17 de julio de 2010

A vueltas con la maleta...



Mañana me voy de viaje a Turquía... y ya estoy HIS-TÉ-RI-CA. Siempre me pasa igual. Esta pasada noche he dormido poco y mal, y ya veremos la que viene.

Cojemos el avión mañana a las 10 de la noche... o sea que aún tengo tiempo de sobra para prepararlo todo. Pero aun así, no puedo evitar agobiarme pensando en todas esas cosas que tengo que hacer todavía.

Entre ellas: LA DICHOSA MALETA. ¡Cómo odio hacerla!

Ya me he hecho una lista de tooooooooooda la ropa que me voy a llevar y cómo la voy a combinar. Por supuesto, me sobra ropa por todos lados. Siempre me llevo más de la que necesito realmente.

Pero... es que como no me la lleve... Luego me acuerdo de esos pantaloncitos, o de esa falda o de ese vestido, etc. que al final decidí no meter en la maleta. Y luego estoy con el run-rún: "Fíjate, en el armario que se quedó, total, si no ocupaba espacio... Y lo bien que me hubiera venido... ". De locos.

Así pues, ante la duda, yo me lo llevo TODO. Luego ya, si eso, decido si me lo pongo o no. Como no pide pan...
(Sí, como se me vaya la olla y me cobren por exceso de peso de la maleta, no me va a hacer tanta gracia).

Otro problema que tengo con el tema este de hacer el equipaje es esa sensación de "creo que me dejo algo". Y acordarme de "ese algo" cuando ya hemos despegado. ¿A vosotros no os pasa? (Dios, qué daño ha hecho la película Solo en casa).

Sé de sobra que muchas cosas no son imprescindibles, o que se pueden comprar en el sitio a donde vas... que tampoco me voy a la selva amazónica. En Estambul, habrá tiendas por un tubo. Ya, pero... no sé. No es lo mismo olvidarse las pinzas de depilarse las cejas que la cámara de fotos, ¿no?

La verdad es que nunca me he olvidado nada realmente importante. Pero es que tendríais que verme haciendo la maleta, ¡como para que encima se me olvidara algo!
Como decía antes, me hago una lista de todas las cosas que me voy  llevar, y las voy tachando según las meto en la bolsa.

Pero, cuando ya creo haber acabado, me viene esa duda: "¿He cogido la camiseta rosa?"
....

Sé de sobra que sí, porque hace dos minutos que la metí y porque está tachada en la lista. Da igual: ¿y si me ha parecido cogerla, pero en realidad no la he cogido? ¿Y si he tenido una dejà-vu?
Hala: a rebuscar entre toda la ropa hasta que efectivamente, veo allá al fondo, algo de tela de color rosa. Eureka.
Vale. Ya estoy más tranquila. Pero enseguida pienso: "¿He metido la falda blanca?"
....

Y otra vez el mismo proceso.

De hecho, después de haber comprobado cien veces, cuando por fin cierro la maleta, no os penséis que estoy del todo segura de no dejarme nada importante. Qué va...
De verdad, que lo mío roza el trastorno obsesivo-compulsivo. De ahí que odie tanto hacerme la maleta.

En cambio, veo a J.J. que siempre se lo deja para última hora, que no se hace ninguna lista ni nada...
Él es como la cerveza sin: auténtica 0,0. Cero previsión. Cero estrés. Cero preocupación.

Abre el armario, va cogiendo cosas, las va echando a la maleta. Luego la cierra... Y ya está. Más feliz que una perdiz. En 5 minutos se hace el equipaje y lo mejor: nunca se olvida nada.

Creo que deberia seguir su método anti estrés. Al fin y al cabo, se trata de una viaje de placer, ¿no?

Sí, pues yo ya estoy que no vivo con el rollo de la maleta.  Para que luego encima, te la pierdan los de la línea aérea.... ¡Para hacerse el harakiri!

Bueno, este post es también una pequeña despedida, porque estaré mínimo una semana sin pasarme por aquí. A la vuelta nos leemos, nos contamos, etc etc. Por cierto: ¡he encontrado la falda vaquera que tanto tiempo llevaba buscando! Eso sí: de todas las que vi en la tienda de Promod, la única que me gustó, justamente NO estaba rebajada. No falla. Pero estaba tan desesperada que me la acabé comprando.
Anda, que si al final me olvido de meterla en la maleta... Ayyysssss....




5 comentarios:

  1. Yo el día antes de un viaje siempre estoy nerviosísima. Mi marido pasa de todo, hace la maleta 5 minutos antes y listo. Se deja la mitad de las cosas, eso sí, pero se compran en el lugar de destino y ya, el no se preocpa por esas cosas! jaja

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  2. Es verdad que lo peor de los viajes es precisamente eso, la maleta, pero también es cuestión de entrenamiento: cuando tienes que viajar mucho en avión, acabas aprendiendo todos los trucos! (los mínimos líquidos posibles y metidos en la bolsa correspondiente, los zapatos que menos pesan, la ropa que combina con todo...)

    Pero cuando ya estés allí, verás como se te olvida todo y te das cuenta de que ha merecido la pena el esfuerzo! Estambul es precioso, una de las ciudades más bonitas que he visto nunca, seguro que te encanta.

    Buen viaje y que lo disfrutes!

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  3. Disfruta del viaje y por supuesto tenías que haber tomado prestado el método de J.J porque es más relajante.

    Siempre nos olvidamos de algo siempre...

    Un saludo y disfruta

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  4. Jajaja!! A me pasa lo mismo, yo creo que eso es parte del sexo femenino, está en nuestros genes. Al final me conformo yo misma diciendome eso de: "Llevando la tarjeta de crédito y el pasaporte no hay problema." Así que venga a disfrutar de la maleta y riéte de ti misma y de tu preocupación!! Pero eso sí, no te olvides de la cámara de fotos!!! Jajajaja!!

    Que envidia me das niña :)

    Pasadlo muy muy bien!!!

    Mil besos!!!! :D:D:D:D

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  5. Ya llego tarde para despedirme... Pero bueno, que vaya muy bien!

    Besos.

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