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11 de noviembre de 2014

La Cigarra y la Hormiga Updated


Llega un momento en la infancia de toda persona, en el que alguien -habitualmente un familiar muy cercano y más mayor y sabio-, le hace la GRAN REVELACIÓN, contándole la famosa fábula de "La Cigarra y la Hormiga".


Todos conoceréis de sobra la historia y a sus dos protagonistas.

Por un lado, estaba la Cigarra: despreocupada, gandula y cero previsora, lo suyo era cantar, tocar la guitarra y holgazanear durante tooooooodo el verano. Su máxima era "Carpe Diem", vivía la vida sin preocuparse lo más mínimo por lo que pudiera pasar al día siguiente.
Ay, esa Cigarra feliz y holgazana con la que -casi- todos nos hemos sentido identificados en más de una ocasión.

Por otro lado, estaba la Hormiga, que era todo lo contrario que la Cigarra: trabajadora, constante, ahorradora,... Durante el verano, mientras la Cigarra cantaba y cantaba sin pegar ni chapa, la previsora y laboriosa Hormiga acarreaba granos de trigo bajo el intenso sol, para después tener alimento cuando llegara el frío.

Pues bien, pasó el verano, el otoño y llegó el crudo invierno. Y mientras la trabajadora Hormiga estaba tan requetebién en su casa, calentita y con muuuucha comida, -porque se lo había currado-, la infeliz de la Cigarra las pasaba canutas, y aterida de frío, tenía que pedir ayuda y cobijo a la Hormiga, quien finalmente se apiadaba de ella y la acogía, eso sí, no sin antes echarle en cara su actitud despreocupada.



Fin de la historia.
Después de la moraleja, tu abuelo -o la persona que te contaba la historia-, te hacía la inevitable pregunta:

Y tú, ¿qué quieres ser, Cigarra u Hormiga?

Y ahí te quedabas tú, a tus 6-7 tiernos años, cavilando:

-Ostras, Cigarra no, ¡ni de coña! Al principio se lo pasa muy bien, pero mira cómo acaba... No, no, hay que ser Hormiga.

Y así es como, desde bien pequeños, con una aparentemente (pero nada) inocente fábula, nuestros mayores nos inoculaban ya el virus del esfuerzo, la constancia, la previsión, el trabajo duro y el ahorro. (Cosa que se agradece, eh).

Ésta es una de esas enseñanzas que te hacen "clic" en la cabeza. Y que una vez la aprendes, ya no hay vuelta atrás. A poco responsable que seas, el runrún de la Cigarra y la Hormiga te perseguirá toda la vida.

-En épocas de exámenes en la Universidad, cuando ves que tienes dos toneladas de apuntes y te lo estás dejando para la noche de antes del examen. Runrún.

-Cuando estás a dieta y tus amigos dicen de ir a cenar a un italiano. Runrún.

-Cuando quieres ahorrar, pero llegan las navidades, vas a la FNAC y te lo comprarías TODO. Runrún.

Y es que la historia de la Cigarra y la Hormiga se puede aplicar a mil aspectos de nuestro día a día. A los estudios, al tema económico, al plano laboral...

Lo fácil, lo chachi, sería poder ser como la Cigarra, pero sin las consecuencias de ser Cigarra. Vivir la vida loker sin preocupaciones, disfrutar el momento, cantar y bailar, gastar sin límite, no tener que ahorrar para tener unos eurillos, ni trabajar para ganarse la vida.
(Bueno, los hay que tampoco tienen que ahorrar ni trabajar, tiran de tarjetas black, fraudes fiscales, cuentas en Suiza, y listo. Pero no es el caso; me refiero a gente honrada, que  sois los que me leéis. No me imagino a Rato, Bárcenas o a Pujol leyendo mi blog).

En cambio, lo difícil, lo coñazo, al menos para mí y supongo que para muchos, es ser Hormiga.

Todos conocemos de sobra la teoría, pero luego, llevarlo a la práctica no es tan fácil.
Desde luego, si ser Hormiga fuera fácil no tendría mérito. Ni estaría tan valorado. (A veces, incluso un pelín sobrevalorado).

Yo creo que nuestra naturaleza hedonista nos hace ser Cigarras.
Todos tenemos un Lado Oscuro de la Cigarra innato y poderoso. Es como Anakin Skywalker y el Lado Oscuro de la Fuerza. O como Frodo y el Anillo.


Nos esforzamos por contrarrestar ese Lado Cigarra con un Lado Hormiga que nos sacamos de la manga.

Sin embargo, hay gente que acaba totalmente absorbida por el Lado Oscuro de la Cigarra. Se rinden absolutamente a él.
Son las Cigarras Puras. Gente a quien no le compensa el esfuerzo de ser Hormiga y han decidido vivir la vida sin preocupaciones, sin previsión, sin ahorrar, sin trabajar (o trabajando lo mínimo).
Piensan que bueno, en invierno hace frío, en tiempos de crisis se pasa mal, pero luego tampoco es tan terrible. (Y siempre habrá alguna Hormiga caritativa que nos acoja en su calentita casa). Haberlos, haylos.

Luego estamos los que intentamos luchar y vencer a nuestro Lado Cigarra con nuestro Lado Hormiga. A veces lo conseguimos, otras no tanto, pero ahí estamos. En una lucha sin fin entre el quiero y el debo. Entre el Me echaría una siesta de tres horas y 5 cm de baba, y el Tengo que estudiar toda la conjugación francesa. Entre el Me comería toda la caja de Chips'Ahoy, y el Debo cuidarme. Entre el Me gastaría el sueldo en libros, ropa, maquillaje, etc... Y el Tengo que ahorrar que estoy pelada y en paro.

Luego están las Hormigas Puras. Son pocas, pero todos conoceréis a alguna o algunas. Yo admiro su tesón, su capacidad de trabajo, su organización, su capacidad de ahorro, su austeridad (esa palabra tan repetida por los políticos, pero que tan poco se aplican a ellos mismos).

Aunque a veces a las Hormis Puras se les va la olla.
Es esa gente que no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar.
Esa gente que se pasa la vida ahorrando, ahorrando, ahorrando... Y en realidad, si les preguntas para qué, tampoco tienen un motivo real para ahorrar.

Dicen: "Ahorro por si acaso, a modo de previsión".
No es "Ahorro para comprarme un coche o una casa", "Ahorro para poder hacer ese viaje que tanto he soñado"... No. Es "Ahorro porque empecé a ahorrar un día siendo muy niño después de que mi abuelito me diera un caramelo Werther's Original y una moneda de 5 duros y me contara la historia de la Cigarra y la Hormiga".
Y se les fue de las manos y ya no pueden dejar de ahorrar, por el simple hecho del placer que les produce el mero hecho de ahorrar. De acumular dinero.
Para ellos, ahorrar no es un medio. Es el fin en sí mismo.

Decía que admiro a las Hormigas Puras, pero hasta cierto punto, eh. Algunos me dan un poco de penica. Creo que no disfrutan la vida, realmente. Aunque ellos dicen ser felices así.
En mi opinión, han sido atrapados por el Lado Oscuro de la Hormiga, lo cual también tiene sus inconvenientes, aunque nuestro abuelito no nos lo contó el día que nos salió con la dichosa fábula.

Para mí, todos los extremos son malos. Ser 100% Cigarra es malo, por supuesto. Ya nos lo enseñaron de sobra con el cuento. Pero ser 100% Hormiga... uf, no sé yo hasta qué punto es positivo.
De hecho, creo que si bien las Cigarras Puras llegan a un límite de dejadez y vagancia del que ya no suelen pasar o es muy difícil, las Hormigas Puras pueden llegar a límites de capacidad trabajo y ahorro realmente patológicos. A veces dan miedo.

En un punto medio está la virtud, pienso yo. Ser Hormiga entre semana y Cigarra los fines de semana.
Pero a veces es taaaan difícil vencer a la Cigarra que todos llevamos dentro... ¿A vosotros no os pasa?

Y vosotros, ¿qué sois: Cigarra, Hormiga, o qué porcentaje de cada una? 

5 de marzo de 2014

Matrimonios efímeros

Como de costumbre, el sábado pasado fui a comer a casa de mis padres.
Y mientras se hacía el arroz al horno, me puse a leer la prensa del fin de semana y sus respectivos suplementos.

Hojeando el Yo Dona, (ya sabéis lo que pienso de las revistas femeninas, pero de vez en cuando, un poco de frivolidad tampoco hace daño, ¿no?), me tropecé de bruces con este artículo: Matrimonios de usar y tirar. Como podéis imaginar, el tema captó de inmediato mi atención, inmersa como estoy en los preparativos de mi boda.

El artículo, nada del otro mundo, ahonda en un tema que yo ya vengo observando desde hace tiempo. Y es la cantidad cada vez mayor de matrimonios que duran tres telediarios.

"Pareja de novios aparentemente súper enamorados y acaramelados, monta el bodorrio del siglo, se van de luna de miel, y sorprendentemente, al año, dos años o tres a lo sumo, están firmando los papeles del divorcio".

Como siempre, los casos más conocidos y con más repercusión son los de los famosos. En el propio artículo se citan varios, encabezados por el último y posiblemente uno de los más sonados: el de Patricia Conde.
Lo de esta chica ha sido realmente espectacular, por decirlo de alguna manera. En menos de dos años, se casa con Carlos Seguí (pedazo bodorrio que montaron), tienen un hijo y se separan.
Me quedo loca.

No sé lo que ha pasado ahí, pero desde luego, muy normal no es.
Y desde luego, si no estaban bien, ¿por qué hacen ese paripé de casarse? Y lo que es peor: ¿por qué narices deciden tener un hijo si las cosas siguen mal entre ellos? ¿A ver si con el churumbel se arreglaban?
ERROR!!!!

En fin... Podría pensarse que estas cosas sólo pasan en el famoseo, ya que esta gente se puede permitir eso de me caso-tengo un hijo (esto es opcional)-me canso-me divorcio-vuelta a empezar. Y aquí paz y después gloria. Que para eso tienen el dinero a cabassaes, como dicen en mi pueblo.

Pero no. Porque, como dice el artículo, esta situación es más frecuente de lo que creemos, y también le pasa al españolito de a pie. De hecho, cada año, les ocurre a casi 1.000 parejas en nuestro país.

Y como decía yo al principio del post, es una tendencia que vengo observando. En concreto, conozco dos casos bastante cercanos. Os cuento:

El primero es un amigo que se casó hace cosa de 3 años con una chica estupenda que conoció en la carrera.
Yo fui a esa boda y os puedo decir que fue de cuento. Parecían la pareja ideal.

Pero como siempre, no es oro todo lo que reluce. Y no, no estaban tan bien como parecía.

Después de la boda, él se fue a vivir a Ciudad del Norte, de donde es ella.
Encontró trabajo, se compraron un piso, hizo algunos amigos... Pero él nunca se ha sentido integrado allí. No le gustaba la ciudad, nunca la ha sentido como suya y después de varias crisis, rayadas, idas y venidas, discusiones, etc, ha decidido poner fin a su matrimonio.
Ha dejado mujer, piso, trabajo y un puñado de amigos y ha vuelto a casa de sus padres.

Según nos confesó, su relación se había convertido en una pura rutina; el sexo era prácticamente inexistente y muy monótono; además, como digo, no estaba nada a gusto en Ciudad del Norte y con sus suegros no se llevaba precisamente bien que digamos.
Que la sigue queriendo mucho, pero que ya no está enamorado de ella.

Éstas son, a grandes rasgos, las razones que nos ha dado para tomar una decisión tan drástica. Romper con todo y empezar de nuevo, apenas tres años después de su boda.



El otro caso es una compañera de estudios y su ahora ex marido. Llevaban casados 2 o 3 años y parecían también super enamorados y felices. Al menos, no tenían problemas de pareja.

Pero él empezó a tontear con una compañera de trabajo, así como quien no quiere la cosa, en plan colegas, jiji-jaja jiji-jaja... Una cosa llevó a la otra.... Hasta que, un buen día, el tipo le dice a su mujer: lo siento, pero  me he enamorado de otra.

Así, sin anestesia ni ná.
Bueno, no sé si se lo dijo en estos términos, pero el caso es que dejó a esta chica para irse con la compañera.

A mí me parece una putada, la verdad. Aunque bueno, al tipo le reconozco al menos el valor de haberlo dicho y no tener engañada a la chica, como esos que tienen mujer y amante. Y ni dejan a la mujer ni dejan a la amante.

Sobre lo que ha hecho de dejar a su mujer e irse con la compañera... supongo que nadie es quien para juzgar. Pero repito que me parece una putada.
Y sí, es cierto que enamorarse de otra persona que no es tu pareja es algo que le puede pasar a cualquiera. Y que nunca digas de este agua no beberé y todo eso.
Además de que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, a encontrar el amor verdadero y no quedarnos con lo primero que encontramos en esta vida. Vale, de acuerdo.

Pero, uffff... Estamos hablando de personas. El tema es delicado.
Se trata de reemplazar a una persona, con sus sentimientos, por otra. Una persona con la que estabas bien y con la que eras feliz.
Tanto, que decidiste casarte con ella
Y te encaprichas de otra y lo mandas todo al garete.
El amor es así, supongo. No se puede controlar. No puedes elegir de quién te enamoras.

Pero es que la cosa no se queda aquí.
Lo peor es que el tipo (y su nueva novia) se pasa la vida exhibiendo su amor en las redes sociales, como si fueran adolescentes. Que todo el mundo sepa lo mucho que se quieren, la de cosas que hacen juntos, los viajes que hacen, etc...
Pues oye, ya que le has pegado la gran patada en el culo a tu ex, al menos no le restriegues tu felicidad por los morros. Sé discreto, jolines. Que no cuesta nada.
Ahórrale esa humillación.

Si ya no la quieres porque estás tan enamorado de tu nueva y flamante novia (y futura esposa, que ya tienen fecha de boda, ¡flipa!), al menos no la hagas partícipe de tu nueva vida. No hurgues en la herida. Ten un poco de caridad.
Vamos, yo lo veo así.

Yo es que, creo tanto en eso del karma, que a veces pienso que esta gente está pidiendo a gritos que las cosas les vayan mal.

Y sí, ya tienen fecha de boda. Que yo digo una cosa: Chaval, si ya te casaste una vez y la cosa ha acabado como ha acabado, ¿qué prisa tienes en volver a hacerlo? Ya son ganas, ¿eh?
A ver si de ésta también te vas a cansar a los 4 días de la boda... 

Lo único bueno en ambos casos: que no ha habido hijos de por medio. Que al final, son los que más sufren por estas cosas.

En fin, que parece que vivimos en la cultura del usar y tirar.
Nos cansamos enseguida de todo. Continuamente necesitamos nuevos estímulos. Cosas nuevas, diferentes.
Tan rápido nos entusiasmamos con algo, que nos aburrimos y a otra cosa, mariposa. Total, hay tanto donde elegir...
Y eso creo que se está trasladando a las relaciones personales, y en concreto, a las de pareja.

Antes, los matrimonios duraban años y años. Ahora, no duran nada.

Que no digo que haya que aguantar carros y carretas. Hay cosas que no deben tolerarse jamás, por muy casado y enamorado que esté uno. Como por ejemplo, la violencia de género, las humillaciones, la falta de respeto. O las infidelidades continuadas.
Afortunadamente, las mujeres tenemos ya independencia suficiente como para no tener que aguantar a un patán de marido como ocurría antaño.

Por otro lado, no creo demasiado en eso del amor para toda la vida. (Al menos, no ese amor alocado y perfecto de las películas). Eso no existe. Porque las relaciones pasan por diferentes etapas, la convivencia es dura y todos tenemos nuestras manías, nuestros malos humos y peores despertares. Y a veces hace falta algo más que "amor". También tolerancia y paciencia.

No sé. Ni tanto ni tan calvo. Ni pasarse la vida juntos aunque dos no se aguanten ni tengan nada en común, ni agobiarse a los tres días y cortar por lo sano sin ni siquiera intentar arreglar las cosas.

Porque hay veces que vale la pena intentarlo. Y es triste que las cosas acaben de esa forma, cada uno por su lado, cuando podían haber sido felices juntos.
Caray, qué complicado es todo...

Y vosotros, ¿qué pensáis de este tema?


22 de septiembre de 2013

Happy birthday, R!


Hoy cumple años una persona especial.

Especial por ella misma, que lo es. Y especial por la forma en que llegó a mí.

R. y yo nos conocimos hace cosa de dos años en este apasionante y vasto mundo de la Blogocosa.
Y me diréis que tampoco es eso nada especial en los tiempos que corren. Que conocerse a través de Internet, de los blogs, de las redes sociales etc., está a la orden del día. De hecho, se ha convertido en algo muy habitual.
Y es cierto. Pero aun así, a mí me sigue pareciendo mágico y alucinante todo este mundillo que te permite entablar contacto e incluso amistad con gente que, de otra manera, seguramente no conocerías jamás.

Fue un poco lo típico: ella llegó a mi blog a través de un comentario que yo había dejado en otro blog que ambas seguimos. Se ve que le hizo gracia, o no sé... Pero así fue.
En aquella época, ella escribía un blog con un contenido más bien profesional. Era un blog chulo, muy bien escrito, muy trabajado; con una temática interesante que mezclaba literatura, cine,... Un blog cultureta, vaya.

El hecho de ser un blog de tipo profesional impedía a la autora exponerse demasiado o contar cosas personales. R. hablaba de libros, de pelis, proponía acertijos...
Pero los que la seguíamos, desconocíamos casi por completo a la persona que había detrás de aquellas letras. Así que con el tiempo, y tras mucho meditarlo y sopesarlo, acabó abriéndose un blog suyo al 100%, más personal e íntimo, donde poder ser ella misma y darse mejor a conocer.

Aun así, llegar a ella no fue  fácil. En realidad, llegar a ella no ES fácil.
Llegar a conocerla bien, cuesta. Requiere tiempo y dedicación. A veces, incluso paciencia.
Tienes que poner de tu parte y no dejarte llevar por primeras impresiones erróneas.

R. no se da a las primeras de cambio. Es muy reservada en ese aspecto.
Sé (y ella también lo sabe) que a mucha gente esa actitud un tanto "cerrada" le exaspera.
Yo, personalmente, creo que hay que respetarlo. Cada uno pone el límite donde quiere, faltaría más.
Y no significa que esa persona sea fría, insensible, poco afectuosa o desconfiada en exceso.
Simplemente, hay personas más celosas de su intimidad.
Sea por timidez, sea por miedo a sufrir una decepción, sea por la razón que sea.
Creo que hay que respetarlo. Del mismo modo que hay que respetar al que exhibe su intimidad sin pudor, porque así lo desea.

Eso sí: si tú te preocupas por conocerla, por llegar a ella, por respetarla, entenderla y apreciarla como ella es, (a mí me costó alguna que otra discusión, malentendido y zas en toda la boca), a cambio, ella te entrega su total y absoluta lealtad. Te demuestra ser una persona con un corazón enorme, y una sensibilidad difícil de encontrar en la mayoría de la gente.


Volviendo a la historia... A R. la conocí primero a través del 2.0, como he dicho, y al tiempo, tuvo lugar la desvirtualización.
Fui yo la que propuso conocernos en persona, así, como quien no quiere la cosa; aprovechando un viaje a la ciudad donde ella vive (y donde yo tengo familiares muy cercanos).
Sabía que ella no estaba muy por la labor, debido a su forma de ser.
(Seguro que se está sonriendo ahora mismo y pensando: "eres una cabrona...").
¡¡Se siente!! xD

De hecho, yo estaba convencida de que iba a decir que ni de coña, que mejor en otra ocasión. (Como el  típico: a ver si un día de estos te llamo y quedamos. Y ese día no llega nunca, claro).

Sin embargo, contra todo pronóstico, y a pesar de  las reservas iniciales que ese encuentro le generaba, R. dijo: Sí. ¿Por qué no? Puede ser divertido.

Así que, allí me encontraba yo, en el metro de Madrid, una calurosísisma tarde de julio, dirección Callao.
Concretamente, habíamos quedado en la FNAC. Pensamos en ese lugar porque, como hay libros y mil cosas chachis, si la conversación no era muy fluida, al menos tendríamos con qué distraer la atención.

Llego a Callao, y me pongo a buscar la dichosa FNAC. A buscarla. Porque claro, como es "pequeñita" y "no se ve"...
Y yo, cual cateta sacada de una peli de Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí, sin encontrarla. Venga dar vueltas por Callao, entre transeúntes, malabararistas, titiriteros y demás. ¿Dónde c*** estaba la FNAC?

-Inciso: yo esperaba encontrarme una tienda situada  en un edificio bajito, como la de mi ciudad. Y no imaginaba que aquel enorme rascacielos anaranjado, podía albergar la FNAC.

Sí, soy de pueblo. Qué pasa.
No encontraba la puñetera FNAC. Y la tenía en mis propias narices.

Al lío.
Yo ya estaba en Callao, y ella, según me decía por whatsapp, también. Y yo pensaba: Seguro que ya me ha visto, y que está agazapada en algún rincón, entre el gentío, los malabaristas, los perroflautillas, etc, descojonándose viva al verme como un pato mareado dando vueltas por la plaza.

Y seguro que así fue. xD
Porque de repente, veo a una chica rubia dirigiendose hacia mí como una exhalación. En seguida la reconocí (ya la conocía de fotos).

Mis primeras palabras fueron algo así como un: Hola, ¿qué tal? Por cierto... ¿DÓNDE ESTÁ LA FNAC? (parece que era eso lo único que me importaba en aquel momento).
Y ella, sin inmutarse, señala con el dedo hacia arriba.
Alzo la vista y veo el letrero gigante...



  ZASCA!
 Qué paleta soy. Empezamos bien.



 ¡¡SOY DE PUEBLO!!
Bueno...
Huyendo del calor, nos metimos en la FNAC. Echamos una ojeada a las novedades literarias, vimos cosas interesantes y nos pusimos a rajar de las 50 Sombras de Grey, sin podernos explicar cómo era posible que un bodrio tan mal escrito pudiera estar causando tanta sensación. La gente está loca...

Debo decir que, en un prinicpio, R. me pareció en un principio un poco... brusca. Y sobre todo, del rollo de  "voy sobrada, soy estupendérrima, and I know it".
(Recuerdo pensar para mis adentros: Joer, sí que es madrileña, sí). Por lo de chula.

Pero, como anteriomente, en el 2.0, decidí dejarla hablar, dejarla expresarse y mostrarse como era, poco a poco, sin prisas y sin caer en juicios erróneos por precipitados.

Salimos de FNAC y enfilamos la preciosa y emblemática Gran Vía madrileña para acabar resguardándonos en un Vips, con aire acondicionado y una Coca-Cola con hielo.

Creo que fue a partir de ese momento cuando ya empezamos a hablar de verdad. A conocernos y a reconocernos. Empezamos a ser nosotras mismas.

Hablamos de muchas cosas.
Por supuesto, del mundo 2.0. De los blogs. De cómo habíamos empezado en esto de la Blogocosa. De nuestra vida cotidiana. De nuestra familia. Del trabajo...
Y charlando de unas cosas y otras, el tiempo se pasó volando, sin darnos cuenta. De esto que te quedas pegada al ski de la butaca del Vips y ya empiezas a tener miedo de ser abducida y no poder despegarte nunca más. (Que por cierto: qué forma tan horrible de morir: pegada a una butaca del Vips...).

Reconocí en aquella persona a la que había conocido a través del blog, y con la que había hablado por teléfono, email y whatsapp. Sólo que ahora en tres dimensiones.
Así pude entender mejor su forma de ser, y descubrí que la mayoría de las veces está bromeando, por el puro placer de jugar, porque ella es así, muy irónica (pero no sarcástica, que no hay maldad en ella).

Como digo, se nos pasó la tarde en un suspiro. Se puede decir que conectamos.
Así que, me despedí de ella en el Metro con la certeza de haber hecho una nueva amiga. Pero no cualquier amiga, sino una de éstas que, si necesitas hablar porque estás de bajón, si necesitas consejo o ayuda, ella lo deja todo, sea lo que sea que esté haciendo, para escucharte. Una amiga con la que pudes contar, sí o sí.

R. es una persona muy interesante y culta. Es divertida. Muy sincera y honesta. ¡A veces, demasiado!
Es vulnerable, aunque aparente una gran fortaleza y seguridad en sí misma. Es tierna, aunque a priori parezca algo dura.

R. es mi amiga. La 2.0. La madrileña. La del blog de la sonrisa misteriosa. La "editora", como la llamo cuando le hablo a JJ de ella. La que con su nick te pide que seas amable, gracias.

Hoy cumple años y quiero felicitarla desde este rinconcito que ella lee de manera habitual. Y quiero que sepa que, aunque no estoy cerca, aunque de vez en cuando desaparezco del mapa y no doy señales de vida, aunque siempre voy de culo con el trabajo y no tengo tiempo para casi nada, aunque a veces soy algo desapegada (shame on me)... puede contar conmigo para lo que sea. Sólo tiene que darme un toque.

HAPPY BIRTHDAY, R.!
Un beso.




20 de abril de 2013

Mi suegra: Pesadilla en la Cocina

Qué no se habrá dicho ya, qué no se habrá escrito, qué no se habrá rajado a estas alturas de los suegros.
Y, especialmente, de las suegras.
O más bien: laaaaa SUEGRAAAAAAA aaaa aaaaaaa....  aaaaa. (Así, en singular y en mayúsculas. Y con eco).
Los suegros, -o sólo la suegra-, a veces, a menudo, son una maldición para mucha gente. Un grano en el culo.
A tus padres los tienes que aguantar, por narices.
¿Pero a los suegros?

PUES TAMBIÉN. Te jodes. Así es la vida.
Haber pedido muerte.



AVISO: mi experiencia en materia suegril tampoco es muy amplia ni variada, así que no puedo hablar mucho. Y lo poco que puedo hablar no es malo.
No he tenido una trayectoria larguísima de parejas y suegros (yo es que a los rollos de una noche o unas semanas/meses, no los considero parejas, y a sus padres, mucho menos los considero suegros); ni he tenido suegros infernales. *Toco madera*

De hecho, nunca me ha gustado llamar suegros a los padres de mis novios. Ni cuñados a los hermanos. Me suena rancio, antiguo. Marujil. Mi zuegra. Er cuñao. La cuñá.
Nop.

JJ y yo no estamos casados, de momento. Por tanto, si hablamos con propiedad, sus padres AÚN no son mis suegros.
Pero bueno, unas veces por economía del lenguaje y otras porque ya todo el mundo lo acepta como tal (y porque casi cinco años de relación, con convivencia e hipoteca, creo que nos dan derecho a establecer ese parentesco que en realidad no hay todavía), el caso es que a veces los llamo mis suegros.

Total, que hoy voy a hablar de mis suegros; los actuales.

La verdad es que creo poder afirmar que he tenido suerte. O al menos, no he tenido mala suerte en el reparto. Son gente encantadora, muy hospitalaria, muy generosa, muy agradable, y me han aceptado desde el minuto cero como a una más. Bueno, más o menos (Sí, sí, ya sé que muchos estaréis diciendo: Ayyyy.... pobre incauta, pobre ingenua, eso es lo que tú te crees; ya verás, ya... Lo bruja que puede llegar a ser la suegra...).

Vale, de momento, no es el caso. No es ninguna bruja. O si lo es, tiene la escoba bastante bien escondida y sólo la gasta para barrer. Es buena mujer, simpática, pizpireta, muy hacendosa, muy de su casa, muy trabajadora, se desvive por su marido e hijos... Lo que se dice una madre y esposa ejemplar.
Y él es un hombre de estos tranquilones, afables, campechanos, sencillotes, trabajador, ahorrador y muy austero...
No tengo unos suegros nada pijos, engreídos ni gilipollas.
Hasta ahí, todo bien.

Salvo por una cosa: SON MUY PESADOS. Pero muuuuuuuuuuuucho. Muy insistentes y monotemáticos con según qué cosas. Te pueden llegar a preguntar 20 veces lo mismo, en 5 minutos.

-Gata, no quieres más patatas?

-No gracias.


-Nena, ¿no querrías más patatas?


-Errrr... no MadredeJJ, gracias, de verdad. No tengo más hambre.


-Ay, hija, has comido muy poco. ¿Te pongo más patatas?


-.......


 -Yo creo que Gata no ha comido casi patatas...


-.................. VALE, PONME LAS *%/$%!&* PATATAS
(No, esa es la voz de mi mente, pero no se llega a materializar físicamente).

Como razón de tal insistencia, barajo 4 posibles opciones:

A: ¿No se creerán que no tengo más hambre y pensarán que lo digo por hacerme la guay y la fina?
B: ¿Creerán que estoy desnutrida y necesito comer, comer, comer?
C: ¿Se les olvidará al más puro estilo Dori de Buscando a Nemo que hace 50 segundos les he dicho que NO quería más patatas?


D: ¿Pensarán que he cambiado de opinión en dos nanosegundos y de repente me han entrado unas ganas bestiales de zampar patatas?

¿Alguien tiene alguna opción más?

Porque eso sí. Lo de Suegra con la comida es obsesión. Pero obsesión enfermiza.
Parece que haya pasado tres guerras, tú.
Come, come, come, come, come, come........  Ésa es la consigna,
COME.

Cuando vamos a su casa:

¿Qué* no os llevaréis un paquete de jamón?
¿Qué no os llevaréis unos flanes que he hecho?
¿Que no os llevaréis un tupper con lentejas que tengo en la nevera?
¿Qué no os llevaréis unas chuletitas BUENÍIIIIIIISIMAS que he comprado en el Mercado?
¿Qué no os llevaréis un trozo de bizcocho?
¿Qué no os llevaréis............................?

(La partícula Qué a principio de pregunta, para enfatizar, es muy típica de la zona de Levante).

Arf, arf, arf... No puedo más. No, por favooooooooooooooooooooor....

Debe de pensarse que estoy matando de hambre a su hijo.
Y no, en serio: que no nos morimos de hambruna, de verdad. Que "el niño" está bien sano y bien fuerte. Coooooño ya.

Luego está el tema culinario. O sea, el tema ya propiamente cocina.

Tu suegra siempre va a ser la mejor cocinera EVER. Acéptalo o estás perdida.
Mejor cocinera por supuestísimo que tú, piltrafilla, recién llegada a este mundo de los fogones, que sólo sabes hacer cuatro cosas rápidas y reguleras. (No lo dice, obviamente, pero por su actitud, a veces da a entender eso).
Mejor cocinera que tu madre, también.

Ella podría ir perfectamente al reallity ése de los masterchefs, pero no va porque dejaría en evidencia a los demás concursantes. Por supuesto

-Su paella es la mejor del mundo mundial.
Y la verdad es que sí, hace unas paellas cojonudas. Eso hay que reconocerlo. Su paella es la más buena que he probado nunca. Y he probado unas cuantas. Incluída la de mi madre.
Y cada domingo que la hace y nos invita a comer, y le decimos la buena que está SU paella y cómo cada vez se supera a sí misma, oyoyoyoyoyyyyyyyyy, se hincha de orgullo toda ella, como un pavo.
Henchida de gozo que se pone.
En fin, si eso la hace feliz...

Anoche fuimos a cenar a casa de Suegros
Por supuesto, la consigna: come, come, come, come, ¿no quieres más? ¿te pongo más? ¿te apetece algo más?

*Nota mental: si JJ y yo tenemos hijos algún día, (ella obviamente va a ser su abuela): no, nunca, bajo ningún concepto, dejarlos con ella por las tardes y que les dé la merienda. O acabaré teniendo niños obesos mórbidos.

Bueno, el caso es que salió el tema del colesterol, porque Suegra tiene colesterol y se lo controla mucho.
Tiene colesterol, pero no está gorda, eso también hay que reconocerlo. Se mantiene delgada, la jodía, porque camina mucho y cuida su alimentación. (La suya, porque lo que es la de los demás: come, come, come, come....).

Ella casi siempre cena pescado, todo lo contrario que Suegro, que ni lo prueba. Es más, lo detesta. Y ella nunca ha hecho nada por que, al menos, lo tolere.
Pero como él está tan ricamente.... Ni una molécula de colesterol en su organismo, oiga. Si es que... la vida es injusta.

El tema es que yo les comenté de pasada que le había inculcado a JJ el tema de comer pescado; antes él apenas lo probaba y cada vez le va gustando más; sin llegar a enloquecerle, pero al menos que se lo come.

Y ella me preguntó que cómo lo había conseguido. Yo le expliqué que a menudo innovo y hago cosas, como salmón con nata y queso azul, y que eso le gusta mucho.

No había acabado de decirlo cuando Suegra contraatacó con una de sus súper-recetas.
Y yo sabía que iba a salir por ahí.

Es comentarle que sabes cocinar X plato para que ella despliegue todo su ancestral saber culinario. Conecta en directo con su propio Canal Cocina.

¿Que tú sabes hacer salmón a la plancha con queso azul?

Ella se va a Noruega, te pesca el salmón, vuelve, y lo hace a las finas hierbas, con queso Roquefort de oveja albina jorobada y trufas caramelizadas sobre cama de puerros en tempura, desconstruídos a la miel de romero de abeja reina.
Supera eso....

¿Que tú haces solomillo al Oporto?

Ella hace solomillo de cerdo pata negra de Jabugo 20 Jotas; con paté de oca Miss Provenza 2007 y Gran Premio en el Concurso Internacional de Ámsterdam; con Chardonnay reserva del 82, las últimas hebras de azafrán de la cosecha de este año, y sal rosa traída del Himalaya.
¿Qué? ¿Que no?

¿Qué tú has empezado tímidamente a hacer natillas?
Ja, ella tiene una tesis doctoral en natillas y tres másters en flanes y arroz con leche....


Y así. Además, te cuenta paso a paso cómo lo hace:
...Pues pongo en la sartén los pimientos cortados en juliana y el diente de ajo picado con blablablabla...
...Luego rehogo las cebollas con la pizquita de pimienta y blablabla.... 
...En la olla exprés hago un caldo de pollo con verduras y lo tengo X minutos y blablabla...
...Le echo la ralladura de limón a la leche, pero hay que hacer blablabla para que no amargue y blablabla....

La primera vez, flipas. (¿Esta mujer está compitiendo conmigo?)
La segunda vez, te mosqueas un poco. (¿Se creerá que no sé hacer ni un triste huevo frito? Hombreporfavorya....)
A la tercera, ya como que te ríes para tus adentros.

Las demás veces, sacas el tema a propósito, a ver por dónde sale. A ver con qué nueva receta nos sorprende esta vez.

Que podría escribir un libro, oye. ¿Ahora que se ha jubilado y tiene tanto tiempo? Se forraba, fijo.
Se lo voy a proponer...

Ay, las suegras.... Y eso que yo, no me puedo quejar mucho. Al menos, de momento.
¿Las vuestras qué tal son? ¿Brujas, manipuladoras, competitivas? ¿Amables, sencillas, cariñosas?
¿Súper chefs como la mía?

(Otro día hablaré de Suegro... que también da para post).

10 de febrero de 2013

Cuando él podría (casi) ser tu padre...


(MONÓLOGO INTERIOR) Casi un mes sin aparecer por aquí.
Si es que tengo esto abandonadito perdido... Soy lo peor, lo sé, no tengo excusa... Aunque también es cierto que el volumen de trabajo que tengo últimamente y el ambiente post- ERE no me dejan ni mucho tiempo ni demasiadas ganas de ponerme a escribir.

Y sé que cuanto más tiempo dejas pasar, es peor, más cuesta volver. Esto es como el gimnasio: que lo vas dejando, lo vas dejando, "hoy porque estoy cansada, mañana porque hace frío, pasado porque estoy sin depilar...". Y cuando te das cuenta, llevas tres meses pagando y sólo has ido un día.

Ah, pero.......¿qué ven estos ojitos? ¡¡¡¡Hemos superado la barrera de los 200!!!!!! Síiiiiiii... 202 gatitos siguiendo este blog y las chorradas que voy soltando en él!! :_) Sniffff ¡¡¡GRACIAS!!!! Me encanta la cifra y me encanta saber que seguís ahí, acompañándome. Sois lo más.

Así que... hoy sí, yeah, estoy de vuelta con un tema "muy bodito y muy herboso", inspirado en este ambiente erótico-festivo-romántico-empalagoso-quetecagas, previo a la celebración de San Osito de Peluche y Santa Caja de Bombones con Forma de Corazón.

Seh, hoy vamos a hablar de amour... De parejas. Y más concretamente, de esas parejas cuyos miembros (básicamente, dos), se llevan unos cuantos años de diferencia.


A ver, no me refiero a la veinteañera que está con un viejuno decrépito de 85 (o al revés: del jovenzuelo caradura que está con una señora que podría ser su abuela), porque a mí que no me fastidien, que eso ni es amor ni .
Bueno, sí: es amor a una cuenta corriente y un patrimonio.
Pero no #HAMOR del bueno, verdadero, auténtico y romántico, que es de lo que se trata.

Y ahora habrá quien no esté de acuerdo conmigo y sostenga que sí, que puede haber amor verdadero, apasionado y desinteresado en ese tipo de parejas. Vale, sí, tiene razón. Los unicornios también existen. Y viven en Narnia. Y vomitan arco-iris.

A lo que iba, que me pierdo... Yo quería hablar de esas parejas que se llevan... no sé, 10, 15, 20 años de diferencia.


Como Arthur Miller y Marilyn Monroe, por ejemplo.
Cierto es que él le llevaba apenas 11 años a ella. Tampoco era una diferencia tan grande. Pero no sé, hacían una pareja tan rara, rara, rarrrrrrra, eran dos seres tan diferentes entre sí, tan opuestos, en tantos aspectos, que daban todavía más el cante. ¿No os parece? Ella tan llamativa, tan de portada de revista. Él tan difuso siempre, como una sombra a su lado.

Y ojo, que se casaron enamorados. De él nos lo creemos sí o sí (como para no enamorarse de una sex symbol). Y de ella, pues también, va. Que sí. Que se le notaba en la mirada que estaba enamorada del señor Miller. Al menos, al principio.
Pero... no, por desgracia, no funcionó. Al final sus diferencias (y no sólo la de edad) y sus personalidades tan complejas acabó por separarlos.

Yo, personalmente, creo que es difícil a la larga que este tipo de parejas funcionen; más si cabe hoy en día, cuando la mayoría de mujeres tienen independencia económica y no necesitan atarse de por vida a un hombre.
No digo que no pueda surgir el enamoramiento entre un hombre y una mujer que se lleven 15 años, por ejemplo.
Claro que sí. Claro que puede saltar la chispa. Hay muchos casos en los que esto sucede, tanto de famosos como de personas anónimas. Pero yo estoy hablando de que la unión funcione a largo plazo.

Y me voy a centrar en el caso más habitual: ella bastante más joven que él. (Otro día, si eso, hablamos de las cougar, de Demi, de Ashton... Y de lo mal que les salió al final. Ay, Demi... Si es que, quien con niños se acuesta...).
OLA, Demi, K ASE?

Vamos al caso que se da con mayor frecuencia: chica joven conoce a señor madurito y atractivo que le lleva taitantos años. Pero no pasa nada. La edad no es obstáculo para el amor.

Catherine Zeta Jones y Michael Douglas se llevan exactamente 25 años 

Y sí, es cierto. Los tíos mayores nos atraen. Tienen *algo*. Quizá sea algo freudiano, que nos hace buscar inconscientemente a alguien que nos recuerde remotamente a nuestro padre. (¿En serio?).

O quizá sea esa seguridad que desprenden. Su madurez, su sensatez, su cabeza bien amueblada, su experiencia, (la veteranía es un grado, siempre).
Las sienes plateadas, el saber estar, el saber vestir, la caballerosidad, entender de vinos, de coches, de cine, de gastronomía, de libros... Ser un tío de mundo, vamos.
Eso atrae, sobre todo si eres joven, inexperta e impresionable.

Por no hablar de lo protegida que te hace sentir un tipo así. Porque, supuestamente, estos maduritos han tratado ya con varias féminas en su larga trayectoria y saben cómo tratar, valga la redundancia, a una mujer.
(Claro, que también se da el caso del tipo en cuestión, que, con sus cuarentaitantos no ha salido del huevo y la única mujer con la que ha tratado es su madre, que todavía le lava los gayumbos.
Si es ese caso, MAL. CACA).

Me refiero a los que sí han vivido, los han recorrido mundo, los que ya tienen un bagaje vital importante... ¡Claro que atraen esos hombres!

Harrison Ford y Calista Flockhart se llevan 22 años

Y al principio, debe de ser como un cuento de hadas. Todo muy bonito con tu príncipe azul madurito.
Pero el tiempo va pasando. Y va pasando para ambos.

Pongamos que él le lleve 20 años a ella.
Cuando la mujer cumple 40, una edad todavía juvenil, (más en estos tiempos que corren, en que nos cuidamos todos tanto, y nos obsesionamos con mantenernos jóvenes y blablabla...), él tendrá 60.
Y oigan, 60 años años ya es una edad.
Que sí, que ahora nadie se considera viejo. Que antes con 60 ya estabas en la tercera edad, y ahora no sabemos dónde poner el límite.

Pero da igual, más allá de convencionalismos sociales, y más allá de que la esperanza de vida cada vez sea mayor: 60 años es una edad, aquí y en Pernambuco.
Y si cuando ella tenía 20 y él 40, la cosa no se notaba demasiado, cuando llegamos a edades más avanzadas, sí se nota la diferencia. Parece que la brecha aumenta de manera exponencial.

Y es que el cuerpo, como todo organismo, con el paso del tiempo, envejece y se deteriora.
Y ya  no responde igual. Sí, por supuesto, estoy pensando en el plano sexual (y reproductivo). Obvio.
Un señor de 60 no responde como un tío de 30 o de 40. Esosasí.

Pero si ambos miembros de la pareja están en una edad similar, esos cambios, esa pérdida progresiva de facultades se lleva más a la vez. No hay un abismo tan grande, ¿no?

Eso por un lado.
Por otro, se me ocurre el tema de la brecha generacional y del bagaje amoroso.
Cuando tu pareja te lleva 20 años, habéis vivido necesariamente cosas diferentes. Qué narices: ¡él podría ser tu padre! 
Pertenecéis a épocas diferentes. Habéis crecido a ritmos diferentes. Él te lleva ventaja.
Tú aún ibas a la guardería y él ya estaba en la universidad, por poner un ejemplo. O trabajaba, mientras tú estabas aprendiendo a leer o a sumar.
Tú jugabas con muñecas y él ya estaba compartiendo cama e intimidad con otras mujeres.


Y no hay que olvidar el bagaje amoroso.
Un hombre que te lleva tantos años ha tenido tiempo de sobra para conocer a muchas mujeres, de enamorarse varias veces, de desenamorarse, de casarse, de separarse...
Y cada una de esas relaciones le habrá marcado en mayor o menor medida.

Por no hablar de cuando hay hijos de por  medio. Hijos de matrimonios o de relaciones anteriores y que van también en el pack. Y que te recuerdan que hubo otras antes que tú.

Es cierto que, para que haya uno o varios ex, no hace falta haber vivido muchos años. Todos, o casi todos, cargamos con nuestro bagaje amoroso, lleno de relaciones pasadas y acabadas.
Pero es evidente que, cuantos más años vives, más grande y pesado suele ser ese bagaje. Más ex parejas acumulas, por lógica.

Por todo ello, pienso que esas parejas lo tienen más difícil que las que se llevan como mucho 8 o 10 años.
No digo que todas estén condenadas al fracaso. De hecho, ahí están los casos de Michael Douglas y Catherine Zeta Jones o Harrison Ford y Calista Flockhart para contradecir mi tesis.

Pero no olvidemos que estamos hablando de famosos con mucho dinero, que viven en mansiones y que tienen un nivel de vida elevadísimo, no de ciudadanos de a pie. Así que para mí tampoco son casos muy significativos.

Por eso, me dirijo a vosotros, queridos gatitos y lectores anónimos: 
¿Qué pensais de las parejas que se llevan tantos años? (Y cuando digo tantos, me refiero a 15, como mínimo). 
¿Creéis que es difícil que funcione una relación así? ¿O la diferencia de edad no condiciona una relación, sino otros aspectos?
¿Es vuestro propio caso o conocéis alguno de cerca? ¿Tenéis o habéis tenido una relación amorosa con alguien bastante más joven o mayor que vosotros? ¿Salió bien? ¡Contadme!  :)

11 de enero de 2013

¿Empezar el año sin propósitos?


Este año he pasado millas de hacer la típica lista de buenos propósitos de año nuevo. Seh, en plan rebelde total.

¿Y eso por qué? Pues, entre otras cosas, porque de mis 10 propósitos para el 2012, que recogí en esta entrada, sólo he cumplido 2. Muy triste, lo sé. Pero es lo que hay.
Concretamente, el 3 y el 8 (y éste a medias: he conservado mi puesto de trabajo, o debería decir que he tenido suerte y no me han echado, pero no creo haber progresado mucho profesionalmente. Claro, que en un lugar como mi trabajo, tan jerarquizado y con tanto dinosaurio reacio a dejar vía libre a nuevas generaciones, la cosa de promocionar está chunga).

El caso es que el otro día, me dio por releer entradas antiguas (sí, siempre me pasa igual; soy así de bobalicona. Todos los comienzos de año me da el mismo bajón nostálgico y me da por echar la vista atrás. Lo sé: soy lo peor), y di con esa entrada de los buenos propósitos de año nuevo.
Si ya estaba de bajón, ver lo poquito que he evolucionado en este año, me acabó de hundir en la más negra de las miserias.

Y es que últimamente, es todo muy así. Muy de hundirme en el fango. Todo me afecta enormemente. Es como si estuviera eternamente con el SPM.
Últimamente, tengo muchos, demasiados, "momentos calimero", como los llama Naar.
Momentos de bajón, quizá sin un motivo aparente, o sin un motivo de peso, pero en los que sientes que todo es una big shit, que todo te supera, que nadie te quiere... y te das mucha lástima a ti misma.
Todo en un bucle lastimero infinito.


Y sientes que tus amigas te dan de lado. Sí, en mi anterior entrada dije -no me lo creía ni yo- que no iba a  dejar que me afectara el hecho de que mi mejor amiga no hubiera contado conmigo para celebrar la Nochevieja; pero ya veis, sí me ha afectado. Y mucho. Más de lo que me gustaría. Si es que no aprendo, joé... El problema no es tanto que no haya contado conmigo, sino que haya preferido otras compañías, tal como he sabido después. Y además, a mis espaldas. Y no es la primera vez.
Podeis imaginar cómo me siento. Como una gilipollas, sí.

Por otro lado, el ambiente en mi lugar de trabajo es tremendamente hostil. Ya sabéis que ha habido un ERE, y todo eso.
Pues además del vacío y el silencio de los que ya no están, hay otro vacío, otro silencio aún más atronador: el que te hace determinada gente que se ha quedado peeeeeero que está dolida porque han echado o van a echar a amigos suyos.
A ver: están en todo su derecho de sentir rabia y frustración. También yo he perdido a compañeros a los que apreciaba y admiraba.
Un ERE es así. Una gran putada. Pero no es culpa nuestra.

Pues esta gente, lejos de sufrir su pérdida en silencio, como las hemorroides, se dedica a mostrar su descontento a la mínima que tienen ocasión, haciéndote incluso sentir mal por haberte quedado. Como si tú no merecieras quedarte. Como si los otros lo merecieran más.
Vale, ya no está tu amigo, y lo siento de verdad. Pero no es culpa mía. No me hagas sentir como si yo fuera responsable. No me hagas sentirme como una mierda.

Todos hemos perdido a gente con la que lo pasábamos bien y con la que trabajábamos a gusto.
No lo hagas aún más difícil.
Ya hay bastante tristeza, bastante soledad.
No lo hagas todavía más incómodo. Intentemos estar lo mejor posible...

La verdad es que nunca pensé que conservar mi puesto de trabajo iba a resultar tan poco gratificante.
Que se me iba a hacer tan cuesta arriba ir cada día a trabajar.
Y no es por la cantidad de faena que hay (aunque sea más del doble). No. Es por el ambiente de trabajo.
Porque detesto esas actitudes perdonavidas.

Creo que he demostrado ser una buena profesional, trabajadora, con ganas y capacidad de aprender y mejorar. Nunca he tenido problemas con  nadie; soy buena compañera, no me meto en líos, hago el trabajo que se me manda sin rechistar; no soy ninguna enchufada, ni trepa ni lameculos. Tengo todos los requisitos para desempeñar mi puesto, y otros más. Así que no le debo nada a nadie.
Quien quiera entenderlo, que lo entienda. Quien no, es su problema. 
Y ya está.

En fin... Que llevo unos días así, sintiéndome mal, triste, como si sobrara en todas partes, como si nadie me tuviera en cuenta.
Quizá la culpa de todo esto sea mía. Tal vez yo, de alguna manera, haya provocado esto. No sé. O a lo mejor no es todo tan horrible, y estoy exagerando. Reconozco también que soy un poco dramaqueen.

La cuestión es que yo creía ser una buena amiga, creía tener buenas amigas que me querían y contaban conmigo, creía ser una persona respetada en el trabajo.
Pero últimamente, parece que no es así.
Que o yo vivía en una fantasía morisca, o la gente es muy falsa y ahora están mostrando su verdadero yo.
Y me ha pillado todo de golpe y sin esperarlo.

Vamos que todo esto empieza a superarme. Y eso que ya estaba bastante desengañada.
Pero vaya, parece que cuando la vida se propone sorprenderte, a fe que lo consigue.

Así que nada, voy a coger el cascarón del huevo, como Calimero, y me voy a meter dentro, a esperar que pase el temporal. Si alguien quiere algo de mí, que me busque.




En serio, detesto escribir estos posts tan negativos y autocompasivos. Sí, sé que tengo que cambiar de actitud y de registro. No me gusta ir de víctima por la vida. Soy la primera que odia estar así.
Pero es que últimamente es todo tan raro...
Y hoy ha sido la gota que ha colmado el vaso. Ha sido una chorrada que me ha pasado en el trabajo, otro desplante más, una tontería sin demasiada importancia... si no fuera porque ya llueve sobre mojado.
Y he explotado.
Me he venido abajo del todo. Y necesitaba desahogarme.
...
Vale, ya está. Ya pasó.

Resumiendo: no voy a hacerme grandes propósitos para este año.
Sólo intentar que no me afecten tanto estas cosas; no podemos caerle bien a todo el mundo. Y no pasa nada.
Hay gente falsa. Siempre la ha habido y siempre la habrá. Esto no es novedad.
Y ya está.
Y bueno, quizá también sería deseable que empezara a ser más selectiva y asertiva con mis amistades.

Hasta ahora, por evitar el conflicto, siempre hacía ver que nada me parecía mal, que todo estaba bien, aunque no fuera así. Aunque me estuviera muriendo por dentro.

Pues se acabó. A partir de ahora, diré lo que no me gusta. Lo que me parece injusto. Lo que no me parece bien. Lo que me ha dolido.
Si somos amigas, somos amigas para todo: para lo bueno y para lo malo. Hombreya.

En fin... A ver si me aplico el cuento de verdad y no se queda en una pataleta en el blog.

Gracias por leer esta mierda de post. Voy a llorar un ratito a mi rincón, pero mañana prometo estar otra vez sonriente y no volver a torturaros con este tipo de entradas. Al menos, en un buen tiempo. ;)


13 de noviembre de 2012

Relaciones amor-odio: mis tetas y yo


Lo confieso: mantengo una relación de amor-odio con mis pechos.
En realidad no creo ser la única.
Por lo que tengo entendido, parece que la mayor parte de la población femenina tiene una relación... digamos que "algo complicada" con sus tetas.
Nunca están lo suficientemente "bien". Por supuesto, me refiero a los pechos naturales, sin retocar, claro.
Siempre nos gustaría tenerlos algo más grandes, o algo más pequeños, o algo más firmes, o algo menos caídos, etc. Siempre hay un 'pero'. ¿No os parece?

Pocas chicas conozco que se sientan 100% a gusto con sus pechos.


Muchas sueñan con una o dos tallas más. Y es por eso que el aumento de pecho es la operación de estética más demandada y que se vendan tantos sujetadores con relleno o con efecto push-up.
La pregunta es: ¿quieren tener más pecho por ellas mismas, porque eso les haría sentir más sexys, más femeninas y que determinadas prendas de ropa les quedaran mejor, o lo hacen por sus respectivas parejas masculinas o para parecer más atractivas al sexo opuesto? ¿Por qué, o mejor dicho, por quién decide una mujer operarse el pecho realmente?

Yo estoy en el caso opuesto. Tengo una 95 C. Soy de pecho más bien grande.
No me operaría para reducir la talla, primero porque siento terror a los quirófanos, y segundo porque no tengo problemas de espalda y demás, derivados del tamaño de mis pechos. Aparte de que tampoco creo tener una talla exagerada. No me resulta un trauma tener una 95.
Pero... sí es cierto que, en ocasiones, me siento incómoda con mis tetas y no me importaría, al revés, molaría tener una talla menos.
Cuando digo incómoda, quiero decir en toda la extensión del término. Incómodo física y psicológicamente.

Incómoda porque...

-Botan cuando voy andando (y corriendo, y subiendo o bajando escaleras, etc).
-Se ven bastante y la gente las mira. (Con envidia, con lascivia, con curiosidad, con sorpresa,...).
-Con determinados escotes o prendas de ropa quedan demasiado... "demasiado", dejémoslo ahí.
-A veces molestan para dormir bocabajo.
-Me cuesta encontrar bikinis de mi talla. Quiero decir, encontrar un bikini cuya parte de arriba me tape lo suficiente y la braga no se me caiga de grande. (¿Por qué la mayoría de marcas de ropa de baño fabrican sus bikinis pensando que todas las mujeres tenemos la misma talla de pecho que de cadera? ¿Y por qué no dejan mezclar tallas? Ahí lo dejo).
-Algunas miradas masculinas dirigidas a esa parte de mi anatomía me han hecho sentirme un trozo de carne.
-Algunos comentarios femeninos (con su buena carga de envidia y malicia) dirigidos también a esa parte de mi anatomía me han hecho sentirme un trozo de carne.

Por todo eso y otras cosas, a veces me encantaría tener una talla menos.

Según leí en algún sitio, las mujeres con un busto generoso (toma eufemismo), resultan más sexys que las que tienen el pecho pequeño.


Y no sólo resultan sexys, sino que también dan una imagen de... ¿cómo lo diría yo? Algo putones ligeras de cascos.

Sólo por tener las tetas grandes, ¿eh? O más grandes que la media.
Por lo visto, una chica con sugerente escote, sin siquiera haber abierto la boca, sólo por tener bastante pecho, sugiere una determinada imagen mental en los demás. Cuando a lo mejor no tiene nada que ver con su forma de ser.

No olvidemos que la función principal de las mamas en las hembras es la de alimentar a las crías.
Vamos, que el componente erótico o sexual de los pechos vino después. En realidad, la función erótica sería secundaria. La de amamantar sería la primigenia.
Aunque obviamente, ya no somos monos ni hombres de las cavernas. Hemos evolucionado y actualmente, los pechos sirven para algo más que la mera función de amamantar.
El problema es que quizá se les está dando un papel demasiado determinante en el ámbito de la seducción, la sexualidad, etc. Hay como una especie de "teta-obsesión".

Conviene tener presente que nada tiene que ver el tamaño de sus pechos con la actitud o disponibilidad de esa mujer hacia el sexo. Es como esa creencia de que los hombres con las manos pequeñas tienen el pene grande y son mejores en la cama, y al revés. ¿Qué estudio científico ha demostrado eso? Nada, son leyendas urbanas.

Pero por desgracia, parece que es una creencia bastante extendida, sí.
Tetas grandes=mujer ardiente

Es absurdo. Y es algo que me fastidia bastante. Y además, hace que muchas chicas con una talla grande de pecho vivan acomplejadas por ello, porque proyectan una imagen que no se corresponde con su personalidad.

Además de que hay prendas de ropa que nos están casi vetadas a las de tetas grandes, porque no nos quedan bien, porque nos hacen parecer más anchas de lo que somos, porque nos quedan exageradas, porque nos hace sentirnos inseguras, etc.
De la misma manera que hay prendas que les quedan mal a las chicas con poco pecho, ¿eh?

En ese mismo sitio que decía antes, leí que las mujeres de senos pequeños resultan más elegantes, más finas, más delgadas, pero muchas se sienten acomplejadas también porque no se ven suficientemente atractivas. Suficientemente "femeninas". Se ven... poca cosa.


(Ojo: hay de todo. Conozco chicas encantadas con el tamaño de sus pechos, sean estos grandes, pequeños o medianos. Pero estoy hablando de la mayoría).

En fin, parece que nunca llueve a gusto de todas. (O de todos).
Yo creo que a veces nos supera un poco. Aunque las mamas sólo sean tejido glandular cubierto de piel, en realidad son algo más, son mucho más que eso.

Para empezar, es algo que nos distingue del sexo masculino. Los senos son un atributo plenamente femenino.
Son sinónimo de feminidad. Y de erotismo, y blablabla.
Y no vamos a negar que resultan muy atractivos al sexo opuesto. Es algo ancestral.

Y pienso que no todas estamos preparadas para asumir todo el poder de atracción que los pechos pueden ejercer. Sí, sabemos que son un atributo sexual, un arma de seducción, y todo eso... Pero creo que a veces nos resulta difícil convivir con nuestros propios pechos y lo que conllevan. Tanto a nivel físico como emocional.

Al fin y al cabo, no nacemos con los senos desarrollados. Sino que estos se desarrollan en la pubertad. De no tenerlos, pasas a tenerlos. De una forma bastante rápida y precipitada. Y ya es de por vida.
Y a diferencia de la menstruación, que son unos días al mes, los pechos están ahí siempre.
Y son bastante más evidentes.

A partir de un determinado momento de tu vida, tienes tetas. Y tu vida cambia.
Tienes que aprender a convivir con ellas. Y con su circunstancia.
Para empezar, tendrás que empezar a utilizar sujetadores. Y todo lo demás...

Algunas lo ven como una bendición.
Otras casi como una maldición.
Y las hay también, las menos, que lo viven con normalidad.

Pero no se puede negar que, para cualquier mujer, el desarrollo de los pechos supone un cierto shock. Es como abandonar la infancia y entrar en la edad adulta de golpe.
Y llega el verano, y en la playa o la piscina los niños ya no te miran como a la niña del verano anterior. Ya no eres la misma. Ahora eres mayor. Aunque apenas tengas 11 años.
Tienes tetas. No lo puedes ocultar.
Y es algo que cuesta asimilar. Al menos así lo viví yo.

Y luego están las comparaciones odiosas: con amigas, con hermanas, compañeras de clase, desconocidas que te cruzas por la calle...
"Esta tiene más/menos pecho que yo".
"Qué tetas más bien puestas tiene aquella, qué envidia".
"Esa está plana como una tabla".
"Me gustaría tenerlas como Fulanita".
"¿Las de Menganita serán operadas?"
"Sí. Sin duda, son operadas".

Las tetas. Están ahí, y a menudo, las vemos más como una carga que como un don de la naturaleza.
A veces, las tratamos injustamente.
Nunca están perfectas. Siempre podrían ser o estar más/menos [inserte aquí adjetivo].
Siempre resultan algo molestas o incómodas. Ellas... o las reacciones que provocan.

Pero no podemos olvidar que son nuestras tetas. Que nos van a acompañar toda la vida. Así que lo mejor es tratar de llevarse bien con ellas, y convertirlas en nuestras aliadas.

Debemos cuidarlas, mimarlas. Sentirnos orgullosas de ellas. Sean como sean. Grandes, pequeñas, firmes, caídas, simétricas, asimétricas...
(Eso no impide que, si de verdad te acomplejan por su tamaño, demasiado grande o pequeño, o te provocan problemas de salud, recurras a la cirugía, si lo crees necesario).
Pero mi consejo es aprender a aceptarlas y quererlas como son. Porque tienen un papel muy importante en nuestra vida:

-Son una de las principales zonas erógenas, con la que obtener placer y con la que proporcionarlo.
-Son feminidad, erotismo y sensualidad.
-Son una poderosa arma de seducción.
-Son fuente de alimento y establecen un vínculo muy especial entre madre y bebé.
Así que, a no quejarse de ellas y a quererlas.

Y a darles los cuidados que necesitan:

-Aclarado con agua fría en la ducha para mantenerlas firmes.
-Cremas hidratantes y reafirmantes.
-Sostenes que las sujeten bien y sobre todo, que sean de la talla adecuada; lo cual no quita que sean bonitos y sexys, y nos hagan sentirnos guapas por dentro. Está demostrado que, si una mujer lleva lencería bonita, con la que se encuentra atractiva, eso aumenta su autoestima.


-Hacerse autoexploraciones y ante la más mínima duda o anomalía, acudir al médico. Así como hacerse controles y mamografías periódicamente. (Más información sobre el cáncer de mama: aquí)

Y, para acabar, me gustaría hacer una encuesta doble:

A las chicas: ¿Qué tipo de relación mantenéis con vuestros pechos? ¿Amor-odio? ¿Estáis contentas con ellos? Y cuando digo contentas quiero decir completamente. No me vale un "Sí, pero...".
(Yo misma he confesado que no me importaría tener una talla menos y que estuvieran algo más firmes).
¿Os ha acomplejado alguna vez la talla o la forma de vuestros pechos? ¿Os los operaríais? ¿Os habéis operado ya o conocéis casos de chicas que se hayan operado? ¿Estáis/están ahora a gusto con vuestro/su pecho?

A los chicos: ¿el tamaño (en este caso del pecho) importa? ¿Es el busto una de las primeras zonas en las que os fijáis? ¿Creéis que una mujer que presume de escote da imagen de poco seria, ligera o ardiente? ¿Pecho pequeño, pecho grande o es indiferente? ;P

Contestar a estas preguntas es totalmente voluntario. Podéis contar, comentar o añadir lo que queráis, en serio...  Sobre todo, me interesa conocer vuestras experiencias y opiniones al respecto. :)

¡Besos!

29 de mayo de 2012

Ellas, las más bellas


Hará poco menos de un año, escribí una entrada que tuvo mucho éxito. O bastante éxito, va.
De hecho, desde entonces, siempre está entre las 8 más visitadas de cada mes. En ella, enumeraba (e ilustraba) los cinco hombres -famosos, se entiende- más guapos y atractivos del mundo mundial, según mi opinión y mi gusto.

*Ahora veo que me quedé corta y me dejé en el tintero a señores en mayúsculas como Clive Owen, Ryan Gosling (nunca pensé que incluiría a este chico en mi top ten de hombres guapos, pero la verdad es que lo tenía muy infravalorado) o Gerard Butler...
Error imperdonable no poner a estos y sí, por ejemplo, a Aaron Eckhart. No sé en qué estaría pensando...
Vamos, que se impone una edición, revisión, y actualización de esa entrada.
Pero no hoy.
Como habéis leído en el título, hoy no voy a hablar de ellos. Sino de ELLAS.

En aquella entrada, prometí ser justa con ambos sexos y escribir alguna vez sobre las chicas más guapas -siempre según mi criterio- del star-system.
Y la verdad, creo que ya es momento de hacerlo. Si he tardado tanto es porque no soy la primera ni seré la última que escriba un post de estas características; sé que no soy el colmo de la originalidad, pero tampoco voy a plagiar a nadie. Y sinceramente, me gusta mucho escribir este tipo de entradas. Me divierten.

Y además... de esta forma, quizá incremente un poco mi audiencia entre una parte del sector masculino.
Así pues, chicas -y algún que otro chico-: lo siento, pero hoy toca post "testosterónico".
Hombres que pensáis que en este blog sólo se habla de cosas de tías: esta entrada va especialmente dirigida a vosotros... (Lo cual no quiere decir que no la pueda leer cualquiera, independientemente de su sexo y orientación sexual).
A continuación, voy a hacer mi Top 10 de tías buenas, chicas guapas y, en general, famosas a las que admiro y odio a partes iguales por ser tan perfectas. Aviso que el orden es totalmente arbitrario. No van de más a menos guapas, ni nada de eso.
Y seguro que, como en el caso de los chicos, me dejo a más de una en el tintero. Sorry. Bueno, así ya tengo para futuras entregas...

¿Preparados? Allá vamos...

 1. SCARLETT JOHANSSON

¿Cómo no? ¿Cómo no iba a ser ella quien encabezara mi lista? Rubia, con labios sensuales, curvas de vértigo, voz grave...
Una mezcla de sensualidad e inocencia. Scarlett es la típica mujer cañón. Es la chica 10.
Muchos la ven como la nueva Marilyn, pero a Scarlett yo la veo un poco más centrada y algo más profunda. No sé.
Y eso que hay veces en que la veo y pienso... Ainsss, no sé, tiene unas facciones un poco bastas, demasiado sexy, demasiado exagerada y explosiva.
Pero luego se me pasa, cuando la veo en otras imágenes como éstas y pienso que es, simplemente, es-pec-ta-cu-lar:

 

Por supuesto, son fotos de estudio e imagino que estarán retocadas, pero vamos, ya me gustaría a mí tener esos labios, esos ojos, esa piel y esas curvas... Y eso es real. Se lo ha dado la genética, a la muy maldita. xD
A mí me parece un "pibón". La rubia dorada de Hollywood. La adoro.
Y me gusta, entre otras cosas, porque, gracias a ella, las curvas vuelven a estar de moda; que tanta delgadez andrógina ya resulta cansina. ¡Hombre ya!
Scarlett está llamada a convertirse en uno de los sex symbols del siglo XXI.

2. NATALIE PORTMAN


Yo la veo como un tipo de belleza opuesto al de Scarlett. No estoy diciendo que sea más fea. Al revés, creo que Natalie tiene unos rasgos más bonitos, más finos, más delicados; pero claro, no desprende esa sensualidad,esa carnalidad tan exacerbadas de Scarlett.


Natalie es pequeñita, preciosa y muy elegante. Es como una muñequita. Tiene rasgos casi de hada. O élficos, no sé. Me parece una monada. (Yo es que soy muy fan suya, lo reconozco).
Si Scarlett es la nueva Marilyn, Natalie podría ser la nueva Audrey Hepburn, salvando las distancias, claro.

Se habla a menudo del parecido entre Natalie Portman y Keira Nightley (de hecho, en Star Wars Episodio 1. La Amenaza Fantasma, Keira adopta la identidad de la Reina Amidala, papel interpretado por Natalie, cuando ésta deja Naboo). Pero yo no les veo tanto parecido. Antes se lo veía más, ahora, no.
Y por supuesto, me parece mucho más guapa y más expresiva Natalie. Keira no me gusta nada. Y como actriz, pufff... Me pone nerviosa con esa mueca rara que hace con la mandíbula, no sé explicarlo, pero seguro que muchos os habéis dado cuenta y sabéis a qué me refiero. Me pone del hígado, en serio.
Pero Natalie es... especial. Me encanta.

3. AMANDA SEYFRIED

Que sí, que tiene una belleza un poco atípica. Un poco "alien". Es verdad. Tiene los ojos demasiado grandes, bastante separados y saltones. Es un poco "dibujo animado". Con ese cabello dorado, esos ojos color aguamarina, esa piel traslúcida... Parece de diseño.
A mí me parece una preciosidad. Angelical y pícara a la vez. Y aparenta ser una chica simpática, que no se lo tiene creído.


Es también pequeñita, pero muy proporcionada y con unas curvas muy sensuales.
Amanda también ha contribuido bastante a que el prototipo de mujer voluptuosa vuelva a triunfar en Hollywood. Y eso siempre es de agradecer. Bien por ella.
Por eso, y por méritos propios, se ha ganado un puesto en mi lista.

4. RACHEL McADAMS


Tiene, para mi gusto, uno de los rostros más bellos del cine actual, con unos preciosos ojos azules y una sonrisa muy pizpireta adornada con hoyuelos, y una piel de porcelana.
Es dulce y angelical. Y a la vez, parece una tía simpática y natural.
Tiene pinta de gustarle los deportes de aventura, los animales, vivir en el campo, etc... Incluso de eructar después de darle un trago a una lata de cerveza.  no perdería ni un ápice de encanto. xD
No parece la típica niña pija y tiquismiquis.


Está monísima tanto rubia como morena. Pero yo la prefiero de morena y con los labios muy rojos. Creo que le sienta muy bien el look pin-up.
De hecho, ella tiene una belleza muy de ese estilo. Por eso creo que le van tan bien los papeles de chica americana de los años 40-50, como el que hace en El diario de Noa.
Resumiendo, ¿a que Rachel es ideal?

5. ELSA PATAKY


Bueno, una española (o medio española) en la lista. Que sí, que lo sé, que está ultra operada y es tonta del culo.
Pero esto último no es impedimento para que entre en la lista. Que oye, si además de ser un pibón me "cae" bien, epic win. Pero no es condición sine qua non.
De hecho, Elsa me cae bastante regular Y es verdad que es la mujer de goma.
Pero joer... ¡A su cirujano plástico habría que darle el premio Nobel y hacerle un monumento!


Efectivamente, la belleza de Elsa es en buena medida obra de un cirujano (aquí podéis ver el antes y el después... muahahaahaahhaa! Nadie puede escapar a su pasado...). Pero vamos, tampoco es que Elsa fuera un monstruito antes de operarse.
Y el resultado es para quitarse el sombrero. La verdad es que la chica es guapa hasta decir basta y tiene un tipazo escultural. Eso es innegable.
Que sí, que hay mucho bisturí de por medio, pero también es cierto que ella se cuida mucho para mantener ese cuerpo, ¿no?
Elsa, quiero el nombre de tu cirujano...

6. MILA KUNIS

Mira que a mí esta chica, hasta hace bien poco, ni fu ni fa, ¿eh? La primera vez que la vi fue en Cisne negro, donde hace el papel de rival del personaje protagonista, interpretado por Natalie Portman.
La verdad es que, en esta peli, tanto Mila como Natalie están bastante feíllas. Excesivamente delgadas, por exigencias del guión.
Pero a Natalie yo ya la conocía de antes, la había visto en otras películas mucho más favorecida.
A Mila era la primera vez que la veía, y la verdad es que me pareció muy esmirriada. Todo ojos y huesos.
Ella misma contaba en una entrevista que se veía horrorosa, como Gollum, y que estaba deseando acabar el rodaje de Cisne negro para volver a su peso normal.

En fin, que ésa era la imagen que yo tenía de Mila y no entendía cómo había tanta gente que la veía sexy.
Pero hace unos meses, una tarde estaba aburrida en casa y me vi Con derecho a roce (Friends with benefits), protagonizada por Mila y Justin Timberlake. 
En esta peli me encontré con una Mila Kunis totalmente distinta. Ésta sí que era sexy...



Para ser ucraniana, tiene un físico muy latino, ¿verdad? La verdad es que tiene unos ojazos increíbles, una melena espectacular y una sonrisa pícara muy graciosa. Y no sé por qué, pero tiene pinta de ser muy divertida y alocada. Yo me iría de cañas con ella si dudarlo. 
A mí me recuerda un poco a Catherine Zeta Jones, ¿no os parece?
Creo que la prejuzgué demasiado pronto al verla en una película en la que no sale demasiado favorecida. No es que sea bellíiiiiiisima, pero tiene algo. Es muy atractiva y desprende mucho encanto y sex-appeal.
Seguro que se lleva a los tíos de calle... 

7. CHARLIZE THERON

Hagan pasillo, señores, que llega Charlize... ¿Qué decir de ella que no se sepa o se haya dicho ya?
Mejor dejemos que las imágenes hablen por sí solas...


¡¡Diooooooooooos!!
¿¿Cómo se puede ser tan jodidamente diosa y perfecta, y no reventar?? Que alguien me lo explique, porque lo de esta mujer no es normal. Y va cumpliendo años, que no es ninguna cría. A todas las demás de la lista les lleva unos años, y sin embargo, podría batirse el cobre perfectamente con cualquiera de ellas... y saldría ganando incluso. 
Lo de Charlize desafía toda lógica. Esta mujer es de otro planeta. No hay otra explicación.
Yo la encuentro divina, bellísima, perfecta. El summum. Y lo mejor: sencilla y buena actriz. Lo tiene todo, la tía. Lo dicho, un ser de otro planeta. A mí me tiene fascinada.

8. EVA GREEN

Tiene una belleza inquietante y difícil de catalogar. No es la típica tía buena, ni la típica niña mona... La suya es una belleza enigmática y con una sensualidad oscura. 
Hay fotos en las que no sale muy favorecida, porque es muy dada a poner cara de loca, y no entiendo por qué, pero es muy guapa. No es casualidad que haya interpretado a Vesper Lynd, el gran amor de Bond, James Bond, en Casino Royale



Sin duda, lo que más llama la atención de esta mujer son los ojos verdes que tiene, que son realmente impactantes. Hipnóticos, diría yo.
También contrasta mucho su piel pálida con el cabello oscuro. No sé, en conjunto me parece una chica muy atractiva. Tiene un noséqué muy interesante.
Eva Green es una de las jóvenes actrices francesas más destacadas. Debutó con The dreamers, de Bertollucci, quien la definió como "tan bella, que es indecente".
Después aparecería en Arsène Lupin y El reino de los cielos, de Ridley Scott. Pero sería dando vida a la chica Bond por excelencia en Casino Royale, junto a Daniel Craig, cuando conseguiría fama internacional.
Ahora la podéis ver en la última de Tim Burton, Sombras tenebrosas, haciendo de bruja mala malísima.

9. IRINA SHAYK

Dejamos a las actrices y vamos con una modelo. 
Irina Shayk: esa chica rusa que parece cualquier cosa menos rusa, (yo a su lado parezco nacida en el mismo Moscú), top model internacional y novia del futbolista Cristiano Ronaldo.

Vale que tiene pinta de borde y suele ir con cara de mal follada por la vida (Cristiano, ¿algo que alegar? xD), pero desde luego, no se puede negar que es un pedazo de monumento. Guapa hasta aburrir. Porque la verdad es que aburrir, aburre, de tan poco expresiva que es a veces. Pero hay que rendirse a la evidencia:




La verdad es que es espectacular. No creo que nadie en su sano juicio pueda decir que no le parece una maravilla de la genética. Es de una belleza incuestionable, desde mi punto de vista. 
Tiene un rostro bellísimo, con unos ojos verdes preciosos, unos labios muy sensuales y un cuerpo 10.
Y eso que he cogido fotos muy "light", porque si me voy a las fotos "hot" de lencería fina y baño, puede haber aquí taquicardias, y no es plan... xD

Irina es una modelo rusa con más pinta de brasileña que de rusa (y eso que hay modelos rusas espectaculares, como Natalia Vodianova), que lleva una carrera meteórica, por méritos propios, a la vista está; aunque su estelar noviazgo con CR7 tampoco se puede decir que le esté perjudicando... Son tan "perfectos" los dos que parecen fabricados a propósito. No sé cuánto durarán, sinceramente.


10. DIANE KRUGER

La última de mi lista es una actriz alemana que saltó a la fama al poner rostro a Helena de Troya, la mujer más hermosa de la Antigüedad, en el film Troya de Wolfgang Petersen. Digo yo que muy fea no podía ser cuando la eligieron para encarnar a este personaje:


Y no es sólo guapa; además suele estar entre las mejor vestidas y las más elegantes y estilosas de cualquier alfombra roja que se precie. Porque ya puedes ser guapísima, que como seas una hortera para vestir, ya la has cagado.
Diane es muy fiel a Chanel y casi siempre, quitando alguna excepción, va perfecta. A algunos les parece demasiado clásica y un poco rancia en sus apariciones públicas. Pero yo creo que siempre es elegante, nunca resulta estridente. Sabe cómo acertar.

Su historia es muy similar a la de Charlize Theron: estudiaba ballet clásico, su sueño era ser bailarina; pero una lesión la obligó a dejar la danza profesional. Como es guapa, alta y delgada, empezó a hacer sus pinitos en el mundo de la moda. Pero el modelaje se le quedaba corto, a ella le gustaba actuar, hacer algo más que posar. Así que sería cuestión de tiempo que acabara metida de lleno en el mundo de la interpretación.  
Está claro que, tanto en el caso de Diane como en el de Charlize, si hubieran sido feas y obesas, no habrían hecho carrera en Hollywood, pero bueno, ya se sabe cómo funciona esto...
No se les puede negar que hacen bien su trabajo, aunque ser guapas, sin duda, les abrió muchas puertas.

...Y hasta aquí mi Top 10. Por supuesto, no están todas las que son, me dejo a unas cuantas, pero en algún punto tenía que cortar.
¿Que os parece? ¿Estáis de acuerdo con mi lista? ¿A quién añadiríais? ¿A quién quitaríais?
Esto va para todos, chicos y chicas, ¿eh? ;)

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