No tiene precio

Decía Machado que "Todo necio confunde valor y precio". Esta frase me ha hecho recordar también aquel famoso anuncio de una tarjeta de crédito, que decía  "Las cosas importantes no tienen precio, para todo lo demás...", en fin, ya sabéis...

¡Y  es cierto! Es curioso (y gratificante) que, en un mundo capitalista como el nuestro, totalmente dominado por el dinero,  lo más importante, lo que más vale sea, precisamente, lo que no se puede comprar ni pagar con el vil metal.

Por ejemplo:

-Con dinero, se puede obtener sexo, pero no se puede comprar el amor verdadero.

-Con dinero, podemos atraer personas hacia nosotros, pero un amigo no se compra.

-Se pueden comprar medicinas, pero no salud.

-Se pueden pagar másters, cursos y títulos, pero el talento y la inteligencia no se compran con dinero.

-Podemos comprar libros, pero no sabiduría.

-Se puede comprar ropa cara, pero el estilo y la elegancia son innatos.

-Podemos comprar maquillajes y pagar caros tratamientos de belleza, e incluso operaciones de estética, pero no se puede comprar la auténtica belleza, que es la que sale del interior.

-Podemos comprar cremas antiedad, pero no se puede comprar la eterna juventud.

-Se pueden comprar antidepresivos, drogas, diversión... Pero no se puede comprar la felicidad.

Así que, en estos tiempos de crisis en que tanto se habla de dinero (más bien de que no hay dinero), al menos, recordemos que lo más bonito, lo más valioso que hay en la vida, no se paga ni en efectivo, ni con tarjeta.

¡Feliz fin de semana!