29 de mayo de 2012

Ellas, las más bellas


Hará poco menos de un año, escribí una entrada que tuvo mucho éxito. O bastante éxito, va.
De hecho, desde entonces, siempre está entre las 8 más visitadas de cada mes. En ella, enumeraba (e ilustraba) los cinco hombres -famosos, se entiende- más guapos y atractivos del mundo mundial, según mi opinión y mi gusto.

*Ahora veo que me quedé corta y me dejé en el tintero a señores en mayúsculas como Clive Owen, Ryan Gosling (nunca pensé que incluiría a este chico en mi top ten de hombres guapos, pero la verdad es que lo tenía muy infravalorado) o Gerard Butler...
Error imperdonable no poner a estos y sí, por ejemplo, a Aaron Eckhart. No sé en qué estaría pensando...
Vamos, que se impone una edición, revisión, y actualización de esa entrada.
Pero no hoy.
Como habéis leído en el título, hoy no voy a hablar de ellos. Sino de ELLAS.

En aquella entrada, prometí ser justa con ambos sexos y escribir alguna vez sobre las chicas más guapas -siempre según mi criterio- del star-system.
Y la verdad, creo que ya es momento de hacerlo. Si he tardado tanto es porque no soy la primera ni seré la última que escriba un post de estas características; sé que no soy el colmo de la originalidad, pero tampoco voy a plagiar a nadie. Y sinceramente, me gusta mucho escribir este tipo de entradas. Me divierten.

Y además... de esta forma, quizá incremente un poco mi audiencia entre una parte del sector masculino.
Así pues, chicas -y algún que otro chico-: lo siento, pero hoy toca post "testosterónico".
Hombres que pensáis que en este blog sólo se habla de cosas de tías: esta entrada va especialmente dirigida a vosotros... (Lo cual no quiere decir que no la pueda leer cualquiera, independientemente de su sexo y orientación sexual).
A continuación, voy a hacer mi Top 10 de tías buenas, chicas guapas y, en general, famosas a las que admiro y odio a partes iguales por ser tan perfectas. Aviso que el orden es totalmente arbitrario. No van de más a menos guapas, ni nada de eso.
Y seguro que, como en el caso de los chicos, me dejo a más de una en el tintero. Sorry. Bueno, así ya tengo para futuras entregas...

¿Preparados? Allá vamos...

 1. SCARLETT JOHANSSON

¿Cómo no? ¿Cómo no iba a ser ella quien encabezara mi lista? Rubia, con labios sensuales, curvas de vértigo, voz grave...
Una mezcla de sensualidad e inocencia. Scarlett es la típica mujer cañón. Es la chica 10.
Muchos la ven como la nueva Marilyn, pero a Scarlett yo la veo un poco más centrada y algo más profunda. No sé.
Y eso que hay veces en que la veo y pienso... Ainsss, no sé, tiene unas facciones un poco bastas, demasiado sexy, demasiado exagerada y explosiva.
Pero luego se me pasa, cuando la veo en otras imágenes como éstas y pienso que es, simplemente, es-pec-ta-cu-lar:

 

Por supuesto, son fotos de estudio e imagino que estarán retocadas, pero vamos, ya me gustaría a mí tener esos labios, esos ojos, esa piel y esas curvas... Y eso es real. Se lo ha dado la genética, a la muy maldita. xD
A mí me parece un "pibón". La rubia dorada de Hollywood. La adoro.
Y me gusta, entre otras cosas, porque, gracias a ella, las curvas vuelven a estar de moda; que tanta delgadez andrógina ya resulta cansina. ¡Hombre ya!
Scarlett está llamada a convertirse en uno de los sex symbols del siglo XXI.

2. NATALIE PORTMAN


Yo la veo como un tipo de belleza opuesto al de Scarlett. No estoy diciendo que sea más fea. Al revés, creo que Natalie tiene unos rasgos más bonitos, más finos, más delicados; pero claro, no desprende esa sensualidad,esa carnalidad tan exacerbadas de Scarlett.


Natalie es pequeñita, preciosa y muy elegante. Es como una muñequita. Tiene rasgos casi de hada. O élficos, no sé. Me parece una monada. (Yo es que soy muy fan suya, lo reconozco).
Si Scarlett es la nueva Marilyn, Natalie podría ser la nueva Audrey Hepburn, salvando las distancias, claro.

Se habla a menudo del parecido entre Natalie Portman y Keira Nightley (de hecho, en Star Wars Episodio 1. La Amenaza Fantasma, Keira adopta la identidad de la Reina Amidala, papel interpretado por Natalie, cuando ésta deja Naboo). Pero yo no les veo tanto parecido. Antes se lo veía más, ahora, no.
Y por supuesto, me parece mucho más guapa y más expresiva Natalie. Keira no me gusta nada. Y como actriz, pufff... Me pone nerviosa con esa mueca rara que hace con la mandíbula, no sé explicarlo, pero seguro que muchos os habéis dado cuenta y sabéis a qué me refiero. Me pone del hígado, en serio.
Pero Natalie es... especial. Me encanta.

3. AMANDA SEYFRIED

Que sí, que tiene una belleza un poco atípica. Un poco "alien". Es verdad. Tiene los ojos demasiado grandes, bastante separados y saltones. Es un poco "dibujo animado". Con ese cabello dorado, esos ojos color aguamarina, esa piel traslúcida... Parece de diseño.
A mí me parece una preciosidad. Angelical y pícara a la vez. Y aparenta ser una chica simpática, que no se lo tiene creído.


Es también pequeñita, pero muy proporcionada y con unas curvas muy sensuales.
Amanda también ha contribuido bastante a que el prototipo de mujer voluptuosa vuelva a triunfar en Hollywood. Y eso siempre es de agradecer. Bien por ella.
Por eso, y por méritos propios, se ha ganado un puesto en mi lista.

4. RACHEL McADAMS


Tiene, para mi gusto, uno de los rostros más bellos del cine actual, con unos preciosos ojos azules y una sonrisa muy pizpireta adornada con hoyuelos, y una piel de porcelana.
Es dulce y angelical. Y a la vez, parece una tía simpática y natural.
Tiene pinta de gustarle los deportes de aventura, los animales, vivir en el campo, etc... Incluso de eructar después de darle un trago a una lata de cerveza.  no perdería ni un ápice de encanto. xD
No parece la típica niña pija y tiquismiquis.


Está monísima tanto rubia como morena. Pero yo la prefiero de morena y con los labios muy rojos. Creo que le sienta muy bien el look pin-up.
De hecho, ella tiene una belleza muy de ese estilo. Por eso creo que le van tan bien los papeles de chica americana de los años 40-50, como el que hace en El diario de Noa.
Resumiendo, ¿a que Rachel es ideal?

5. ELSA PATAKY


Bueno, una española (o medio española) en la lista. Que sí, que lo sé, que está ultra operada y es tonta del culo.
Pero esto último no es impedimento para que entre en la lista. Que oye, si además de ser un pibón me "cae" bien, epic win. Pero no es condición sine qua non.
De hecho, Elsa me cae bastante regular Y es verdad que es la mujer de goma.
Pero joer... ¡A su cirujano plástico habría que darle el premio Nobel y hacerle un monumento!


Efectivamente, la belleza de Elsa es en buena medida obra de un cirujano (aquí podéis ver el antes y el después... muahahaahaahhaa! Nadie puede escapar a su pasado...). Pero vamos, tampoco es que Elsa fuera un monstruito antes de operarse.
Y el resultado es para quitarse el sombrero. La verdad es que la chica es guapa hasta decir basta y tiene un tipazo escultural. Eso es innegable.
Que sí, que hay mucho bisturí de por medio, pero también es cierto que ella se cuida mucho para mantener ese cuerpo, ¿no?
Elsa, quiero el nombre de tu cirujano...

6. MILA KUNIS

Mira que a mí esta chica, hasta hace bien poco, ni fu ni fa, ¿eh? La primera vez que la vi fue en Cisne negro, donde hace el papel de rival del personaje protagonista, interpretado por Natalie Portman.
La verdad es que, en esta peli, tanto Mila como Natalie están bastante feíllas. Excesivamente delgadas, por exigencias del guión.
Pero a Natalie yo ya la conocía de antes, la había visto en otras películas mucho más favorecida.
A Mila era la primera vez que la veía, y la verdad es que me pareció muy esmirriada. Todo ojos y huesos.
Ella misma contaba en una entrevista que se veía horrorosa, como Gollum, y que estaba deseando acabar el rodaje de Cisne negro para volver a su peso normal.

En fin, que ésa era la imagen que yo tenía de Mila y no entendía cómo había tanta gente que la veía sexy.
Pero hace unos meses, una tarde estaba aburrida en casa y me vi Con derecho a roce (Friends with benefits), protagonizada por Mila y Justin Timberlake. 
En esta peli me encontré con una Mila Kunis totalmente distinta. Ésta sí que era sexy...



Para ser ucraniana, tiene un físico muy latino, ¿verdad? La verdad es que tiene unos ojazos increíbles, una melena espectacular y una sonrisa pícara muy graciosa. Y no sé por qué, pero tiene pinta de ser muy divertida y alocada. Yo me iría de cañas con ella si dudarlo. 
A mí me recuerda un poco a Catherine Zeta Jones, ¿no os parece?
Creo que la prejuzgué demasiado pronto al verla en una película en la que no sale demasiado favorecida. No es que sea bellíiiiiiisima, pero tiene algo. Es muy atractiva y desprende mucho encanto y sex-appeal.
Seguro que se lleva a los tíos de calle... 

7. CHARLIZE THERON

Hagan pasillo, señores, que llega Charlize... ¿Qué decir de ella que no se sepa o se haya dicho ya?
Mejor dejemos que las imágenes hablen por sí solas...


¡¡Diooooooooooos!!
¿¿Cómo se puede ser tan jodidamente diosa y perfecta, y no reventar?? Que alguien me lo explique, porque lo de esta mujer no es normal. Y va cumpliendo años, que no es ninguna cría. A todas las demás de la lista les lleva unos años, y sin embargo, podría batirse el cobre perfectamente con cualquiera de ellas... y saldría ganando incluso. 
Lo de Charlize desafía toda lógica. Esta mujer es de otro planeta. No hay otra explicación.
Yo la encuentro divina, bellísima, perfecta. El summum. Y lo mejor: sencilla y buena actriz. Lo tiene todo, la tía. Lo dicho, un ser de otro planeta. A mí me tiene fascinada.

8. EVA GREEN

Tiene una belleza inquietante y difícil de catalogar. No es la típica tía buena, ni la típica niña mona... La suya es una belleza enigmática y con una sensualidad oscura. 
Hay fotos en las que no sale muy favorecida, porque es muy dada a poner cara de loca, y no entiendo por qué, pero es muy guapa. No es casualidad que haya interpretado a Vesper Lynd, el gran amor de Bond, James Bond, en Casino Royale



Sin duda, lo que más llama la atención de esta mujer son los ojos verdes que tiene, que son realmente impactantes. Hipnóticos, diría yo.
También contrasta mucho su piel pálida con el cabello oscuro. No sé, en conjunto me parece una chica muy atractiva. Tiene un noséqué muy interesante.
Eva Green es una de las jóvenes actrices francesas más destacadas. Debutó con The dreamers, de Bertollucci, quien la definió como "tan bella, que es indecente".
Después aparecería en Arsène Lupin y El reino de los cielos, de Ridley Scott. Pero sería dando vida a la chica Bond por excelencia en Casino Royale, junto a Daniel Craig, cuando conseguiría fama internacional.
Ahora la podéis ver en la última de Tim Burton, Sombras tenebrosas, haciendo de bruja mala malísima.

9. IRINA SHAYK

Dejamos a las actrices y vamos con una modelo. 
Irina Shayk: esa chica rusa que parece cualquier cosa menos rusa, (yo a su lado parezco nacida en el mismo Moscú), top model internacional y novia del futbolista Cristiano Ronaldo.

Vale que tiene pinta de borde y suele ir con cara de mal follada por la vida (Cristiano, ¿algo que alegar? xD), pero desde luego, no se puede negar que es un pedazo de monumento. Guapa hasta aburrir. Porque la verdad es que aburrir, aburre, de tan poco expresiva que es a veces. Pero hay que rendirse a la evidencia:




La verdad es que es espectacular. No creo que nadie en su sano juicio pueda decir que no le parece una maravilla de la genética. Es de una belleza incuestionable, desde mi punto de vista. 
Tiene un rostro bellísimo, con unos ojos verdes preciosos, unos labios muy sensuales y un cuerpo 10.
Y eso que he cogido fotos muy "light", porque si me voy a las fotos "hot" de lencería fina y baño, puede haber aquí taquicardias, y no es plan... xD

Irina es una modelo rusa con más pinta de brasileña que de rusa (y eso que hay modelos rusas espectaculares, como Natalia Vodianova), que lleva una carrera meteórica, por méritos propios, a la vista está; aunque su estelar noviazgo con CR7 tampoco se puede decir que le esté perjudicando... Son tan "perfectos" los dos que parecen fabricados a propósito. No sé cuánto durarán, sinceramente.


10. DIANE KRUGER

La última de mi lista es una actriz alemana que saltó a la fama al poner rostro a Helena de Troya, la mujer más hermosa de la Antigüedad, en el film Troya de Wolfgang Petersen. Digo yo que muy fea no podía ser cuando la eligieron para encarnar a este personaje:


Y no es sólo guapa; además suele estar entre las mejor vestidas y las más elegantes y estilosas de cualquier alfombra roja que se precie. Porque ya puedes ser guapísima, que como seas una hortera para vestir, ya la has cagado.
Diane es muy fiel a Chanel y casi siempre, quitando alguna excepción, va perfecta. A algunos les parece demasiado clásica y un poco rancia en sus apariciones públicas. Pero yo creo que siempre es elegante, nunca resulta estridente. Sabe cómo acertar.

Su historia es muy similar a la de Charlize Theron: estudiaba ballet clásico, su sueño era ser bailarina; pero una lesión la obligó a dejar la danza profesional. Como es guapa, alta y delgada, empezó a hacer sus pinitos en el mundo de la moda. Pero el modelaje se le quedaba corto, a ella le gustaba actuar, hacer algo más que posar. Así que sería cuestión de tiempo que acabara metida de lleno en el mundo de la interpretación.  
Está claro que, tanto en el caso de Diane como en el de Charlize, si hubieran sido feas y obesas, no habrían hecho carrera en Hollywood, pero bueno, ya se sabe cómo funciona esto...
No se les puede negar que hacen bien su trabajo, aunque ser guapas, sin duda, les abrió muchas puertas.

...Y hasta aquí mi Top 10. Por supuesto, no están todas las que son, me dejo a unas cuantas, pero en algún punto tenía que cortar.
¿Que os parece? ¿Estáis de acuerdo con mi lista? ¿A quién añadiríais? ¿A quién quitaríais?
Esto va para todos, chicos y chicas, ¿eh? ;)

28 de mayo de 2012

¿Mi blog es "rosa"?

No me gustan nada los tópicos ni las etiquetas, pero va, por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a hacer una excepción. Avisados estáis.


Como sabéis, uno de los tópicos más antiguos y extendidos es ese que establece que el rosa es para las niñas y el azul para los niños. 


Vale que cada vez menos, pero todavía sigue estando bastante vigente esta distinción por colores y sexos. Y, aunque veo a muchas mujeres vestidas de azul, pocos hombres se atreven aún con el rosa. Pero si es sólo un color, ¡coño! (Ya, sí: mete eso en la mayoría de cabezas masculinas).

Lo mismo pasa en otros aspectos. Cada vez hay más chicas interesadas en cosas tradicionalmente "masculinas": fútbol, fórmula 1, motos... Sin por ello perder un ápice de feminidad.
Pero siguen siendo pocos los hombres (heterosexuales) que se atreven a adentrarse en intereses "tradicionalmente" femeninos, pues siguen creyendo que su masculinidad se vería notablemente resentida.
Y estoy hablando de temas como la moda, la belleza, la danza clásica, un determinado tipo de cocina (repostería), etc, etc. Ya veis que entrecomillo algunas palabras porque soy consciente de que estoy generalizando, etiquetando y cayendo en el tópico. Pero ya lo avisé al principio del post.


Bueno, pues haciendo caso a esa tontada del rosa/niñas y azul/niños, no puedo más que reconocer que mi blog es, claramente, de color rosa.
Sí, tengo un blog "para niñas". Al menos, en una mayoría bastante evidente.
Y eso que mi blog no versa sobre moda, belleza, maquillaje, cupcakes, cotilleos sobre celebrities... y demás temáticas mayoritariamente "femeninas".
Que sí... ¡que hay excepciones! Que hombres interesados en esos temas, haberlos haylos, como las meigas. Pero muchos menos. Y negarlo, es negar la evidencia.


Mi blog es de temática diversa. En realidad, yo lo veo como una especie de diario, collage, cajón desastre... Un espacio en el que, tan pronto hablo de cosas que me suceden a mí personalmente, recuerdo hechos y vivencias del pasado, como trato (o despellejo) temas o situaciones que observo en el día a día, y que me inquietan, me preocupan, me indignan, me sorprenden, me hacen gracia...


Unas veces -las más- en un tono irónico o humorístico, y otras, de forma más seria, e incluso a veces melancólica. 
Bueno, no voy a extenderme, porque los que me leéis de forma habitual ya me conocéis a la perfección. Por tanto, si mi blog es un blog personal, heterogéneo, de los de toda la vida, y para todos los públicos, y no un blog específico de una materia destinada principalmente un público femenino, entonces... ¿por qué la mayor parte de mi audiencia es femenina?


Y para muestra, un botón. Aporto datos empíricos, (que a mí, esto de investigar las audiencias por sexos y otras tendencias es algo que me flipa):


-De mis 168 seguidores (cuántos gatitos, ¡me encanta! :D), puedo afirmar, casi sin margen de error, que la nada desdeñable cifra de 119, son/sois del sexo femenino. Lo que representa un 70% del total. No está mal, ¿eh?
Y es muy curioso comprobar que, de un tiempo a  estar parte, esta tendencia se ha acentuado. 
Al principio, cuando empecé con el blog, -sobre todo durante el primer año-, la cosa estaba más reñida. Seguía teniendo una audiencia mayoritariamente femenina, pero la desproporción no era tan abrumadora. Estaríamos hablando de un 55% mujeres-45% hombres, más o menos.


Lo mismo ocurre con los comentarios. E incluso en este caso, la diferencia es todavía mayor: De cada 10 comentarios (no anónimos) que he recibido en los últimos meses, 8-9 de cada 10, vienen de parte de alguna visitante/lectora/seguidora.


Chicos: ¿qué os pasa? ¿No os mola mi blog? ¿Por quéeeeeeeee? Snifffff...
Es broma... :D En serio, no pasa nada, pero la verdad es que me choca. No sé, a lo mejor luego resulta que tengo muchísimos lectores varones anónimos. 
Pero claro, si no salen de su anonimato, no lo puedo saber.


El caso es que, yo misma deseché la idea de escribir un blog temático de maquillaje o moda (temas ambos que me apasionan). Primero, porque no me considero ninguna experta, y ya hay miles y miles de blogs estupendos de ambas temáticas, por lo que no creo que pueda aportar mucho más al respecto... 
Y segundo, pero no menos importante, para no acotar mi audiencia simplemente por la temática del blog.


Pienso que un blog personal y heterogéneo, aunque lo escriba una mujer, puede interesar más fácilmente a gente de ambos sexos que no un blog especializado en pinturitas, trapitos, broches de fieltro, maternidad o cupcakes, temas que atraen a auténticas legiones de seguidorAs y a muchos menos seguidorEs. Y eso es así.
De la misma forma que los blogs o webs sobre videojuegos, motor o deportes como el fútbol o el baloncesto, suelen atraer, por lo general, a más hombres que mujeres.


Es cierto que a veces hablo de amor, y quizá eso tire para atrás a algunos hombres, pero, joder, me resisto a creer que el tema "amor" sea un tema sólo apto o de interés para mujeres (¿ya no quedan chicos románticos en este mundo o qué?). 
El amor es un tema universal. Nadie está "a salvo". Nadie puede decir: "yo es que de amor, no sé, no entiendo. No me interesa". 
Todos, quien más, quien menos, hemos sentido amor romántico, atracción, deseo, etc, por otra persona, del mismo sexo o del sexo contrario.
Todos (o casi todos) hemos sufrido reveses, decepciones, fracasos, en este tema. 
Todos hemos saboreado las mieles del amor, pero también su lado más amargo. 
Todos, en mayor o menor medida, hemos disfrutado y sufrido por amor. No es un tema estrictamente femenino, aunque sí es cierto que las mujeres, "por lo general", lo exteriorizamos más.
Pero el amor es algo que afecta al ser humano en general. Amar y ser amados forma parte de nuestra naturaleza.
¿Entonces?


Puede que mi forma de expresar mis sentimientos (ahora mismo que soy bastante feliz en cuestiones amorosas), no interese o resulte empalagosa para muchos, (hombres y mujeres).
Y qué duda cabe que interesa o atrae más el desamor que el amor. Parece que disfrutamos más leyendo los sinsabores y fracasos amorosos de los demás que sus momentos de plenitud amorosa. Somos así. 
Será que necesitamos saber que siempre hay alguien que está peor que nosotros para no sentirnos tan mal cuando las cosas no nos van como nos gustaría.


Pero, bueno, tampoco mi blog trata exclusivamente de amor/desamor. De hecho, no creo que sea el tema más mayoritario ni el que más defina su temática.
Hablo de mil cosas. Divertidas, absurdas, serias, irrelevantes, tristes, alegres...
Anécdotas, recuerdos, vivencias,...
E incluso en aquellas entradas claramente destinadas a un público mayoritariamente femenino (como ésta o ésta), hago preguntas dirigidas al sector masculino, para que nadie se sienta excluido. Y es que, me resisto a etiquetar mi blog como "femenino". Yo lo concebí para todos los públicos.
De hecho, me interesa muchísimo saber la opinión de ellos/vosotros en mis entradas. Sobre todo, en determinados temas. Me encanta saber cómo se ve esa cuestión desde una perspectiva masculina.


Y yo me pregunto: ¿tanto determina el sexo del autor de un blog el sexo mayoritario de su potencial audiencia? 
Está claro que el sexo (el género, quiero decir; no la actividad sexual) determina en buena medida nuestra visión del mundo. Pero me niego a creer que lo que escribe una mujer no pueda ser de interés para hombres y al revés.


A ver si me voy a tener que poner seria y empezar a hablar de fútbol, ahora que se acerca la Eurocopa, o de Fórmula 1, ahora que tenemos a Alonso de líder del mundial...
Oye, sin problemas, ¿eh? Más que nada, por neutralizar tanto color rosa...  xD


Hombres del mundo, decidme: ¿qué temas, qué enfoque o qué "algo" echáis en falta en este mi blog, para que os resulte más atractivo? 
Mujeres del mundo, decidme: ¿creéis que tengo un blog "rosa"?

24 de mayo de 2012

Carta (que jamás recibirás)


24 de mayo de 2012

"Hola, chico, ¿cómo estás? 
Te sorprenderá que te escriba... Tanto tiempo, es normal".

Pues verás, es que... el otro día, me encontré por la calle con uno de tus mejores amigos. (Bueno, a estas alturas ya lo sabrás).
No le veía desde hacía.. ¡buf! Siglos. 
Si lo pienso bien, no le veía desde que tú y yo lo dejamos.

Al principio, cuando me vio y se acercó a mí para saludarme, deseé que me tragara la tierra. No me apetecía nada pararme a hablar con él, porque sabía que la conversación acabaría, irremediablemente, derivando en ti, en mí, en lo que pasó. 
No sé, aun a día de hoy sigo pensando que yo fui la mala de la película, la bruja del cuento, para ti, para tu familia y para tus amigos. Para tu gente.

En un principio, todo muy normal. Tu amigo me preguntó cómo me iba la vida... Le contesté que bien, aunque angustiada con mi futuro laboral.
Le conté que seguía trabajando en la misma empresa, y no pude evitar preguntarle por ti, claro. Por cortesía, pero también por curiosidad. 
Esta ciudad es grande, pero no tanto como para no habernos visto en todo este tiempo ni siquiera una vez.
Porque, en cambio, sí me he cruzado en alguna ocasión con tu madre, con tu hermana y su novio, con varios de tus amigos... Pero contigo nunca. Es curioso el destino, ¿verdad?
Pero mira, casi mejor así. La verdad es que no sabría muy bien qué decirte llegada la ocasión.

A lo que iba. Tu amigo me contó que las cosas te van bastante bien. Que sigues en el mismo trabajo, y que hace poco que te han promocionado. Me alegro por ti, de verdad. Siempre supe que llegarías lejos en tu profesión. Eres muy bueno en lo tuyo.


Me dijo también que al final te compraste una casa en ese pueblo que tanto te gustaba, y que a mí no me gustaba nada porque me parecía demasiado apartado de la ciudad. Yo soy una urbanita incorregible, ya lo sabes.
Y sabes también que ésa era una de nuestras muchas diferencias.

Me dijo tu amigo, y con esto sí que aluciné, que llevas tiempo asistiendo a clases de baile... latino. Y que bailas muy bien. Que tendría que verte moviento las caderas.
Eso sí que no me lo esperaba. ¿Tú, bailando salsa, merengue y chachachá? Quién lo iba a decir... La verdad es que no te pega nada, al menos al chico que yo conocí, pero me hace gracia.
Y me alegro de que hayas encontrado una nueva afición.
Cuando estábamos juntos, nunca bailábamos. Ya no digo baile de pareja, sino cualquier música que sonara en el pub o discoteca en que estuviéramos.

Y entonces llegó la pregunta que yo sabía que llegaría, tarde o temprano: si estaba con alguien. Y le respondí que sí. 
Me preguntó si era un compañero de trabajo (aunque yo entendí perfectamente a qué se refería. Preguntaba en concreto por una persona: la que tú y yo sabemos). 
Le mentí y le dije que no.
No sé por qué mentí. Posiblemente por no hacerte daño. Ahora ya no tiene sentido. Porque sé que la sombra de la duda te tenía bastante mosqueado, y para qué remover todo aquello. ¿Qué más da que sea Él o que sea otro? Ya da igual, a estas alturas, creo.

Entonces yo también le pregunté si estabas con alguien,... y me dijo que sí. Que llevas año y pico con una chica a la que conociste en las clases de salsa.
Y, ¿sabes? Al escuchar eso, sentí como si me quitara un enorme peso de encima.
Me alegra saber que ahora las cosas te van bien en todos los ámbitos; que seas feliz y que hayas encontrado a alguien. Ojalá sea ella la mujer de tu vida. Ojalá ella te dé lo que yo no pude darte.

Porque a pesar del tiempo transcurrido, no acabo de quitarme de encima la losa de la culpa.

Y mira que sé que hice lo correcto. Y ahora lo veo más claro que nunca. Pero también sé que te hice daño. Y eso me hace sentir mal, muy mal.
Sé que tú aún lo hubieras intentado una, dos, tres... veces más. 
Sé que tú querías seguir.

Pero aquello nuestro no iba a ninguna parte. Y tú lo sabías tan bien como yo.
Lo habíamos intentado ya muchas veces.
Habíamos roto ya demasiadas veces el juguete, y vuelta a recomponerlo una y otra vez. Demasiados parches, demasiado esparadrapo.
Tanto, que ya apenas se tenía en pie. Bastaría el más mínimo roce para que se desmoronara.
Y encima no fue un roce, ni una leve brisa. Lo que vendría después fue un vendaval que se lo llevó todo.

Yo, demasiado impulsiva. Tú, demasiado cabezota.
Yo quería volar. Tú querías quedarte en tierra.
Yo decía A. Tú decías B.

Hacía tiempo que cada uno de nosotros miraba en una dirección distinta, en vez de mirar los dos en la misma dirección. No teníamos un proyecto de futuro. 
Demasiadas diferencias.
Nos perdimos de vista y creo que ya no nos volvimos a encontrar. Como en estos cuatro años que hace que no nos vemos.

Y justo en aquel momento, mientras tú y yo nos alejábamos cada vez más, a pesar de estar juntos, apareció otra persona en mi vida. Y me cegó.
Algo en él me atrajo como una bombilla a las mariposas de la luz. Fue entonces cuando vino el vendaval.

Y no lo pude evitar. Te juro que lo intenté. Te juro que busqué el camino a casa, que intenté seguir tus pasos para reecontrarte. Pero no te vi. Sólo le veía a él.
Y me perdí para siempre. Por una vez, me dejé llevar.

Me estoy viendo ahora en la terraza de aquel hotel de Tenerife; era de noche, y yo lloraba, después de otra discusión contigo, mientras me preguntaba a mí misma qué iba a hacer con mi vida. Que yo no quería aquello en lo que se había convertido nuestra relación.
Y tenía que decidir: seguir igual o romper con todo.

Continuar como siempre era lo fácil. Romper con todo me daba vértigo. Pero una voz interior me decía que eso era lo que tenía que hacer.
Había estado viviendo demasiado tiempo aferrada al pasado. A lo que habíamos sido, a lo que habíamos tenido. Con la esperanza de que aquello volvería algún día.
Y al fin me daba cuenta de que aquello nunca iba a volver. Porque ni tú ni yo éramos ya los mismos de entonces.


Ya no quedaba nada de todo aquello. Sólo tristeza, reproches y malas caras. Un día bueno y cinco malos. 
Yo quería futuro. No pasado. Y, me dolía reconocerlo, pero mi futuro no estaba a tu lado.

Me enamoré de otra persona, es verdad. (Sí: de ese chico de mi trabajo del que tú sospechabas).
Y eso fue seguramente lo que precicitó los acontecimientos. Pero aun así, la suerte estaba ya echada.
La decisión estaba tomada desde hacía tiempo, sólo que me faltaba el valor. Un último empujón.

Podría haber ocurrido al revés. Que tú te hubieras enamorado de otra chica. Y entonces tú hubieras adoptado el rol del chico malo. Y yo de la pobre chica abandonada.

Pero no fue así. Fui yo la que se desvió del camino.
Te llevaste la peor parte, el trago más amargo. Y créeme que lo siento en el alma, porque te quise mucho. Aunque tengas dudas.
Siento el daño que te hice, pero no lo pude evitar. Necesitaba salvarme... y salvarte. 
Nos estábamos hundiendo.

Fue lo mejor para ambos, aunque en aquel momento tú no lo vieras así. Incluso yo misma tuve dudas de si estaba haciendo lo correcto o si iba a cometer el mayor error de mi vida.
Pero ahora, con la perspectiva que da el tiempo, sé que no. Que antes o después, se hubiera acabado. Y cuanto más tarde, peor.

Por eso, quiero que sepas que siento haber desaparecido así de tu vida. Siento cada una de tus lágrimas. Siento haberlo hecho como lo hice, pero no tuve más opción. Y había que hacerlo. Alguien tuvo que hacerlo.
Te agradezco que respetaras mi decisión.

Y ahora, deseo de corazón que seas muy feliz en tu nueva vida. Con tu chica, con tu trabajo, con tu casa, con los bailes.
Y me gustaría que, a pesar de lo que pasó, me recordaras sin rencor y con cariño.
Y si alguna vez nos encontramos, (porque esta ciudad es grande, pero no tanto), que podamos hablar y mirarnos a los ojos, sin suspicacias ni sentimentos de culpa. 
Sin losas que pesan toneladas.

Un beso fuerte. Cuídate.
"Si te mola, me contestas".





21 de mayo de 2012

A un Troll

Querido Troll que llegaste un día a este mi blog y decidiste quedarte:
Ante todo, permíteme que te alabe el gusto. Entiendo que te mole mi blog y me seas tan fiel, comentándome a la mínima ocasión que se tercia. (O más bien cada vez que se te olvida tomarte el litio y oyes voces que te dicen: Comentaaaaaaa, comeeeeentaaaaaaa...) Te entiendo. Entiendo que te guste pasar por aquí tan a menudo. Tengo un blog cojonudo. Es normal que hayas sucumbido a sus encantos. *Cof cof*.

Ahora en serio... "Amiguito" peludo y porculero: espero que te sientas cómodo por aquí y como en tu casa. Ahora, por favor, escúchame, abre bien esas orejitas hediondas, que tengo que decirte un par de cosillas.

No voy a llarmarte "gatito" como acostumbro a llamar a la gente maja que me lee/comenta/sigue desde el cariño, el respeto y el buen rollo. Gente sana que pasa por aquí y comenta sin ánimo de molestar ni ofender. Gente que vive y deja vivir.
Esa gente son mis gatitos.
Pero tú, no. Tú eres un troll de libro, como tal te voy a considerar y así me dirijo a ti.

Desde que llegaste a este blog, no hace mucho, no has parado de demostrar tu hostilidad hacia mí (y también hacia los comentaristas habituales del blog) a través de comentarios absurdos, surrealistas, provocadores y cargados de mala baba.
¿Te crees que me molestas? ¿Te crees, alma de cántaro, que parpadeo siquiera cuando leo alguno de tus comentarios faltones? ¿Te crees, Troll-de-mi-vida, que me importa tu opinión? 
Pues te lo diré: me importa una puta mierda. Así de claro.

Te metes conmigo y con el resto de personas que comentan en este blog, y eres tan original y tan valiente que lo haces como Anónimo. ¿Te hace sentir bien? ¿Te "pone"? ¿Te piensas que provocas?

Pues sí. Provocas... risa. En serio, déjalo. Ya aburres. Cansas.
Además, el fenómeno "troll-anónimo" o "anónimo-troll" (tanto monta, monta tanto) está ya totalmente out.
Pasadísimo de moda, colega. 
¿Te crees que has descubierto la fórmula de la Coca-Cola? ¿Te crees que eres el primero?
Ay, pobre infeliz...
No, no eres el primero, ni serás el último. Pero desde luego, lo que sí eres es un rato cansino. E insistente.
Y gilipollas perdido.

A ver: ¿no te has dado cuenta de que no publico ninguno de tus comentarios? ¿Todavía no te has percatado de que tengo activada una opción llamada "Moderación de comentarios"?
Venga, piensa un poquito (aunque quizá sea pedirte mucho). ¿Qué puede ser la moderación de comentarios? 
Vaaaaa, que no es tan difícil, ni siquiera para alguien tan lerdo como tú.
...
Bueno, como hoy me siento especialmente generosa, te lo voy a explicar, que veo que te cuesta. Pero no te acostumbres, ¿eh?

Tú me dejas como comentario una mierda de las tuyas, insultando, provocando o desafiando. O todo junto.
A mí no me mola nada lo que leo y decido no publicarlo, pasando a eliminarlo ipsofactamente.
FIN.

Ya puedes dejarme todos los comentarios que quieras faltándote con el sursuncorda. Que NO, NO, y NO los voy a publicar. Da igual que brames todo lo que quieras, tus palabras no verán la luz. NEVER. Eso es la moderación de comentarios ¿Lo entiendes ahora o te hago un croquis? 
Y aunque firmes como Anónimo, sí, se que eres el mismo cansinazo de siempre. Que se te ve el plumero, imbécil. 
¡Es que eres taaaaaaan previsible!

Te contaré un secretito: a veces escribo cositas especialmente dirigidas a ti, a ver si picas el anzuelo. Y vaya si picas, joder. Siempre entras al trapo. No falla.
Por eso sé que eres tú. Te pongo cebos y los picas todos. Tontaco.
Y como parece que no pillas las indirectas que te lanzo, y sigues en tus trece, he decidido escribir esta entrada directa-directísima, a ver si ya te das por aludido. Que eres mu tonto, jomío
Así que no sigas por ahí, no me busques, que me encuentras... No seas cansino, joder.

Ésta es mi casa y son mis reglas, faltaría más. Dejo entrar a todo el mundo, de momento. Incluidos los trolls inmundos como tú.
Otra cosa es que cualquiera pueda venir y decir lo que le salga de los cojones e insultar y ofender porque sí. Porque se aburre y necesita molestar por los blogs que se encuentra a su paso en su vacía y anodina vida.
Además, que no ofende el que quiere sino el que puede. Y tú, siento decírtelo, pero no puedes.
Y además, yo no te lo voy a permitir.

Ya me puedes petar la cuenta de Blogger a comentarios ofensivos/chulescos/desafiantes. Todos tendrán el mismo final: botón SUPRIMIR. ¿Has visto qué fácil para mí y qué frustrante para ti? ¡Mwahahahaahahaaaaa!

Ahora la decisión es tuya: puedes seguir perdiendo el tiempo dejando esos comentarios tuyos tan poco agradables, que jamás serán publicados, o puedes irte por donde viniste.
Que no te estoy echando, ¿eh? Bueno, en realidad, sí. Que ya cansas, oye. Que una tiene paciencia, pero tú ya la estás agotando.
Que te pires.

Y si decides quedarte, te quedas pero sin abrir esa bocaza maloliente.
Que, que yo sepa, yo a ti no te he hecho nada ni te conozco para que tengas ese rencor acumulado contra mí y esa hostilidad. No nos conocemos, que yo sepa.
¿O sí?
Si es así, da la cara... ¿O no hay huevos? 
En serio, ocupa tu tiempo en otras cosas más productivas, date una vueltecita, cómprate un loro o lo que sea. Pero déjame y déjanos en paz.

Atentamente, 


La gata.

17 de mayo de 2012

Si alguien descubriera este blog...

Sí, a veces -últimamente un poco más a menudo-, me pregunto y me rayo mucho al pensar qué pasaría si alguien de mi entorno encontrara este blog. Por supuesto, las consecuencias dependerían en buena medida de la persona en cuestión y de mi relación con ella. Pero aun así, espero que no pase nunca.


Como sabéis, este blog es anónimo. Al menos, eso creo, eso espero y ésa es  mi intención.
Nadie de mi entorno sabe que lo tengo. 

*Miento. JJ sabe que escribo un blog, pero no sabe que es personal y que a veces hablo de él. 
Una vez le dije que tenía un blog en el escribía críticas de cine, de libros, etc... pero que no lo actualizaba mucho. (A ver: cuando convives con una persona, hay determinadas cosas que no se pueden ocultar tan fácilmente, y antes de que se rayara viéndome darle a la tecla algunas noches, decidí contarle esta mentirijilla piadosa).
Por supuesto, jamás le daría la más mínima pista de cómo encontrarlo. Aunque tampoco sería él la persona que más me fastidiaría que llegara hasta aquí, claro. Al menos, mientras nuestra relación se mantenga como hasta el momento. Ahora, si rompiéramos, la cosa sería bien distinta.

Bien, el caso es que, cuando decidí abrir mi blog, una de las cosas que tuve claras es que quería que fuera anónimo. Mi idea era poder escribir de mi día a día con bastante libertad y sin ataduras; y hablar de mi vida implica que aparezcan en el blog personas de mi entorno, de mi vida 1.0.
Personas que, sinceramente, no me apetece demasiado que lean lo que escribo.  

Lo que reflejo aquí es lo que pienso de verdad, lo que siento, sin trabas, sin pelos en la lengua... Y sí, con la libertad que da el anonimato, a veces escribo cosas aquí que nunca les diría a determinadas personas a la cara. Porque a veces, decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, supone provocar un conflicto innecesario.
¿Es eso ser hipócrita y cobarde? Puede que sí. Y lo asumo.

Pero creo que todos necesitamos desahogarnos de vez en cuando y soltar en algún sitio todo lo que llevamos dentro, lo que pensamos: nuestras dudas, nuestras tristezas, nuestras alegrías, nuestras frustraciones, nuestro descontento, la mierda de día que hemos pasado o lo mucho que odiamos a nuestro jefe. 
Soltarlo en un lugar "seguro" en el que nadie lo pueda encontrar. 
Bueno, nadie conocido, claro. 

Hay quien lo escribe en una libreta que guarda en un cajón a buen recaudo de miradas curiosas y luego estamos los que lo vomitamos en un blog público que puede leer cualquiera. Incluida esa personita de la que estamos hablando (bien o mal). 

No nos importa -al contrario- que nos lean desconocidos, que incluso nos den su opinión, que nos aconsejen, que nos digan que tenemos razón o cuán equivocados estamos... 
Pero por Dios, que nadie de nuestro entorno lo pueda leer y darse por aludido.

Porque ¿qué sucede cuando ocurre eso? ¿Qué pasa cuando, "por azar", alguien de nuestra vida 1.0 descubre nuestro rinconcito 2.0 y accede a esa intimidad que, por otro lado, habíamos decidido libremente exponer de forma pública?

A mí, por suerte, no me ha pasado... Al menos eso creo, y cruzo dedos. Porque tiene que ser un marronazo. Un auténtico shock.
Una vez sucede, ya no hay vuelta atrás. Ya nada vuelve a ser igual. 

Pero... ¿Puede realmente alguien descubrir  nuestro blog "por puro azar"?  Así, por casualidad. Con la de millones y millones de blogs que hay en la bloggosfera... Ya es difícil, ¿no? Vamos, ni Lisbeth Salander...
¿O soy yo muy ingenua y es más fácil de lo que parece?

Por supuesto, hablo de un blog anónimo en el que el autor adopta una identidad ficticia y no especifica datos concretos, mas allá de la ciudad donde vive, por ejemplo.
Porque claro, si en tu blog pones tu nombre completo con apellidos, número de teléfono, dirección y grupo sanguíneo,... pues como que muy anónimo no es. Vamos, que lo estás poniendo a huevo. Estás diciendo: "¡¡Yuhuuuu, soy yo!!"

No, me refiero a un blogger que tenga un nick que nadie cercano a él pueda relacionar fácilmente, un avatar que no sea su foto y que no dé datos muy concretos.

Si en un caso así, alguien del entorno del blogger descubre su blog, ¿no será quizá porque el autor ha cometido algún error/imprudencia/despiste/descuido? 
Puede ser que se haya dejado sin querer la cuenta de Blogger abierta en un ordenador común, o que se le haya escapado alguna referencia a su blog -por pequeña que ésta sea- y un interlocutor avispado haya sabido atar cabos, y en tres o cuatro búsquedas en Google... voilà!! ¿No?
Hay personas que son verdaderos Sherlock Holmes en este sentido... Pero hay que darles alguna pista, si no, difícil.

Bueno, sea por lo que sea, descuido, imprudencia, casualidad, causalidad, alineación de planetas, capricho de Google... Pongamos que ocurre. Alguien que conocemos y que nos conoce ha llegado hasta este lugar que nosotros creíamos y habíamos concebido como top secret. 
Y ese alguien puede ser nuestr@ mejor amig@, nuestra pareja, nuestr@ ex, la vecina del 5º, nuestra madre, nuestr@ herman@, nuestro jefe... etc. 

CAGADA TOTAL Joderjoderjoderjoder... T'han pillao con el carrito del helao...

¿Y ahora qué? ¿Qué pasa cuando alguien de nuestro círculo más o menos íntimo accede a nuestro blog y se reconoce en alguna entrada, se ve retratado en lo que decimos, lee pensamientos o se entera de datos que sólo nosotros conocíamos?

Para empezar, esa persona ha encontrado un filón, un tesoro, la tumba de Tutankhamon... Y, si tiene mala idea o es muy rencoroso, puede utilizar toda esa información como mejor le convenga. Para perjudicarnos.

Así, a priori, se me ocurren dos situaciones, a cuál peor:   

-Que la persona descubra tu blog pero no te lo diga, para así poder seguir disfrutando "en abierto" de la programación que tú creías tener bien codificada (como las pelis porno del Plus de hace unos años). Y tú, en tu inocencia, seguir escribiendo tan feliz, sin saber que tienes un espía agazapado, suscrito a tu feed, esperando ansioso novedades. Y que al final, te acabe chantajeando con contar lo que sabe, o peor, con dar la dirección de tu blog a todo el mundo. 

-Que te haga saber que te ha descubierto, y se muestre herid@ e indignad@ porque has hablado de él/ella en un post (o varios) a la vista de cualquiera, o se ha enterado de algo que no le ha gustado leer. 
Y por supuesto, eso implica que no quiera saber más de ti. Que pierdas la confianza de esa persona. Y su amistad, su cariño, su amor, su respeto... Que se acabe el buen rollo entre ambos.

La verdad es que, sea lo que sea que pase, la cosa pinta mal. Muy mal. Porque la relación con esa persona se ve alterada para siempre, me temo. Y como decía antes, no hay vuelta atrás.
Cuando pasa eso, el asunto se tuerce definitivamente.

Y una vez pasado el shock inicial... Asumida la cagada, hay que hacer algo, cambiar de estrategia. ¿Qué haces con el blog? Ya no puedes seguir como hasta ahora. Tendrás que poner una verja para que nadie pueda entrar a tu jardín. Tendrás que poner una contraseña al ADSL para que no te lo pirateen. 

¿Privatizas el blog y sólo permites leerlo a tus lectores de más confianza? ¿Le cambias la URL, el título, el fondo...? ¿Mutilas el blog y eliminas entradas comprometidas, y con ello borras la prueba del delito?
¿O directamente eliminas el blog entero, te pasas semanas sin salir de casa ni atender llamadas, con un ataque de ansiedad, dejas pasar un tiempo prudencial y al final, cuando las aguas parecen haber vuelto a su cauce, como te pica el gusanillo, acabas abriendo otro blog totalmente distinto, esta vez con pies de plomo y mucho ojo?
¿O se te van para siempre las ganas de escribir un blog ante la posibilidad remota de que puedan volver a descubrirte... y como mucho escribes un diario que custodias bajo siete llaves?

Yo no sé qué haría, la verdad. Obviamente, quitaría el blog del alcance de cualquiera, bien privatizándolo, bien eliminándolo o borrando entradas...Y ya con más tranquilidad, decidiría si sigo escribiendo o si lo dejo estar.
Supongo que estaría mucho tiempo sin ganas de darle a la tecla, y arrepintiéndome de haber escrito determinadas cosas y de haber sido tan imprudente y confiada. Aunque como la cabra tira al monte, supongo que volvería a escribir. 

Pero es que nunca se sabe quién puede estar al otro lado de la pantalla. Y aunque haya miles y miles de blogs... también hay miles y miles de bolas en el bombo, y la lotería, toca. 
¿Por qué no podrían, pues, encontrar éste o cualquier blog?

Creo que me estoy emparanoiando demasiado. A vosotros, los que tenéis un blog anónimo igual que yo, ¿también os agobia este pensamiento? 

11 de mayo de 2012

Aunque la mona se vista de seda... ¿mona se queda?



El refrán que da título al post me parece uno de los peores consejos que una persona puede recibir, porque da a entender que no importa lo mucho que te esmeres en arreglarte y mejorar tu aspecto. "No luches, no te esfuerces. Ríndete a la evidencia: si eres feo, te quedas igual de feo. Siempre".

Pues no estoy de acuerdo. Vale que si eres poco agraciado, no vas a conseguir de repente, y por milagro de San Chanel, convertirte en Mister o Miss Universo. Pero de verdad: el arreglo -bien estudiado- ayuda.
Así que, en mi opinión, si la mona se viste de seda..., sigue siendo una mona, pero mucho más favorecida.

Bueno... Antes de entrar en materia, quiero aclarar que no soy una persona superficial, ni obsesionada con el físico. No soy nada creída. Me considero una chica normal. Hay cosas de mi físico que me gustan y otras que cambiaría. Tengo defectos, como todo el mundo. Por eso, como no soy perfecta, he comprobado que el arreglo ayuda a mejorar el aspecto.

Y sé también que el físico no es lo único que hay que valorar en una persona. Somos más que nuestro aspecto externo. Pero también es cierto que en esta sociedad, nos guste o no, la imagen cuenta y mucho. Es nuestra tarjeta de presentación. Y a veces, la primera impresión, por desgracia, es la que vale. Y eso es así. Vivimos en una sociedad superficial.

Con respecto a mí, confieso que me gusta arreglarme, porque me divierte y me hace sentir bien. Me gusta verme guapa, principalmente por mí misma, no por los demás.
Y ojo: os aseguro que me gustaría levantarme cada mañana y no tener ojeras. Y lucir una piel de porcelana sin imperfecciones siempre, y sin esfuerzo. Y tener el pelo brillante, impoluto y maravilloso nada más despertarme.

Me encantaría, en serio, no tener que depilarme. Sería la hostia, porque es algo que odio (como todas, imagino). Me gustaría mantenerme en forma sin tener que pisar un gimnasio...

En fin, que me encantaría lucir perfecta a todas horas, como las protagonistas femeninas de las películas de Hollywood, que están estupendas a cualquier hora y en cualquier lugar. Sería genial, de verdad, no tener que gastar tiempo ni dinero en ofrecer una buena imagen.
Pero esto no es Hollywood. Esto es el mundo real. Y resulta que la gente real del mundo real tenemos ojeras, granitos, manchas, pelos, flacidez, estrías...

Y, diga lo que diga el refranero español, todo, absolutamente todo, es mejorable. Si bien el maquillaje y el arreglo no hace milagros, sí puede al menos, ayudar a mejorar nuestra imagen, siempre que sepamos bien cómo utilizarlo.


Bueno, todo esto viene porque a menudo conozco gente, especialmente chicas que van siempre, siempre, siempre sin arreglar. No es algo que me moleste, ni mucho menos; cada uno es libre de ir como quiera. Y tan feo puede ser ir totalmente desaliñado, como irse al otro extremo y pintarse más que una reja.
Pero en serio, me da pena ver a chicas normales e incluso guapas ir de cualquier manera, cuando con 4 trucos fáciles y básicos podrían sacarse mucho partido.

En concreto, en mi lugar de trabajo hay un caso de estos. Se trata de una compañera que no se arregla nada de nada de nada. Cero.
Y la chica me cae genial: es brillante, buena profesional y buena compañera. Además de simpática.
Pero puede ir tan tranquila por la vida con un grano gigante y lleno de pus en la barbilla (yo iría todo el día rayada de pensar que todo el mundo me está mirando el dichoso grano), o con el bigote sin depilar.

No lo entiendo. Admiro su "valentía", pero yo no podría. Y algunos pensaréis: Si ella es feliz así...
Exacto. Si ella fuera feliz así, no pasaría nada. Pero me consta que no está a gusto con su imagen.

Por ejemplo: ella no se maquilla nunca. Al menos, de forma habitual, porque hace cosa de dos semanas, se casó su hermano, y nos enseñó algunas fotos... ¡Y menudo cambio! Entre el vestido, los tacones, el semirrecogido, el maquillaje... Estaba irreconocible. Y guapa.

Y la pregunta es: ¿Por qué esa gente sólo se arregla para fechas puntuales? ¿Por qué no lo hacen cada día, como parte de su rutina diaria? Por supuesto, no estoy hablando de un arreglo de boda, sino de un arreglo natural. Hay looks neutros para ir a trabajar, looks sencillos para salir una tarde con las amigas, y luego hay looks más sofisticados para la noche o momentos especiales...

En concreto, me parece que esta chica pertenece a ese tipo de personas que, quizá porque no se ven guapísimas (ojo: no es una top model, pero tampoco es un horror), deciden tirar la toalla sin siquiera intentarlo. Creo que se ha rendido de antemano, por el hecho de no ser un "bellezón" de la hostia. Pero vamos a ver: ¿quién es un bellezón de la hostia? Pues por ejemplo... Irina Shayk y cuatro o cinco más por ahí.

E incluso habría que ver a Irina y a las otras recién levantadas. A las modelos y actrices las vemos siempre perfectamente arregladas, maquilladas y peinadas.
Por supuesto que la genética ayuda... Pero como ya he dicho, todo es mejorable.

Veo a chicas del montón que saben sacarse un partido impresionante. Y otras, objetivamente más guapas, que van hechas un adefesio por la vida. Mi compañera, por comentarios que hace a veces, sin ser fea, no se siente guapa.
Como si eso fuera algo absoluto e inamovible.
Quizá piensa: "Total, pa qué me voy a esmerar. Si me pinto, voy a ser una fea pintada como una puerta".
¡ERROR!

Nadie dice que te pintes como un travesti. Se puede ir maquillada natural y discreta, (potenciando tus puntos fuertes y disimulando defectillos), de manera que parezca que vas con la "cara lavada" cuando no es así. Ése es un maquillaje bien hecho. Pero como todo: hay que aprender.


Lo otro, lo de pintarse de forma indiscriminada, ya lo hacen los niños en el taller de pintacaras. Y las chonis.

Mi compañera dice que, cuando se arregla se siente rara, como disfrazada, porque no tiene costumbre.
Nunca ha tenido buena mano con el maquillaje. Entonces, como no tiene práctica, cuando alguna vez se anima  a pintarse un poquito, le sale tan mal y se ve tan extraña que automáticamente se quita el maquillaje y no vuelve a coger una sombra de ojos en meses. Es como la pescadilla que se me muerde la cola. Como no sabe, le sale mal. Y como le sale mal, lo deja estar y se rinde. 
A mí me gustaría decirle que nadie nace sabiendo maquillarse y arreglarse. Pero la práctica y la constancia hacen maestros. Poco a poco, poniendo interés, se consiguen resultados fantásticos.

Yo también era patosísima al principio, y me salía fatal. Pero con el tiempo, he conseguido hacerme cosas chulas y sencillas.
Si fuera mi amiga, la cogería una tarde, me la llevaría a alguna perfumería y le enseñaría cuatro cosas básicas.
Por ejemplo: corrector en esas ojeras grisáceas que lo están pidiendo a gritos; base fluída para disimular los granitos e igualar el tono; polvos bronceadores en esa piel pálida; un poco de máscara de pestañas, un poco de colorete en esas mejillas y brillo en los labios... Le sentarían genial.
Y lo mejor de todo: esos cosméticos son super fáciles de aplicar.

No digo ya que se atreva con el eyeliner, (hay gente que nunca llega a dominarlo, requiere un pulso muy bueno; a mí me costó, y aún así hay veces que me sale un churro. Lo dejo para cuando dispongo de tiempo suficiente), o con un smoky-eye , que ya son cosas más complicadas.
Pero vamos, que para aplicarse colorete, máscara de pestañas, brillo de labios e incluso hacerse la waterline (raya inferior del ojo) con un lápiz de ojos, no hace falta tener un máster, precisamente. Es el ABC de la cosmética: cualquiera puede hacerlo bien, y se obtienen resultados sorprendentes.

Mi compañera es capaz de hacer cosas mucho más difíciles que todo eso. Lo demuestra cada día con su trabajo.

Pero, si sólo fuera lo de no maquillarse...
Luego está el tema del pelo. Cuando la conocí, lo llevaba cortado a la chico. Un corte horroroso y totalmente desfasado y como de señora mayor. (Aclaro que tiene 34 años).

Para empezar: el corte masculino ya es, como mínimo, arriesgado. Los hay preciosos, es verdad, y hay chicas a las que les queda genial. Pero no es lo normal. De verdad: no es el tipo de corte que le queda bien a todo el mundo. En famosas, me gusta cómo les queda a Rihanna, Emma Watson o Natalie Portman (que está guapa hasta rapada, la jodía).

 




Están guapas, ¿eh? (Yo reconozco que no tengo valor para cortármelo tan cortito. Lo máximo que me lo he cortado es a la altura de la barbilla).
Lo que pasa es que, para que el pelo corto quede bien y resulte sexy, además de tener unos rasgos faciales delicados, el corte tiene que estar muy bien hecho (por un profesional a ser posible) y con personalidad (con las patillas marcadas, un toque de color y un flequillo para darle feminidad, por ejemplo). Y es un corte muy esclavo, porque exige un mantenimiento constante.
El caso es que esta chica se cortaba el pelo ella, según dijo. Era un corte anodino, que no le favorecía nada.

Luego, de repente, le dio por dejárselo largo. Y ahora lleva una melena larga pero sin forma, sin estilo definido. Aun así, creo que le queda mejor largo que corto, pero no sé, podría hacerse algo más mono y con más gracia, la verdad. Un corte escalonado, un flequillo...
Yo qué sé. Hay cortes preciosos. Las peluquerías están llenas de revistas con millones de ideas.
Pero hay que tener interés.

Y bueno, que no se maquille y que lleve el pelo de cualquier manera, tiene un pase. Pero lo del bigote sin depilar... eso sí que me parece grave. Sobre todo, porque, cuando hablo con ella, se me van los ojos inevitablemente a esa parte de su rostro. Es como cuando alguien tiene un trozo de comida entre los dientes. En cuyo caso se lo puedes decir. Pero el tema del bigote... Uffff.

Porque lo suyo no es una pelusilla imperceptible como de piel de melocotón. Son pelos castaños.
No es que te dé dos besos y te cepille el traje, pero... Se ven. Y quedan... mal.
¿Nadie de confianza le ha dicho nunca que se lo depile? Tiene amigos, tiene familia, ha tenido pareja... Quizás se lo han dicho pero ella no lo considera ¿conveniente? No sé.

En fin, que yo le diría estas cosas si tuviera confianza con ella. Sobre todo porque creo que está muy equivocada con esa idea de "soy fea, y lo asumo", y en cierto modo, la veo acomplejada, y me sabe mal.
Porque no es fea. Está fea o poco favorecida; está descuidada, que no es lo mismo. No sé si sus amigos o su familia no le saben aconsejar bien, o qué.
Como tenemos un trato estrictamente profesional, -aunque me caiga bien y tal- prefiero morderme la lengua, por si acaso. No quiero entrometerme. Pero, si me pidiera consejo, sin duda, se lo daría.

A veces es complicado, porque aunque la intención sea buena, la gente lo puede interpretar como una intromisión en sus vidas. No sé... Menudo lío. ¿Qué pensais vosotros?

¿Creéis como afirma el refrán, que, si la genética no te ha favorecido, todo esfuerzo y gasto es inútil? ¿O por el contario, pensáis que todo se puede mejorar poniendo interés?
A las chicas: ¿os gusta maquillaros, arreglaros y poneros guapas? ¿O por el contrario, os agobia, no encontráis tiempo para ello y no tenéis costumbre?
Y los chicos: ¿Os gusta que una chica vaya arreglada? Vaaaaale: sé que muchos diréis que os gustan las chicas "naturales" y que odiáis que vayan muy maquilladas. Tenéis razón. El exceso de maquillaje es el horror. Pero... ir natural no significa necesariamente ir totalmente con la cara lavada y como recién levantada (lo más seguro es que esa chica vaya ligeramente maquillada pero no lo percibáis, ¡chica lista!). Una cosa es ir natural pero arreglada y otra ir desastrada. No es lo mismo.

En fin... ¡contadme! :)

HELLO!

Todo lo que leerás aquí es contenido propio. Si en algún momento hago referencia a algún escrito ajeno, citaré siempre la autoría.
Las imágenes que aparecen en el blog son tomadas de Internet. No obstante, si consideras que alguna no debería estar aquí, sólo tienes que hacérmelo saber y la retiraré al instante.
No acepto solicitudes de intercambio de enlaces. En mi opinión, enlazar un blog es algo totalmente voluntario y desinteresado. Bienvenid@ y gracias por pasar por aquí. :)