2 de septiembre de 2012

Cosas que trae septiembre


Bueeeeeno... Acabó el largo mes de agosto y de manera inevitable, llegó septiembre.
El verano ya va tocando a su fin. Bueno, en realidad la estación, porque lo que es el verano como concepto o vivencia sí que ya lo podemos dar por finiquitado. Y yo, en un ejercicio de originalidad sin precedentes (modo irónico ON), traigo hoy una entrada con "esas cosas que vienen de serie con el mes de septiembre". Si las queréis bien; si no, os jodéis.
Alguna en concreto, viene en exclusiva, con ESTE mes de septiembre.

A saber...

-La subida del IVA. Con dos cojones. Ha sido empezar el mes en que, por razones diversas, se multiplican los gastos, -hasta el punto de que ya se habla de la "cuesta de septiembre"-, y... ¡¡¡¡ZASCA!!!! Nos jod...suben el IVA un poco más.
Llenar el depósito de gasolina, hacer la compra, ir al gimnasio, a la peluquería, al cine, al teatro, a un concierto, etc; follar (con condón), renovar el armario, adquirir el material escolar de los nenes, comprar el paquete de tabaco... Todo esto y mucho más, nos va a costar "algo" más caro. Porque oye, como vamos sobrados de dinero y de prosperidad, como no hemos hecho suficiente esfuerzo ya, como somos todos millonarios, vamos a contribuir un poquito más a las arcas del Estado. Un agujerito más en el cinturón, pofavó.


Esto... ¿alguien me puede decir si la vaselina cuenta como medicamento o como cosmético? Es que tributan diferente.
Lo digo porque habrá que ir bien servidos, que al paso que van nuestro Gobierno y la Unión Europea, aún  nos van a dar un poco más por...Que se están pasando 20 pueblos, hombreya... 

-La vuelta al cole. Que con el punto anterior va a ser especialmente dura para muchas familias. En realidad, para la gran mayoría, a excepción de Cristina y "Pillaki" y similares personalidades que nacieron con una flor en el culo.
Eh, no lloréis, que podría ser peor: en un acto de magnanimidad suprema por parte de éste nuestro Gobierno, ¡los libros de texto se mantienen en el impuesto superreducido! Si es que... os quejáis de vicio.

-La reentrée. Algunos llevamos ya un mes trabajando, así que tenemos superada esta fase. Otros muchos, por desgracia, no tienen ningún sitio a donde "reentrar", y seguirán en su casa. En el paro. En fin, a los que sí os incorporáis, mucho ánimo, no vayáis a coger una...

-Depresión (o síndrome) post-vacacional. Un clásico de estas fechas. Y es que cuesta, vaya que si cuesta: dejar la playa o el pueblecito de montaña; la casa rural o la ciudad cosmopolita; las siestas interminables, las noches hasta las tantas tomando copas, la familia y los amigos, el ligue de verano; las horas y horas en la piscina hasta acabar arrugados como garbanzos, el relax, la tumbona, el no tener que hacer nada, las lecturas veraniegas; volver a programar el despertador y madrugar; la vuelta al tajo y a las preocupaciones, al estrés, a verle la cara de pitbull al jefe, etc. Durillo, seh. Pero se pasa.

-Bajada generalizada de las temperaturas. Después de las múltiples olas de calor sahariano de agosto, llega septiembre y la temperatura nos da una tregua. Ya se puede dormir por las noches. No hace falta encender el aire acondicionado y puedes incluso medio taparte con la sábana sin riesgo de morir cocido. Al menos, donde yo vivo.

-Consecuencia del punto anterior: Tener que empezar a pensar en el tan odioso y temido... CAAAAAAAMBIO DE ROPA DE TEMPORAAAAAAADAAAAA...
Sí, vale. Ahora me diréis que estoy to' loca, que es demasiado pronto para empezar a pensar en eso. Yo misma ha sido pensarlo y desechar la idea:  "¡Si todavía tié que hacer calooooooor! ¡Si aún no viene el fríooooooooo! ¿Ande vas con esas prisas, muchacha?
Pues eso, que como siempre hay -500 de ganas de guardar la ropa de verano y sacar la de otoño-invierno, mientras no hace verdadero frío o verdadero calor, pues lo vamos dejando pasar.
Sobre todo en mi tierra, donde las estaciones intermedias prácticamente no existen. Pasamos de "Mareeeeeeee, quina caloooorrrrr" a "Yeeeee, tu, menuda rasca!".
Así, hasta que llega el día en que empiezas a tiritar de frío con la camisetica ridícula de tirantes en pleno mes de octubre, (aunque tú negarás incluso bajo torturas que tengas frío) o a sudar como un pollo con el jersey de angora en mayo (aunque, si te preguntan, tú dirás todo digno:  Calor, ¿yo? Qué dices, si hace fresquete...).
ESE día estás perdido. Tu cerebro te dice: "Xe, va, toca ya cambiar la ropa, ¿no?"
Y sí, toca. Por cojones.
Y entonces es cuando te encantaría vivir en Canarias o en el Caribe o en otro sitio random donde la primavera es casi perenne.
Porque eso de sacar las cajas de plástico transparente de debajo de la cama o del altillo del armario y encontrar dentro toneladas de jerseys y chaquetas de años anteriores, olvidados, arrugados y casi amojamados cual momias egipcias... pues no, no mola nada.
Pero como no aprendemos, ese invierno, caemos en la tentación y nos compramos unos cuantos jerseys más, -porque es que son taaaaan monos, y estan taaaaan nuevos- que acabarán engrosando las cajas de los ya existentes. Y cuando llegue mayo y haya que guardarlos TODOS, los nuevos, los viejos y los momificados, (porque tú no tiras nada) para sacar, al fin, las camisetas, falditas, bermudas, etc., te querrás cagar en todo.

Y si se quedara sólo en la ropa que nos ponemos, pues, vale, aún tira que te va. Pero... ¿y la ropa de hogar? Quie'cir: sacar mantas, colchas, cubres, edredones, nórdicos... Y todo lo demás.
Uf qué perezón me está entrando ya...

-El otoño en elcortinglés. Al cual le seguirá inmediatamente la... Navidad en elcortinglés. Sí. Esto es: a finales de octubre, como muy tarde principios de noviembre, ya empiezan a poner la decoración navideña (que a su vez implica el siempre inefable hilo musical navideño). Y así, hasta el 7 de enero.
Dos meses largos de Navidad. El horror. Pero bueno, de momento, sólo es otoño. Que no cunda el pánico.

-Otro clásico: la vuelta al gimnasio, a hacer ejercicio, a la dieta sana, y, en general, a todas las buenas costumbres olvidadas y abandonadas a su suerte al empezar el verano. Septiembre es el nuevo enero. Empieza el año escolar, el año lectivo, y nos hacemos de nuevo nuestra lista de buenos propósitos, los cuales, seguramente, se quedarán en eso: en propósitos que volveremos a retomar el 1 de enero del año siguiente para volver a aparcar aproximadamente a mediados de febrero. Y así, en un bucle de buenas costumbres y buenos propósitos aplazados hasta el infinito.

-Los fascículos y coleccionables de gilipolleces.
Ayyyyyyy, el maravilloso mundo de las colecciones...  ¡Hay tanto donde elegir! Las casitas de muñecas. La maqueta del Titanic: "Primera entrega: el ancla y el timón" (Tiempo estimado para montarte el barquito entero: 200 años). Trenes de colección. Aviones de la Segunda Guerra Mundial. Soldaditos de plomo. El Ferrari de Fernando Alonso. Cajitas de porcelana. Abanicos de grandes diseñadores. La revista "Jara y sedal". La enciclopedia Espasa. Las razas de perros/gatos/pájaros/peces/reptiles y demás bichos. Mariquita Pérez (que a mí siempre me ha dado mucho yuyu). Los cuentos de Teo. Hello Kitty, Pocoyó, Tarta de Fresa, Dora la Exploradora y demás amigachos. Érase una vez... La vida, El cuerpo humano, la Historia, los Inventores, etc. (Inciso: ¿os acordáis de que, daba igual que fueran virus, bacterias o los villanos de la Historia, que siempre, siempre, siempre, tenían la misma cara? Estaba el enano pelirrojo narizón y el gordo moreno tonto. xD)
¿Qué más? Las piedras preciosas y sus propiedades. El curso de pintura. El de cupcakes. El de punto de cruz. El de informática y programación para Dummies. Y, cómo no, los idiomas...
English/Français/Deutsch/Italiano/Português... 
¿Os imagináis cómo puede quedar eso en un currículum? Nivel de inglés: 8 fascículos del curso BBC English de Planeta Agostini.
Ehmmmmmm. Mejor no lo pongas.

En fin, mis queridos gatitos... Que septiembre ya está aquí, con todas las letras, y con esas cosas típicas que siempre lo acompañan.
Y ahora me voy, que tengo que matricularme en el gimnasio, sacar la ropa de otoño, poner gasolina, comprarme una chaqueta en el Otoño delcortinglés... ¡Ah! Y reservar mi coleccionable de bolsos de macramé.
¡Feliz reentreé! ;D


11 comentarios:

  1. Ufff lo de la ropa a mi me da una pereza tremenda!! Ademas me independicé en junio y la ropa de invierno sigue en casa de mis padres... no quiero ni pensar cuando llegue el momento del cambio!!
    Animo a todos con este nuevo mes!

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  2. Pues a mí me encanta septiembre. Será que nno tengo que hacer el cambio de armarios, jijiji ;)

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  3. Me ha matao' lo de la terreta y los cambios de ropa. Si es que sí, somos así que anem a fer. Menos yo, que soy así pero al revés. Soy de las de bota alta en octubre y sandalia en abril, jajaja.

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  4. Me salto lo de la bajada de temperatura y todo eso que aquí en Galicia todo el año es invierno. Biquiños!

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  5. Yo no sé si llevo todo el año de vacaciones o todo lo contrario, volví al trabajo (al blog) en pleno agosto después de un año. Me siento más como lo segundo, a seguir dándole duro, los que vuelven ahora de las vacaciones nos necesitan a los que ya llevamos activos un mes jajaja.

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  6. A mí me encanta Septiembre. Soy una persona excesivamente rutinaria, y el verano (o las vacaciones de los niños, mejor dicho) me descolocan. Ahora, empiezo mi vida "normal" que es lo que a mí me gusta... yuuupiiii!!!

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  7. Jajaja. Buenísimo!!! Qué perecita me está dando lo de cambiar la ropa de invierno por la de verano... Los coleccionables son infaltables, a ver con qué nueva joya nos sorprenden este año. Menos mal que, al menos, ya llevo currando todo agosto y tengo olvidadas las vacaciones, así que de estrés postvacacional, nada de nada. Besotes!!!

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  8. No te preocupes por el tipo impositivo de la vaselina, dentro de poco lo repartirán gratis como medida de supervivencia...
    Besos.

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  9. Yo como no saco ni meto ropa de ningún sitio...y ché para el carro que no no vivo en el caribe, vivo en el norte de españa y hay diferencia de unas estaciones a otras pero me da que no tengo tanta ropa como la mayoría de la mujeres, como mucho guardo los jerseys gordos esos que te caben solo 3 en una balda. El IVA me parece una excelente idea, puede que acabemos todos muertos de hambre y cuando los señoritos no tengan a sus vasallos dando dinero...quizá ahí haran lo que deben hacer...suicidarse!

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  10. Si que necesitamos un buen bote de vaselina si.....

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  11. JAJAJAJA me he partido el eje leyendo este post... todo es veridico cien por cien! sobre todo lo de las colecciones... XDDD y lo del corte ingles es ya la repera

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