19 de diciembre de 2012
Los restos del naufragio
Ayer fue el día D.
Sin duda, el más amargo de toda mi trayectoria profesional. Y uno de los peores de mi vida.
Ayer se ejecutó un ERE cruel y atroz que ha afectado a 100 trabajadores de un total de 160.
Durante todo el día de ayer, se fue notificando por e-mail (de la forma más cutre y cobarde posible) a todos y cada uno de los afectados por el ERE, su situación y la fecha de extinción de sus contratos, que en los casos más graves es hoy o mañana.
Ayer fue un día de lágrimas, de mil recuerdos, de emociones, de presentadores con la voz quebrada y sin poder seguir adelante con el programa; de abrazos, de achuchones, de rabia contenida, de despedidas, de profunda tristeza.
Un día de llamadas telefónicas, de whastsapps, de miles de tuits dando ánimos a los que iban anunciando que dejaban la empresa (fuimos Trending Topic nacional).
Ha sido un largo y agónico camino para acabar muriendo en la orilla. Más de un año hemos vivido con esta tortura psicológica los trabajadores de una empresa que hoy ya no es ni la sombra de lo que fue. Una radio desmantelada, esquilmada, desangelada, sin muchos de sus periodistas más emblemáticos, sin algunos de sus mejores profesionales: locutores, guionistas, redactores, productores, técnicos de sonido, técnicos electrónicos, documentalistas, asesores lingüistas, responsables de contenidos web, etc.
Un año muy largo, muy dificil, lleno de incertidumbre desde que se nos comunicó que la empresa, acosada por las deudas, se veía obligada a poner en marcha una reestructuración de la plantilla, un ajuste, un despido colectivo, un expediente de regulación de empleo... Varias acepciones para una misma y terrible realidad: que casi 1.200 personas, entre televisión, radio y servicios administrativos, tengan que pagar con su puesto de trabajo, con su sueldo, con su "pan" y el de su familia, los desmanes de una panda de sinvergüenzas y ladrones que han robado lo que no está escrito, y que además, van a quedar impunes.
Es injusto. Terriblemente injusto. Parece increíble, pero por desgracia, es real.
El proceso se ha eternizado: problemas de fondo y de forma, numerosos estudios de viabilidad encargados a despachos de abogados que se lo han llevado calentito; denuncias colectivas, huelgas, fundidos a negro y manifestaciones que nos han hecho visibles ante la sociedad valenciana y nos han reconciliado con buena parte de ella; una ciudadanía que se ha solidarizado con nuestra situación y nos ha mostrado su apoyo y su cariño en muchas ocasiones.
Perquè el treballadors no som els culpables.
Pero nos ha tocado pagar los platos rotos.
Y bueno, después de meses, meses y más meses de angustia, de incertidumbre, de aplazar y suspender el proceso para retomarlo una y mil veces, al final llegó el día.
Y fue ayer. Los primeros despidos, los de la radio.
102 compañeros de este lugar que ha sido mi casa durante los últimos 5 años y medio, recibían un e-mail frío y demoledor, firmado por el sustituto del Director General (este último, a la sazón, dimitido una semana antes para evitar comerse tamaño marrón), donde se les notificaba que estaban afectados por el procedimiento de despido colectivo.
Yo estoy entre los afortunados que no recibieron ese correo. Recibí otro, a última hora del día, en el que se me comunicaba que no había sido afectada. Contra todo pronóstico, la verdad. Siempre creí que sería una de las primeras en salir.
Pues, aunque tengo la titulación requerida y algunos méritos más, no tengo enchufe ni padrino, y estas cosas ya sabéis que ayudan bastante.
Así pues, conservo mi puesto de trabajo. Al menos, de momento. Puedo decir que he sobrevivido al ERE.
Pero ¿sabéis qué? Nunca pensé que me sabría tan amarga esta "victoria". Nunca pensé que me alegraría tan poco de seguir adelante.
No voy a ser hipócrita: obviamente, me alegra haberme librado del brazo exterminador del ERE; pero por otro lado, ha sido terrible ver marchar a tanta buena gente a la que admiro como profesionales y aprecio como personas. Gente con la que he pasado momentos inolvidables, con la que he reído y llorado, de la que he aprendido muchísimo.
Gente que ha sido para mí como mi familia. Que me acogieron y me "criaron" profesionalmente, cuando aterricé en esa radio siendo una pipiola inexperta de 25 años.
Y se me pone un nudo enorme en la garganta al saber que se van a engrosar las ya de por sí desorbitadas filas del paro. Sé que algunos, por edad y situación personal, lo van a tener muy crudo para salir adelante.
Otros, pueden tener más suerte. Pero está claro que todos ellos van a pasar unas navidades muy tristes.
Hoy algunos, los pimeros en salir, han firmado el finiquito. Otros lo harán mañana. Y otros tantos, en los próximos meses.
Cuánto buen profesional desaprovechado, cuánta buena gente machacada.
Y hoy, el día después del tsunami, del terremoto, de la masacre... ha sido casi peor que ayer.
Redacciones enteras vacías. Mesas y sillas sin las personas que ayer aún las ocupaban. Gente recogiendo sus cositas para después franquear la puerta de la radio por última vez. Tristeza.
Silencio. Un silencio ensordecedor.
¿Os imagináis una radio en silencio?
Jamás pensé que viviría algo así.
Y ahora, la vida sigue, claro. Pero sigue sin mucha gente para mí indispensable. No sólo por su profesionalidad, sino sobre todo, por su humanidad.
Ya nada será igual.
Ahora, sólo queda recoger los restos del naufragio e intentar seguir adelante, The show must go on, haciendo nuestro trabajo lo mejor que sabemos.
Por la audiencia, que tantas muestras de cariño nos ha dado en este tiempo... Y por ellos.
Por los que se ya fueron. Por los que se irán.
Maullando sobre...
ascazo,
bajón,
cosas que me erizan los pelos,
el curro,
la vida es así
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Esta vez, me he quedado sin palabras. No puedo decir nada que no hayas dicho tú.
ResponderEliminarBesos, más que nunca.
Que triste, Gata! que rabia, que injusto!
ResponderEliminarno se hasta dónde nos van a exprimir... :-(
muchos besitos, y ánimo! me alegro que al menos hayas conservado tu puesto de trabajo ;-)
Es terrible y terriblemente injusto. Desde fuera te aseguro que lo que ha pasado en Valencia es muy difícil de entender.
ResponderEliminarEn mi empresa han liquidado este año a una cuarta parte de la plantilla, semana a semana, sin que entendamos el criterio y esperando cada jueves ver si es tu último jueves y eso desgasta los nervios, tanto que se hace difícil trabajar. A mí me dan ganas de llorar cada vez que paso por delante de una fila de mesas vacías.
Me alegro de que te hayas librado.
Es desgarrador que ninguno de los responsables de esta dramática situación haya pagado con su puesto de trabajo por incompetente y/o despilfarrador y, sin embargo, sean los profesionales los que se quedan sin su sueldo a fin de mes. Lamento mucho tener que leer relatos como el tuyo y me sienta fatal decir que lo único que te puedo ofrecer es mi solidaridad... Lástima de periodismo en España...
ResponderEliminarVaya, me alegro por ti, pero sé que es triste y me da mucha pena esta situación actual. tengamos la esperaza, quizás absurda, de que algún día las cosas irán mejor.
ResponderEliminarUn beso. y ánimo, mucho ánimo.
Solo puedo darte la enhorabuena, a falta de una palabra mejor, por haber sido una de las supervivientes, cosa que siempre es grata y más si ese porcentaje es bastante inferior al 50%. No sé si es suerte o es que realmente lo vales (aunque la verdad, pensaba que a día de hoy eso ya no importaba...), pero el caso es que sigues y que hay que mirar adelante. Lo lamento por tus compañeros. :-/
ResponderEliminarQue lamentable situación..muy común hoy en día..
ResponderEliminarEntiendo tu tristeza, ¿como alegrarse uno, cuando los demás lo pasan mal? y no solo esas personas, sino también sus familia..
todo logro pierde valor bajo esas circunstancias...
Pero animo y ponerle ganas...
puf que horror... no se ni que decir. Que lo siento. Y que enhorabuena por sobrevivir. :(
ResponderEliminarEnhorabuena, Gata. Recordarás que soy de los que están en el mismo barco, con fecha de ejecución en enero. Está siendo muy duro, y lo que tiene que venir. Podremos con ellos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Gata.
ResponderEliminarSé lo que habéis pasado y sé que es un horror, incluso cuando te quedas.
Ya veremos qué pasa cuando me toque (en enero, ya sabes). De momento me alegro mucho por ti.
Todo lo mejor.
Querido compañero: mucho ánimo y mucha fuerza. Sé que ahora vais vosotros y va a ser terriblemente duro. Ánimo y fuerza. Ojalá tengas suerte, aunque la verdad, hoy por hoy, no sé qué es mejor.
EliminarEs terrible ver cómo entre unos y otros, se han cargado una radio-televisión que podria haber sido orgullo y símbolo para todos los valencianos,
En fi, com cantava Lluís Llach, "que tinguem sort".
Un abrazo a todos los compañeros de la tele y que vaya bien.
Es muy injusto para los que se han tenido que ir, pro enhorabuena para ti por aun seguir ahí.
ResponderEliminarY el silencio cuando acaba, uffff... ánimo!!
ResponderEliminarPues enhorabuena. La verdad es que es triste por los que se van pero alegrate por ti que te quedas.
ResponderEliminarLa típica costumbre española: recortar y recortar y recortar... para reflotar una empresa?? No! Para que los beneficios que queden al final sean aún mayores. Porque los que quedáis vais a tener que seguir sacando adelante el mismo trabajo. O sea, explotación laboral. Y los que vengan nuevos, a cobrar miserias. Vamos, lo que viene siendo poner la soga al cuello al personal para que siga dando el cien por cien por menos dinero y con el temor del despido en la espalda.
ResponderEliminarLamentablemente la crisis y las reformas del Gobierno están favoreciendo este clima y aún queda por empeorar. Ya sé que mi discurso es pesimista, pero en treinta años estaremos todos esclavizados en manos del capitalismo más duro de la historia.
Joder, por qué les cuesta tanto a las empresas entender que la inversión en capital humano es importante? Hay algunos casos (pocos, pero los hay) en los que se ha demostrado que es así... Y, casualmente, suelen ser empresas punteras y mundialmente conocido, pero no, se sigue apostando por ahogar al personal? Por qué? Porque los que dirigen las empresas no son los dueños, sino marionetillas puestas a dedo a los que no les interesa el futuro de esos negocios, sino el futuro de sus propios bolsillos? Me dan asco.
En fin, cómo me he levantado hoy. Será porque es el día del fin!!
Enhorabuena por haberte salvado de la quema!!
Vaya mierda :( Eso sí, tú sí que puedes decir que has sobrevivido a un apocalipsis, y no tanto gaita con los mayas. ¡Ánimo!
ResponderEliminarMucho ánimo, guapísima. Me alegra que al menos conserves tu trabajo. Esta crisis es una mierda. Mi mejor onda para los que lo necesitan ahora. Un besazo.
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