ser una sílfide, un hada etérea, quiero que se me marquen las costillas hasta dar grima...", y todo ello ilustrado con dibujos de mariposas y fotos de Kate Moss, las hermanas Olsen y otras famosas delgadísimas. 

Una cosa es que tengas un sobrepeso real, quieras perder esos kilos de más, y cuentes tu experiencia para motivarte y animar a otros que estén en la misma situación. Siempre que sigas una dieta prescrita por un especialista. Siempre bajo control. 
Pero escribir sobre cómo te matas de hambre y/o te destrozas la garganta a base de vomitar, porque te ves gorrrrrrrrrda, aunque pesas 45 kilos, y no te importa que otras chicas pasen por ese mismo calvario... Eso no.
Me parece enfermizo y no puedo con ello. 
Por supuesto, respeto que cada uno haga lo que quiera con su vida y con su cuerpo, y jamás me meteré con una de esas chicas. Pero es caer por error en uno de esos blogs, y cerrar la página automáticamente. Lo siento.

8. Los blogs con música. Con esto no me refiero a un blog que tenga un fondo musical neutro y relajante. Eso lo tolero bien. No pasa nada, no soy tan maniática. 
Me refiero a esos blogs en los que entras y te recibe Lady Gaga con su Poker Face o Rabiosa de Shakira a 3.000 decibelios. Y te pega el susto de la vida.
Así, ¿quién puede concentrarse en leer siquiera dos líneas?

Así que vas de arriba abajo de la página buscando como una loca cómo parar eso...
Y no lo encuentras...
Y empiezas a ponerte de los nervios ya sentir mucho odio...
Al final, te toca quitarle el sonido al ordenador para no acabar con la cabeza como una zambomba. O irte del blog, directamente. 
Y lo dice una apasionada de la música. Pero es que esos blogs son totalmente incompatibles con la lectura.
De verdad, si es el caso de vuestro blog... Por favor, quitadle el reproductor de música o el clip musical. Yo entro a un blog a leer. Si quiero escuchar música, ya me pondré el Spotify.

9. Los blogs que no incluyen un archivo de entradas pasadas. Bueno, esto tampoco es muy grave, y algunos de los mejores blogs que sigo son precisamente de este tipo. No sé por qué, sus autores no incluyen el archivo de entradas ordenadas cronológicamente, para que puedas acceder directamente a cualquiera de ellas. 
Suele aparecer en la pagina principal la entrada más reciente. Y luego tienes un enlace a Entradas antiguas, pero tienes que ir retrocediendo página a página. Y si quieres ver un entrada de hace un año, te pueden dar las uvas.
Si acabas de llegar a ese blog, te ha gustado y quieres conocer la historia desde el principio, ármate de paciencia.
Para mí, el archivo de entradas ordenadas temporalmente es una herramienta que facilita bastante la navegación por el blog. 
Pero bueno, supongo que los bloggers que no lo incluyen tendrán sus razones, y ya digo que tampoco es algo que me moleste especialmente. Sólo es que me parece un poco más incómodo así.

10. Los blogs abandonados. Esto tampoco es que me moleste o fastidie... Simplemente, me produce un poco de tristeza encontrarme blogs abandonados, porque acabo pensando que, al final, todos los blogs, antes o después, acabarán corriendo la misma suerte.


Me da pena descubrir un blog nuevo, que me guste lo que leo... Y cuando ya estoy emocionada, darme cuenta de que su autor hace meses o años que no escribe en él.
Pero todavía es peor seguir un blog durante un tiempo y que de repente, un dia su autor deje de escribir, así, sin más. Te queda una sensación extraña. Hasta te preguntas qué habrá sido de esa persona. 
Pero bueno, como ya dediqué una entrada completa a este tema de los blogs abandonados, no voy a extenderme más en este punto.

*Y ahora, os toca a vosotros... ¿Qué os fastidia, os irrita, os choca u os llama especialmente la atención de todo este mundo de los blogs? ¿Coincidís conmigo y mis 10 puntos? ¿Qué añadiríais?

PD: Gracias a todos los que me felicitásteis por mi cumple. Sois geniales. ;)



18 de agosto de 2011

30...

*Antes que nada, quería dar las gracias a todos los que comentásteis en mi última entrada. No os hacéis una idea de lo mucho que me ayudó leer vuestras palabras de ánimo y apoyo, vuestros consejos y puntos de vista. Necesitaba una perspectiva diferente, dado que la mía en aquel momento era muy negativa. Y vosotros me la aportásteis.
Tenéis razón: las relaciones son algo complejo. Pero eso es precisamente lo que les da valor y mérito. La capacidad de sobrevivir a las crisis y al paso del tiemp.  Es absurdo pretender tener una relación perfecta sin discusiones/problemas/tensiones. Es absurdo... e irreal.
Lo que hay que hacer es saber manejar esos momentos de conflicto, hablar con la otra persona, con confianza y sin reproches ni culpabilidades.
No hay que buscar culpables: ni en uno mismo ni en la otra persona. Todos podemos equivocarnos en algún momento, y rectificar es de sabios.

JJ y yo hemos hablado largo y tendido de todo esto... Quizá las cosas no estaban tan mal como yo las pinté. Pero soy un poco drama-queen, qué le vamos a hacer. Enseguida lo veo todo muy negro. Enseguida veo fantasmas donde no los hay.
Resumiendo: que las aguas han vuelto a su cauce,  JJ y yo hemos limado asperezas, acercado posiciones, arreglado nuestras pequeñas diferencias... y seguimos juntos y tan felices como si nada hubiera pasado. Crisis, what crisis? Lo que pasó, pasó. Y ya está olvidado.


Y dicho esto, ahora sí. Vamos allá...
Hoy toca post aniversario. Porque hoy cumplo...


Sí. Ya soy... treintañera. ¡Uf, qué raro me suena!

Nací tal día como hoy, de 1981. Sí, el año del intento golpe de Estado de Tejero (afortunadamente fallido), como algunas personas se encargan de apuntar o recordar. ¿Qué pasa, que no sucedió nada más reseñable en ese año, aparte de la ida de olla del tal Tejero?

Hasta para nacer fui impaciente. Me tocaba venir a este mundo para principios de septiembre. Así se lo había dicho el ginecólogo a mi madre. Y además, ella también había hecho sus cálculos y las 36 semanas de rigor se cumplían para el 2 de septiembre, más o menos.

Mi madre, la pobre, confiada como estaba de que hasta esa fecha no tendría que enseñar las piernas a ningún desconocido, decidió aplazar la depilación hasta una semana antes del día previsto para mi nacimiento. Y eso que ella siempre ha sido súper maniática y radical con el tema de la depilación.
Pero claro, en aquellos días, con el panzón, los tobillos hinchados y el calor que hacía, pues... la mujer se relajó. Normal. No iba a ponerse fisna, en su estado

¡Muahahahaaaaaa...! Ella no contaba con que su ansiado bebé tenía muchas ganas de ver este mundo, y de paso, hacer que toda la planta de Maternidad de la Clínica La Salud comprobara in situ que mi madre llevaba semanas sin depilarse.

Vamos, que me adelanté dos semanas. Así, sin avisar ni nada.

Y así, nací yo, pasada la medianoche del 18 de agosto. También fui madrugadora.
Y bueno, para compensar lo de adelantarme y no avisar, mi madre puede presumir de que no tuvo un parto doloroso. Claro, yo era un bebé algo prematuro. Pequeña, falta de peso, muy llorona (ya demostraba que tenía carácter desde bien enana) y... ¡muy fea!
...Y eso es así. Aunque mi madre diga que yo era una monada. (Qué va a decir ella...)
He vistos las fotos... Y no. He ganado con los años. Como los buenos vinos.

En fin... que de todo aquello ya han pasado 30 años. ¡30 años ya!
Confieso que al principio me daba un poco de terror que llegara este día. Conforme se iba acercando la fecha me agobiaba más. Era como si me resistiera a abandonar los 20. ¡Como si se pudiera!

Pero ahora, ya está. Ya soy oficialmente treintañera. Y no me siento rara ni distinta a ayer, o a la semana pasada. Pensaba que lo llevaría peor. Y, en cambio, ahora me siento extrañamente bien. Incluso feliz con mis 30 velitas.
Al final, va a ser verdad que los 30 son la mejor edad... No sé.

De todas formas, cumplir años es algo inevitable. Y no sólo eso: es lo deseable. Ya sean 30, 50, 80 o 100. Me di cuenta de esto cuando hace dos veranos perdí a una gran amiga.
Era demasiado joven. Tenía toda la vida por delante. Pero se fue.
Por desgracia, ella nunca podrá cumplir los 30.

Entonces comprendí que cumplir años es genial, porque significa que continuas el viaje. Que no te has quedado en el camino.

Y la verdad es que estos 30 años me han pillado un poco desprevenida. Han llegado sin darme cuenta. Pero eso también es buena señal.
Eso es porque estos años previos han sido más bien felices. Y, aunque me parezca que todavía me quedan muchas cosas que hacer (algunas incluso creo que debería haberlas hecho ya), si hago balance, creo que éste sería más que positivo.

Hace 10 años tenía 20 (¡wow, cálculo mental complicado!). Era estudiante de tercero de Comunicación Audiovisual. Con todo aún por hacer y decidir. Sin las ideas claras.

Y recuerdo que, a menudo, intentaba visualizarme a mí misma con 10 años más.
Para empezar, me imaginaba más mayor, más madura. Más maruja.

Veía a la gente de treinta y tantos y me parecían ya señores hechos y derechos. Sí, bueno, con 20 años tienes muchas tonterías en la cabeza.

Y hoy, soy yo una de esas treintañeras que tan mayores me parecían entonces. Y no me veo para nada así.
Físicamente, he cambiado, claro. Sobre todo, mi estilo. Más bien, diría que he encontrado mi propio estilo.

Ahora me visto bien. Sé perfectamente lo que me queda bien y lo que no.
No como entonces, que abusaba de los vaqueros apretados y las camisetas chillonas del Bershka (sí, el horror y el pain!! ¿Qué queréis? Todos tenemos un pasado...).
Ahora me maquillo para potenciar mis puntos fuertes y disimular defectillos. Antes, me pintaba sin tener en cuenta si ese color de sombra o de labial me favorecía o no. Y así iba yo...

Recuerdo que deseaba llegar a los 30 con un trabajo estable, y a ser posible, relacionado con mis estudios. Aunque lo veía muy difícil. También soñaba con ser una buena profesional, apreciada por mis compañeros y respetada por mis jefes. (Sí, vale, ya sé que era pedir mucho, pero soñar es gratis, joé!).

Y cómo no: deseaba tener pareja estable. Encontrar al hombre de mis sueños... Y que él se enamorara perdidamente de mí, claro.
Casada y con hijos no me veía, la verdad. Y es que... el instinto maternal no lo tengo muy desarrollado que digamos.

Por supuesto, mi idea era haberme independizado a los 30. Aunque fuera yéndome de alquiler. No por nada: me llevo estupendamente con mis padres, pero no quería estar viviendo bajo su mismo techo y dependiendo de ellos for ever and ever, si podía ser. No quería tener que estar pidiéndoles dinero ni dándoles explicaciones de adónde iba ni con quién. Quería ser autónoma. 
Y si encima conseguía para entonces tener un piso en propiedad (bueno, en propiedad del banco), ¡eso ya sería el colmo de lo guay!

...Bueno, pues 10 años después de esa recreación virtual, debo decir que no he salido mal parada.
He conseguido muchas de las cosas que deseaba mi Mini-Yo veinteañero de vaqueros elásticos, camisetas cantosas y ganchitos en el pelo.
Hoy, seguramente, aquella estudiante de 20 años estaría orgullosa de mi yo actual.

No me he convertido en una marujona, (como era mi temor), visto infinitamente mejor que entonces, sigo una dieta sana e intento ir al gimnasio a menudo, porque sé que es la única forma de mantenerme en forma.
Y en cuanto a los logros importantes... han sido bastantes y los he conseguido yo solita con mi esfuerzo: acabé la carrera, me saqué el carnet de conducir y soy una conductora aceptable (yo, que me consideraba una negada para la conducción); empecé a trabajar a los 23 años (aunque no era nada relacionado con mis estudios), aprobé dos oposiciones, sé bastante de música, estoy acabando ruso en la Escuela Oficial, desde hace 4 años trabajo en un medio de comunicación y me encanta lo que hago, me compré mi primer coche con mi propio dinero...


En cuanto al tema personal: he vivido dos historias de amor muy importantes (una fallida, la otra espero que no), que en gran parte han moldeado mi personalidad, he conocido al amor de mi vida, me independicé con 27 años... Y ahora estoy metida en una hipoteca. Tal y como quería.

Ah, ¡y tengo un blog con 126 seguidores! ¡Increíble! :)
Y todo eso, antes de cumplir 30. Aun a riesgo de parecer narcisista... Creo que no está mal, ¿no?

De todas formas, aún tengo muchos proyectos pendientes, muchas más cosas por lograr. Afortunadamente. A ver si para cuando sople las 40 velitas, las he conseguido.

Y ahora, después de un día intenso de trabajo y de muchas felicitaciones... Me voy a casita. 
A celebrarlo con mi gente, como toca. Al fin y al cabo, no todos los días se cumplen 30 años.

                                       ...HAPPY BIRTHDAY TO ME...





13 de agosto de 2011

Después de ti, no hay nada.

Últimamente, las cosas entre nosotros no andan demasiado bien... Parece que los renglones se tuercen según pasan los días.
No sé qué pasa, si es que ya no somos (tan) compatibles. Si es que ya no tenemos las mismas ilusiones. Si ya no miramos en la misma dirección.
Tal vez has perdido la paciencia. O soy yo, que me estoy convirtiendo en una neurótica. Quizá ya lo era.

Pero has cambiado. Sí, has cambiado.
O es que antes no te mostrabas tal como eres para no herirme. Para no enseñarme tu peor yo. Para no crear conflictos que rompieran ese cuento de hadas en el que tú y yo éramos protagonistas indiscutibles.

Ahora hablas más claro. Quizá antes todo era demasiado idílico, demasiado perfecto e irreal, y no decías lo que te molestaba o disgustaba. Ahora, en cambio, lo dices. Sutilmente, pero lo dices.
Y yo te agradezco esa sinceridad, te agradezco de verdad que te quites la máscara y me digas las cosas abiertamente. Que muestres tu disconformidad cuando algo no te gusta.

Aun así, este choque con la realidad y con la rutina, me ha pillado totalmente desprevenida y fuera de juego. Porque yo creí, estúpida de mí, que todo era perfecto. Creí que había rosas sin espinas.
Pero ya veo que no las hay.

Y ahora siento angustia de pensar que esto sea el principio del fin. Y siento un nudo en la garganta que me oprime cuando me dices que me quieres, pero que a veces las cosas entre nosotros no funcionan.
Y lo que más me destroza es que es cierto. "Algo" no debe de funcionar del todo bien cuando suceden conflictos que no tendrían por qué darse.

Noto la sombra de la duda en tus ojos. Ese "Te quiero, pero...". Esa sensación de que las cosas ya no son como antes. O que podrían dejar de serlo.
A veces, no basta sólo con quererse.

Y sólo de pensar en que te puedas cansar de mí, de mis altibajos, de mis cambios abruptos de humor, o que tu paciencia infinita ya no lo sea tanto, siento vértigo y terror. Y noto como si me faltara el aire y mi mundo se desplomara como un castillo de naipes, sólo al imaginar que un día, ya no lejano, no estés a mi lado.

Y me siento tan vulnerable... Tan triste... Tengo un miedo horrible a perderte. Lo confieso.
Nunca antes me había enamorado de esta forma. Nunca antes había amado tanto. Ni siquiera sospechaba que podía abergar tanto amor dentro de mí para alguien. Y veo difícil, si no imposible, volver a sentir esto que siento ahora por otro hombre que no seas tú.
No creo que pueda existir nadie más afín, más especial, más perfecto para mí. Nadie que no seas tú.

Eres, sin duda, lo mejor que me ha pasado en la vida... (y que me pasará, me atrevería a afirmar).
Mi corazón es todo tuyo, lo sabes. Te lo entregué. Me entregué toda a ti sin dudarlo.

Sabes que podría recorrer miles de kilómetros sólo por estar un rato junto a ti.
Coger el coche de madrugada y echarme a la carretera sólo para verte. Sólo por perderme en tu mirada. Por hundir mis dedos en tus cabellos una vez más. Por acariciar tu espalda. Por besarte mientas duermes o te haces el dormido. Ya lo hice, ¿recuerdas?

Sabes de sobra que haría lo que fuera por retenerte a mi lado... Pero sólo si tú quieres seguir a mi lado.
No quiero a nadie a la fuerza. Ni por rutina. No quiero tampoco desquiciarte con mis cambios de humor. No mereces una loca. Y yo puedo llegar a ser muy loca (en el sentido más negativo del término).

Soy inestable emocionalmente. Sé que mi carácter es difícil. Sé que has aguantado lo que nadie.
Pero tu amor por mí era tan incondicional, tan fuerte, tan a prueba de bombas, que llegué a pensar que siempre sería así. Que nunca podrías dejar de amarme.
También es cierto que tú me lo has dicho en infinidad de ocasiones.
"Te voy a querer siempre. Pase lo que pase".
Y yo me lo creía. Me lo decías mirándome a los ojos, después de besarme. ¿Cómo no lo iba a creer? Y a lo mejor, te precipitaste al prometerme amor enterno.
Y puede que el exceso de confianza acabe con los cuentos de hadas.

Aun así, sé que todavía me quieres. Pero también sé que he hecho y dicho cosas que pueden socavar los cimientos de esta relación.
Sé que me he confiado. Sé que he tensado la cuerda en más de una ocasión. Que he sobrepasado la delgada línea roja.
Me falta paciencia. Justo la que a ti te sobra.

Y ahora quisiera empezar de cero, y demostrarte que puedo volver a ser aquella chica dulce de la que te enamoraste aquel mes de julio de hace tres años.
Ésa era yo. Y yo era ella. Esa chica está en algún lado, dentro de mí. Existía y sigue existiendo. Aunque yo la he hecho callar últimamente con mi sempiterno mal humor.

Y ahora estoy buscando bien en mi interior, revolviendo sentimientos y recuerdos. La estoy buscando para que salga de su escondite y vuelva. Para que volvamos a ser nosotros dos.
Porque ella es la auténtica. La de estos últimos días no era más que una mala y burda copia. Una impostora.

...Hace varios días me preguntabas qué quería para mi 30 cumpleaños...
Te dije: "No sé... No quiero nada en especial. No te gastes dinero en regalos".

Ahora ya sé lo que quiero. Y sigo manteniendo lo de que no quiero regalos materiales.
Sólo quiero amanecer cada mañana a tu lado.
Te quiero a TI. Junto a mí.
Para siempre.



 *Y es que, después de ti... no hay nada.  

10 de agosto de 2011

El pescadero. Part II


Hoy, nueva entrega (y definitiva, espero) de mi historia con el pescadero de Carrefour.
(Para los que no estén en la onda, leer Un pescadero muy besugo).

Sí, amigos, el destino ha vuelto a unir nuestros caminos... Jurjurjur... Pero esta vez os anticipo que la cosa fue muy diferente a la última.

El caso es que ayer volví a Carrefour a comprar unas cosillas. Entre ellas, pescado. Porque con este calor, si quieres pescado fresco, tienes que ir a comprar día sí, día no. Como compres un montón de pescado de golpe, se te echa a perder, fijo.

Bueno, pues me acerco a la pescadería y, antes que nada, miro las bandejas de pescado ya envasado, por si me gusta algo, no tener que hacer cola.
Pero no. El pescado envasado parece ser de la misma quinta que Sara Montiel y la Duquesa de Alba. Como que muy fresquito no parece.

Pues nada, toca hacer cola. Cojo ticket y... ¡oh, sorpresa! Sólo me quedan 3 números para que me atiendan. La cosa empieza bien.
Miro el género, decido lo que voy a comprar y me fijo en los pescaderos, por si veo a mi pescaderito-besugo.
De repente... ¡zas!, lo veo emboscado tras un lomazo de emperador, con su hoyuelo y su sonrisa, atendiendo a una señora. Vaya... qué casualidad.

-Porfavorquenometoque... porfavorquenometoque... porfavorque....

Empiezo a cruzar los dedos para que no me atienda él. Aunque eso parece poco factible ya que hay como 7 personas atendiendo. Parece que una de las pescaderas está acabando de despachar a su cliente. Venga, a ver si me toca ella, que parece espabilada.
Vaya, pues no. El señor al que está atendiendo le pide ahora un kilo de gambas.

En esto que veo que mi pescaderito despacha a la clienta y se acerca al contador de los turnos.

Le da al botón,
¡Meeeeec!
...y en plan niño de San Ildefonso dice:

-¡39!
...Silencio. Nadie lleva el 39... (Gotita de sudor en mi frente)

¡Meeeeec!

-¡40...!

...Silencio. (Empiezo a sentir pánico) Nadie lleva el 40....

¡Meeeeeeeeeeeeeeeeeec!

-¡41...!

Miro de nuevo mi ticket para comprobar con pavor que sí, efectiviwonder, llevo el 41. Nunca pensé que podría desear que no llegara mi turno.
Joderjoderjoderjoder... ¡Me ha vuelto a tocar con él! Lo hago aposta y no me sale, oye.

-Yo... -Digo con un hilillo de voz.

El chaval se acerca, me reconoce al instante y hasta juraría que se acuerda de la cagadita de la dorada, porque sonríe entre tímido y avergonzado.

Estoy a punto de decirle 4 cositas bien dichas sobre truchas que no son salmones y doradas sin limpiar, pero él con su sonrisa fascinante me dice:
-¿Qué te pongo?

Y entonces yo me derrito y se me olvida al instante la trucha con aspecto de delicioso salmón y sabor de pútrida cloaca y la dorada digna de un bodegón. Y decido darle una segunda oportunidad, que todo el mundo merece la suya, porque todos somos humanos y podemos equivocarnos.

Pero sólo una, ¿eh? Que si eres pescadero, tienes que hacer bien las tareas de pescadero. Si no sabes, métete a modelo, que seguro que te va mejor.

Así que, fiel a mi estilo, le pido:

-Dos rodajas de emperador, que, de nuevo, vuelve a cortar magníficamente bien (Se ve que ése es su fuerte).

-Tres lomitos de S-A-L-M-Ó-N (Esta vez me aseguro de que, efectivamente, es salmón, tal y como pone en el cartelito que hay pinchado en la escarcha al lado de los lomitos. Y es que, ante la duda, ya sabes: el cartelito es lo mejor, si es que hay cartelito).

...Y ahora viene el más difícil todavía. ¡Taráaaaannnnnn!

-Dorada fileteada. (¡¡Muahahahahaaaaaa!!)

Ahí el chaval ya pone cara de "ésta se está quedando conmigo... ". Pero cuando su cara cambia de color es cuando le digo:

-...Y esta vez, por fa, la abres, la limpias, la fileteas..., ya sabes. Eso que se suele hacer con las doradas.
Es que, verás, el otro día me diste una entera. Tan entera que me dio hasta penita comérmela. Y claro, de tanto verla en la nevera, le he cogido cariño y ya la he adoptado como mascota. Se llama Dori, como la de Buscando a Nemo. ("Siiiiigue nadando, siiiiiigue nadando, nadando, nadando...").

El chaval empieza a descojonarse (mira, tiene sentido del humor), me pide disculpas y me confiesa que ese día iban muy agobiados y que se le fue la pinza. (No hace falta que lo jures, guapo).
Total, que esta vez, bajo mi atenta mirada, la dorada fue debidamente limpiada y fileteada.

Y como lo había hecho tan bien, me atreví a pedirle, además, dos lenguados. También limpios, of course. Cosa que él hizo también divinamente. EPIC WIN!!

Cuando me despedí, me dio las gracias con su sonrisa y su hoyuelo, y yo me fui a casa feliz con mi bolsa de pescado y con la sensación de haber saldado un asunto pendiente.

Y eso fue todo. Esta vez el chico demostró que sabe trabajar. Y yo, como no quisiera ser injusta, y como también tengo mi corazoncito y puedo ser muy comprensiva, (aunque haya por ahí quien piense que no), he creído conveniente escribir este post a modo de desagravio y así enterrar el hacha de guerra.

Y a partir de ahora, ya no me referiré a él (si es que tengo que volver a hacerlo) como pescadero besugo, sino como pescaderito guapo. ¡Hale!
Haya paz.

(A este paso, como me siga tocando siempre él, acabaremos haciéndonos amigos, y si no, al tiempo).
Ay... la vida te da sorpresas...

*El de la foto, obviamente, no es mi pescaderito. Pero se dan un aire... xD

HELLO!

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