Sí, como bien dice el título, el post de hoy va sobre es@s ex que, un día, de repente, y sin motivo aparente, regresan a tu vida con ganas de fastidiar, de hundir tu actual y feliz relación de pareja y, en definitiva, con el firme propósito de hacer daño. Mucho. Y no sólo a ti, sino también a tu pareja. Daños colaterales, vamos.
No hablo de l@s ex pesaditos que regresan a veces para dar un poco el coñazo, hacen el ridículo más que otra cosa y luego se van sin causar mayores problemas.
No. Hablo de los ex psicópatas, malvados, obsesivos, retorcidos. Gente resentida que alberga verdaderas malas intenciones y mucho odio hacia su ex pareja.
Y es que, es alucinante cómo pueden cambiar los sentimientos, cómo del amor al odio hay sólo un paso y cómo esa persona que te quiso tanto, puede después sembrar tanto daño y acumular tanto veneno.
María Elena, el personaje de Penélope Cruz en Vicky-Cristina-Barcelona. El paradigma de ex celosa, malvada, obsesiva y neurótica
Este post es la continuación del anterior. Y es que, ahora que lo pienso, en aquellos primeros meses del 2010, no sé si me (o nos) miró todo un circo de tuertos o qué, porque... ¡vaya telita!
Después del absurdo y desestabilizador episodio de Lagarta, (para los nuevos, leer esta entrada), yo pugnaba por que mi relación de pareja no se fuera definitivamente al traste, intentaba superar mis celos e inseguridades y mantener a raya esa maligna vocecilla interior que a veces me llenaba la cabeza de pensamientos delirantes sobre una posible infidelidad de mi pareja.
Pues bien, cuando ya pensaba que nada peor podría ocurrir, que nadie más podría interponerse entre nosotros y nuestra felicidad y hacer tambalearse todavía más los cimientos de nuesta relación, entonces.... redoble de tambores...¡tachánnnnnnnn!
Entonces, llegó ella.
Efectivamente, ella, a quien a partir de ahora llamaremos Psicópata, por razones obvias, era la ex de JJ. Ella era (es) una mala persona, desequilibrada, neurótica, mentirosa y manipuladora. Sí, lo peor de lo peor.
De esas personas que es mejor tener bien lejos.
Lo más flipante de todo el asunto es que esta tía no era la ex inmediamente anterior, ni JJ la había dejado para irse conmigo, razón por la cual podría entenderse que estuviera despechada, que sintiera resquemor...
No, Psicópata era la ex anterior a la última, y la relación entre ambos había acabado unos dos años antes de toda esta historia.
Nada hacía presagiar que esta tipa entraría en escena pasado tanto tiempo y sin un motivo real.
Pero lo hizo. Reapareció y aún hoy no sé (no sabemos) a ciencia cierta con qué oscuras intenciones.
No sé si la movía el despecho, o los celos de ver que a su ex novio le iban bien las cosas en lo personal y en lo profesional, cuando a ella no tanto, o las ganas de llamar la atención, o un absurdo deseo de venganza.
No sé si pretendía recuperarlo y que volviera con ella, aunque de la forma en que lo hizo, irrumpiendo como un elefante en una cacharrería, veo harto difícil que pudiera conseguir algo.
No sé, simplemente, creo que estaba totalmente desequilibrada, como una puta cabra, porque si no, no se entiende que entrara en escena e irrumpiera en la vida de JJ (y, por ende en la mía), dos años después de acabada la relación con él.
Sobre todo, porque la ruptura había sido de mutuo acuerdo, quiero decir que no hubo terceras personas ni grandes dramas; simplemente, la cosa no daba más de sí y decidieron que lo mejor era poner punto y final. Y por cierto, que fue ella la primera que habló de dejarlo.
Por eso no entiendo ese resentimiento tardío. ¿A qué venía ahora todo aquello?
Haberlo pensado bien antes, ¿no? Ahora que cada uno había seguido su camino, no tenía ningún sentido esa irrupción.
Al poco de dejarlo con JJ, Psicópata se había ido a Barcelona a vivir y buscar trabajo.
Quizá pensaba que las cosas allí le irían de puta madre, que acabaría convertida en una ejecutiva agresiva con empresa propia y mucho dinero, con cochazo, ático en el centro y chalet en la playa, más una legión de tíos buenos dándose de hostias por su cuerpo serrano, mientras que JJ acabaría en el paro, pobre, solo y alcoholizado.
Pero no fue así. Ni a ella le fue tan bien ni a JJ tan mal como ella esperaba. Más bien, parece ser que en la Ciudad Condal no se comió una rosca, ni en el ámbito profesional ni en el sentimental.
Así que decidió volver a casa de su mamá... Y ya de paso, a la vida de JJ, a ver qué podía rascar.
A ver cómo le iban las cosas a su ex dos años después.
Y ¡oh, sorpresa!... JJ no había acabado tirado en una esquina. Tenía trabajo y pareja estables.
-Ossssea, qué injussssto, tíaaaaaa, yo muriéndome del asco en Barcelona y a este cabrón todo le sonríe... -Debió de pensar.
Y decidió que eso no podía ser. Ella no podía soportar tanta felicidad ajena.
En fin, no voy a entrar en detalles de cómo lo hizo, ni qué absurdas mentiras inventó Psicópata para desestabilizarnos aún más, porque tampoco quiero airear aspectos íntimos del pasado de mi novio. Creo que ya dije demasiadas cosas en el post anterior y, la verdad, no sé cómo le sentaría si lo supiera. Así que no concretaré, pero si diré que nos hizo una movida muy chunga.
Psicópata vino con ganas de hacer daño. A él... y de rebote, a mí.
Su propósito parecía claro: destrozarnos como pareja.
Hay gente tan retorcida que no puede soportar que a su ex pareja le vayan bien las cosas, ya ves.
La verdad es que, si lo analizo bien, comparada con Psicópata, Lagarta resultó ser un corderito.
Además, si el episodio de Lagarta fue relativamente breve, el de Psicópata se prolongó durante varias interminables semanas.
Aquella tía era como un puto virus. Una víbora venenosa. Y no se iba ni con ácido.
Pero, a diferencia de lo que pasó con Lagarta, donde yo tuve dudas y desconfianza e incluso me alejé durante unos días de mi novio para reflexionar y no ofuscarme, cuando Psicópata entró en escena, desplegando todo su veneno y poder de destrucción, yo cerré filas con JJ.
No tuve la más mínima duda. Teníamos que echar a aquella loca peligrosa de nuestras vidas. Juntos. Era ella o nosotros.
Si con el episodio de Lagarta lo pasé mal, lo de Psicópata ya fue de auténtica pesadilla.
Pero en este caso no me sentía sola, ya que JJ y yo hicimos frente en común.
Recuerdo que le dije, así con ironía, para quitarle un poco de hierro: "Jo, chico, no sé qué les das, pero las tías te persiguen...".
La verdad es que yo lo pasé mal, pero nada comparable al calvario que pasó él. Además, por muchas vueltas que le daba, no podía entender a qué venía aquella actitud tan extrañamente hostil hacia él por parte de Psicópata. ¿Qué le había hecho él para que ella se comportara así? ¿Y por qué ahora, después de 2 años desaparecida? ¿Qué mosca le había picado?
A día de hoy, y va para dos años, aún no hemos conseguido averiguarlo.
Aquello era surrealista no, lo siguiente.
Al final, creo que ella misma se dio cuenta de lo patético de su comportamiento, y de que lo que estaba haciendo no tenía ninguna razón de ser. No sé si todavía le quedaba algo de vergüenza, de dignidad o de humanidad, aunque esto último me cuesta creerlo de ella.
El caso es que, después de varias semanas haciendo cosas realmente ridículas, retorcidas y chungas sin obtener ningún resultado más que quedar en evidencia cada vez más, decidió retirarse con el rabo entre las piernas y desaparecer. ¡Aleluya!
Sé que volvió a Barcelona, de donde jamás debería haber regresado.
Y donde espero que se quede forever. (Lo siento por los catalanes, menuda prenda os lleváis...).
Porque os juro que, si me la vuelvo a encontrar alguna vez, donde sea, no respondo de mí. Creo que llevaría mis dedos marcados en su cara de panquemao durante mínimo un mes.
Con esta mala persona (por no utilizar otro calificativo especialmente malsonante) entendí que se puede odiar a alguien a quien apenas conoces.
¡Cuántas veces tuve el impulso de encararme a ella, cruzarle la cara de una buena hostia y decirle del mal que se tenía que morir! Sin ser yo nada de eso...
Pero no quise ponerme a su altura. Preferí que ella, poco a poco fuera poniéndose más y más en evidencia. Que se fuera hundiendo cada vez más en su propio fango, hasta acabar siendo absorbida por él.
Como efectivamente pasó. Aunque tardó... ¡joder, si tardó!
No sería hasta mitad de 2010, y una vez superados los episodios de Lagarta y sobre todo, la tortura de Psicópata, cuando empezaríamos a levantar cabeza y ver la luz al final del túnel.
Y después de todo, hoy puedo afirmar que de aquello salimos reforzados como pareja.
Cuando superas algo así, sin que tu relación acabe tocada de muerte, sabes que tienes muchas posibilidades de que lo vuestro funcione. Y sobre todo, que podréis superar juntos otros obstáculos menores sin grandes problemas.
Y bueno, con esta entrada cierro la serie de "Desastres". Espero que no haya una tercera entrega por mi propia salud mental.
*¿Y vosotros? ¿Conocéis algún caso parecido al que cuento aquí? ¿Habéis sufrido en primera persona la intromisión de un@ ex que albergaba malas intenciones o ganas de putear? ¿Qué hicísteis? ¿Por qué creeis que estas personas actúan así? ¿Qué les mueve? Contadme cosas que sabéis que me gusta... :)
Menudas cosas que os han pasado a JJ y a ti, chica. No entiendo el comportamiento de esa persona, pero si se que vosotros hicisteis lo mejor. Os unisteis contra ella, demostrando a todo el mundo la clase de vibora que era. Y al final, lograsteis echarla de vuestras vidas. Menos mal. ¡¡Saludos!!
ResponderEliminarYa ves, Nerea si nos pasaron cosas,... Creo que daría para un libro, pero de terror! Ahora lo pienso y me lo tomo a broma, pero la pesadilla que vivimos no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Bueno, sí, a ella sí se lo deseo, eso y 100 veces ampliado.
EliminarEn fin, menos mal que todo acabó y acabó bien para nosotros.
Besos!
Joer, qué intriga. Me pica la curiosidad por saber qué puede hacer otra persona para ser capaz incluso de desestabilizar a una pareja. En todo caso, aquí te doy la razón: menuda zorra!! Jajajaja.
ResponderEliminarYo una vez sufrí una experiencia 'religiosa' con una especie de ex. Digo 'especia de' porque apenas hubo nada entre nosotros, pero yo le molaba, se montó la película y un día me montó un pifostio en una fiesta que alucinas. En plan despechado, insultándome y con huida en plan película. Y mis hermanos delante, viendo cómo un psicópata me montaba el número. Entre el escándalo de él y la bronca de mis hermanos, imagínate qué percal. En fin, el chavalete estuvo dándome la matraca unos dos años con el móvil hasta que por fin se olvidó de mí. Joder, entiendo que para él fue difícil, pero, coño, yo qué culpa tenía! Si es que no se puede ser tan interesante como yo...
Ves como también te pica la curiosidad, que no soy yo la única curiosa? xDD (Lo digo por tu comentario en el post anterior, sobre mi intromisión en el correo de JJ). ;D
EliminarPues sí, nos hizo una buena faena, inventando cosas absurdas y dañinas, y dando mucho pero que mucho por el saco. Un horror de tipeja, en serio.
No sé cómo mi novio pudo estar con "eso" cais un año; claro que él me decía que no la reconocía, que ella no era así antes.
En fin, que ya pasó.
En cuanto a tu experiencia con el chaval ése al que le molabas, su caso sería más el de "ex" pesadito que da un poco la brada y acaba haciendo el ridículo, pero nada peligroso. Tuviste suerte, porque un ex obsesivo y con ganas de hacer daño de verdad es peor que un dolor.
Besos!
honestamente la chica esta me da pena. No puedo creer que solamente porque ella era infeliz, se empeño en hacerle la vida imposible a otros. Cuando se actua con malicia nada sale bien. Lo bueno es que estas experiencias los hicieron mas fuertes.
ResponderEliminarSaludos!
Pues fíjate cómo fue la cosa, que con lo buenaza que soy yo, que enseguida siento pena de todo el mundo (la misma Lagarta me acabó dando más lástima que otra cosa), con esta otra tía fui incapaz de sentir la más mínima empatía y mucho menos lástima. Se portó muy mal. Mucho. Yo, de verdad, no sabía que se podía llevar dentro tanto resentimiento y tanto veneno.
EliminarY efectivamente, cuando se actúa así de mal, nada sale bien, afortunadamente.
Que siga con su vida bien lejos de nosotros.
Besos!
Jaja
ResponderEliminarConclusión :
Ademas de averiguar como es su madre , cuando te guste un tío investigación exaustiva de sus ex .si es necesario con profesionales ..
Le quieres muchísimo .
Yo después de Lagarta y Psicópata viviría aterrada de que apareciera " lazorri"
Pero los dos podéis ya con lo que os echen
Ay, Cris, tomo nota de la investigación exhaustiva de las "exes", por si acaso. Yo no sabía que se podía tener una ex tan mala zorra, en serio... Sabía que existía ella, pero no imaginaba que fuera así de japuta.
EliminarSí le quiero muchísimo... Y no te creas, que todavía a veces tengo miedo de que aparezca, como tú diecs, lazorri. Por eso espero que no haya tercera entrega, o te juro que me meto a monja de clausura. xD
Pero supongo que sí, que ya podemos con lo que nos echen...
Besazo!
Vaya 2 últimas entradas, Gata. Me las he leído del tirón y me ha dado un nosequé-queseyo. Pero no me sorprende ni el episodio de Lagarta ni el de Psicópata, porque sé de buena tinta que esos clubes están muy poblados.
ResponderEliminarSin duda, las peores son las del segundo club.
Menos mal que os librásteis pero tiene que joder un rato que venga una elementa de éstas, que encima ni te conoce ni la conoces de nada, a putearte de mala manera simplemente por hacer daño, eh!
Psicópata y MALA, nena... MUY MALA, que hay gente que son la viva imagen del demonio!
He dicho.
Muaks!
Sí, Ali, psicópata y muuuuuuuuuy mala. Yo no sabía que alguien podía albergar tanto resentimiento, y además, sin motivo alguno.
EliminarUn demonio, totalmente. Menos mal que está ya muy lejos de nosotros...
Besos!
Mira que yo no os pongo acento, aunque imagino que muchos lo tenéis (de algunos lo he comprobado y de otros, no). Pero, después de leer estas dos entradas, a JJ le está naciendo un acento venezolano impresionante!! Sólo le falta el deportivo carísimo y ser heredero de una fortuna que incluye una empresa de importación y exportación de vete a saber qué, cultivado en una hacienda con caballos... ¡Porque la panda de despechadas manipuladoras ya las tiene detrás!
ResponderEliminarBesos!
Pues JJ, lo que es deportivo carísimo, padres millonarios, hacienda ganadera, etc... nada de nada, pobre.
EliminarNada que ver con el prota de ningún culebrón velezolano.
Ni yo, tampoco.
Pero mira, tuvimos una época en la que, si montábamos un circo, nos creían los enenos, eh? Fue un medio "annus horribilis"... Luego ya la cosa se fue enderezando, afortunadamente.
Besos!
Culebrón veLezolano?? xDDDDDD Claro, de VeLezuela de toda la vida... xDD
EliminarEse tipo de personas son egoistas, dependientes y manipuladoras. Mientras más lejos, mejor!Espeor que no vuelva a vuestra vida
ResponderEliminarSí, son personas muy malas, egoístas, manipuladoras y mentirosas. Se inventan cosas para fastidiar y hacer daño. No sé realmente qué buscan con esa actitud, pero desde luego, esta lo único que consiguió fue quedar como una loca patética y como un ser aborrecible.
EliminarYo también espero que no se acerque a menos de 500 kilómetros de nosotros.
Besos
mmmmmm. Amiga, mira que conozco a un par asi, pero hay una que no ha muerto, sigue merodeando mi zona, tengo diez años, aparece cada dos, depende, no se ya quien es peor, si él por caer en la trampa o ella por puta. Mira que estoy cansada de pelear por la misma puta, por lo menos la hubiera cambiado.
ResponderEliminarEn fin entiendo ese martirio, y ahora mismo estoy pasando un momento de aparición, he tomado la decisión de mandar todo a la gorra, si fui clara al decir que no quería volver a saber de ella, y sus apariciones pero sobre todo que el contestara, creo que bajo advertencia no hay engaño. O tu que me aconsejas?
Hola, Anónima, bienvenida y gracias por animarte a contestar.
EliminarEfectivamente, como tú misma dices, "bajo advertencia no hay engaño". En cualquier caso, si alguien se está autoengañando quizá seas tú.
10 años de idas y venidas me parecen demasiados. Y tanta culpa tiene ella por entrometida sabiendo que él ya está contigo como él por seguirle el rollo a ella estando contigo.
Es más, ella, por mucho que la odies u por muy mal que actúe, mal que te pese, es libre de hacer lo que quiera. Tu pareja NO lo es. Te debe lealtad a ti.
Y no sé si se trata de una infidelidad consumada y continuada en el tiempo o simplemente ella se resiste a desaparecer de vuestras vidas y él tampoco hace mucho por echarla, sino que se deja quedar y le da bola.
Pero ya le dejaste claro a él que eligiera: o tú o ella, pero las dos no. Y a él parece que por un oído le entra y por el otro le sale. Mal asunto.
Mira, por muy enamorada que estés de él, creo que no deberías aguantar una situación así. Él no te está tratando con respeto. Sea con la misma de siempre, sea con otras, el caso es que no te valora.
Yo ya hace tiempo que lo hubiera mandado lejos de mi vida.
En fin, eso es lo que yo haría, pero no conozco la situación al 100%, aunque por lo que cuentas, creo que no deberías aceptar esta situación. Busca un hombre que te quiera y te valore. Un hombre que te engaña con otra no te quiere de verdad.
Ánimo y suerte.