21 de enero de 2012
Corazonadas...
Muchas son las personas que se cruzan en nuestro camino a lo largo de la vida.
Algunas, la mayoría, pasan de puntillas, sin pena ni gloria, apenas tocan nuestro corazón, y un día desaparecen del camino tan silenciosamente como llegaron, sin que apenas nos demos cuenta ni lamentemos excesivamente su marcha.
Tan sólo unas pocas consiguen ser realmente importantes para nosotros, llegar más allá, dejar una huella imborrable en nuestro corazón; un recuerdo que perdurará para siempre, ya sea para bien o para mal.
Algunas de esas personas se quedan con nosotros durante mucho tiempo, incluso para siempre; otras, en cambio, se van dejándonos una terrible sensación de vacío... (O un gran alivio, depende).
Cuando conocemos a alguien, es muy difícil determinar en ese primer encuentro de qué forma y en qué grado esa persona va a influir en nuestra existencia. Si va a ser importante o símplemente una más; si llegará a ser un gran amigo o amiga , un buen compañero, o incluso el amor de nuestra vida. O si, por el contrario, esa persona nos hará tanto daño y será tan negativa que sólo desearemos tenerla muy lejos.
Dicen que, a menudo, la primera impresión es la que cuenta. Aunque yo soy más de las que creen que no se debe juzgar un libro por su cubierta. En mi opinión, antes de extraer conclusiones precipitadas, hace falta un tiempo para conocer bien a la persona en cuestión, compartir vivencias, hablar, debatir, saber cómo reacciona ante determinadas situaciones, cómo se comporta con nosotros en lo bueno y en lo malo, saber cómo piensa, qué siente, qué opina de esto o aquello. Sólo entonces podremos conocerle bien, saber cómo es y estaremos en disposición de entregarle nuestra confianza y hacerle un sitio definitivo en nuestro corazón.
O al revés: desterrarla para siempre de nuestra vida.
Porque, ¿quién nos iba a decir que ese chico o esa chica a priori tan tímid@ y poco interesante, que incluso nos pareció insoportable en un principio, se convertiría en nuestr@ mejor amig@ y mayor confidente? ¿Cómo íbamos a imaginar que nos acabaríamos enamorando locamente de aquel chico o aquella chica que apenas llamó nuestra atención en un primer encuentro? ¿Cómo adivinar entonces que esa persona que tan bien nos caía, que nos dio tan buenas vibraciones, nos iba a traicionar de esa forma?
Es habitual que, una vez pasado el tiempo, nos sorprendamos al ver cómo han cambiado las cosas, cómo evolucionan los sentimientos y los gustos, y cuán equivocados estábamos.
Sin embargo, existen también las corazonadas... Y todos las hemos tenido en alguna ocasión. No me preguntéis cómo o por qué ocurre; pero a veces, al conocer por primera vez a alguien sentimos "algo", un pálpito, una intuición, una llamada de atención del subconsciente, que nos dice que esa persona es especial, que va a ser muy importante para nosotros, y una fuerza invisible nos empuja hacia ella con una atracción que no podemos reprimir por mucho que queramos.
Otras veces, ocurre justo al revés: una señal de peligro aparece en nuestra mente, como un mecanismo de defensa que nos advierte de que esa persona no nos va a traer nada bueno, que sólo nos va a acarrear problemas o sufrimiento, y que lo mejor será que la mantengamos bien alejada de nosotros.
Y las veces en que eso sucede, en uno u otro caso... es poco probable que nos equivoquemos.
Yo, al menos, rara vez me he equivocado cuando he tenido una de esas corazonadas con alguien a quien acababa de conocer.
Me ha pasado unas cuantas veces, tanto en un caso como en el otro.
Una de ellas, la más importante, la que nunca olvidaré, tuvo lugar hace ahora 4 años.
Jamás hubiera imaginado que algo así me fuera a pasar a mí, jamás pensé que yo pudiera vivir algo similar; que mi vida, hasta entonces tranquila y un tanto gris, se iba a ver trastornada por completo a raíz de aquel encuentro.
Y sin embargo, en el primer momento en que nuestras miradas de cruzaron, aquella tarde de diciembre, mientras mi corazón se aceleraba como nunca antes y todo a mi alrededor desaparecía excepto tú, en ese mismo instante, supe que tú eras la persona que había estado esperando tanto tiempo y que habías venido a sacarme de la nada anodina en la que vivía cómodamente instalada.
Me pareciste la encarnación de un sueño lejano.
Y entendí que ya nada sería igual a partir de aquel día.
Ya no podría escapar de aquella fuerza invisible que me empujaba a buscarte aun a riesgo de equivocarme y hacer daño a otros, o incluso a mí misma.
Nada podía hacer.
Esta vez, el corazón ganaría la partida a la razón, y de nada serviría resistirse o buscar un lugar donde esconderse.
Aquella tarde de invierno, alguien a mi lado me hablaba sin parar, pero yo no podía escucharle, porque sólo te veía a ti. Y, al mirarte, supe que aquel encuentro estaba escrito en alguna parte, y que al fin, la vida había unido nuestros caminos.
Estaba casi segura de todo lo que iba a pasar a continuación, como si lo hubiera visto ya en alguna parte, como si lo hubiera soñado antes.
Y deseaba que nos pasara, aun sabiendo que podría salir mal.
No sabes cómo te echaba ya de menos, no imaginas cómo te deseaba, cuánto te quería, sin conocerte siquiera...
Maullando sobre...
cosas inexplicables,
Él,
love is in the air,
Yo misma
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Ains, qué romántico. Yo es que tengo muy mal ojo para la gente... El que me resulta muy majo/a al principio termina siempre un cabrón/a o decepcionándome profundamente. Y, cuando alguien me da mala espina al principio, al final resulta que era buena persona. Así me va!!!
ResponderEliminarSí, Cris. Ya digo al principio que lo habitual es no saber cómo va a resultar esa persona con el paso del tiempo. La gente cambia, y quien al principio nos caía como una patada luego puede convertirse en nuestro mejor amigo, y al revés. Ahí está la gracia.
EliminarPero... Hay veces, pocas, en las que se tiene una corazonada muy fuerte con una persona, y la sigues y resulta que no ibas mal encaminada.
Ya te digo, a mí me ha pasado, pero en muy contadas ocasiones. Y la más sonada, por lo mucho que arriesgué al seguirla fue ésa que cuento. ;)
Besos!
Juraría que entre esta entrada y la de los Globos de oro vi otra en mi blogroll que no me había dado tiempo a leer? O lo he soñado??
ResponderEliminarJajaajja! No, no lo has soñado! La entrada que viste en tu blogroll era ésta misma... Bueno, en realidad fue un conato de esta entrada. xD
EliminarA ver, la escribí por primera vez el jueves por la noche, le di a publicar, pero no sé si Blogger se rayó o qué, el caso es que yo la tenía publicada en mi blog pero no aparecía en los feeds ni en los blogrolls. Aparecía como última entrada la de los Globos de Oro. Muy raro todo.
El caso es que intentando arreglarlo, no sé qué hice, que se me borró ENTERA! Y lo peor es que ahora sí aparecía en los feeds y en vuestros blogrolls. Pero claro, al pinchar en el enlace, te salía un mensaje de Bloggermdemque la página no existía, claro. Eso fue lo que tú verías.
Así que anoche me puse a reescribirla rezándole a todos los santos por que esta vez sí se publicara bien.
Y así fue, menos mal!
Chica, misterios de Blogger, que es así de cachondo.
Resumiendo: que no te has perdido nada...
¡¡Y todo porque el muchacho le fue a cambiar el e-reader!! Vamos, vamos, vamos... y fue "de trinqui", que aún no sé lo que es, pero que fue, fue de fijo.
ResponderEliminarYa, a mí también me salió el título de la entrada en reader, pero no había texto, por eso he estado pensando que seguía siendo la misma...
Un besazo y que os dure, como dices tú, forever and ever.
PD. Lo que no me mola nada es el interlineado nulo de los comentarios que hay ahora por todas partes.
Jo, es que tú tienes información privilegiada, nena! Ya no te voy a contar nada más, que luego lo sueltas por aquí... xD
EliminarSí, ojalá nos dure...
Porcier, a mí tampoco me gusta nada el interlineado nulo de los comentarios, no se lee bien! Pensaba que era sólo en mi blog por el tipo de letra pero veo que no, que es algo común.
De todas formas, mola eso de poder responder personalmente a cada comentario.
Besos!!!
Ja, tendrá valor la tía! A mí y a otras 954 personas más... Además, ni que hubiera contado cuál fue el desenlace final de "el mueble"!! ;P
EliminarNo, pues he intentado cambiar el diseño de los comentarios, pero no deja... Pero creo que tendrán que modificarlo, porque hay cosas que resultan inútiles tal cual las han dejado ahora. O eso espero...
Muaks
Pues para tu información, te diré que vendimos (bueno, casi regalamos) "el mueble" a principios de mes. Se lo levó una pareja de una población cercana. Lo dejamos tan barato que ahora sí, empezó a acosarme a llamadas gente interesada. Pero se lo llevaron estos que fueron los primeros en llamarme. Así que, hala, un trasto menos y 125 euros más. :)
EliminarEl nuevo diseño de los comentarios yo también creo y espero que lo modificarán.
Besos!
Tranquila! esas cosas pasan. Yo siempre ando apretando el boton equivocado!
ResponderEliminarAqui voy de nuevo jeje...
Gata me has puesto a pensar en todos mis encuentros con personas que de alguna manera u otra llegaron a ser muy importantes en mi vida. Como dices tu, a veces no nos damos cuenta del impacto que esas personas van a tener en nuestra vida. De la misma manera me pongo a ver como aquellas personas a las que hemos influenciado (tanto positiva como negativamente), nos vieron en su momento. Si quizas ellos tambien sintieron una corazonada.
Y en cuanto a las almas gemelas (frase que usaré a lo x ya que mi idea de almas gemelas no es nada romantica jaja). Bueno...digamos que ya me diste una idea para escribir una entrada!
Saludos
Muchas gracias, Cassiopeia!! Ains, pues ya es la segunda vez que me pasa eso de eliminar un comentario sin querer. Tendré que ir con más cuidado, porque da una rabia...
ResponderEliminarSí, yo a veces también pienso mucho en eso, en la gente que sin darnos cuanta se convierte en decisiva en nuestras vidas, sin nosotros haberlo imaginado. Decisiva para bien... o para mal.
Y sobre las almas gemelas, pues yo también era muy escéptica, pero creo que se dan casos. Pocos, pero existen.
Bueno, ya tienes tema para una futura entrada, no?
Besos!
Qué bonito, Gata. Me alergra que te ocurriera, te lo mereces. Besotes.
ResponderEliminarGracias, Amaranta... Fue una auténtica suerte que ocurriera. No es algo que pase todos los días.
EliminarBesos!
Es cierto que nunca podemos saber que nos deparara nuestra nueva relacion con una persona a la que acabamos de conocer. Es imposible saberlo, y aunque sea inevitable hacerse un aprimera impresion, esa opinion puede ir evolucionado poco a poco hasta cambiar por completo. Muchas cosas pueden pasar cuando le abrimos la puerta a alguin, ya sea para recibirle o para permitirl que salga de nuestras vidas. Hay que dejar que todo fluya, incluso la gente con que nos encontramos en el camino. Tu tienes suerte de que uno de esos encuentros te brindara algo asi.
ResponderEliminarSí, como ya decía, fue una veradera suerte, casi una lotería, porque no es algo que suceda a menudo. De todas formas, el éxito de una relación no es sólo cosa de un flechazo inicial. Y ya ves, por mis últims posts que nuestra relación tampoco ha sido siempre una camino de rosas, que hemos vivido momentos difíciles, en los que hemos tenido que hablar, ser sinceros y apoyarnos mutuamente. Uuna relación es algo que hay que construir cada día más allá de flechazos puntuales.
EliminarPero creo que al final, ha valido la pena.
Besos!
Y yo que ya pensaba que eso de los flechazos no existía...
ResponderEliminar(hija, qué suerteeeee)
Muaks!
Sí, Aliena, los flechazos existen, de verdad... Pero un flechazo no garantiza por sí mismo el éxito en la relación. Eso es algo que hay que construir cada día.
EliminarPorque el flechazo es algo puntual que acaba pasando, luego hay que convivir cada día con esa persona, y seguir queriéndola con sus virtudes y sus defectos, que también los tiene, aunque en aquel primer momento no los viste. ;)
Besos!