26 de julio de 2010

Lunes raro

Sí. Hoy es un lunes raro. Ayer estaba allí, en Turquía. Hoy estoy aquí, en Valencia.

He estado fuera sólo una semana, pero no sé, tengo la sensación de haber estado meses y meses lejos, desconectada de todo. Es como si hubieran pasado muchas cosas en el mundo... mientras que allí, el tiempo parecía estar detenido.

Y hoy tengo una sensación extraña. Tan rara como el día. Una mezcla de resaca, cansancio, tristeza, melancolía... Sentimientos típicos de la vuelta a la rutina. De la reentré, ¿no?

Sí, pero lo curioso es que esta sensación no parece añoranza de Turquía. De hecho, el viaje no ha salido como yo esperaba. Quizá ahí está la clave de mi estado de ánimo de hoy.

Cuidado: no digo con esto que me haya decepcionado o que no me haya gustado: Estambul es una verdadera preciosidad; una ciudad muy cosmopolita, llena de contrastes y encantos; y Capadocia es realmente espectacular, con esos paisajes tan peculiares, esculpidos a medias entre la naturaleza y la acción del hombre.

Turquía me ha gustado, pero NO me ha enamorado. Me ha sorprendido, pero NO me ha fascinado. No sé cómo explicarlo.
Quizá esperaba otra cosa. Tal vez, mis expectativas previas no se han correspondido con la realidad. Si hoy me preguntaseis qué tal el viaje, os respondería: Bien. Bonito. Exótico. 

Pero no os diría: Me ha encantado, volvería mañana mismo, me quedaría a vivir allí, etc...

Yo soy una persona bastante vehemente y efusiva. Se me nota a la legua si algo me gusta o no. Cuando algo me GUSTA, no reparo en elogios. Y al revés.
Y con Turquía, veo que no tengo muchos calificativos. No sabría explicar qué me ha parecido en general. Por eso, siento que no me ha conquistado.
De hecho, Santa Sofía, que era lo que más ganas tenía de ver, (llevaba años deseando visitarla) me ha decepcionado un poco.

Además, tengo la sensación de que me han faltado un montón de cosas por ver. Pero bueno, tres días no dan para más. Es lo que hay. Milagros no se pueden hacer.
Me llevo un recuerdo bonito de Turquía, pero a diferencia de otros viajes que he hecho, en este caso no he dicho: "Tengo que volver porque me ha fascinado".

Eso sí, debo decir que los turcos son gente encantadora, muy hospitalaria con los turistas, y eso siempre se agradece. Son gente realmente agradable.

Y bueno, hoy estoy aquí. De vuelta. En mi último lunes de vacaciones. De bajón.

El día de hoy lo estoy dedicando a: limpiar y ordenar la casa, poner lavadoras, planchar, hacer la compra, recoger el coche del taller, pasar las 700 y pico fotos de la cámara al ordenador, comer cosas "normales" después de 7 días comiendo kebabs y salsa de yogur, ponerme al día en Blogger... En definitiva: volver poco a poco a la normalidad.

Por cierto, que fue volver del viaje y enterarme de que un compañero de trabajo había fallecido. Una noticia muy triste, que sin duda, también influye en mi estado anímico de hoy, pues era un compañero con el que tenía bastante confianza y con el que me reía mucho.
Pero lo peor es que no es la primera vez que me pasa esto. Volver de un viaje y enterarme de una noticia así.

El año pasado, fuimos de viaje a Roma, también por estas fechas. (Ese viaje sí que me encantó, aunque no era la primera vez que visitaba la capital italiana, pero sí en pareja).

Bueno, el caso es que al volver, me enteré de que una amiga estaba ingresada muy grave con gripe A. Estuvo varias semanas luchando por vivir, pero desgraciadamente, no puedo superarlo, y falleció un mes después. Ella fue una de las víctimas de esa terrible pandemia.

La verdad es que fue un palo muy grande. Todos los amigos pensábamos que se salvaría, pero no fue así. Todavía hoy, casi un año después, me cuesta creer que ya no esté. Y la echo de menos.

El año pasado mi amiga, este año el compañero de trabajo... No sé, no soy supersticiosa, pero empiezo a preocuparme: viaje veraniego que hago, noticia luctuosa que recibo.
Espero que el año que viene se acabe la racha.

En fin. Lo dicho. Que hoy es un día raro, en el que tengo una mezcla de sentimientos y sensaciones que no sabría explicar.
Pero sobre todo me siento triste, melancólica, apagada...

Escribiendo en el ordenador, mientras J.J. ve la tele, y Kiko (nuestro hámster), duerme en su jaula, yo recuerdo la impresionante puesta de sol sobre Estambul, que vi hace unos días desde la Torre de Gálata. Las cúpulas y los minaretes de las mezquitas se tiñen de violeta, mientras el Cuerno de Oro refulge con los últimos rayos de sol.
Y entonces, no me queda más remedio que reconocer que sí, que algo de morriña de Estambul, sí que tengo.






6 comentarios:

  1. Sentimientos y sensaciones que se contrarrestan, solapan y mezclan. Que sea leve y ánimos!!

    Besos.

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  2. Acabas de llegar...deja reposar el viaje como los buenos vinos...creo que con el paso del tiempo te darás cuenta de la fascinación que ejerce el recuerdo de Estambul...hace ya 8 años que estuve allí y no puedo evitar que los pelos se me pongan de picos pardos cada vez que lo recuerdo...en fins....

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  3. Gata, es normal, que a la vuelta te encuentres con esos sentimientos encontrados, volver a la rutina, te topas con una mala noticia, no has visto cubiertas tus exèctativas en el viaje (respecto a la ciudad, porque seguro en lo demas ha estado genial) y todo eso junto necesita de un tiempo para digerirse

    Y queramos o no volver al trabajo y al dia a dia sea en casa o en la calle, entristece y hasta agobia.

    A lo largo de la semana, estarás mucho mejor.

    Besos, siento lo de tu amiga, debisteis pasarlo fatal.

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  4. Es lo que tiene volver de vacaciones, y encima "acordarte" que solo te queda una semana. A parte pues que decirte, no todos los lugares a los que vamos de vacaciones no dejan ese sabor de boca de enamoramiento. En fin...tomatelo con calma. Que triste lo de tu compa :(

    Un besito y bienvenida

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  5. JAuroles, Anónimo, Sí es lo que parece y Gata Negra: MUCHAS GRACIAS por vuestros ánimos, de verdad! Leer vuestros comentassrios me ha reconfortado mucho.

    Ayer estaba un de bajón, sobre todo por el choque con la rutina de cada día, y por la noticia del compañero, que me recordó lo de mi amiga... etc etc etc. Pero hoy estoy mucho mejor, y ya con las pilas recargadas para volver al trabajo el lunes.
    Además, no tengo motivos para estar triste, que soy muy afortunada.

    Un beso a los 4 y muchas gracias de nuevo! ;)

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  6. La dura vuelta a la realidad...es lo peor!

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