15 de noviembre de 2015

Paris, je t'aime


Hace un mes estábamos allí. Nos fuimos a pasar unos días para celebrar nuestro primer aniversario de boda.

París fue "nuestra" primera ciudad europea.
París era mi sueño desde hacía tiempo. Él lo sabía, y me organizó un viaje sorpresa.
El mejor viaje de mi vida. Era diciembre de 2008. Hacía muchísimo frío, y la ciudad estaba increíblemente bonita con la decoración navideña.

Luego volvimos, 3 años y medio después. Era verano, y allí estaban otra vez, como viejos amigos y testigos de nuestro amor, los Campos Elíseos, el Sacré Coeur, el Petit y el Grand Palais, los puentes sobre el Sena, Notre-Dame, las brasseries, con sus pintorescas terrazas y su clientela sentada al cálido sol de julio.
Sé que a él le hubiera gustado pedirme matrimonio en aquella ocasión, en lo más alto de la Torre Eiffel. Sin embargo, no fue aquella vez, no pudo ser. Fue un año más tarde y en otra ciudad no menos encantadora. Pero NO fue en París. En nuestro mágico París.


Y como no hay dos sin tres, el mes pasado volvimos. Esta vez, en otoño, con los bulevares llenos de hojas roijzas caídas de los árboles.
La última noche subimos a la Torre Eiffel. Hermosa, imponente, soberbia, llena de luz.
Y allí arriba, él me susurró al oído: "Me hubiera gustado pedirte que te casaras conmigo aquí, con París a tus pies; siento que no pudiera ser aquella vez. Pero me alegro de haberte traído ahora, siendo ya mi mujer. Je t'aime".

Hace un mes estábamos allí. En la ciudad que siempre me ha fascinado (por eso, entre otras cosas, me puse la Torre Eiffel como fondo del blog).
La que nos ha acompañado en estos años, unas veces como escenario, otras, muchas más, en la distancia. Pero siempre en nuestro corazón.

París, nuestro París, sufrió el viernes por la noche el ataque más atroz de su historia, producto de la barbarie y la sinrazón humanas. Se hizo el horror en la ciudad más hermosa. La oscuridad más absoluta en la Ciudad de la Luz.
La Torre Eiffel, símbolo de la ciudad y de toda Francia, permanece cerrada desde entonces, y sus luces ya no se encienden por la noche en señal de duelo.

No tengo palabras. No sé qué decir.
Sólo que siento mucho dolor, mucha tristeza, por París y por su gente; por las víctimas y sus familias. Porque soy incapaz de borrar de mi mente las imágenes terribles que he visto en periódicos e informativos. Como esos adoquines manchados de sangre...

También siento ira e indignación. Porque soy incapaz de entender el porqué de esa maldad con mayúsculas. No alcanzo a comprender el porqué de tanto odio, de tanta crueldad, de tanta locura, de tanta sed de venganza; por qué esa ansia de destrucción, de sangre, de violencia. Ese afán por hacer daño, por matar a gente inocente, por truncar vidas y romper familias "en nombre de un Dios". ¿En nombre de Dios? ¿Qué Dios consiente tamaña atrocidad en su nombre? No lo entiendo, de verdad.

Sólo sé que hace un mes estaba allí, recorriendo sus encantadoras calles, feliz, disfrutando de su belleza, enamorándome una vez más de cada uno de sus rincones.
Era ese mismo París que hoy llora a sus muertos; ese París herido, desolado, sin luz, que hace que se me encoja el corazón.
Pero hace sólo un mes, la última vez que lo vi estaba como siempre: resplandeciente, vital, hermoso. Lleno de luz y esperanza.
Como espero volver a verlo pronto, aunque sé que después de esto, ya nada va a ser igual.

PARÍS, JE T'AIME

DEP. Aux victimes des attentats du 13/11 à Paris. 

8 de noviembre de 2015

Querido Wordpress: no sos vos, soy yo


Eres elegante, atractivo y aparentemente perfecto; se te ve muy profesional, serio, con mil posibilidades... Vaya, eres la leche y molas mil.
PERO. No eres para mí. Lo siento.
Mira que lo he intentado, mira que he puesto de mi parte. Ya te digo: que no eres tú, que debo de ser yo, que soy justita. Pero no somos compatibles.
Así que, sintiéndolo mucho, me vuelvo a lo "malo conocido": a mi antiguo, destartalado, simplón y entrañable blogspot.
Sí, ya sé que no lo vas a entender. ¿Cómo puedo preferir una plataforma tan vulgar, tan mainstream, tan simple, tan para novatos, tan poco cool como Blogger pudiendo elegirte a ti, que eres el súmmum de la molonidad en lo que a plataformas para blogs se refiere?
Pues ya ves.
Será que no está hecho el Wordpress para la boca del gato. O será que eres complicado de narices y no acabo de acostumbrarme a tu estilo.



Y ya te digo que lo he intentado. Sobre todo, después de dos intensas sesiones de Wordpress Para Dummies Profundos, dentro del máster en marketing online y Social Media que estoy haciendo. Dos tediosas clases en las que el profesor, amante confeso de tus formas, tus códigos, tus mil funcionalidades y tus plantillas hipermolonas, nos intentó captar para tu secta nos animó a vender nuestra alma a San Wordpress Todopoderoso probar y abrirnos un bló súpermegaprofesional contigo.

Recuerdo que, en un alarde de osadía, le dije: Mira, es que yo ya tengo un bló en Blogger, y me apaño bien...
La cara que puso el profesor fue como si, después de haber intentado convencernos para que nos comprásemos un Ferrari, yo le hubiera dicho: Mira, es que yo ya tengo un Renault 5, que me lleva a todas partes.

Pero estuve rápida de reflejos, y antes de que el pobre chaval acabara tal que así...


...le replanteé la pregunta: Quiero decir: para un blog personal, ¿qué es mejor, Blogger o Wordpress? (En adelante, WP para los amigos y enemigos).

A ver Gata, que pareces nueva: Estás en un seminario de "GUORPRÉS". ¿Cuál crees que va a ser "mejor", al  menos según la opinión, criterio y experiencia de ese ingeniero informático que está impartiendo la clase, y que de postear ni puñetera idea, que él lo que sabe es programar en html? Pues eso.
Que WP es milmillonesdeveces mejor, dónde va a parar, y que tú eres una hereje por siquiera cuestionarlo. Porque esto de Wordpress vs Blogger es como una cuestión de fe, como una religión.


Esto es como preguntar: ¿qué es mejor, Apple o Microsoft? ¿Cocacola o Pepsi? ¿Colacao o Nesquick? ¿Nocilla o Nutella? ¿Disney o Warner? ¿Pixar o Dreamworks?
Pues, aunque yo lo tenga claro en cada caso, todo depende de cada persona. Que para gustos se hicieron los colores. Y cada uno sabe qué le funciona mejor, qué le mola más y qué le resulta más cómodo. Y lo que para una persona es lo más de lo más, para otra puede ser una castaña peluda.

Pero volvamos a mi breve pero intensa historia de amor-odio contigo, querido WP. Después de que el profesor nos iluminara sobre tus indudables virtudes para crear una web o un blog, decidí darte una oportunidad.
En mi caso, además, fue tarea fácil, porque dada mi naturaleza curiosa, toda novedad supone una tentación irresistible para mí. Y la verdad es que estaba ya algo aburrida de mi antiguo blog de Blogger. O sea, éste.
Quizá si me hacía un nuevo blog contigo, WP, rompería la monotonía y volvería a despertarse en mí esa llama de la pasión blogueril que tan apagada tenía.
Dicho y hecho: me creé un nuevo blog contigo. Pensé el título, la temática, las secciones, cambié mil veces la plantilla hasta dar con una que me convenció, y empecé a escribir.

Al principio, la cosa iba más o menos bien. Me gustabas, me tenías casi encandilada con tus plantillas y esa apariencia tan profesional que le dabas a mi blog... Pero había "algo" que no.
Para empezar, eres muy complejo y navegar por tu escritorio es un verdadero coñazo cuando ya estás acostumbrado a la sencillez de Blogger. Ya sé que todo es cosa de acostumbrarse, pero mira.

Aunque lo peor de todo es que contigo me siento terriblemente sola. Es como tener una casa nueva, preciosa, grande, perfectamente decorada... en mitad de la nada. Sin vecinos, sin amigos que vengan a visitarme, sin nadie que me cuente cosas. Me aburro, querido WP.

Sí, tienes razón. Es lo que tiene empezar un blog de cero (si no lo enlazas con el antiguo, cosa que no quería): que no te conoce ni el Tato.
Por eso, entendí que tenía que darme a conocer si no quería seguir sola en mi monísimo blog.

¿Cómo? Pues lo típico: comentando en otros blogs. Vale. Pero no en los mismos blogs que seguía hasta entonces. Porque para eso, me quedo donde estaba. La idea era conocer blogs nuevos, y sobre todo, hechos contigo. Conocer más miembros de la comunidad WP. Más fans apasionados, como el profesor del curso.
Porque esto es como cuando te mudas de ciudad: tienes que socializar con la gente del nuevo lugar. Así que me puse a buscar blogs personales, similares al mío, pero que estuvieran hechos en WP.

La pregunta es: Where in the hell están los blogs personales, entrañables, divertidos, simpáticos, etc. en WP?
¿DÓNDE, copón? ¡To'l mundo está en Blogger! En WP sólo he encontrado blogs profesionales, sobre marketing, tendencias, moda, periodismo, cocina, software, etc. Blogs, digamos, de temáticas concretas. Muy profesionales, muy chachis de la muerte pero... ¡no me llaman nada!
¿Dónde, querido WP, están tus blogs similares a los que leo en Blogger? Porque, salvo alguna excepción que ya conocía y seguía, no lo sé, la verdad.

Así pues, decidí volver a seguir los mismos que ya seguía (los de Blogger).
No tenía por qué haber ninguna incompatibilidad, ¿no?

JA.
Primero: no sé por qué coj***es no se puede comentar en Blogger con el perfil de WP. Esto imagino que es culpa de Blogger (o sea, de la secta Google). Sí, aquí cada uno tiene su secta.

Lo que sí te deja es comentar desde una identidad Open ID asociada al perfil de WP. El problema: que a la hora de comentar no apareces con un nick, sino con tu nombre de usuario. Y resulta que mi nombre de usuario para acceder a WP es mi nombre y mi primer apellido. Así: nombreapellido.
Vaya, yo que quería seguir siendo anónima. Lo descarté inmediatamente.

La otra forma es crearte un perfil en Blogger (al que enlazar el blog), con el mismo nick e imagen que tengo para WP. Un poco farragoso, pero más anónimo que lo de Open ID.

Así lo hice y por fin, comenté en un par de blogs de los que ya seguía desde antes. Y la cosa parece que fluía,  porque llegué a a atraer a una visita ¡¡y tuve un comentario!! (gracias Fle!!! ;D)

¿Entonces, dónde estaba el problema? Si la cosa empezaba a funcionar... Pues que eso de ser unas veces Superman y otras Clark Kent es un coñazo. Lo siento, pero esa doble personalidad me estaba trastornando.
Además, llevo ya unos años siendo Gata para la comunidad blogger. Una identidad y una reputación que no se labra una en dos días.
Me daba pena dejar de ser Gata para ser M. (O sea, para no ser nadie). Que otra cosa: mira que fui sosa para buscarme el nick, coño. (Aunque seguro que la gente sabía que era yo, porque se me notaba).

En fin, que por todas estas razones que he explicado, querido WP, he decidido dejarte.
Eres muy guay, pero no me molas nada ni me sirves para lo que yo quiero: un blog personal para soltar mis tontunas.
Por eso, vuelvo a mi querido y apacible Blogger, que me hace el apaño fenomenal.
Vuelvo a mi identidad gatuna, a mi comunidad, a mi gente también de Blogger. Que molan tanto o más que tu gente de WP, hombre ya.
Lo siento, sé que lo superarás. ;)

PD: Si alguna vez decido hacerme un blog o web profesional, con mi nombre y apellidos, en el que hable de trabajo y cosa serias, con el que espere llegar lejos en plan darme a conocer, hacer marca personal, etc.,  entonces, tal vez te llame y volvamos a intentarlo. A ver si lo nuestro funciona.
Pero de momento, para pasar un rato agradable, contar cosas y sentirme acompañada, para eso, me quedo en casa. En mi tejado de siempre. (Que de paso, voy a pasarle un poco el polvo y a quitarle telarañas).


EDITADO: Donde dije digo, digo Diego. Después de toooooooooooodo este alegato contra WP, al final he decidido darle una segunda oportunidad a ese otro blog en el que al final parece que no estoy tan sola. Y es que, me estaba quedando taaaaan mono...
Intentaré llevar los dos a la vez, si no acabo tarumba antes. O si no me canso a la primera de cambio.
Por supuesto, en uno y en otro, estáis en vuestra casa. Os espero. ;) 

HELLO!

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