1 de agosto de 2012

...Y llegó agosto



¡Ya estamos en agosto! El mes vacacional por excelencia para la mayoría de españoles. El mes que casi todos esperan con ansia viva para irse de vacaciones, desconectar y huir de la ciudad, de la rutina, del día a día... El mes chachi para los veraneantes.
Pero para los que nos quedamos y nos toca trabajar, agosto es un fucking erial.
Un mes odioso y tedioso a partes iguales.

Agosto es el Día de la Marmota multiplicado por 31.
Un mes que se atasca, que no pasa, que no fluye.

Agosto es el mes de la gran evasión. Las avenidas desiertas, los carteles de CERRADO POR VACACIONES en muchos negocios, y el silencio apenas roto por las chicharras nerviosas o el motor de los aires acondicionados tirando calor -más todavía- al ambiente.

Agosto es el mes de las playas abarrotadas de guiris y turistas, con miles de sombrillas de colores, que vistas por la tele en plano general parecen miles de confettis.
Y tú ves esa imagen y no puedes evitar sentir morriña de tus vacaciones ya finiquitadas, y odiar bastante a todos esos que ahora se tuestan cual gambas bajo el sol del Mediterráneo.
Intentas racionalizarlo: Es ley de vida. Ahora les toca a ellos, tú ya disfrutaste de tus vacaciones.
Pero esa estampa típicamente veraniega te jode igual:


Agosto es el mes de las grandes operaciones salida-retorno, de las temperaturas que se disparan, de las fiestas en los pueblos con abuelos bailando pasodobles en la verbena, mientras los jóvenes se aburren como ostras con "esa música de viejos" y esperan que suene el himno de la Eurocopa de Bisbal, el Waka-Waka de Shakira, la nueva de Pitbull o la última horterada musical del verano para lanzarse a la pista.

Agosto es el mes de las ciudades vacías y solitarias, de los transeúntes languideciendo a más de 30 ºC, del asfalto hirviendo bajo el sol de San Lorenzo.
De los perros con la lengua fuera. De los gatos adormilados bajo los coches. De los gitanicos bañándose en las fuentes públicas.


Agosto es el mes de la ola de calor (sí, ya ha habido otras a lo largo del verano, pero la de agosto es la definitiva, la más apocalíptica, la que más le gusta anunciar a Pedro Piqueras); ola de un calor apabullante y persistente que no da tregua.

De las noches de bascorra que se eternizan, de los días sofocantes que no transcurren, de las horas sin fin.
De la gota de sudor en la frente. De los rodales sobaqueros en las camisas. De las irritaciones en la entrepierna.
De sudar, ducharte y vuelta a sudar en un bucle infinito. Hasta que al final aceptas que has perdido la batalla y te rindes. Al fin y al cabo, todos vamos sudados, qué más da. La dignidad ya está perdida.


Si trabajas o por la razón que sea te toca quedarte en la ciudad en el mes infernal, sólo te queda refugiarte en algún centro comercial y disfrutar de su aire acondicionado, mientras echas un vistazo a las segundas, terceras o enésimas rebajas. 
Todo está tirado de precio. 
Todo es horrible o de tallas imposibles. Talla carpa del Cirque du Soleil o talla hambruna en Somalia.
Todo lo que valía la pena ya se lo han llevado.
Te vas sin comprar nada, pero fresquita.


Otra opción para escapar del calor es ir al cine, si te lo puedes permitir. O subir en los autobuses de la EMT, si tienes bono transporte. (En este último caso, puede que acabes pillando una pulmonía, así que lo desaconsejo).

Por si todo esto fuera poco, agosto dura 31 días. No 28 o 30, que ya estaría bien. No: 31 días con sus 24 horas de calor casi permanente. 
31 días que parecen 48. 
No sé a quien se le ocurrió dividir así los meses del calendario gregoriano, y darle precisamente a agosto la máxima duración posible, con dos cojones.
Pero desde luego, fuera quien fuera, debía de tener muy mala idea. Ya podía haberlo dejado en 20 días, ya. Y aún sobrarían.

En agosto cierra todo. En agosto no hay nadie. Agosto es el mes inhábil. Es el mes tonto. El "raro". 
La gran ciudad en agosto es un cementerio. 
No hay escapatoria. Sólo dejar el tiempo pasar.

Este año, con eso de las Olimpiadas, había un "pequeño aliciente". Algo distinto, novedoso e interesante. El acontecimiento deportivo por antonomasia.
Y sobre todo mola porque es una vez cada cuatro años.
Pero con el papelón que están haciendo nuestros deportistas, la expectación y el interés se van difuminando con el paso de los días. 
Por cierto: ¿Qué les está pasando a los españoles? ¡Quinto día de competición y ni una triste medalla! 
Yo creo que es el "choni-chándal" ése que llevan, que los ha gafado...

DANGER!!!! Peligro de daño severo e irreparable para las retinas...

.
.
.
.
.
.
"Gracias", Rusia, por diseñarnos este horror máximo. Un besi.

En este contexto, muchos agradecerán que la Liga de fútbol empiece este año el día 18 de agosto, más pronto de lo habitual. Porque la Vuelta a España es un coñazo, no me digáis que no.
El Tour tiene un pase, pero la Vuelta... ¡Ofú! ¿Alguno de vosotros aguanta un etapa entera sin quedarse KO?

En fin, lo único bueno de trabajar o quedarte en la ciudad durante este mes es lo pronto que aparcas y que no te encuentras apenas tráfico ni aglomeraciones en ningún sitio.
Lo malo... es todo lo demás. Todo. 

Creo que el año que viene, si puedo, me voy a coger agosto de vacaciones.
Al final, vale la pena esperar. 
Porque ahora, una vez acabadas mis vacaciones, miro desolada la hoja del calendario, veo estos 31 laaaaaargos y tediosos días por delante... Y se me hacen bola.

12 comentarios:

  1. Fíjate si es aburrida la vida donde yo vivo que yo estoy deseando irme a la ciudad, en Agosto y en cualquier mes.
    Besos... y a comerse Agosto sin atragantarse!!

    ResponderEliminar
  2. Pues fíjate... a mí me mola Agosto para quedarme en Madrid. se puede hacer casi todo y sin agobios. no hay tanta gentuza por todas partes. no hay colas, ni atascos. se puede aparcar. se puede entrar en los sitios. no sé, me gusta bastante.
    en fin, llévalo como puedas y trata de sacarle el lado bueno. un beso. y bienvenida de nuevo!

    ResponderEliminar
  3. Discrepo en lo del calor, aquí no sacamos la ropa de invierno del armario, así que estar julio o agosto de vacaciones, qué más da? Biquiños!

    ResponderEliminar
  4. Yo soy de los que se tiene que quedar este agosto en la ciudad por culpa del trabajo... Las sogas también estarán de rebajas? En fin...

    Besos y rebienvenida!

    ResponderEliminar
  5. Yo estoy con Naar. Ahora en agosto siempre pillo gente en el Metro, el Supermercado no está tan lleno y puedo dedicarme a bloguear desde el curro porque hay menos trabajo. Yo sólo le veo ventajas, jajaja.

    Por cierto, si antes dices lo de las medallas. Por fin tenemos!!! Besotes.

    ResponderEliminar
  6. A mí también me gusta Madrid en agosto. Me gustaría irme en septiembre, que todo el mundo vuelve agobiado y tú te vas. Que sí, que te has comido todo agosto sin hacer nada productivo porque todo el mundo está fuera, pero volver de vacaciones y que sea ya otoño y sólo queden tres meses para Navidades... :D

    ResponderEliminar
  7. Bueno, al menos la actualidad informativa está más parada... y los periodistas a los que nos toca pringar estamos un poco más tranquilos. Están a punto de acabarse mis vacas. Me quiero de suicidá.

    ResponderEliminar
  8. En fin, míralo como un comienzo, como que tu vuelves a una ciudad vacía donde se puede disfrutar un poco de la soledad.

    Lo del chándal, sin comentarios.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  9. Por diorrr, me acuesto ahora mismo y no me levanto hasta el 1 de septiembre :SSS
    Si es que por más que lo pienses, agosto no tiene nada bueno. Es un mes que no tiene razón de existir si no dispones de vacaciones.
    Yo este año, melancólica total recordando dónde estaba y qué hacía el año pasado por estas fechas...

    Y a ti te resultan un aliciente las Olimpiadas??? puagggg, para mí son casi tan aburridas y cansinas como el Tour o la Vuelta!!!!

    Ánimo, hija, come helados por lo menos.. que eso siempre anima :P

    MUAKSSS!!!!

    ResponderEliminar
  10. Ahhh, otra cosa: a mí la foto esa primera que has puesto de una playa petada, me da mucha grima, me causa rechazo absoluto, me hace tanta bola casi como agosto sin vacas... la gente cómo es capaz de apelotonarse tanto???? mira, mira... yo voy tempranito y a las 2 horas me vuelvo, cuando llega la marabunta, porque no tolero (qué digo, asesinaría a sangre fría y con ensañamiento, si no estuviera penado) a la gentuza que invade mi espacio vital playero.

    Ains. No puedo.

    ResponderEliminar
  11. Cuando viví en Madrid, agosto era una delicia. Sin apenas tráfico, encontrabas aparcamiento, siempre pedía septiembre de vacaciones y además en agosto trabajaba sólo hasta las 15.00h!! La equipación olímpica..... no más cutre se puede ser. Un saludo.

    ResponderEliminar
  12. Yo estoy estacanda en Londres con sus olimpiadas, no hace calor peor la temepraturas no están mal y el centro ni lo piso xD Ahora, el barrio del lado mio está petadito con su parque olipico y a mi me gustaria estar en la playa de algun lugar xD pero toca currar mientras otros vienen!! ya tendré mis vacaciones después de los paraolimpicos....

    Y he de decir que he visto a pocos con el choni chandal por donde yo trabajo, una me preguntó por direcciones y tuve que contenerme la risa, pobre... xD

    ResponderEliminar

Los comentarios le dan vida a este blog. ¿Me dejas uno? ;)

HELLO!

Todo lo que leerás aquí es contenido propio. Si en algún momento hago referencia a algún escrito ajeno, citaré siempre la autoría.
Las imágenes que aparecen en el blog son tomadas de Internet. No obstante, si consideras que alguna no debería estar aquí, sólo tienes que hacérmelo saber y la retiraré al instante.
No acepto solicitudes de intercambio de enlaces. En mi opinión, enlazar un blog es algo totalmente voluntario y desinteresado. Bienvenid@ y gracias por pasar por aquí. :)