22 de septiembre de 2013

Happy birthday, R!


Hoy cumple años una persona especial.

Especial por ella misma, que lo es. Y especial por la forma en que llegó a mí.

R. y yo nos conocimos hace cosa de dos años en este apasionante y vasto mundo de la Blogocosa.
Y me diréis que tampoco es eso nada especial en los tiempos que corren. Que conocerse a través de Internet, de los blogs, de las redes sociales etc., está a la orden del día. De hecho, se ha convertido en algo muy habitual.
Y es cierto. Pero aun así, a mí me sigue pareciendo mágico y alucinante todo este mundillo que te permite entablar contacto e incluso amistad con gente que, de otra manera, seguramente no conocerías jamás.

Fue un poco lo típico: ella llegó a mi blog a través de un comentario que yo había dejado en otro blog que ambas seguimos. Se ve que le hizo gracia, o no sé... Pero así fue.
En aquella época, ella escribía un blog con un contenido más bien profesional. Era un blog chulo, muy bien escrito, muy trabajado; con una temática interesante que mezclaba literatura, cine,... Un blog cultureta, vaya.

El hecho de ser un blog de tipo profesional impedía a la autora exponerse demasiado o contar cosas personales. R. hablaba de libros, de pelis, proponía acertijos...
Pero los que la seguíamos, desconocíamos casi por completo a la persona que había detrás de aquellas letras. Así que con el tiempo, y tras mucho meditarlo y sopesarlo, acabó abriéndose un blog suyo al 100%, más personal e íntimo, donde poder ser ella misma y darse mejor a conocer.

Aun así, llegar a ella no fue  fácil. En realidad, llegar a ella no ES fácil.
Llegar a conocerla bien, cuesta. Requiere tiempo y dedicación. A veces, incluso paciencia.
Tienes que poner de tu parte y no dejarte llevar por primeras impresiones erróneas.

R. no se da a las primeras de cambio. Es muy reservada en ese aspecto.
Sé (y ella también lo sabe) que a mucha gente esa actitud un tanto "cerrada" le exaspera.
Yo, personalmente, creo que hay que respetarlo. Cada uno pone el límite donde quiere, faltaría más.
Y no significa que esa persona sea fría, insensible, poco afectuosa o desconfiada en exceso.
Simplemente, hay personas más celosas de su intimidad.
Sea por timidez, sea por miedo a sufrir una decepción, sea por la razón que sea.
Creo que hay que respetarlo. Del mismo modo que hay que respetar al que exhibe su intimidad sin pudor, porque así lo desea.

Eso sí: si tú te preocupas por conocerla, por llegar a ella, por respetarla, entenderla y apreciarla como ella es, (a mí me costó alguna que otra discusión, malentendido y zas en toda la boca), a cambio, ella te entrega su total y absoluta lealtad. Te demuestra ser una persona con un corazón enorme, y una sensibilidad difícil de encontrar en la mayoría de la gente.


Volviendo a la historia... A R. la conocí primero a través del 2.0, como he dicho, y al tiempo, tuvo lugar la desvirtualización.
Fui yo la que propuso conocernos en persona, así, como quien no quiere la cosa; aprovechando un viaje a la ciudad donde ella vive (y donde yo tengo familiares muy cercanos).
Sabía que ella no estaba muy por la labor, debido a su forma de ser.
(Seguro que se está sonriendo ahora mismo y pensando: "eres una cabrona...").
¡¡Se siente!! xD

De hecho, yo estaba convencida de que iba a decir que ni de coña, que mejor en otra ocasión. (Como el  típico: a ver si un día de estos te llamo y quedamos. Y ese día no llega nunca, claro).

Sin embargo, contra todo pronóstico, y a pesar de  las reservas iniciales que ese encuentro le generaba, R. dijo: Sí. ¿Por qué no? Puede ser divertido.

Así que, allí me encontraba yo, en el metro de Madrid, una calurosísisma tarde de julio, dirección Callao.
Concretamente, habíamos quedado en la FNAC. Pensamos en ese lugar porque, como hay libros y mil cosas chachis, si la conversación no era muy fluida, al menos tendríamos con qué distraer la atención.

Llego a Callao, y me pongo a buscar la dichosa FNAC. A buscarla. Porque claro, como es "pequeñita" y "no se ve"...
Y yo, cual cateta sacada de una peli de Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí, sin encontrarla. Venga dar vueltas por Callao, entre transeúntes, malabararistas, titiriteros y demás. ¿Dónde c*** estaba la FNAC?

-Inciso: yo esperaba encontrarme una tienda situada  en un edificio bajito, como la de mi ciudad. Y no imaginaba que aquel enorme rascacielos anaranjado, podía albergar la FNAC.

Sí, soy de pueblo. Qué pasa.
No encontraba la puñetera FNAC. Y la tenía en mis propias narices.

Al lío.
Yo ya estaba en Callao, y ella, según me decía por whatsapp, también. Y yo pensaba: Seguro que ya me ha visto, y que está agazapada en algún rincón, entre el gentío, los malabaristas, los perroflautillas, etc, descojonándose viva al verme como un pato mareado dando vueltas por la plaza.

Y seguro que así fue. xD
Porque de repente, veo a una chica rubia dirigiendose hacia mí como una exhalación. En seguida la reconocí (ya la conocía de fotos).

Mis primeras palabras fueron algo así como un: Hola, ¿qué tal? Por cierto... ¿DÓNDE ESTÁ LA FNAC? (parece que era eso lo único que me importaba en aquel momento).
Y ella, sin inmutarse, señala con el dedo hacia arriba.
Alzo la vista y veo el letrero gigante...



  ZASCA!
 Qué paleta soy. Empezamos bien.



 ¡¡SOY DE PUEBLO!!
Bueno...
Huyendo del calor, nos metimos en la FNAC. Echamos una ojeada a las novedades literarias, vimos cosas interesantes y nos pusimos a rajar de las 50 Sombras de Grey, sin podernos explicar cómo era posible que un bodrio tan mal escrito pudiera estar causando tanta sensación. La gente está loca...

Debo decir que, en un prinicpio, R. me pareció en un principio un poco... brusca. Y sobre todo, del rollo de  "voy sobrada, soy estupendérrima, and I know it".
(Recuerdo pensar para mis adentros: Joer, sí que es madrileña, sí). Por lo de chula.

Pero, como anteriomente, en el 2.0, decidí dejarla hablar, dejarla expresarse y mostrarse como era, poco a poco, sin prisas y sin caer en juicios erróneos por precipitados.

Salimos de FNAC y enfilamos la preciosa y emblemática Gran Vía madrileña para acabar resguardándonos en un Vips, con aire acondicionado y una Coca-Cola con hielo.

Creo que fue a partir de ese momento cuando ya empezamos a hablar de verdad. A conocernos y a reconocernos. Empezamos a ser nosotras mismas.

Hablamos de muchas cosas.
Por supuesto, del mundo 2.0. De los blogs. De cómo habíamos empezado en esto de la Blogocosa. De nuestra vida cotidiana. De nuestra familia. Del trabajo...
Y charlando de unas cosas y otras, el tiempo se pasó volando, sin darnos cuenta. De esto que te quedas pegada al ski de la butaca del Vips y ya empiezas a tener miedo de ser abducida y no poder despegarte nunca más. (Que por cierto: qué forma tan horrible de morir: pegada a una butaca del Vips...).

Reconocí en aquella persona a la que había conocido a través del blog, y con la que había hablado por teléfono, email y whatsapp. Sólo que ahora en tres dimensiones.
Así pude entender mejor su forma de ser, y descubrí que la mayoría de las veces está bromeando, por el puro placer de jugar, porque ella es así, muy irónica (pero no sarcástica, que no hay maldad en ella).

Como digo, se nos pasó la tarde en un suspiro. Se puede decir que conectamos.
Así que, me despedí de ella en el Metro con la certeza de haber hecho una nueva amiga. Pero no cualquier amiga, sino una de éstas que, si necesitas hablar porque estás de bajón, si necesitas consejo o ayuda, ella lo deja todo, sea lo que sea que esté haciendo, para escucharte. Una amiga con la que pudes contar, sí o sí.

R. es una persona muy interesante y culta. Es divertida. Muy sincera y honesta. ¡A veces, demasiado!
Es vulnerable, aunque aparente una gran fortaleza y seguridad en sí misma. Es tierna, aunque a priori parezca algo dura.

R. es mi amiga. La 2.0. La madrileña. La del blog de la sonrisa misteriosa. La "editora", como la llamo cuando le hablo a JJ de ella. La que con su nick te pide que seas amable, gracias.

Hoy cumple años y quiero felicitarla desde este rinconcito que ella lee de manera habitual. Y quiero que sepa que, aunque no estoy cerca, aunque de vez en cuando desaparezco del mapa y no doy señales de vida, aunque siempre voy de culo con el trabajo y no tengo tiempo para casi nada, aunque a veces soy algo desapegada (shame on me)... puede contar conmigo para lo que sea. Sólo tiene que darme un toque.

HAPPY BIRTHDAY, R.!
Un beso.




HELLO!

Todo lo que leerás aquí es contenido propio. Si en algún momento hago referencia a algún escrito ajeno, citaré siempre la autoría.
Las imágenes que aparecen en el blog son tomadas de Internet. No obstante, si consideras que alguna no debería estar aquí, sólo tienes que hacérmelo saber y la retiraré al instante.
No acepto solicitudes de intercambio de enlaces. En mi opinión, enlazar un blog es algo totalmente voluntario y desinteresado. Bienvenid@ y gracias por pasar por aquí. :)