Vaya, un poco más y llego tarde al "típico post de fin de año". Pero no; aquí estoy dispuesta a decirle ADIÓS, GOOD BYE, AU REVOIR, ARRIVEDERCI, etc... al 2012.
Ya, ya sé que no soy nada original. Miro en mi lista de blogs y compruebo que todos habéis publicado ya el vuestro.
En fin... Que el 2012 ya agoniza. Se acaba... por fin, ¡JODER YA!
Sí, tengo ganas de despedirlo ya definitivamente. Pero unas ganas locas, oye.
No es que haya sido un pésimo año; pero vaya, que no. Que no me ha gustado.
Me ha dejado con una sensación extraña. Como cuando acabas un libro o una peli y no entiendes el final, o no es lo que tú esperabas. Y te quedas así, chafado.
El 2012, en general, ha sido un año raro, tedioso y poco productivo. Jo, ¡si hasta los mayas pronosticaron que el mundo se acababa en este año! Menos mal que se equivocaron en sus predicciones...
Para mí, el 2012 ha sido un año de espera. A ver qué pasa, a ver qué pasa... Y mira, de tanto esperar, al final, se ha acabado y seguimos igual. Sigo igual.
Con mil cosas todavía por hacer. Con casi nada resuelto. En la misma disyuntiva. Aunque bueno, eso tampoco tiene por qué ser malo... Quizá es que yo soy un poco ansiosa.
Vale, posiblemente en temas laborales no me pueda quejar, pues todo el tedioso y horrible tema del ERE se resolvió, por fin, a punto de acabar el año. Pero se resolvió, y de forma favorable para mí. Es cierto.
Y también es cierto que el año ha tenido sus cosas buenas.
Obviamente. Y tenemos salud. Que ya es.
¿Entonces? Pues no sé. No sé explicarlo, pero este 2012 no me ha convencido.
Creo que esperaba demasiado de él. Y de alguna forma, me ha dejado a medias.
No quisiera hacer un exhaustivo balance del año... Sería demasiado largo y aburrido. Y seguro que tenéis cosas más interesantes que hacer que leerme.
Pero bueno, básicamente, empecé el año tristona y despagada porque mis amigas de siempre no habían contado conmigo para Nochevieja.
Y este año,... se repite la historia.
Pero no voy a dejar que me afecte. Es más, ya tengo planes con unos amigos de mi novio. Ya está. Saldremos a cenar, brindaremos, nos lo pasaremos bien. Seguro.
Con mis amigas veo que ya nada va a ser igual. Cada vez estamos más lejos, y no sólo físicamente, sino más bien de mentalidad y de "momento vital".
Mi mejor amiga, con un niño de 2 años y medio y otro en camino.
Otra, en Madrid y a su bola. Cada vez más reservada. Cada vez sé menos de su vida.
Y otra se pasa la vida de fiesta.
Y yo, como que no. Ni casada y con hijos ni de fiesta loca cada noche.
Vamos, que van de un extremo al otro. Y creo que eso nos ha distanciado.
Por contra, y esto es bueno, me he acercado a otras personas. Incluso me he reencontrado con gente de mi pasado que me está aportando cosas muy buenas. Es lo que tiene Facebook. Y este verano conocí a una persona del 2.0 que también se ha convertido en alguien muy importante. Ella ya lo sabe. ;)
Una amiga que siempre ha estado ahí, en los buenos y en los no tan buenos momentos.
Ha habido también gente que me ha decepcionado. Mucho. Hasta lo más profundo del alma, porque no me lo esperaba de ellos.
Otros, en cambio, me han emocionado y me han demostrado una lealtad y una amistad a prueba de bombas. A pesar de las diferencias, de la distancia o de cualquier otro obstáculo.
Este 2012, si algo ha tenido de bueno, es que me ha quitado la venda de lo ojos. ¡Ha sido tan abruptamente sincero, tan claro...! Que a veces, sus enseñanzas me han hecho daño.
Me ha abierto los ojos de golpe y si avisar, y muchas veces me ha cegado. Como cuando de estar a oscuras, pasas a miras a una luz intensa.
Este año me ha hecho descubrir quién soy, saber lo que quiero y conocer mejor a la gente. Saber que no todos los que parecen amigos lo son. Y al revés.
Que hay gente en la que no puedes confiar, y a la que no le puedes pedir determinadas cosas porque es como pedirle peras al olmo. Que están ahí para ti sólo hasta un punto. Pero no más. Asi que es una pérdida de tiempo esperar que te apoyen en determinados momentos y situaciones. Y quizá tampoco se les deba exigir nada.
Y al revés: hay gente que te da todo si esperar nada a cambio, que sabe escuchar, que ya es, si no puede hacer nada más por ayudarte; que tiene la palabra justa en el momento exacto, que tiene la capacidad para alegrarte el día con un vídeo gracioso, una canción, un tweet, un e-mail, o un simple "OLA KE ASE"...
Pero no me quiero poner melodramática, aunque a mi el fin de año siempre me pone nostálgica, y no entiendo por qué, cuando estoy deseando finiquitar este 2012. Será porque en días como hoy me doy cuenta de cómo el tiempo vuela, que ya ha pasado un año más, que el pasado ya no vuelve, etc, etc...
Aunque, ¿quién quiere que vuelva el pasado? Que no, que no... El pasado está bien ahí, donde se quedó. Hay que pensar en el presente y en el futuro.
Tampoco quiero que penséis que este post es un reproche a la gente que no me ha respondido como yo esperaba mientras yo me ensalzo como una tía súper guay que siempre está disponible para los demás. Porque soy consciente de que yo también puedo haber decepcionado a otros sin dame cuenta.
De verdad, no culpo a los que no han sabido, no ha podido o no ha querido estar a mi lado. La gente vive su vida, se preocupa de lo suyo, lo primero de todo, y no siempre es lo suficientemente sensible para ver que el vecino lo está pasando mal. Y yo no me excluyo de ese "pack", ¿eh? Por eso mismo, esto no es un reproche. Simplemente, he aprendido a no pedir ni esperar nada de quien no sea mi más cercana familia y mi pareja.
Y eso es lo que quiero destacar del 2012. Que me ha enseñado a no esperar de determinadas personas. Y, que si quiero estar bien, tengo que empezar por mí.
Y si luego otros te ayudan o intentan que estés mejor, pues mira: eso que te llevas.
Sí, es algo tan simple y tan de cajón que no sé cómo no lo tuve presente desde el principio. Pero ya veis, siempre he sido una romántica. Y he tenido que llevarme algún que otro revés emocional, alguna decepción que otra, para asumirlo y darme cuenta de que ésa es la tónica general.
¿Es triste? Bueno, cuando lo aprendes y lo aceptas, deja de serlo. El problema es que no lo asumas y te pases la vida esperando que los demás tengan el gesto que tú quieres o necesitas. Y si ese gesto no llega, te hundes.
Al final, la única persona que va a estar con cada uno de nosotros durante toda la vida, somos nosotros mismos. Por eso, al final, sólo nos tenemos a nosotros y nuestro propio bienestar y felicidad deben partir de nosotros.
Sí, una lección tan simple a mi me ha costado aprenderla 31 años. Pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no?
En fin, que este largo 2012 ha tenido un poco de todo. Ha sido bastante agridulce, aunque debo reconocer que, para mí, se va con un poso más dulce que amargo. Las cosas como son.
Y realmente, ¿qué año no es un poco agridulce? Son muchos días como para que no haya un poco de todo. Aunque es verdad que hay años maravillosos y otros horribles.
No ha sido el caso de éste 2012. Ya digo: ha sido un año raro, como de transición. De muchos cabos sueltos y muchos proyectos todavía por cumplir.
Así que nada, toca ya decirle adiós, intentar quedarse con lo bueno y olvidar lo malo.
Y ahora, a poner todas las esperanzas en este 2013. Un número que no gusta demasiado a los supersticiosos. Pero yo no lo soy. Y el 13 siempre me ha traído buena suerte.
Así que espero que este año me traiga, nos traiga, cosas buenas. Confío en ello.
O, al menos, como dice el dicho: "Virgencita, que me quede como estoy".
Al 2013 le pido salud, eso lo primero. Y amor. Mucho amor. Sobre todo, para quien más lo necesita. Para los que están solos. Para los que no tienen a nadie. Para los que han perdido a un ser querido.
Y trabajo para los que están viviendo cada día con el drama del paro.
Y que no haya ni un desahucio más. Ni un sólo niño sin juguetes y sin sonrisa esta Navidad.
Ah, y para los responsables de la situación tan pésima que atravesamos en temas económicos y sociales, los que con sus robos, sus mentiras y sus estafas están contribuyendo a tanta pobreza, a tanta precariedad, a tanta infelicidad y a tanto drama social y humano, sólo les deseo que lo paguen con creces. Que se vean de la noche a la mañana sin sus riquezas conseguidas de forma sospechosa. Y teniendo que buscar un trabajo que no llega. Que sepan lo que es comer "pan duro".
Y a todos vosotros, queridos gatitos de este tejado.... (¡¡¡que ya somos casi 200, gracias!!), os deseo lo mejor en este año nuevo que empieza. Que se os cumplan todos vuestros deseos. :)
¡¡¡¡¡FELIZ 2013!!!!!
Feliz Año Nuevo, Gata. Mis mejores deseos para el futuro.
ResponderEliminarUn beso.
Pues cosas muy importantes has aprendido este año... Feliz 2013!
ResponderEliminarFeliz 2013, que sea mejor que el 2012 para que tu post dentro de 365 días sea todo positivo. :-)
ResponderEliminarFeliz Año nuevo también para ti. He leído y hablado ya con varias personas del 2012 y para casi todos ha sido un año raro, algo que me parece muy curioso. En mi caso también ha sido así, aunque no ha estado mal no me ha terminado de convencer.
ResponderEliminarPero bueno aunque haya sido un año de cambios y decepciones siempre está bien darse cuenta de ciertas cosas y aprender quién merece la pena y quién no, aunque nos gustaría que fuese de otra manera...
Te deseo un nuevo año estupendo!
Un abrazo
Jo, si lo llego a saber me apunto a tus planes de Nochevieja... que yo me quedo en casa!!
ResponderEliminarSé feliz este año nena, que te lo mereces!
Besotes!
Pues ya se marchó 2012 y llegó 2013... Me veo reflejado en unas cuantas cosas de tu resumen, ¿sabes...? Pero que lo malo se vaya quedando en el pasado, que ahora toca pensar en que el año nuevo nos va a traer muchos momentos felices. Que ya va tocando, ¿no...? ¡Feliz 2013!
ResponderEliminarMuy feliz año nuevo!! siempre en estas fechas a uno le da por hacer balance y siempre hay cosas buenas y malas... pero lo importante es dejar lo malo atrás, guardar en el corazón lo bueno y seguir adelante.
ResponderEliminarEspero que este 2013 nos traiga muchas cosas buenas, salud sobre todo. el resto ya lo pelearemos.
Un besazo enorme!!
Sois todos unos quejicas, leo vuestros balances y me dan una envidia...
ResponderEliminarY no quería yo hacer el mío para no amargarme ¬¬.
Anda que has aprendido poco tú también :P
Mi 2012 ha sido ni fú ni fa. Con la boca pequeña digo que el 2013 será mejor, no sé, me da a mí porque es impar y porque tengo un pálpito ^_^.
¡¡¡FELIZ 2013, Gata!!!
Muaks!
Me alegro un montón de que se haya resuelto el tema del ERE, guapa. Me tenías preocupadilla con ese tema...
ResponderEliminarUn besote y muy feliz año para ti también. Que el 2013 nos dé todo lo que nos merecemos (y si cae una propinilla, pues mejor). Besotes!!!
Feliz Año!!
ResponderEliminarFeliz año, me alegro de que empieces siguiendo en tu trabajo. Me siento muy identificada en tu reflexión, solo que a mí, en vez de 31 años, me llevó 25 aprenderlo. Biquiños!
ResponderEliminarTotal... todo esto para decir, de alguna manera, OLA KE ASE. O sea... a mí alguien me dice eso y lo mando para tuenti a la voz de ya. ;P
ResponderEliminarCreo que es fácil saber eso que dices que has aprendido, pero lo complicado es tenerlo presente cuando llega el momento. Pienso que saber emplear ese conocimiento es un verdadero triunfo. Así que si tú lo has conseguido, enhorabuena.
Feliz año, petarda... Muaks
Saludos y feliz año también para ti
ResponderEliminarHay lecciones que tardan en aprenderse pero no pasa nada, la cosa es llegar ;) feliz año Gata
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