30 de diciembre de 2011

Fin de año solitario





El 2011 agoniza.
Se acerca la última noche del año... Y, por primera vez en no recuerdo cuántos años, esta Nochevieja la pasaré en familia y sin mis dos mejores amigas. 
Desde que empecé la Universidad hasta el año pasado, mis Nochebuenas han sido siempre familiares, mientras que el fin de año lo pasaba con los amigos. 
Pero este año, la cosa va a quedar en casa. Pasaré la Nochevieja también en familia, igual que la Nochebuena.


Sí. Porque mis dos mejores amigas, con las que había celebrado la Nochevieja de los últimos 10 años, esta vez me han dejado colgada.
Una de ellas, la que está casada y tiene un hijo pequeño, ha preferido pasar la última noche del año con otra pareja que también tiene un bebé. Supongo que tienen más afinidad y temas comunes para conversar: "¿El tuyo duerme de un tirón?". "Pues el mío no me come nada". "Buffff, ¡menuda nochecita nos ha dado!", "¡El nuestro ya dice 'papá y mamá'!", etc...


Por otro lado, mi otra amiga, soltera y sin compromiso, ha preferido irse a Sevilla a pasar la Nochevieja con unos amigos. 
Y no la culpo. El plan se antoja realmente atractivo. Si yo pudiera, también me iba...


Pero, entre unas y otras, la cuestión es que me he quedado compuesta y sin amigas.
Así que nada... Cenaré con mis padres, mi abuela, mis tíos y JJ. 
Y después de comer las uvas (si es que puedo con todas y no me atraganto como el año pasado), brindar y ver a Anne Igartiburu y a José Mota dar las campanadas desde la Puerta del Sol, (en mi familia es que somos muy "tradicionales" y fieles de la Primera), a dormir. Y un año más que habrá pasado.


Pero que no me malinterprete nadie. Realmente, lo de no tener plan para Nochevieja no me molesta. Las últimas nocheviejas que recuerdo han sido siempre en la casa de algún amigo o amigo de un amigo, jugando al Party/Trivial/Monopoly y tomando chupitos. 
¡Y tan bien que lo pasábamos!


Hace siglos que no salgo ni voy a ningún cotillón ni sala de fiestas. Pero es que ni lo echo de menos ni me apetece lo más mínimo ese tipo de celebración. 
Al fin y al cabo, es una noche más. Tampoco hay que darle más importancia de la que tiene. Lo que pasa es que nos hacen creer que si no sales, si no te gastas medio sueldo en un modelito, unos taconazos y una entrada para una discoteca/sala de fiestas/cotillón, y no te pones ciego, eres un/a sosainas, ranci@, y no estás disfrutando a tope de la "última noche del año". Menuda gilipollez...
Yo paso de ese rollo. Me gustan más los planes caseros y tranquilos.


Así que ya digo que lo que me molesta no es tener una Nochevieja casera. Al revés. Lo que me entristece es que mis amigas hayan pasado así de mi culo. Yo nunca lo habría hecho, y eso que ha habido años en los que no me apetecía tanto pasar la Nochevieja con ellas. Por ejemplo, el primer año que salía con JJ, me apetecía infinitamente más una cena íntima solos él y yo, que quedar con ciento y la madre. Pero al final, fuimos a cenar con esos ciento y la madre. Total, teníamos otras muchas noches más para cenar solos JJ y yo... Y las amigas son las amigas. Y las Nocheviejas son (o eran) para estar con las amigas.


Por eso me siento tan triste, tan decepcionada. Siento que me han dado de lado. Y lo peor es que no puedo sentir rencor ni nada parecido, porque, de alguna forma, entiendo su postura. 
Y es que esto es una prueba más de lo que yo ya venía sospechando desde hace tiempo. Que cada vez nos estamos distanciando más. Cada una lleva un ritmo de vida diferente, y por eso, cada vez tenemos menos cosas en común. Menos temas de los que hablar.  
Y este año, eso ha cristalizado en el hecho de que pasaremos la Nochevieja por separado, después de tantos años celebrándola juntas.


En fin, si así lo han querido, así será. Ya digo, no guardo rencor, pero tampoco se me olvida. Y a lo mejor, la próxima vez soy yo la que pasa de quedar sólo cuando a ellas les conviene para luego dejarme tirada cuando no. 
Estoy decepcionada. Mucho. Veo que, al final, la gente va a su bola y hace lo que le da la gana. Pero bueno, ya se me pasará. 
A pesar de todo, siguen siendo mis dos mejores amigas. Aunque me hayan dejado sola esta Nochevieja...


* ¿Y vosotros? ¿Tenéis plan para este fin de año? ¿Salís y os arregláis en Nochevieja? ¿La pasáis en familia o con amigos? 


Feliz Nochevieja a todos... ¡Y feliz 2012!

24 de diciembre de 2011

¡Felices Fiestas, gatitos!



¡¡Hola a tod@s!!


Aunque últimamente tengo esto bastante abandonado, no quería dejar pasar la oportunidad de ser "súper original" y felicitaros las Navidades. JOU, JOU, JOUUUUUU...
Nunca he sido muy "navideña", de niña sí, como todos, supongo, pero de mayor cada vez menos. 
Son unas fiestas que tienden a deprimirme un poco; pero aun así, siempre me ha gustado felicitar estas fechas y tener un recuerdo especial para toda esa gente con la que a lo mejor no hablo todos los días, a la que veo de Pascuas a Ramos, e incluso a gente a la que no he visto nunca, pero que me ha hecho sonreír en algún momento difícil, que me ha dado una palabra de aliento o un valioso consejo cuando lo necesitaba en este año que acaba. Gente que estando lejos, ha estado "cerca".
Y, entre toda esa gente, cómo no, hay 135 personas. Mis 135 seguidores, o sea, vosotros. 
A los que hay que sumar los que no me seguís pero me leéis de vez en cuando.


Así que, plagiando descaradamente un poco aquel spot de Coca-Cola...


Para los gatitos que me siguen desde que empecé,
y para los que llegaron a este tejado hace poco.


Para los que me enseñaron e inspiraron con sus blogs,
y para los que empezaron a escribir al descubrir el mío.


Para los santos que se han leído cada una de mis entradas (algunas incluso más de una vez),
y para los que no aguantan hasta el final de tanto que me enrollo.


Para los que me comentan a menudo,
y para los sigilosos que pasan de puntillas.


Para los que llegaron a mi blog de casualidad y se quedaron para siempre,
y para los que estuvieron de paso y nunca más volvieron.


Para los que me dan consejos y palabras de apoyo y cariño,
y para los que me dan caña, cosa que también se agradece.


Para los que siempre vuelven, pase lo que pase,
y para los que dejaron de leerme, sin más.


Para los que me leen desde España,
y para los que me visitan desde muy lejos.


Para los están pasando una mala racha,
y para los que ahora están en un gran momento.


Para los que pasarán estas fechas en familia,
y para los que estarán lejos de casa.


Para los que esperan esta noche a Papá Noel, Santa Claus, el Viejito Pascuero, etc...
y para los que prefieren a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.


Para los amantes de la Navidad,
y para los que estáis deseando que se acabe ya......


En definitiva, para todos ellos, para todos vosotros, estéis donde estéis, y sea como sea que vayáis a celebrar estas fiestas, gracias por estar ahí. Y...


FELIZ NAVIDAD, BON NADAL, BO NADAL, ZORIONAK, MERRY CHRISTMAS, FROEHLICHE WEIHNACHTEN, JOYEAUX NOËL, BUON NATALE,
С Рождеством 

TONELADAS DE AMOR, SALUD, FORTUNA Y FELICIDAD PARA TODOS  :) 

Soy cursi, lo sé...  ¡Pero es taaaan tierno! xD


*Y para rizar el rizo de la cursilada, os dedico esta canción, que forma parte de una de mis pelis favoritas.
:D





8 de diciembre de 2011

Pseudoperiodistas mediocres

Hace más de un mes que no publico nada en el blog. Sí, lo sé. Lo tengo abandonadísimo.
¿Razones? Muchas, pero se podría resumir en una palabra: desgana. Dejadez. Desidia.

Estoy en una etapa de mi vida -especialmente en el ámbito profesional- en la que me siento en punto muerto. Lastrada. Atascada. Sin avanzar. Incluso me atrevería a afirmar que voy para atrás como los cangrejos.
Hace un año y medio, mi jefa (de entonces, que afortunadamente ya no está, porque menuda lumbrera...) me trasladó a una sección nueva en la que entré con mucha ilusión, y con ganas de comerme el mundo, de aprender cosas nuevas, de probar el ritmo de la radio del fin de semana, de mejorar, de hacer muchas cosas interesantes...

Pues bien: año y medio después, todo ha quedado en agua de borrajas.
Ahora me encuentro con que cada vez tengo menos responsabilidades asignadas. Las tareas que hago son monótonas, poco gratificantes. Las podría realizar hasta el becario más inexperto.
Es más: hasta la becaria que tenemos hace cosas de más relevancia que yo.

Lo he hablado con la coordinardora de la sección, de buen rollo, pidiéndole más trabajo, más tareas, hacer otras cosas de más responsabilidad, porque sé que soy plenamente capaz (ya las he hecho anteriormente y sé que puedo).
Le he dicho que la becaria va demasiado agobiada de trabajo, que la pobre no puede más, y que necesita ayuda. Además, se le han asignado unas tareas que, con todos mis respestos para la chica, no creo que una becaria recién licenciada sea la persona más idónea para hacerlas, ya que le falta experiencia.

Una cosa es que a los becarios se les dé tareas, que hagan cosas, que aprendan, que no estén para llevar cafés y ya. Y otra, encargarle el 60% del peso de la sección, por muy trabajadora que sea (que lo es). Porque no es sólo cuestión de tener capacidad de trabajo, sino de tener experiencia, de saber cómo se hacen determinadas cosas, de ser resolutivo y tener recursos. Y eso, sólo lo dan los años de oficio.
¿Estamos locos o qué? Así va la pobre chica, de culo, y pidiendo ayuda porque no puede más.

Reacción de la coordinadora cuando le planteo esto: o se pone a la defensiva, porque piensa que estoy cuestionando su autoridad y su criterio, o me insiste en que no quiere sobrecargar a nadie. Que hay gente suficiente en el equipo para repartinos bien las tareas y que nadie vaya sobrecargado de trabajo. 

¿Hola? ¿Que nadie vaya sobrecargado? ¡Que se lo digan a la becaria, que va desbordada!

Ah, y si intentamos ayudar a la becaria, quitarle trabajo, facilitarle las cosas, proporcionarle documentación, etc... como se entere la coordinadora, ¡nos echa la bronca! Que la becaria tiene que hacerlo sola, que para eso está, para aprender y sacarse las castañas del fuego...  (No, no... ¡Por lo visto, está para explotarla salvajemente!).

Y mientras, los de plantilla nos aburrimos como ostras porque tenemos poco trabajo. Luego, no es extraño ver a periodistas jugando al Solitario, publicando en su Muro de Facebook o pujando en eBay, como ya comenté en mi anterior entrada.
¿Cómo lo veis? Alucinante...
A mí que no me fastidien, pero no creo que en ningún otro medio de comunicación del mundo funcionen las cosas así de mal. ¡Es el mundo al revés!

Y yo, mientras, me siento cada vez más desaprovechada, más desmotivada, más aburrida... Viendo cómo gente que entró más tarde que yo en esta empresa, ha evolucionado mucho más en todo este tiempo.

¡Quiero trabajar y no me dejan!
Porque la becaria tiene que aprender... ¡Vamos, no me jodas! A este paso, la becaria acabará presentando el informativo y los que ya llevamos tiempo, acabaremos haciendo fotocopias y llevando cafés a los jefes...
¡Es de locos! Y yo no soy una tía trepa, no quiero pasar por encima de nadie, no quiero ir de estrellita mediática. Lo que quiero es hacer cosas que me satisfagan y me llenen profesionalmente. Asumir retos, no hacer las gilipolleces que me asignan.
¡Yo no estudié una carrera de 5 años para esto, joder!

Pero claro, luego ves lo mal que está todo, sobre todo en el mundillo del periodismo, y entonces te tienes que callar y aún dar gracias a Dios de que tienes trabajo. Y encima, me debería considerar afortunada, porque no tengo un trabajo "estresante".  
Ya, pero es que justamente a mí me gusta la acción. Si hubiera querido vivir sin estrés, me hubiera preparado una oposición para funcionaria. O me habría ido a vivir al campo.
Un poco de "estrés" nunca viene mal. Es siempre un aliciente, una motivación.

Sobre todo porque estoy en un momento de mi vida en el que puedo hacer muchas más cosas. Se me puede exigir más.
No tengo hijos ni cargas familiares, puedo centrarme en mi profesión, puedo dar mucho más de mí. Tengo una cierta experiencia, mucha capacidad de trabajo, una formación bastante completa y estoy convencida de que puedo hacer mucho más. En ese sentido sí: soy ambiciosa. ¿Qué pasa? ¿Es eso malo?
No soy conformista. Yo quería aprender cosas nuevas y desde que estoy en esta redacción no es que no he aprendido nada nuevo sino que creo que he "desaprendido", (ahora que está tan de moda esa "palabra").

En fin... No sé qué hacer. Estoy muy desmotivada. Muy decepcionada. Y ya no quiero decir nada más a la coordinadora para no generar mal rollo en el equipo. Hago mis tareas y punto. No me exijo más porque nadie me exige más. Y ahora mismo, estoy dando un 40% de mí, cuando he llegado a dar el 200%, en otras épocas.
Tenía más estrés, tenía días duros, sí. Había veces que no sabía si podría hacerlo. Lo pasaba mal. Pero en el fondo, me gustaba. Me sentía bien conmigo misma, estaba motivada. "Eso" era ser periodista. No lo de ahora.

No sé, voy a dejar pasar el tiempo... a ver si cambian las cosas. Ahora tenemos nuevos jefes y creo que tienen intención de hacer cambios. Además, casi siempre, para Año Nuevo hay cambios. Ojalá.
Me da igual dónde me lleven. Lo que quiero es salir de esta sección donde ni se me valora, ni se me dan oportunidades. Y si no, empezaré a buscar otras cosas, tranquilamente.

A veces me da por pensar que me están haciendo mobbing. Porque tan malo es sobrecargar de trabajo a un empleado como tener desaprovechada a una persona que vale, asignándole tareas pequeñas que podría hacer otra persona con menos experiencia.
Pero no quiero ponerme en plan paranoico.

¡Y me tengo que morder tantas veces la lengua...! Porque veo actitudes lamentables: no hay ganas de currarse las cosas, no hay interés por hacer periodismo de calidad (empezando porque los que dirigen la sección ni son periodistas ni nada parecido; el intrusismo que afecta a esta profesión es de vergüenza), da igual todo, si sale un churro, pues no pasa nada; la ley que rige es la del mínimo esfuerzo, todo se hace de cualquier manera... Y así todo.

¿Y de esa forma pretenden hacer un producto de calidad, que sea competitivo, que guste...? Así es imposible.
Y se te quitan también las ganas de esforzarte, de pensar cosas novedosas, porque, total, no van a valorar tu esfuerzo y van a tirar por tierra tus ideas.

Mientras los pseudoperiodistas, enchufados, vagos y mediocres, sólo piensan en cobrar a fin de mes y en coger todas las vacaciones y puentes del mundo.
No perdonan ni un festivo ni hacen una hora extra de más. ¿Ellos van a hacer qué...? ¡Por favor...!

El trabajo desagradable y complicado se le endosan al becario (que cobra una mierda), pero sin siquiera asesorarle o darle unas pautas mínimas. Y a los periodistas preparados, con dignidad y con ganas de currar, les bajan los humos y les quitan toda ilusión a base de tareas chorras, para que se aburran, se acomoden  y se acaben contagiando de esa mentalidad, de esa mediocridad. Que no destaquen. Que no crezcan profesionalmente.
Les cortan las alas, les minan su ambición, para que acaben siendo tan mediocres y conformistas como ellos. 
Están fabricando periodistas con alma de (mal) funcionario. Y así nos va...


Forges, como siempre, inmenso...


HELLO!

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