Hoy me gustaría hablar de mi gran asignatura pendiente: la autoestima. Es decir, la percepción y valoración que cada uno tenemos de nuestro propio yo.
Bien, como ya habréis podido comprobar a raíz de mi última entrada, desde siempre he tenido la autoestima un tanto baja. Tampoco es que esté por los suelos, pero sí que se me desinfla con relativa facilidad.
Es algo que no puedo evitar, y lucho constantemente contra ello, porque soy consciente de lo importante que es quererse a uno mismo. Está demostrado que la concepción que uno tiene de su persona es algo que se proyecta al exterior y, muy importante: a los demás. Si uno no transmite aprecio y estima hacia su persona, si transmite inseguridad, si minimiza constantemente sus virtudes y maximiza sólo los defectos, proyecta esa visión negativa de sí mismo sobre los otros, haciendo que estos también acaben teniendo una percepción pobre y negativa de su persona. (No sé si me he hecho un lío o ha quedado claro...).
Por algo se dice que si quieres que los demás te quieran, debes empezar por quererte tú. No esperes enamorar a los demás, si tú no te quieres nada, ni te gustas nada.
Pero claro, esto que en teoría es tan simple y tan lógico, llevarlo a la práctica es bastante más complicado.
Como decía, la autoestima es mi gran talón de Aquiles. En todos los tests psicológicos que me han hecho a lo largo de mi vida, ésa sería una de las conclusiones principales: tengo una concepción un tanto pobre de mí misma. Tiendo a infravalorarme y soy insegura, (una inseguridad posiblemente derivada de mi timidez).
Soy muy sensible ante la crítica negativa, pero en cambio, soy casi inmune e incluso suspicaz ante el halago. Y por supuesto, mi autoestima depende bastante de la opinión ajena. Algo terrible, porque la percepción que tengo de mí misma se tambalea o se refuerza en función de lo que otros opinan de mí.
Y, si lo analizo bien, no tengo motivos para tener la autoestima tan inestable.
Primero, y antes de que alguien (especialmente algún/a psicólogo/a) pueda empezar a hacer conjeturas, quiero decir que mis padres son dos personas encantadoras, que me han educado y criado siempre en libertad, sin mano dura ni tiranía de ningún tipo. Tampoco es que me hayan dejado hacer lo que quería en todo momento; sabían perfectamente dónde estaba el límite y jamás ejercieron violencia ni malos modos.
Afortunadamente, no he sufrido ningún tipo de maltrato físico ni psicológico durante mi infancia. Tampoco he sido víctima de bullying durante mi etapa escolar, ni posteriomente (tuve mis encontronazos con algunas personas, pero lo normal, nada traumático. Además, siempre supe defenderme y salir airosa).
Por lo demás, soy una chica sana que no ha tenido nunca problemas serios de salud. Tengo una familia que me quiere mucho y siempre me apoya. Estoy enamoradísima de un chico estupendo que me trata genial. Tengo amigos -pocos, pero buenos-.
Soy licenciada, sé idiomas, sé música. Tengo un trabajo, además directamente relacionado con mi carrera, que además, me gusta. Soy una buena profesional y una buena compañera (me lo han dicho jefes y colegas).
Mi situación económica ahora mismo no es mala; me he comprado un piso recientemente.
Soy inteligente, los que me conocen me describen como una chica simpática, divertida y encantadora (aunque cuando me enfado es para darme de comer aparte; otra asignatura pendiente...). Y, bueno, si me pongo en plan frívolo, físicamente, no estoy mal.
No soy una miss, ni una top-model, pero es que tampoco era ése mi sueño ni mi vocación. No soy alta, (1.62, estatura media), de tipo soy normalita (talla 38-40, y en H&M, la 36. Pero vamos, ése es un tallaje engañoso. En H&M, hasta Falete encontraría pantalones pitillo que le entraran). Y la gente me dice (no todos los días, obviamente) que soy guapa, y que tengo un pelo y unos ojos muy bonitos.
En ese aspecto tampoco me quejo. (Aunque como todo el mundo, tengo mis días: hay veces que me veo monísima y días en los que me pondría un AAAAARRRRGH como los de la revista Cuore).
Vamos, que dentro de la media, no estoy mal.
(Fijaos cómo seré, que al releer esto, estoy pensando: los que me lean van a pensar, "menuda creída es ésta". Es que soy lo puto peor... :( ).
Esto es algo que mi madre me recrimina siempre: "Hija, otra chica, con la mitad de cosas buenas que tú tienes, iría por ahí dando asco. Y tú en cambio, siempre vas restándote e infravalorándote". Y si lo pienso, tiene razón.
Pero claro, luego también pienso: es MI madre, qué va a decir ella, ¿no? Para una madre, sus hijos son los más listos, inteligentes y guapos del mundo mundial. (Y yo encima, soy hija única, con que...).
Pero es cierto: a menudo me resulta difícil encajar los cumplidos y piropos, (no sólo los que se refieren a mi físico, sino también los que se refieren a mi trabajo, mi intelecto o mis aptitudes). Tiendo a pensar que la persona que me lo dice está exagerando, o que me hace la pelota para conseguir algún beneficio. ¿¿¿???
Sí, soy así de gilipollas, qué le vamos a hacer.
En vez de pensar que si esa persona me dice algo elogioso es porque lo cree de verdad, me da por buscarle los tres pies al gato y sospechar que me está haciendo la pelota para ganarse mi confianza.
Llegada a este punto debo decir que esto no es siempre así ni es tan exagerado... Con los años he ido mejorando y ganando seguridad en mí misma.
Atrás quedaron aquellos años de adolescencia, llena de inseguridades y complejos (aunque imagino que eso es algo común a casi todas las personas, ¿no? La adolescencia... ¡ESA ÉPOCA!). Pero sí tengo que reconocer que no siempre me considero merecedora de los elogios, y en cambio, sí tiendo a pensar que las críticas que me hacen son merecidas.
¿Por qué? ¿Por qué el que me halaga es seguramente un pelota y, en cambio, el que me critica es alguien súper sincero que me lo dice por mi bien? ¿Por qué no me da por pensar que el que me critica puede ser alguien malicioso y/o envidioso que busca minar mi autoestima, ya de por sí inestable?
Pues eso mismo me pregunto yo a menudo... Pero da igual las veces que me lo repita a mí misma. Da igual que me hagan mil elogios. Basta que alguien me haga una sola crítica para que se me desmorone todo lo que había construído con gran esfuerzo.
Hace tiempo, cuando conocía a una de esas personas que desprenden autoestima alta y seguridad en sí mismos por todos los poros de su cuerpo, solía pensar para mis adentros: "Mira éste/a, menudo/a creíd/o".
Claaaaaro, mira quién fue a hablar: la humilde, sencilla y modesta Gata...
¡MEEEEC! ERROR.
Una cosa es la modestia, la sencillez y la humildad (pero sin perder la noción de nuesta propia valía) y otra muy distinta es el complejo de inferioridad y la autoestima baja. Que es más bien de lo que yo peco a veces, cuando no tengo motivos objetivos para ello.
Y a lo mejor, si ponemos en una balanza las virtudes de esa persona que desprende tanta seguridad en sí misma, luego resulta que no es para tanto. Pero... ¿quién dice que para quererse uno mismo hay que ser súper-hiper-mega maravilloso, estupendo y perfecto?
Nadie.
He conocido a chicas que no eran grandes bellezas sacarse un partido increíble. Y ligar mucho más que la más guapa del grupo. ¿Por qué? Porque transmitían autoestima, sensualidad y seguridad en sí mismas.
He visto a gente conseguir un puesto de trabajo dejando fuera a otros candidatos que tenían más currículum o más preparación. ¿Por qué? Porque en la entrevista dejaron alucinado al entrevistador con su desparpajo y su seguridad.
Y es que basta con creer en ti, con quererte porque sí. Porque eres tú, único/a y especial. Con tus cosas buenas y menos buenas. Se trata de valorarte, de sentirte bien en tu piel. De gustarte como eres (tampoco quiere decir eso que no puedas mejorar o pulir esas cosas que no te gustan tanto de ti). Se trata de considerarte capaz y válido como el que más.
Es cierto que hay gente que se pasa de vanidosa. Hay personas excesivamente autoindulgentes, que están demasiado encantadas de haberse conocido y van por ahí avasallando a los demás. Tampoco me parece correcto.
Pero ahora mismo, para mí, las personas con un alto concepto de sí mismas son más dignas de admirar e imitar que no otras que van siempre con la cabeza gacha, como pidiendo disculpas sólo por existir. (Ojo, ¡yo no llego a ese extremo!).
Y... nada, que en ésas estoy. Repitiéndome todas estas cosas como un mantra, a ver si así consigo reforzar mi autoestima definitivamente. Yo creo que también es algo que se va consiguiendo con el paso del tiempo, según vas quemando etapas. Recuerdo que hace años me angustiaban cosas que ahora me parecen auténticas chorradas.
Aunque también es verdad que hay personas que jamás consiguen tener un alto concepto de sí mismas y otras que desde bien pequeñitas ya se consideran estupendas y maravillosas.
Creo que lo mejor es llegar a un equilibrio.
En fin... Después de esta reflexión-confesión, quería decir que ya se me ha pasado el bajón que me dio el otro día con el tema del blog. Ante todo, quiero dar las gracias a Pétalo, Piruja, un ratón, Aliena, Pérfida, Amaranta, Nerea y Sr. Completo por vuestros consejos y palabras de ánimo.
Tenéis toda la razón: un blog es algo que se hace para uno mismo, por el mero placer de escribir y desahogarse. Y que luego, si te leen y te comentan, genial. Y si no, pues tampoco se acaba el mundo.
Lo que ocurre es que, cuando empiezas a tener seguidores, y esos seguides te comentan... es tan chulo y te da tal subidón que a veces acabas olvidándolo y entrando en una espiral competitiva, como si esto fuera una televisión que se mide por las audiencias, como muy bien dijo un ratón.
Así que nada, seguiré por aquí, con mi blog, posteando lo que me apetezca y cuando me apetezca, sin presiones. Pero eso sí, intentando no perder el hábito, aunque sea escribiendo un pensamiento, o subiendo una canción o un vídeo que me guste.
Y a partir de ahora, intentaré también no ser tan crítica y exigente conmigo misma.
Gracias de nuevo a todos lo que comentásteis y a los que me leéis con frecuencia y seguís este blog. Sois el alma de este bitácora.
¡¡¡Besos!!!
*Jodeeeerrrr, ya me ha salido otra entrada laaaaaaaaaaaarga.... :P (Prometo ser más breve en futuras entregas).
Tener una buena autoestiman o es tan facil como parece. Para mi tambien es una lucha constante el quererme un poco mas a mi misma, me pasa como tu dices, tengo muchas inseguridades que me pueden. Intento ir venciendolas poco a poco, y creo haber avanzado mucho desde la adolescencia, etapa complicada donde las haya. Pero a veces, no puedo evitar que esas inseguridades lleguen y me bloqueen. Trato de que sea las menos veces posibles, pero aun asi, puede ocurrir.
ResponderEliminarTampoco mi autoestima es muy buena... y mi blog me tiene algo.... desalentado.... pero lo que has dicho es muy cierto, es para uno mismo, y si los demás quieren verlo, pues bien y punto.
ResponderEliminarTe sigo leyendo, me gusta lo que escribes, justamente por su carácter íntimo, propio, personal.... establece un contacto sin piel, sin tapujos, sin personajes... de alma a alma.
Pues yo diría, después de leer tu post, que eres una pasada. Una de esas mujeres que ya me gustaría para mí. Pero déjame decirte que muy mal vamos si tu autoestima puede ser alterada por la opinión-crítica de cualquier piltrafilla. Sabrás si tienes suficiente autoestima o no cuando te pase lo que me ha pasado a mí, es decir, que rompas con tu pareja, te quedes sin el trabajo que tienes y todo tu dinero se vaya por el sumidero. No es que yo te desee nada malo, ni mucho menos, pero controlar la autoestima cuando todo va sobre ruedas es demasiado fácil como para poder dar la medida de nosotros mismos.
ResponderEliminarBesos!
Ay nena ya me gustaria a mi tener la mitad de lo que tu tienes. A veces yo pienso que todo me pasa a mi, luego veo que es normal que a todo el mundo le pasa alguna vez, y por ultimo que los golpes me hacen mas sabia.
ResponderEliminarYo tambien soy suspicaz con los halagos y criticas continuas me exasperan.
Pero de todas maneras es muy bueno recordar las cosas buenas como tu has echo, a veces es la unica manera de valorarlas.
Hola, Nerea! Claro que no fácil conseguir tener la autoestima fuerte y alta... Aunque hay gente que la tiene alta de forma innata, para muchos otros, es una lucha constante.
ResponderEliminarPero no hay que rendirse. Ya digo que si uno no se valora a sí mismo, no puede esperar que sean los demás los que le refuercen.
Así que ánimo... Estamos juntas en esa lucha! :D
Besos!
Hola, Atonau! Muchas gracias por tu comentario... Me ha gustado mucho lo que dices de lo que escribo en el blog. Para mí, lo importante no es escribir muy bien, o cosas súper divertidas o interesantes... sino llegarle a la gente, que mis palabras les puedan ayudar en un determinado momento, o inspirar, o den que pensar.
ResponderEliminarEso es lo importante, y si lo he conseguido, al menos contigo, ya me doy más que por satisfecha.
Sobre la autoestima... pues ya digo que para mí, como para ti y tanta gente, es una lucha constante. Debemos aprender a ser más amables con nosotros mismos, menos autoexigentes.
En definitiva, a querernos más.
Sobre el tema del blog, no hay que obsesionarse. Esto no es un concurso literario, ni ua cadena de televisión, ni el blog es nuestra fuente de ingresos. Simplemente es un espacio al que nos asomamos cuando queremos, o cuado lo necesitamos para desahogarnos y plasmar lo que nos pasa, lo que sentimos, etc.
Que a alguien más le puede llegar, genial. Que no, no pasa nada. Hay que relativizar.
Ánimo! Un beso!
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ResponderEliminarHola, Juanan!! Bienvenido de nuevo! Bueeeeeno... muchas gracias por ese cumplido!! Y esta vez no seré suspicaz ni pensaré que me haces la pelota.
ResponderEliminar:)
Ya imagino que no me deseas nada malo. Pero espero no verme en una situación tan difícil como la que describes; que por lo que cuentas, es la que estás viviendo ahora.
Cómo te encuentras? A veces, parece que los problemas se ponen de acuerdo, y es como un túnel en el que no ves la salida.
Y sí, claro que la adversidad es una prueba de fuego para la autoestima y la fortaleza de espíritu.
Es cierto que ahora atravieso una etapa especialmente dulce de mi vida, pero ojo, no siempre ha sido así.
No he tenido que sufrir grandes desgracias, afortunadamente, pero nunca se sabe lo que nos puede deparar el destino, y también he tenido mis épocas difíciles.
En fin, espero, llegado el caso (ojalá que no) saber estar a la altura para superar los problemas y no hundirme en la miseria.
Porque una cosa sí te diré: mi autoestima es cierto que se tambalea ante la crítica. Pero soy una persona valiente y luchadora, que no se acobarda ante la adversidad.
Un beso, y ojalá pronto me cuentes que has superado esta difícil etapa vital y que la vida te sonríe de nuevo. ;)
Hola, Sacla! Bienvenida!
ResponderEliminarHe pasado por tu blog y he visto que estás atravesando un momento especialmente complicado.
En fin, mucho ánimo y fuerza... Que aunque a veces lo olvidamos, por muy fuerte que sea la tormenta, siempre acaba saliendo el sol. Más tarde o más temprano.
Y como tú dices, los palos nos hacen también más fuertes y más sabios.
recuerda: no hay que huir del halago; únicamente, del falso halago, que además, senota cuando es falso.
Y por supuesto, no olvides recordarte de vez en cuando las cosas buenas que tienes, tus virtudes, que seguro son muchas. Para que cuando lleguen los momentos de bajón o dificultades, te encuentren fuerte de moral.
Un beso, ánimo y gracias por comentar! ;)
Y tampoco hay que obsesionarse ni hundirse con las críticas.
Al fin y al cabo, una crítica es la opinión de una persona, que a lo mejor no nos tiene demasiado aprecio.
Bueno, la autoestima es importante, pero por algo más de todo eso que tú enumeras.
ResponderEliminarPara mí es importante, porque nos permite atacar metas que sin la autoestima adecuada nunca intentaríamos...
Por ejemplo: ¿Cuánta gente, aunque le gustaría, no se atreve a escribir un blog sólo porque no se cree capaz de ello?...
Por lo demás, no debería importarnos demasiado si el resto de la gente nos ve bien o mal, lo importante es estar a gusto con uno mismo, y desde luego, es mejor no creerse los elogios... para no dar asco jajaja
Besos.
No te puedes imaginar lo bien que te entiendo... Me pasa exactamente lo mismo que a ti. Me saco fallos de todo, me "fustigo" yo sola y cuando alguien me dice algo bueno, en vez de pensar que tienen razón y que lo dicen de verdad, pienso que me están haciendo la pelota x algo o q estan exagerando...
ResponderEliminarEs una tarea q yo tmb tengo pendiente, intentar tener una mayor autoestima y quererme mas, xq como tu bien dices: es algo q se proyecta al exterior y q influye mucho en como te ven los demas.
Aaaayy, es que es tan complicado... Yo QUIERO cambiar pero... es difícil.
Hacía tiempo que no firmaba en tu blog aunque lo sigo visitando bastante a menudo. El mío la verdad es que lo tengo un poco abandonado... aunque hoy lo he actualizado, así que si te apetece pásate :) que siempre se agradecen los comentarios y opiniones de la gente...
Un besito
Pues mira, me siento bastante identificada con lo que dices... A mí también me cuesta encajar los piropos y las buenas críticas. Siempre pienso que hay gato encerrado. Y respecto a cómo me veo, tengo muchisímos complejos, de cosas de mí que no me gustan, pero -por algún extraño motivo- el conjunto me agrada y tengo buena autoestima... Por eso más bien creo que tanto lo tuyo como lo mío no es baja autoestima, sino inseguridad. Inseguridad por temor a no ser aceptada, a que te critiquen o a no gustar. Yo temo no encajar y me eso me haga daño, pero sé que yo valgo mucho!
ResponderEliminarY ya vale de bajones con el blog, no? Tu blog es tuyo y punto. Al que no le guste, que no lo lea.
Un abrazo!!!!!
Yo tengo un truco estupendo: finjo a toda costa que tengo un autoestima de hierro. Que soy la más guapa, la más lista y la más encantadora del lugar. Es mentira, claro, pero eso la gente no lo sabe, y una vez convences al resto del mundo, convencerte a ti misma es fácil.
ResponderEliminarInténtalo, verás qué bien :)
Ah! Pero de eso se tiene?!!!! ,)
ResponderEliminarHola Gata:
ResponderEliminarNo sabes hasta que punto es cierto eso de que como te veas tu es como te suelen ver los demás, aunque muchas veces hacemos esa reflexión solo de lo que se ve y no de lo que no se ve.
Si eres buena gente y lo demuestras la gente que te quiere bien y te aprecia te querran tal como eres con tu utoestima baja y todo, yo tambien llevaba muy mal las criticas hasta que me di cuenta de que no a todo el mundo le tengo que gustar, que a quien es más importante que le guste es a mi misma, que tengo defectos como todo el mundo y que hay gente a la que caigo bien y otros mal, no siempre llueve a gusto de todos, pero vamos que un día una se levanta se mira al espejo se ve un "jorror" y otro día se levanta una diciendo, hoy lo más.
Un besito y a seguir con tu blog
Gata, tienes premio en mi blog. Pasate cuando quieras.
ResponderEliminarTambien es mi tarea pendiente y cuesta pero s consigue tener una paz interior q se transmite fuera y te comes el mundo!
ResponderEliminarHola gata, me hubiese gustado comentarte antes pero es que he tenido una barbaridad de trabajo.
ResponderEliminarTe voy conociendo un poco por lo que escribes y tienes razón de que la autoestima es tu talón de aquiles; y no tienes motivos para ello.
Se ve que eres una persona culta y buena gente, pero te afecta muchisimo lo que la gente piense de tí, y estás en un inmenso error. Una persona tiene que tener amigos, pero también tiene que tener enemigos.
A mi me hace gracia cuando gente de mi edad me dice, como vanagloriandose de ello: -yo me hablo con todo el mundo. entonces yo pienso tu no eres una persona tu eres un mueble; ¿tu no discutes con nadie?, ¿si alguien agrede a los tuyos tu no le presentas cara?, ¿ Si alguien comete un atropello tu no te cagas en su puta madre?. Con esto te digo que el que alguien hable mal de tí no te debe de preocupar.
También hay criticas hacia tu persona por envidias. Alguen que te envidia, y que es menos que tú, trata de "serrarte" las piernas con difamaciones para que de esa forma quedes a su misma altura.
Para reforzar mi autoestima en otros tiempos de juventud (ahora ya estoy de vuelta de todo eso) tenía un método infalible, y era compararme sinceramente, con otros, y veia que estaba por encima de la media. Decia un filosofo que él se valoraba en muy poco cuando se examinaba en cambio se valoraba en mucho cuando se comparaba; y tu por lo que has contado que sabes, tienes y eres, debes de considerarte en MUCHISIMO.
Con respecto al blog. ¡Coño! tienes mas de 100 seguidores, y un monton de gente anonima que te leemos a diario. ¿Que mas quieres baldomera?.
Ten en cuenta que el blog debe ser una distracción tuya no una obligación, y si estás un mes que por falta de inspiración o por motivos de trabajo no puedes escribir pues no pasa absolutamente nada.
Por tanto yo soy de la opinión de tu madre, hay gente que con la decima parte de lo que tienes estaría dando saltos de alegria.
Un besote Ricardo L.