25 de enero de 2012
Sobre celos, lagartas y otros desastres
¡Oh, mi Señor! Cuidado con los celos. Son el monstruo de ojos verdes que se burla de la carne de la que se alimenta...
William Shakespeare - Otelo.
Atención, pregunta: ¿Os consideráis personas celosas? ¿Mucho, poco, nada, lo normal... o rayando la paranoia? Me refiero, por supuesto, a celos en el terreno amoroso.
Creo que todo el mundo, quien más, quien menos, ha sufrido alguna vez en sus carnes esa sensación, esa angustia, esa desazón. Todos, en mayor o menor medida, hemos sido víctimas del "monstruo de ojos verdes". Esa bestia que nos corroe por dentro, que nos envenena, que nos ofusca con pensamientos negativos a veces erróneos, pudiendo dar al traste con una relación que era sana y sin engaños.
Los celos, en mi opinión, se deben en muchos casos a la propia inseguridad de la persona, pero también a esa sensación de posesión que produce el amor. Sentimos que poseemos a esa persona, que nos pertenece de alguna forma, que está atada a nosotros por un hilo invisible, sólo porque nos ama y porque nosotros la amamos.
Y no queremos perderla, tememos que se enamore de otra persona, que nos deje y se vaya, y es entonces cuando los celos entran en escena.
Hay celosos, celosillos y CELOSOS. Estos últimos serían estas personas con una inseguridad tan grande que sienten celos patológicos ante cualquier tontería. En el más mínimo detalle ya ven una posible infidelidad de su pareja.
Si ven a su pareja hablando animadamente con alguien del sexo contrario, ya se ponen histéricos y ven cuernos por todas partes.
Si, andando por la calle junto a su pareja se cruzan con alguien del sexo contrario especialmente atractivo, ya empiezan a sentirse totalmente inseguros y a imaginar que su pareja está desnudando con los ojos al/la atractiv@ desconocid@. Y aunque que así fuera... El hecho de que l@ esté mirando (o admirando) no quiere decir que necesariamente se vaya a enamorar de esa persona desconocida. A todos nos gusta admirar la belleza, ¿no? ¿Es eso una traición? ¿Es eso una infidelidad?)...
Yo creo que soy celosa en un grado normal. Ni mucho ni poco.
Además, creo que sentir unos pocos celos es incluso bueno. Significa que esa persona te importa. Pero claro, de ahí a tenerla todo el día controlada y montándole numeritos a la más mínima gilipollez, pues eso ya raya lo patológico.
En mi caso, si me dan verdaderos motivos, razones de peso, pues sí, claro que lo paso mal. Claro que me pongo celosa. Pero no soy de montarme películas ni nada de eso. Creo que, en ese sentido, tengo bastante autocontrol y he sabido enfrentar bastante bien mis propios celos para no dejar que me nublaran el pensamiento.
Recuerdo que, hace ahora dos años, viví una experiencia en la que me tocó lidiar, y mucho, con mis celos.
En aquella época, mi novio JJ y yo llevábamos año y medio de relación y estábamos viviendo juntos. Las cosas nos iban bien, no había nada raro.
O al menos, eso creía yo.
JJ es una persona muy agradable, muy sociable, es muy simpático, muy dicharachero; enseguida se pone a hablar con todo el mundo, cae bien a la gente y además es muy atento. De ahí que suela hacer buenas migas especialmente con el sector femenino. Tiene amigos, pero también tiene muchas amigas.
Y aparte de todo eso, pues está mal que yo lo diga, pero es un chico que no pasa desapercibido: es muy alto, es fuerte, de cara es muy guapo... (Qué voy a decir yo, ¿no? xD). En serio, no soy la única que piensa que físicamente está bien.
El caso es que nunca le han faltado tías revoloteando a su alrededor. Pero mientras sea en plan de amigos, a mí no me importa, como si quiere tener dos millones de amigas.
El problema viene cuando una de esas amigas o conocidas quiere ir más allá.
Y eso fue lo que pasó a principios de 2010.
Él, por su trabajo, se relaciona con mucha gente, y en aquella época conoció a una tía que, literalmente, lo enfiló.
El caso es que esta chica, a la que a partir de ahora llamaremos Lagarta, estaba atravesando una mala racha porque había fallecido su padre recientemente. Y JJ siempre ha sido muy de animar a la gente cuando están mal, de preguntar cómo están, etc, y con esta chica, obviamente, no hizo ninguna excepción.
Un par de SMS y de e-mails por parte de mi novio preguntándole cómo se encontraba, dándole ánimos, etc., bastaron para que Lagarta se montara una película y empezara a acosar a mi chico con e-mails cada vez más subiditos de tono.
Sí, parece que el luto por la muerte de su padre le duró bien poco. En seguida le entraron unas ganas locas de follarse a MI novio. A todo esto, yo sin enterarme de nada, of course.
Hasta que un día, no me preguntéis cómo, le pillé uno de los e-mails que ella le había enviado.
Cuando lo leí, me quise morir, claro. En aquel e-mail, Lagarta le decía que lo estaba pasando muy mal, que lo echaba de menos, que él había sido muy bueno con ella y muy atento, y que qué suerte tenía su novia -osasé yo- de tener a un chico como él. Que cómo desearía poder dormir todas las noches abrazada a él, besarle y... "todo" lo demás. Qué ganas de sentir su cuerpo junto al de mi novio.
Que ella sabía perfectamente que él tenía novia, y sabía que él quería a su novia; pero que ella, en su desesperación, se conformaba con las migajas, con algún encuentro furtivo y apasionado. Si él quería.
...
Casi caigo redonda al suelo. Me quedé helada. Aquello me desbordaba, nuca me había visto en una situación similar. No sabía qué hacer, cómo actuar.
Si le pedía explicaciones a JJ, él podía reprocharme, y con razón, que había entrado en su correo.
Así que, en un principio, no le dije nada. Pero no sabía cuánto aguantaría así.
Pasó un día, pasaron dos... Y yo, cada vez más rara y más mohína. Pasaron tres, pasaron cuatro... Y yo, cada vez más autista.
Hasta que él me preguntó si me pasaba algo. Y se lo conté.
Como ya imaginé, se mosqueó bastante por haberle cotilleado el correo. Me sentí tan ridícula...
Aun así, yo no me eché átrás y le exigí una explicación. ¿Quién era esa tía y por qué quería tirarse a mi novio?
Y sobre todo: ¿había pasado "algo" entre ellos, más allá de las ganas de ella?
JJ me dijo que no había pasado nada entre ellos dos y que no iba a pasar nada en un futuro. Él no quería nada con ella. No estaba para nada enamorado de Lagarta, había sido ella la que se lo había montado todo en su cabeza. Él sólo había intentado ser amable con ella por todo el drama familiar que estaba atravesando, pero nunca tuvo en mente liarse con ella, porque me quería sólo a mí, y blablabla...
Entonces le pregunté por qué no me había dicho nada de toda esa historia y cuánto tiempo había durado ésta.
La historia había durado apenas un mes, y realmente intercambiaron, como mucho, 7 u 8 e-mails. Cuando los de ella empezaron a subir de tono, JJ dejó de contestarle. Hasta que le envió un último e-mail diciéndole que se había confundido con él, que lo lamentaba pero él quería a su novia y no buscaba nada con ella más que ser amable. Ella contraatacó, pero mi novio acabó por bloquearla.
Bueno, pues ésa era la versión que me dio mi novio. ¿Le creía o no le creía? He ahí la cuestión...Yo no sabía qué creer.
JJ me dijo que no había querido contarme nada porque todo había sido una película que se había montado Lagarta y que no tenía sentido que yo lo pasara mal por algo que no era real.
Le pedí entonces pruebas de que realmente no había pasado nada entre ambos. Y JJ me enseñó todos los e-mails que se habían enviado.
Realmente, los de él eran todos muy normales, sin nada que hiciera entrever que podía haber algo más. Simplemente, eran correctos y amistosos.
Los de ella, no. Los de ella eran cargas de profundidad. Auténticas proposiciones bastante deshonestas.
El caso es que, a pesar de las pruebas, no se me fue el mosqueo de un día para otro. Los celos no se disiparon así como así. Seguía teniendo la mosca detrás de la oreja.
Pasé unas semanas muy malas, emparanoiada y muy obsesionada, viendo fantasmas por todas partes.
Lloré mucho aquellos días. Sufrí lo que no está escrito.
Apenas si podía concentrarme en el trabajo. Evitaba poner la radio y escuchar canciones de desamor que me destrozaran todavía más.
Aunque dormíamos juntos, yo sentía que él estaba a miles de kilómetros. Y además, él también estaba raro, supongo que molesto por mi intromisión en su correo.
Tenía pesadillas en las que él se iba con otra y me dejaba. Me despertaba sobresaltada, con el corazón a mil por hora y empapada en sudor.
También tuve la tentación de cotillearle el correo otra vez. Y el móvil, el Facebook...
Pero me contuve, afortunadamente. No quería volver a entrometerme en su intimidad, no sería justo. A mí no me hubiera gustado que me lo hubieran hecho.
Intenté no perder la dignidad. Intenté confiar en él como me había pedido.
Pero costaba mucho, vaya si costaba. Lagarta había abierto una brecha entre nosotros. Y la sombra de la duda seguía ahí.
Y fue en aquella época, justamente, cuando abrí este blog. No fue una relación causa-efecto, en plan "estoy jodida y necesito desahogarme contándolo en un blog". De hecho, nunca hasta ahora, y va para los dos años, había hablado aquí de toda esta historia.
Como necesitaba distraerme y no pensar en toda aquella movida para no obsesionarme más todavía, para no volverme loca de remate, empecé a leer muchos blogs, a seguir algunos, a comentar en otros tantos... Vi que a todo el mundo le pasaban movidas. No era yo la única.
Y así, una noche, decidí abrir yo el mío propio. Y bueno, el resto ya lo sabéis.
Abrir el blog fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca. Este blog tuvo -y sigue teniendo- un efecto muy terapéutico para mí.
Escribir en él, leer lo que otros contaban en sus blogs, darles mi opinión en forma de comentario, etc, me distrajo la mente y, poco a poco, empecé a olvidar todo aquello.
Y con el paso de los días, todo fue volviendo a la normalidad de la que nunca debía haber salido. JJ volvía a estar súper cariñoso conmigo, atento, detallista, alegre; como era y es.
De nuevo me decía lo mucho que me quería y que no quería perderme por nada del mundo. De nuevo volvíamos a se nosotros dos. Sin celos, sin malos rollos, sin intromisiones, sin terceras personas.
Y bueno, aquello, por suerte, ya pasó. Ahora, lo recuerdo y no me parece que sea para tanto, pero lo pasé muy mal entonces.
De aquella experiencia un tanto traumática me llevo dos cosas muy positivas: por un lado, haber sabido superar juntos ese escollo tan grande que se abrió entre nosotros como pareja, y por el otro, haberme decidido a abrir este blog, que tanto me ayudó en aquellos días tan nefastos... Y que sigue dándome tantas alegrías.
*¿Y vosotros? ¿Sois celosos? ¿Creéis que los celos son sempre un cáncer para la relación, o que unos pocos y bien controlados siempre son positivos? ¿Habéis vivido alguna experiencia parecida a la mía? ¿Cómo salió todo?
Comentad, pequeños... =)
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Como bien dices, sentir celos puede ser normal de vez en cuando, sobre todo si ves algun motivo raro que los despierte. Lo malo son esos celos patologicos que no te dejan vivir, que son sintoma de una gran inseguridad y que impediran tener una relacion sana y normal.
ResponderEliminarEn tu caso, hiciste lo correcto. Viste algo que levanto tus sospechas, intentaste np erder el control y pediste explicaciones. JJ tambien actuo bien, mostrandole las pruebas de que nunca paso nada entre el y esa chica, y tu hiciste lo mejor, es decir, confiaste en el, aunque lo pasaras mal un tiempo. Y descubrirte que tus celos eran infundados, y que tu novio es fiel, leal y sincero.
Recuerdo que la primera vez que sentí celos fue hace unos años, y creo que con parte de razón.
ResponderEliminarPrimero me gustaba O, y una de mis supuestas amigas se lió con él. Me acuerdo que cuando me enteré me entraron tantos celos que me dieron ganas de darla un par de hostias.
Después me gusta I, y ella volvió a hacer lo mismo.
Dirás joe.. pero si a ella le gustaban esos tipos.... ella sabía que a mi me gustaban y sabía que me repateaba los hígados. Primero se lió con O a quien le puso los cuernos con I, y todo ello a medida de enterarse que a mi me gustaba uno u otro.
Recuerdo que fueron las unicas veces que sentí celos de verdad, eran celos absolutos, porque, sobre todo con O emprezaba a llevarme muy bien incluso a tontear pero ella se metió en medio.
Y algún año después, para joderme se lio con uno de mis primos.... que eso ya fue el colmo de los colmos.
Esa tía me odiaba.... bueno, y yo a ella.
Hola Gata!
ResponderEliminarNo sabes lo bien que me viene esta entrada.
Yo nunca he sido celosa, lo prometo, nunca lo había sido... hasta ahora! pero con motivos... una amiga de mi novio (muy mona ella, rubia, ojos claros, 100 de teta,...) no para de molestar.
Y la culpa es mía que no he sabido poner límites, y de mi novio por no ponerselos, y no darse cuenta de que hay amiguismos que no pueden ser cuando uno deja de ser soltero.
Estoy super triste y sin saber muy bien que hacer... nunca me había visto en esta situación.
Mala cosa esto de los celos... muy mala.
Besitos guapa!
Uf, vaya historia, Gata. La verdad que hay gente que no respeta nada. No sé si es que no se dan cuenta del daño que hacen o es que les da igual. Por cierto que has estado muy moderada, creo que a Lagarta le va más el nick ZORRA. Menos mal que lo superasteis, estas cosas pueden hacer mucho daño a la pareja.
ResponderEliminarComo bien dices, una pequeña dosis de celos es saludable, es la lógica preocupación de perder algo querido, pero en exceso se convierte en obsesivo y nos desequilibra.
ResponderEliminarLo importante es saber controlarlo y que no se convierta en un obstáculo insalvable.
Besos.
Uuuuhhh, qué culebrón!! Pobrecita mía, supongo que lo pasarías fatal, pero... ¿me dejas que ahora me ría? Es que eres super salá, ¡cuando menos te lo propones! O, al menos, me lo imagino yo así.
ResponderEliminarY no me refiero al punto ese irónico perverso que te gastas algunas veces, sino al inocentemente brutal.
Contar que una tipeja quiso camelarse a tu novio, acosándolo con emails y montándose ella sola Instinto básico II 1/2, mientras os sumía a vosotros en una crisis tremenda... ¡pero es que "tu JJ" está tan bueno y es tan amable y tan simpático y dicharachero! que comprendes lo que debió pasarle a la pobre infeliz que, además, acababa de perder a su padre y necesitaba consuelo.
A tu pregunta... No, no soy celosa, pero lo mío es mío, para mi uso y disfrute, y no comparto. Aunque tampoco juzgo a quien lo haga, allá cada cual.
Muaks!
Miau...digoo hola! Soy Alber. Solo darte las gracias por el comentario en el blog de Cristina y nada, que me alegra que hayas caido en mis garras y que disfrutes con mi blog. Es una tragicomedia de las cosas que me van pasando en este trámite que se llama "vida"...todos vamos a morir tarde o temprano, con lo cual lo mejor es pasárselo bien!! Como veo que te gustan los animales, te dejo un enlace a mi galería de flickr. Ahí podrás ver porque digo que mi sueño sería poder dedicarme a dibujar y dibujar animales. Espero que te gusten. Ah, y cuando veas un dibujo de una gata llamada Irati, esa es la que duerme profundamente en el sofa en este mismo momento...es la pera esta gata!! Saludetes desde Pamplona!
ResponderEliminarhttp://www.flickr.com/photos/elpintordeanimales/sets/
Bueno, bueno, bueno, vayamos por partes. Me parece fatal que te metieras en su correo. De hecho, me parece tremendamente mal que cualquiera se meta en el correo de otro. Me indigno muchísimo (recientemente me lo han hecho, por motivos laborales... me quedé tan impactada que no dije nada. En fin). Eso sí, creo que os está bien llevaros esos sustos por meteros donde no debéis. La intimidad de cada uno es de cada uno. Y todos somos seres individuales. Probablemente hay muchos aspectos de la vida de tu novio y de las personas que te rodean que te darían un disgusto, pero eso es así siempre. Uno no puede moldear a los demás a su antojo. Cada persona es un mundo y a ti te estuvo bien empleado, por meterte donde no te llaman.
ResponderEliminarPerdona por ser tan dura, pero es que me sientan fatal esas cosas. Aunque, en tu caso, es más entendible eso de 'la curiosidad mató a la gata'...
Lo segundo. Vale, está claro que él no quería nada, pero debería haberle parados los pies antes a ella. O no haberle dado cancha. Aunque, claro, si dices que es tan atento, le daría pena de ella. A mí me ha ocurrido también, que no sé cómo pararle los pies a algunas personas y entienden lo que no es.
Yo no soy celosa. Creo. Si una persona quiere estar conmigo, tengo que saber que está con todas las consecuencias y con todas mis cualidades y defectos. Tengo que estar segura de que aunque pase Heidi Klum no me traicionaría. Y, si no estoy segura, carretera y manta. Prefiero estar tranquila en ese sentido que pasarme la vida montándome películas. No sé, igual es que soy vaga para las relaciones y evito situaciones en las que tenga que comerme la cabeza.
Hale, ahora voy a por la segunda parte.
Bueno por lo menos de la mala experiencia te quedo algo positivo! Yo tambien soy de esas que quizas sienta algo de celillos si veo que las cosas se pueden interpretar de mala manera, pero me toma mucho tiempo en airearlas. Es mas soy de esas que aunque sienta celos no formo ninguna escenita.
ResponderEliminarCuriosamente me paso algo similar con mi ex. El tambien es uno de esos hombres que hace amigos facilmente y es mas dos de sus mejores amigos de la infancia son chicas. Resulta que estabamos en una relacion de larga distancia (entre dos paises para empeorar la situacion) y ya te imaginaras como siempre le entra a uno las dudas y eso. Cuando un dia veo que una de las instructoras del curso de natacion en el que se inscribio, le empezo a dejar videos por su facebook. Videos hablando de infidelidad y de amores secretos...te imaginaras que me puse furica. Cuando le pregunte que significaba todo eso lo que me dijo fue que la chica estaba loca y que veia cosas donde no las habia. Aunque le crei, lo que me molesto fue que no me dio a respetar. Me hubiese gustado que le hubiese dicho a la fulana esta "oye que te pasa?" o algo asi en vez de darle el avion.
Pero bueno. Saludos!
Los celos son muestra de inseuridad total, tener un poco es normal peor llegar el extremo de que casi le pones un chip para saber que hace en cada momento es malísimo. Lo peor es que muchas veces la persona "encadenada" no se da cuenta de lo que la otra le hace, anulandose a si misma.
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