3 de enero de 2012

Sí es otra típica entrada de buenos propósitos para Año Nuevo




AVISO: Efectivamente: esto es otra típica entrada de buenos propósitos para el año que estamos comenzando. Ya veis, soy el colmo de la originalidad... xD
Así que: l@s que ya estéis sobresaturad@s de leer este tipo de entradas por todo lo largo y ancho de la Bloggoesfera, o a l@s que os interese un huevo de mandril saber qué propósitos me he hecho para (intentar al menos) cumplirlos a lo largo de este 2012, podéis pasar de largo. Sin problemas.

Ahora, a l@s que habéis decidido seguir adelante... ¡Gracias!  :) 
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"Año nuevo, vida nueva". Es lo que se suele decir siempre cuando llega el 1 de enero.
Y la gente hace esas interminables listas de buenos propósitos. Dejar de fumar, empezar la dieta en serio (pero ya, si eso, el lunes), hacer deporte, beber menos, no salir tanto de fiesta, ahorrar más, aprovechar mejor el tiempo,... Sí, lo típico.
La gente hace listas con esos aspectos que quiere mejorar, esos malos hábitos que desea cambiar cuando no directamente erradicar, a la vez que espera adquirir otros buenos.

Yo, la verdad, nunca he sido de hacer listas de buenos propósitos. No es que me considere perfecta y crea que no hay nada que deba cambiar o mejorar. ¡Nada más lejos! Pero no sé, eso de hacerme buenos propósitos y marcarme objetivos siempre me ha dado una pereza increíble. A la que hay que sumar la frustración y sentimiento de culpabilidad posterior si luego no los lograba.

Pero este año... Este año es diferente. Debe de ser que estoy madurando. Los 30 me han hecho sentar la cabeza, tal vez. Y sí, amig@s, este año sí me voy a marcar una serie de retos, objetivos y buenos propósitos. Ya veremos si, llegado el 31 de diciembre, (si no se acaba el mundo antes, como dicen las teorías mayas), los he conseguido... Cosa que daría para una bonita y también típica entrada de balance del año.

A lo que iba... Estos son mis buenos propósitos para este 2012:

1. Ser más constante en el gimnasio. No sólo porque me cuesta 21 euros al mes que no caen del cielo precisamente. Sino porque sé que es bueno. Es lo mejor para mantenerse en forma...
Pero soy una jodida vaga. Me da mucha pereza levantarme temprano (tengo bono de mañanas) para ir a que una histérica con microcasco me dé 4 gritos para hacerme mover el culo y subir y bajar de un step al ritmo de Pitbull.
Lo reconozco. Soy inconstante. Y la cuestión es que lo que me da pereza es hacerme a la idea de que tengo que ir al gimasio. Ponerme las mallas, la camiseta, las zapas, coger la botella de agua y la toalla y encaminarme a esa sala de torturas que algunos llaman gimnasio.
Sí, porque la verdad es que luego no lo paso tan mal. Incluso hay veces que me lo paso bien pegando saltos y sudando cono una cerda. Hay días en que me divierto, a pesar de Pitbull y de la histérica del microcasco. Sudo, quemo calorías, suelto adrenalina, despejo y distraigo la mente...
¡Y después de la clase me siento tan bien conmigo misma!
Seh, decididamente: tengo que ser más constante y obligarme a ir, al menos, 2 veces a la semana. Porque ir menos, es tontería.

2. Hacer dieta.... ¡Noooooo! Sería demasiado típico, ¿no?
En serio: Aprender a cocinar bien. Platos diferentes, más elaborados, y no lo de siempre, lo más fácil. A ver: la cocina no se me da mal. Tengo buena mano entre los fogones... cuando me pongo EN SERIO.
Pero una vez más: me puede la vagancia. (Al final, creo que mi lista de buenos propósitos se podía reducir a uno: vencer la vagancia).
Sí, quiero aprender a preparar unas buenas lentejas, un buen potaje, una buena paella, y no sólo esos guisos digamos "clásicos", sino otras recetas más sofisticadas. De ésas que invitas a cenar a los suegros, o a unos amigos y quedas como una reina, los dejas alucinando y queriéndote pa' siempre jamás.
Solomillo gratinado a la reducción de Pedro Ximénez, colitas de rape estofadas a la pimienta y salsa verde,... etc.
¡Y la repostería: mi gran asignatura pendiente! Me encantaría aprender a hacer todo tipo de tartas: de chocolate, de queso con arándanos, Sacher, Selva Negra, de manzana, de zanahoria, de piña... Y magdalenas, y cupcakes, y bizcochos, y plum cake... y demás cositas deliciosamente calóricas. (Luego ya iré al gimnasio para contrarrestar).


3. Sacarme el título de ruso.  Este año tengo que acabarlo, sí o sí. Llevo ya muchos años, demasiados, atascada con este idioma, y ya no puedo más. Quiero quitármelo de encima y poder centrar mis energías en otras cosas. Es una prioridad para mí. Otras cosas no me importaría tanto no lograrlas en este año. Tengo otros muchos para conseguirlas. Pero sacarme el título de ruso, sí. Si no apruebo este año, me sentiré totalmente fracasada. Y me tocará repetir otra vez... Y no contemplo esa posibilidad. ¡Este año, conquistaré Rusia, muahahhaaaa! Así que el tiempo que me sobre de trabajar lo dedicaré especialmente a estudiar gramática rusa, a leer libros en ruso y a practicar mucho (no sé con quién, pero bueno...). Los fogones y el gimnasio, después.

4. Ser más constante con el blog. Es verdad, para qué negarlo. Cada vez lo tengo más abandonado. Escribo pocas entradas cada mes, y algunas son poco elaboradas y/o poco interesantes. Y eso se refleja en mi número de comentarios y de seguidores.
Desde principios hasta mediados de 2011, tuve una temporada muy productiva en la que escribía mucho, y aumenté rápidamente el número de de seguidores, hasta alcanzar la cifra soñada de 100 seguidores. Aquello fue un subidón. Ya me veía yo con tropecientos seguidores, millones de comentarios y entradas chupi-geniales. Pero luego, no fue así... Obviamente.
El ritmo se fue ralentizando. Yo escribía poco y la gente me seguía cada vez menos. Hasta llegar al punto de que me he estancado en 136 seguidores. Y ya no es que no sube el número, sino que baja. En cuestión de meses he perdido una media de 3-4 seguidores.
Y eso es algo, que, para qué negarlo, me preocupa y me entristece. 
Porque esto es un blog, no Twitter. En Twitter, el número de seguidores es muy fluctuante. Se pierden seguidores cada día. Y se ganan también a ese ritmo. 
Pero un blog es diferente. Cuesta ganar seguidores, pero en contrapartida, estos son más fieles. Así que, perder seguidores en un blog es mal síntoma. O al menos, yo lo interpreto como un mal síntoma. Señal de que mi blog ha perdido calidad, frescura y periodicidad. 

Y aquí no hay más responsable que yo. No escribo con frecuencia y lo que escribo tampoco tiene mucha calidad. Así que yo me lo he buscado. Por vaga, una vez más. Así que, voy a intentar que, este año, mi blog reviscole (ésta es una palabra catalana/valenciana que me gusta mucho, y que suelo utilizar también cuando hablo en castellano. Creo que no existe en lengua castellana un verbo similar, que exprese ese matiz concreto. Se podría traducir como revivir, volver a la vida, resucitar... pero no exactamente). Y para ello, tengo que ponerme las pilas. Escribir más a menudo. No prometo conseguirlo, pero sí intentarlo.

5. Cultivar mis amistades. Aquí también tengo trabajo que hacer. Y la prueba fehaciente fue lo que pasó en Nochevieja, cuando mis amigas decidieron hacer planes sin contar conmigo. 
Haciendo un poco de reflexión y autocrítica, me he dado cuenta de que quizá yo también tenga algo de culpa. Podría haberles propuesto un plan que no hubieran podido rechazar.
Así que, si Mahoma no va a la montaña... Por lo pronto, he organizado una cena, la semana que viene, en mi casa, con mi amiga E., (la casada y madre) y más gente.


Voy a intentar que nos veamos más a menudo... ¡Si vive en el pueblo de al lado, por Dior!
Tenemos que poner las dos de nuestra parte. No quiero que nos distanciemos. Yo sé que, con el niño pequeño, no puede salir tanto, está más limitada, pero hay que intentar hacer un hueco en la agenda para vernos. 
En cuanto a mi otra amiga, M., la que se fue a pasar el fin de año a Sevilla... Ésa es otra historia. Siempre ha ido muy a su bola, así que no sé de qué me extrañé cuando dijo que se iba a pasar la Nochevieja a la capital andaluza. Ella es así. Nunca se puede contar demasiado con ella... Y no le voy a dar más vueltas. Ya quedamos en Navidad, pues ya está.

Y no sólo cultivar mis amistades actuales, sino intentar retomar algunas que tengo un tanto olvidadas (y no sólo yo a ellas, sino ellas a mí, ¿eh? La amistad es algo bidireccional), y, por qué, no, hacer nuevas amistades. 
Aunque eso ya se me antoja un tanto más complicado. Pero lo voy a intentar.

6. Ser más ordenada, organizarme mejor y no dejarlo todo siempre para última hora. Sí, soy una especialista en dejarlo todo para el final. Eso de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" nunca fue conmigo. Y no es algo de lo que me sienta orgullosa, la verdad. Al revés, detesto eso de mí. 
Así que, éste es un buen año para empezar a organizar mejor mi tiempo, a no perderlo en tonterías, a no postergar las obligaciones para el momento en que ya no se pueden aplazar más. Porque luego vienen las agonías, los nervios, los agobios... 
Me encuentro con una montaña de cosas por hacer y apenas tengo tiempo para hacerlas. Con lo que me pongo todavía más nerviosa, me siento peor conmigo misma y me lamento por no haberlas hecho cuando aún tenía tiempo. 
Y lo de ser más ordenada, pues eso: soy un desastre. No me gusta nada el desorden, me agobia, me estresa, me pone enferma. Me gusta tenerlo todo ordenadito y mono, pero a la vez, me cuesta mucho ponerme a ordenar mis cosas. Luego, como con el gimnasio, una vez me pongo, ni me entero. Me pongo música y se me pasa el tiempo volando. Y una vez tengo todas mis cosas en perfecto orden, ¡me siento taaaaaaaaaaaaaaan bien! Así que: orden, organización y no aplazar tareas para última hora. 

7. Ser más ahorradora. En este anuncio de ING yo le contestaría a Matías Prats: NO AHORRADORA. A ver: tampoco es que vaya derrochando dinero a espuertas, ni que viva al día... De hecho, todos los meses ahorro algo. Pero, para qué mentir, no soy una persona de éstas que ahorran grandes cantidades de dinero cada mes, que se privan de caprichos para engordar al cerdito, y que además, disfrutan con ello.
Es cuestión de mentalidad, y yo no la tengo. A mí me gusta ir a una tienda de ropa, de complementos, de cosmética, etc... Y si me gusta algo, y me lo puedo permitir, comprármelo. 
Yo siempre fui más cigarra que hormiga. 
Pero este año se presenta difícil. Especialmente en el tema económico. Y además, en mi caso, puede que pierda mi trabajo en cuestión de unos meses. La crisis afecta a todos los sectores, y la empresa donde trabajo no es una excepción. Hay deudas y van a reducir la plantilla quizá hasta en un 40%. O sea, que hay probabilidades de que me toque la china. Y si tengo suerte y no me quedo en paro, me reducirán el sueldo. Así que... toca estrecharse el cinturón, toca cambiar el chip, toca privarse de pequeños caprichos y convertirse en AHORRADORA. Ahora, me va a costar ver algo en un escaparate, que se me salgan los ojos y pasar de largo... 


8. Mantener mi trabajo y mejorar profesionalmente. Ahora mismo, mi prioridad es no perder mi trabajo. Aunque ahora mismo no me guste lo que hago. Si no lo pierdo, el segundo paso ya sería intentar mejorar, hacer cosas más interesantes, más gratificantes, proponer ideas, cambiar de sección, hacer cosas nuevas... 
Pero, si me quedo en la calle, tendré que buscar trabajo donde sea. No hay otra opción.
No quiero acomodarme en el paro, y eso que cobraría dos años de paro más lo que me dieran del finiquito. Esa mentalidad no va conmigo. A mí me gusta mi profesión, y me gusta trabajar. 
A lo mejor, estar dos semanas en casa, sin horario ni calendario, como unas minivacaciones, estaría bien. Pero luego... se me caería la casa encima. Añoraría ir a trabajar, el trato con los compañeros, las tareas (incluso esas que ahora me parecen tan aburridas). Ojalá tenga suerte en este aspecto y no me echen. Porque encontrar ahora otro trabajo, tal y como están las cosas, me parece misión casi imposible.

9. Disfrutar del ahora sin  pensar en el mañana. Gasto demasiado tiempo y energía en pensar en lo que vendrá, y no disfruto plenamente de cada día, de cada momento. Del aquí y ahora. También pienso a veces demasiado en lo que no tengo, y no siempre valoro lo que tengo, que es mucho. Y no hablo de cosas materiales.
Eso es un gran error. Lo que tenga que venir, ya vendrá solo. Todo llega, tarde o temprano. No por querer que llegue antes, sucederá antes. Y al revés. Lo que tenga que ser, será. Y lo que no, pues no. ¿Para qué obsesionarse? 
Mi problema es que soy muy impaciente, y lo quiero todo ya. Quiero saber qué va a pasar con mi futuro laboral, con mi vida... Y por mucho que lo piense, no tendré antes la respuesta. Quizá, otro buen propósito sería aprender a ser más paciente y menos ansiosa.

10. Centrarme en mí y mejorar como persona. Buscar más tiempo para mí y mis cosas. Conocer mis prioridades y dejar para más adelante las cosas secundarias. Aprender a estar conmigo misma. Conocerme mejor. Disfrutar de una cierta soledad. Reflexionar más. Saber con certeza qué quiero y qué no quiero en mi vida. Ser más auténtica, ser yo misma, no lo que otros esperan o quieren de mí. Cultivar la asertividad. Aprender a decir NO, cuando quiero decir NO. Y decirlo sin que la otra persona se moleste (si esa persona es importante para mí). Estar bien alerta cuando otros me necesiten. Pedir ayuda cuando yo la necesite.
Ser menos susceptible, aceptar mejor la crítica (siempre que ésta sea constructiva), sin que por ello mi autoestima se resienta. Confiar más en la gente. Ser más cariñosa. 
Sonreír más cada día. Ser más positiva.

...Bueno, pues ésta es mi lista de buenos propósitos. Creo que se me ha ido un poco la mano y como todo, te pones, te pones... Y me han salido demasiados. No sé si podré alcanzarlos todos. Siendo realista, yo diría que no. Algunos va a ser bastante difícil lograrlos, dado que implican cambios importantes en mi personalidad. Pero voy a poner de mi parte por alcanzarlos.
Si para el 31 de diciembre de 2012 he logrado, al menos, 5 de ellos, ya me daría más que por satisfecha. El año que viene, os lo contaré...


*Y, como de costumbre, encuestita: ¿Sois de hacer listas de buenos propósitos para año nuevo? ¿Os parece una buena idea o una tontería? ¿Os mantenéis firmes en vuestro empeño o a la semana se os olvidan? ¿Habéis alcanzado vuestros buenos propósitos de años anteriores? ¡Contadme! :)

6 comentarios:

  1. O_O

    Im-prezionante.

    No sé si comentar lo que he ido leyendo sobre ti (me tenía que haber grabado o haber cogido apuntes) o si responderte a las cuestiones que planteas.

    Lo primero, sería larguísimo. Así que creo que voy a hacer lo segundo, sin descartar que me de el punto y regrese para hacer lo primero. No es una amenaza, es un ¡cuidao, oiga!

    No, no hago listas de buenos propósitos. No me parecen una tontería, creo que todo es muy respetable. Mi constancia depende de según para qué. Sin lista de propósitos, es complicado alcanzarlos. Pero, en líneas generales, no.

    Un besote y chulísima tu entrada. Me has hecho sonreír y soltar alguna que otra carcajada. Gracias!

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  2. Hola, Bkind! Muchas gracias!! Me alegra que te haya gustado la entrada... Y sobre todo, me alegra que te haya hecho sonreír y reír. Más todavía en estos tiempos que corren. (Ya me entiendes).
    YO tampoco era de hacer listas de propósitos, pero ya ves, este año me ha dado el puntazo. Ya veremos cuántos puedo conseguir...
    Otro besote para ti también!! ;D

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  3. Ami me gaviaren muchísimo tu entrada gata , aunque yo sea distinta a ti , pero es porque tengo mas años y cuando te haces mas mayor te relajas y relativizas .
    Mi gran propósito de este año es seguir viva .
    Nada mas
    Y nada menos .
    Y no veas qué relajada vivo , como me quiero y qué poco me decepciono.
    Y no te preocupes por los seguidores de tu blog , tu disfruta escribiendo y escribe cuando te dé la gana ¿Qué mas da?
    Un beso enorme guapa

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  4. Yo soy un desastre. Ni me pongo objetivos , y claramente, paso de cumplirlos...
    Yo creo que la vida es mas de fluir y eso...(así me va)
    Feliz año y un besote coleguita

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  5. Son excelentes propositos que espero que cumplas. Yo tambien espero cumplir los mios, principalmente, adelgazar (tipico) y comer mejor, encontrar trabajo (que esta todo fatal, pero bueno, entrevistas no me falta) y seguir con mis estudios, terminar el curso del paro y aprobar el que seguramente sera mi penultimo año en la UNED. Si tengo tiempo y dinero, a ver si puedo volver al gimnasio tambien, que me vendria genial.

    Oyes flipo con lo del ruso, ¿como te dio por ahi? No debe ser facil. En fin, suerte y al toro. En cuanto al blog, es otro proposito genial. A ver si lograr ponerte a tono con ello. Cuando te empece a seguir yo tenia 90 y tantos seguidores, y llegue a los 100 poquito despues que tu. Ahora estoy por 170. Y no es facil porque cada vez se me ocurren menos cosas que poner y tambien tengo la sensacion de que me estanco.

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  6. Mi lista es más o menos parecida... solo que todavía no la he hecho publica jajaja

    Adelante!!!

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