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8 de noviembre de 2015

Querido Wordpress: no sos vos, soy yo


Eres elegante, atractivo y aparentemente perfecto; se te ve muy profesional, serio, con mil posibilidades... Vaya, eres la leche y molas mil.
PERO. No eres para mí. Lo siento.
Mira que lo he intentado, mira que he puesto de mi parte. Ya te digo: que no eres tú, que debo de ser yo, que soy justita. Pero no somos compatibles.
Así que, sintiéndolo mucho, me vuelvo a lo "malo conocido": a mi antiguo, destartalado, simplón y entrañable blogspot.
Sí, ya sé que no lo vas a entender. ¿Cómo puedo preferir una plataforma tan vulgar, tan mainstream, tan simple, tan para novatos, tan poco cool como Blogger pudiendo elegirte a ti, que eres el súmmum de la molonidad en lo que a plataformas para blogs se refiere?
Pues ya ves.
Será que no está hecho el Wordpress para la boca del gato. O será que eres complicado de narices y no acabo de acostumbrarme a tu estilo.



Y ya te digo que lo he intentado. Sobre todo, después de dos intensas sesiones de Wordpress Para Dummies Profundos, dentro del máster en marketing online y Social Media que estoy haciendo. Dos tediosas clases en las que el profesor, amante confeso de tus formas, tus códigos, tus mil funcionalidades y tus plantillas hipermolonas, nos intentó captar para tu secta nos animó a vender nuestra alma a San Wordpress Todopoderoso probar y abrirnos un bló súpermegaprofesional contigo.

Recuerdo que, en un alarde de osadía, le dije: Mira, es que yo ya tengo un bló en Blogger, y me apaño bien...
La cara que puso el profesor fue como si, después de haber intentado convencernos para que nos comprásemos un Ferrari, yo le hubiera dicho: Mira, es que yo ya tengo un Renault 5, que me lleva a todas partes.

Pero estuve rápida de reflejos, y antes de que el pobre chaval acabara tal que así...


...le replanteé la pregunta: Quiero decir: para un blog personal, ¿qué es mejor, Blogger o Wordpress? (En adelante, WP para los amigos y enemigos).

A ver Gata, que pareces nueva: Estás en un seminario de "GUORPRÉS". ¿Cuál crees que va a ser "mejor", al  menos según la opinión, criterio y experiencia de ese ingeniero informático que está impartiendo la clase, y que de postear ni puñetera idea, que él lo que sabe es programar en html? Pues eso.
Que WP es milmillonesdeveces mejor, dónde va a parar, y que tú eres una hereje por siquiera cuestionarlo. Porque esto de Wordpress vs Blogger es como una cuestión de fe, como una religión.


Esto es como preguntar: ¿qué es mejor, Apple o Microsoft? ¿Cocacola o Pepsi? ¿Colacao o Nesquick? ¿Nocilla o Nutella? ¿Disney o Warner? ¿Pixar o Dreamworks?
Pues, aunque yo lo tenga claro en cada caso, todo depende de cada persona. Que para gustos se hicieron los colores. Y cada uno sabe qué le funciona mejor, qué le mola más y qué le resulta más cómodo. Y lo que para una persona es lo más de lo más, para otra puede ser una castaña peluda.

Pero volvamos a mi breve pero intensa historia de amor-odio contigo, querido WP. Después de que el profesor nos iluminara sobre tus indudables virtudes para crear una web o un blog, decidí darte una oportunidad.
En mi caso, además, fue tarea fácil, porque dada mi naturaleza curiosa, toda novedad supone una tentación irresistible para mí. Y la verdad es que estaba ya algo aburrida de mi antiguo blog de Blogger. O sea, éste.
Quizá si me hacía un nuevo blog contigo, WP, rompería la monotonía y volvería a despertarse en mí esa llama de la pasión blogueril que tan apagada tenía.
Dicho y hecho: me creé un nuevo blog contigo. Pensé el título, la temática, las secciones, cambié mil veces la plantilla hasta dar con una que me convenció, y empecé a escribir.

Al principio, la cosa iba más o menos bien. Me gustabas, me tenías casi encandilada con tus plantillas y esa apariencia tan profesional que le dabas a mi blog... Pero había "algo" que no.
Para empezar, eres muy complejo y navegar por tu escritorio es un verdadero coñazo cuando ya estás acostumbrado a la sencillez de Blogger. Ya sé que todo es cosa de acostumbrarse, pero mira.

Aunque lo peor de todo es que contigo me siento terriblemente sola. Es como tener una casa nueva, preciosa, grande, perfectamente decorada... en mitad de la nada. Sin vecinos, sin amigos que vengan a visitarme, sin nadie que me cuente cosas. Me aburro, querido WP.

Sí, tienes razón. Es lo que tiene empezar un blog de cero (si no lo enlazas con el antiguo, cosa que no quería): que no te conoce ni el Tato.
Por eso, entendí que tenía que darme a conocer si no quería seguir sola en mi monísimo blog.

¿Cómo? Pues lo típico: comentando en otros blogs. Vale. Pero no en los mismos blogs que seguía hasta entonces. Porque para eso, me quedo donde estaba. La idea era conocer blogs nuevos, y sobre todo, hechos contigo. Conocer más miembros de la comunidad WP. Más fans apasionados, como el profesor del curso.
Porque esto es como cuando te mudas de ciudad: tienes que socializar con la gente del nuevo lugar. Así que me puse a buscar blogs personales, similares al mío, pero que estuvieran hechos en WP.

La pregunta es: Where in the hell están los blogs personales, entrañables, divertidos, simpáticos, etc. en WP?
¿DÓNDE, copón? ¡To'l mundo está en Blogger! En WP sólo he encontrado blogs profesionales, sobre marketing, tendencias, moda, periodismo, cocina, software, etc. Blogs, digamos, de temáticas concretas. Muy profesionales, muy chachis de la muerte pero... ¡no me llaman nada!
¿Dónde, querido WP, están tus blogs similares a los que leo en Blogger? Porque, salvo alguna excepción que ya conocía y seguía, no lo sé, la verdad.

Así pues, decidí volver a seguir los mismos que ya seguía (los de Blogger).
No tenía por qué haber ninguna incompatibilidad, ¿no?

JA.
Primero: no sé por qué coj***es no se puede comentar en Blogger con el perfil de WP. Esto imagino que es culpa de Blogger (o sea, de la secta Google). Sí, aquí cada uno tiene su secta.

Lo que sí te deja es comentar desde una identidad Open ID asociada al perfil de WP. El problema: que a la hora de comentar no apareces con un nick, sino con tu nombre de usuario. Y resulta que mi nombre de usuario para acceder a WP es mi nombre y mi primer apellido. Así: nombreapellido.
Vaya, yo que quería seguir siendo anónima. Lo descarté inmediatamente.

La otra forma es crearte un perfil en Blogger (al que enlazar el blog), con el mismo nick e imagen que tengo para WP. Un poco farragoso, pero más anónimo que lo de Open ID.

Así lo hice y por fin, comenté en un par de blogs de los que ya seguía desde antes. Y la cosa parece que fluía,  porque llegué a a atraer a una visita ¡¡y tuve un comentario!! (gracias Fle!!! ;D)

¿Entonces, dónde estaba el problema? Si la cosa empezaba a funcionar... Pues que eso de ser unas veces Superman y otras Clark Kent es un coñazo. Lo siento, pero esa doble personalidad me estaba trastornando.
Además, llevo ya unos años siendo Gata para la comunidad blogger. Una identidad y una reputación que no se labra una en dos días.
Me daba pena dejar de ser Gata para ser M. (O sea, para no ser nadie). Que otra cosa: mira que fui sosa para buscarme el nick, coño. (Aunque seguro que la gente sabía que era yo, porque se me notaba).

En fin, que por todas estas razones que he explicado, querido WP, he decidido dejarte.
Eres muy guay, pero no me molas nada ni me sirves para lo que yo quiero: un blog personal para soltar mis tontunas.
Por eso, vuelvo a mi querido y apacible Blogger, que me hace el apaño fenomenal.
Vuelvo a mi identidad gatuna, a mi comunidad, a mi gente también de Blogger. Que molan tanto o más que tu gente de WP, hombre ya.
Lo siento, sé que lo superarás. ;)

PD: Si alguna vez decido hacerme un blog o web profesional, con mi nombre y apellidos, en el que hable de trabajo y cosa serias, con el que espere llegar lejos en plan darme a conocer, hacer marca personal, etc.,  entonces, tal vez te llame y volvamos a intentarlo. A ver si lo nuestro funciona.
Pero de momento, para pasar un rato agradable, contar cosas y sentirme acompañada, para eso, me quedo en casa. En mi tejado de siempre. (Que de paso, voy a pasarle un poco el polvo y a quitarle telarañas).


EDITADO: Donde dije digo, digo Diego. Después de toooooooooooodo este alegato contra WP, al final he decidido darle una segunda oportunidad a ese otro blog en el que al final parece que no estoy tan sola. Y es que, me estaba quedando taaaaan mono...
Intentaré llevar los dos a la vez, si no acabo tarumba antes. O si no me canso a la primera de cambio.
Por supuesto, en uno y en otro, estáis en vuestra casa. Os espero. ;) 

22 de septiembre de 2013

Happy birthday, R!


Hoy cumple años una persona especial.

Especial por ella misma, que lo es. Y especial por la forma en que llegó a mí.

R. y yo nos conocimos hace cosa de dos años en este apasionante y vasto mundo de la Blogocosa.
Y me diréis que tampoco es eso nada especial en los tiempos que corren. Que conocerse a través de Internet, de los blogs, de las redes sociales etc., está a la orden del día. De hecho, se ha convertido en algo muy habitual.
Y es cierto. Pero aun así, a mí me sigue pareciendo mágico y alucinante todo este mundillo que te permite entablar contacto e incluso amistad con gente que, de otra manera, seguramente no conocerías jamás.

Fue un poco lo típico: ella llegó a mi blog a través de un comentario que yo había dejado en otro blog que ambas seguimos. Se ve que le hizo gracia, o no sé... Pero así fue.
En aquella época, ella escribía un blog con un contenido más bien profesional. Era un blog chulo, muy bien escrito, muy trabajado; con una temática interesante que mezclaba literatura, cine,... Un blog cultureta, vaya.

El hecho de ser un blog de tipo profesional impedía a la autora exponerse demasiado o contar cosas personales. R. hablaba de libros, de pelis, proponía acertijos...
Pero los que la seguíamos, desconocíamos casi por completo a la persona que había detrás de aquellas letras. Así que con el tiempo, y tras mucho meditarlo y sopesarlo, acabó abriéndose un blog suyo al 100%, más personal e íntimo, donde poder ser ella misma y darse mejor a conocer.

Aun así, llegar a ella no fue  fácil. En realidad, llegar a ella no ES fácil.
Llegar a conocerla bien, cuesta. Requiere tiempo y dedicación. A veces, incluso paciencia.
Tienes que poner de tu parte y no dejarte llevar por primeras impresiones erróneas.

R. no se da a las primeras de cambio. Es muy reservada en ese aspecto.
Sé (y ella también lo sabe) que a mucha gente esa actitud un tanto "cerrada" le exaspera.
Yo, personalmente, creo que hay que respetarlo. Cada uno pone el límite donde quiere, faltaría más.
Y no significa que esa persona sea fría, insensible, poco afectuosa o desconfiada en exceso.
Simplemente, hay personas más celosas de su intimidad.
Sea por timidez, sea por miedo a sufrir una decepción, sea por la razón que sea.
Creo que hay que respetarlo. Del mismo modo que hay que respetar al que exhibe su intimidad sin pudor, porque así lo desea.

Eso sí: si tú te preocupas por conocerla, por llegar a ella, por respetarla, entenderla y apreciarla como ella es, (a mí me costó alguna que otra discusión, malentendido y zas en toda la boca), a cambio, ella te entrega su total y absoluta lealtad. Te demuestra ser una persona con un corazón enorme, y una sensibilidad difícil de encontrar en la mayoría de la gente.


Volviendo a la historia... A R. la conocí primero a través del 2.0, como he dicho, y al tiempo, tuvo lugar la desvirtualización.
Fui yo la que propuso conocernos en persona, así, como quien no quiere la cosa; aprovechando un viaje a la ciudad donde ella vive (y donde yo tengo familiares muy cercanos).
Sabía que ella no estaba muy por la labor, debido a su forma de ser.
(Seguro que se está sonriendo ahora mismo y pensando: "eres una cabrona...").
¡¡Se siente!! xD

De hecho, yo estaba convencida de que iba a decir que ni de coña, que mejor en otra ocasión. (Como el  típico: a ver si un día de estos te llamo y quedamos. Y ese día no llega nunca, claro).

Sin embargo, contra todo pronóstico, y a pesar de  las reservas iniciales que ese encuentro le generaba, R. dijo: Sí. ¿Por qué no? Puede ser divertido.

Así que, allí me encontraba yo, en el metro de Madrid, una calurosísisma tarde de julio, dirección Callao.
Concretamente, habíamos quedado en la FNAC. Pensamos en ese lugar porque, como hay libros y mil cosas chachis, si la conversación no era muy fluida, al menos tendríamos con qué distraer la atención.

Llego a Callao, y me pongo a buscar la dichosa FNAC. A buscarla. Porque claro, como es "pequeñita" y "no se ve"...
Y yo, cual cateta sacada de una peli de Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí, sin encontrarla. Venga dar vueltas por Callao, entre transeúntes, malabararistas, titiriteros y demás. ¿Dónde c*** estaba la FNAC?

-Inciso: yo esperaba encontrarme una tienda situada  en un edificio bajito, como la de mi ciudad. Y no imaginaba que aquel enorme rascacielos anaranjado, podía albergar la FNAC.

Sí, soy de pueblo. Qué pasa.
No encontraba la puñetera FNAC. Y la tenía en mis propias narices.

Al lío.
Yo ya estaba en Callao, y ella, según me decía por whatsapp, también. Y yo pensaba: Seguro que ya me ha visto, y que está agazapada en algún rincón, entre el gentío, los malabaristas, los perroflautillas, etc, descojonándose viva al verme como un pato mareado dando vueltas por la plaza.

Y seguro que así fue. xD
Porque de repente, veo a una chica rubia dirigiendose hacia mí como una exhalación. En seguida la reconocí (ya la conocía de fotos).

Mis primeras palabras fueron algo así como un: Hola, ¿qué tal? Por cierto... ¿DÓNDE ESTÁ LA FNAC? (parece que era eso lo único que me importaba en aquel momento).
Y ella, sin inmutarse, señala con el dedo hacia arriba.
Alzo la vista y veo el letrero gigante...



  ZASCA!
 Qué paleta soy. Empezamos bien.



 ¡¡SOY DE PUEBLO!!
Bueno...
Huyendo del calor, nos metimos en la FNAC. Echamos una ojeada a las novedades literarias, vimos cosas interesantes y nos pusimos a rajar de las 50 Sombras de Grey, sin podernos explicar cómo era posible que un bodrio tan mal escrito pudiera estar causando tanta sensación. La gente está loca...

Debo decir que, en un prinicpio, R. me pareció en un principio un poco... brusca. Y sobre todo, del rollo de  "voy sobrada, soy estupendérrima, and I know it".
(Recuerdo pensar para mis adentros: Joer, sí que es madrileña, sí). Por lo de chula.

Pero, como anteriomente, en el 2.0, decidí dejarla hablar, dejarla expresarse y mostrarse como era, poco a poco, sin prisas y sin caer en juicios erróneos por precipitados.

Salimos de FNAC y enfilamos la preciosa y emblemática Gran Vía madrileña para acabar resguardándonos en un Vips, con aire acondicionado y una Coca-Cola con hielo.

Creo que fue a partir de ese momento cuando ya empezamos a hablar de verdad. A conocernos y a reconocernos. Empezamos a ser nosotras mismas.

Hablamos de muchas cosas.
Por supuesto, del mundo 2.0. De los blogs. De cómo habíamos empezado en esto de la Blogocosa. De nuestra vida cotidiana. De nuestra familia. Del trabajo...
Y charlando de unas cosas y otras, el tiempo se pasó volando, sin darnos cuenta. De esto que te quedas pegada al ski de la butaca del Vips y ya empiezas a tener miedo de ser abducida y no poder despegarte nunca más. (Que por cierto: qué forma tan horrible de morir: pegada a una butaca del Vips...).

Reconocí en aquella persona a la que había conocido a través del blog, y con la que había hablado por teléfono, email y whatsapp. Sólo que ahora en tres dimensiones.
Así pude entender mejor su forma de ser, y descubrí que la mayoría de las veces está bromeando, por el puro placer de jugar, porque ella es así, muy irónica (pero no sarcástica, que no hay maldad en ella).

Como digo, se nos pasó la tarde en un suspiro. Se puede decir que conectamos.
Así que, me despedí de ella en el Metro con la certeza de haber hecho una nueva amiga. Pero no cualquier amiga, sino una de éstas que, si necesitas hablar porque estás de bajón, si necesitas consejo o ayuda, ella lo deja todo, sea lo que sea que esté haciendo, para escucharte. Una amiga con la que pudes contar, sí o sí.

R. es una persona muy interesante y culta. Es divertida. Muy sincera y honesta. ¡A veces, demasiado!
Es vulnerable, aunque aparente una gran fortaleza y seguridad en sí misma. Es tierna, aunque a priori parezca algo dura.

R. es mi amiga. La 2.0. La madrileña. La del blog de la sonrisa misteriosa. La "editora", como la llamo cuando le hablo a JJ de ella. La que con su nick te pide que seas amable, gracias.

Hoy cumple años y quiero felicitarla desde este rinconcito que ella lee de manera habitual. Y quiero que sepa que, aunque no estoy cerca, aunque de vez en cuando desaparezco del mapa y no doy señales de vida, aunque siempre voy de culo con el trabajo y no tengo tiempo para casi nada, aunque a veces soy algo desapegada (shame on me)... puede contar conmigo para lo que sea. Sólo tiene que darme un toque.

HAPPY BIRTHDAY, R.!
Un beso.




24 de octubre de 2012

Mi experiencia en el mundo 2.0




Es curioso ver cómo, en sólo unos pocos años, Internet y las redes sociales han ido asumiendo una importancia cada vez mayor en nuestras vidas.
El mundo 2.0, nos guste más o menos, se ha convertido en algo habitual en nuestro día a día.

Seguro que muchos de vosotros, nada más levantaros y mientras os hacéis el desayuno, entráis en Twitter, Tuenti o Facebook, tuiteáis o retuiteáis algo; actualizáis vuestro estado, le dais a varios 'Me gusta', leéis alguna entrada nueva de los blogs que seguís, disfrutáis viendo fotos bonitas en Instagram, reblogueáis monaditas de gatitos en Tumblr, etc. ¿Sí? ¿Os habéis visto reflejados?
Es normal.

Por supuesto que hay todavía quien, tal vez por edad, por miedo o prejuicios, por falta de tiempo, por rebeldía o simplemente porque no le llama la atención, permanece ajeno a todo esto. Hay quien jura y perjura que jamás se abrirá una cuenta en Twitter, un perfil en Facebook, que nunca escribirá un blog, que jamás subirá fotos a Internet, etc. Algunos lo mantienen y otros acaban cumpliendo eso de "Donde dije 'digo'...".

Pero a decir verdad, los que consiguen permanecer inmunes a los cantos de sirena que nos lanzan las redes sociales e Internet son minoría, y cada vez lo son más.
Si lo pensamos bien, la mayor parte de los adolescentes y adultos de países desarrollados, tiene, al menos, una cuenta en una red social.
Seguramente, la mayoría de personas a las que conocéis, entre familiares, amigos, compañeros de estudios o de trabajo, etc., tienen Twitter, Tuenti y/o Facebook, escriben uno o varios blogs, tienen un Tumblr, suben fotos a Flickr o Instagram, etc.
Algunos, los más atrevidos o con menos sentido del ridículo, incluso suben vídeos a Youtube.

En fin, que en esta entrada voy a contar un poco mi experiencia con todo esto de las redes sociales.
Mi relación con el mundo 2.0 es relativamente reciente. Al menos, en comparación con otras personas que prácticamente crecieron con Facebook, Tuenti, Twitter, Blogger, Flickr y demás palabrejas ya totalmente habituales en nuestro lenguaje.

...MOMENTO REMEMBER...


Qué recuerdos.... :__)

Yo crecí viendo Barrio Sésamo, La Bola de Cristal, Heidi, Verano Azul (joder, qué panzada de llorar con la muerte de Chanquete... ¿era necesario traumatizar a varias generaciones?) y los Teleñecos; más tarde llegarían Sensación de Vivir, Farmacia de Guardia y Vip Guay. Devoraba los libros de las series azul, naranja y roja de El Barco de Vapor y las aventuras de Los 5 de Enid Blyton. Jugaba al Monopoly, al Telesketch, al Magia Borrás, el Mineranova y el Tragabolas; aprendí a hacer "música" con el teclado Casio. Pasé tardes enteras jugando con Barbie y Ken, Pin y Pon y los clics de Playmobil...
Luego aparecerían los videojuegos: los marcianitos, el Pac-Man, Sonic y Súper Mario Bros.

Y ya, mucho, pero que mucho más tarde, ya en COU y la universidad, descubriría Internet, los chats de Terra y el msn. Eso fue lo más 2.0 que conocí durante mi adolescencia y postadolescencia.
El primer navegador que utilicé era Netscape Communicator. Y flipé. Y los primeros buscadores que usé eran Lycos, Allthewebs y Altavista, los bisabuelos de nuestro Google.



Aquello era súper rudimentario. El Jurásico, sí. Pero para mí era... la hostia. Os recuerdo que fui una niña de los 80-90. Facebook, Twitter, Blogger y todo lo demás, me pillaron ya rozando la treintena.
Pero llegaron. Y aunque en un principio me resistí a iniciarme en todo eso de las redes sociales, al final, no sé cómo ni por qué, supongo que un poco por borreguismo y otro tanto por curiosidad, acabé metida de lleno en muchas de ellas.

Mi primera experiencia 2.0 (si exceptuamos el MySpace, -ya que me abrí uno pero nunca le vi la gracia y acabó condenado al ostracismo-), fue en el 2009, cuando, presionada por amigos y compañeros de trabajo, me hice un perfil en Facebook.


Mi experiencia con Facebook la conté ya en esta entrada, así que os remito a ella si os interesa, y no me extenderé más en este punto. Sólo comentar que últimamente estoy volviendo a Facebook pero sólo para estar en contacto con determinadas personas con las que de otra forma sería imposible. Eso sí: paso millas de granjas, mascotas, restaurantes, islas, acuarios y demás soplapolleces virtuales e innecesarias.
*Ah, por cierto: en Tuenti nunca tuve cuenta, (afortunadamente), puesto que ya me pilló "machucha".

Después de Facebook, y ya aburrida y saturada del mismo, llegaría el blog.


Eso fue en febrero de 2010. Hace cuatro días, como quien dice. A diferencia de otros bloggers que ya tuvieron experiencias previas, este blog es y ha sido el único que he tenido en toda mi vida.
Ni siquiera sé muy bien por qué lo abrí. Creo que como muchas de las cosas que hago: por probar y saciar mi curiosidad. Sí, así de prosaico.
Yo entraba en Internet y veía blogs por toda partes. Todo quisque tenía blog en aquella época. Todo el mundo vomitaba sus penas, contaba su día a día, daba o pedía consejo en una bitácora. Tener blog molaba. Luego llegaría el declive de la bloggoesfera, pero eso ya es otra historia.
Así que, supongo que un día pensé: Y yo, ¿por qué no me abro uno?

La verdad es que no creía tener mucho de lo que hablar: no soy experta en nada, mi vida no es una montaña rusa de experiencias increíbles y fascinantes, no partía de un desamor, una ruptura o un cambio drástico en mi vida, situaciones que suelen ser en muchas ocasiones punto de partida de tantos y tantos blogs.

Pero aun así, quería tener un blog. Así que, cabezota como soy, seguí adelante con el proceso de registro en Blogger, -era fácil y gratuito-, y en un santiamén me vi con una bitácora recién inagurada y nada que contar.
Un blog feo y aséptico con una cutre plantilla rosa de las que antes tenía Blogger.

Poco a poco le fui cogiendo el punto a la bloggoesfera: descubrí otros blogs, aprendí a relacionarme con otros bloggers, empecé a escribir de lo que se me ocurría, un poco de todo, sin pensar en si me leía alguien o no; aprendí a personalizar el blog dentro de mis capacidades (limitadas) y las posibilidades (limitadas también) que Blogger ofrece. Y con el tiempo empezaron a llegar las visitas, los comentarios, los seguidores.... Y bueno, hasta hoy.

Y sinceramente, para ser mi primera y única experiencia en este mundillo, no me puedo quejar. Nunca, jamás, ni jarta' vino, hubiera imaginado que llegaría a tener tantos seguidores.
De hecho, nunca pensé que lo que yo fuera a escribir le pudiera interesar a alguien. Y estaba convencida de que cansarme y abandonar sería cosa de semanas.
Pero mira, parece que estaba equivocada.

Así que, de nuevo, gracias a todos los que pasáis por aquí y me leéis.
Muchas gracias por haber hecho de este blog, que nació de la nada, algo. Y algo importante, al menos para mí.

Seguimos.

...Mi siguiente experiencia relevante en el mundo 2.0 fue er Tuite'.



Muchos de vosotros no lo sabéis, -bueno, en realidad, casi nadie lo sabe-, pero tengo tres cuentas en la red del pajarico azul. Sí, aún no sé cómo no me he vuelto más loca de lo que ya estoy... pero así es. 3 perfiles en Twitter, cada uno de un "estilo" diferente y con un determinado público.

La que conocéis los que seguís mi blog es la que va vinculada al mismo: @GataTejados.
Bien, pues es la más joven y la que menos seguidores tiene. Y para ser sinceros, la que tengo más abandonadilla.
Me la abrí por estar en contacto con otros bloggers, y porque ahora está muy de moda eso tener un twitter asociado a tu blog.
Quizá el problema de esta cuenta es que me la creé cuando ya empezaba a estar un poco aburrida de Twitter. Y es que con esta red social me pasó un poco como con Facebook: que me fascinó en un principio, estuve mucho tiempo enganchadísima y luego, de la noche a la mañana, me cansé y la dejé.

Creé mi primera cuenta en Twitter a finales de 2010. Un poco como con todo: por probar esa red social de la que tanta gente hablaba. Como mi punto fuerte nunca ha sido la brevedad, pensé que jamás conseguiría dominar una red social cuya premisa es precisamente ésa: la brevedad.
Pero también me equivoqué.

A esa primera cuenta le tengo un cariño especial. Fue como el primer amor. Con ella descubrí qué es Twitter y aprendí cómo funciona. Al principio, como todo el mundo, iba más perdida que Belén Esteban en la Complutense y no me enteraba de nada; pero con el tiempo fui aprendiendo de qué iba el asunto: descifré su lenguaje, descubrí qué eran aquellas siglas de los RT, los FAV, los TT, el TL y el #ff, y  aprendí a utilizar los #hashtags. Le pillé el punto, vamos. Aunque me costó...

En aquella primera etapa me reí muchísimo y conocí a gente ingeniosa y divertidísima. También a gente gilipollas absurda que se cree que todo vale para conseguir un puñado de seguidores.
Descubrí el fenómeno "tuitstar". Y no me tembló la mano a la hora de hacer Unfollow + Block a quien me tocaba los cojones las narices más de lo necesario.

Se podría decir que en esa cuenta interpretaba un papel. No era yo. Era como un alter ego. Una versión mía más cañera, más sarcástica y sin pelos en la lengua.
Y quizá fue por eso que esa cuenta consiguió un cierto éxito. Mucho más del que yo hubiera pensado a priori.
Actualmente, tengo en ella algo más de 1.000 seguidores, cosa que jamás habría imaginado.
Hubo tuits míos que fueron muy retuiteados y faveados; otros, descaradamente plagiados. Me citaron y me mencionaron en algún que otro programa de TV, e incluso aparecí en las tendencias de mi ciudad.

No penséis que estoy vacilando.
En un principio tuvo su gracia, más que nada por lo inesperado de la situación. Pero la verdad es que todo aquello me acabó superando un poco; no estaba preparada y empecé a temer que se me fuera de las manos. Por otro lado, también estaba bastante decepcionada con el comportamiento de algunos usuarios de Twitter.
Así que, entre unas cosas y otras, decidí irme durante una larga temporada. Y así lo hice. Desaparecí.
No sé si hice bien, porque luego he intentado volver en numerosas ocasiones, y nunca ha sido igual.
Pero creo que aquello tuvo su momento y, cuando éste pasó, ya no hubo vuelta atrás.

Después me abrí las otras dos cuentas. Primero una personal y "seria", con mi nombre y mi foto reales, que me sirve para relacionarme con compañeros de profesión y gente de mi mundo 1.0.
Y luego está la del blog.
3 experiencias tuiteras diferentes. Para que no se diga que no lo he vivido desde todos los ángulos.
Actualmente, las tres siguen activas, aunque me cuesta ser constante.
Intento llevarlas todas más o menos al día, pero sin demasiado éxito. Al final es cansino llevar tres perfiles de forma simultánea. Es como ser Superman, Clark Kent y otro más.

En fin... ésa es mi experiencia con Twitter. Para mí, es la red social definitiva. Creo que, si me tuviera que quedar con una sola, (bueno, aparte del blog, que ya es como un hijo para mí), sería con Twitter.
Y es que, aunque a veces me aburra, aunque me haya decepcionado en numerosas ocasiones, aunque ya no tuitee con tanta asiduidad, siempre acabo volviendo a ella. Tiene algo que me sigue enganchando, como una droga.

Y bueno, luego ya, también por probar, me hice un Tumblr, -totalmente cursi y anodino- y, como buena usuaria de iPhone, me creé una cuenta en Instagram,... ambas sin pena ni gloria.
No siempre iba a triunfar, ¿no? ;)
Pero eso, ya es otra historia.

Ahora, como no sé estarme quietecita y necesito constantemente cosas nuevas... me estoy planteando abrir otro blog. Algo totalmente diferente. Quizá en Wordpress. Con otra temática. Con otro enfoque.
"Por probar".
Sí, sé lo que estáis pensando: "cómo no tienes bastante con éste, que te pasas semanas sin actualizar, ahora vas y te abres otro...".

Y es verdad. No sé al final lo que haré. Seguramente siga con éste y ya.
La experiencia me dice que "quien mucho abarca...". (Hoy estoy refranera-cansina).

Y vosotros... ¿me contáis vuestra experiencia con las redes sociales e Internet?

23 de agosto de 2012

Cansinos 2.0


Como ya comenté en mi última entrada, me dispongo a retomar el tono desenfadado que ha caracterizado a este blog casi desde el principio, y que últimamente, por circunstancias personales que ya muchos conocéis, había abandonado. 
Hoy vengo con ganas de hacer una típica entrada-ránking de las mías, en tono de humor, un poco "rajona" pero sin ánimo de ofender a nadie (así que, si alguien se da por aludido o se siente identificado con lo que describo, que sepa que mi intención sólo era hacer broma, sin maldad). ¿Ok?

Dicho lo cual, allá vamos.

Gente cansina la hay en todas partes.
Y, en la época de las nuevas tecnologías, cuando un cansino se mete en Internet y se registra en una red social, pasa a convertirse oficialmente en Cansino 2.0.
En las diferentes redes sociales, estos especímenes proliferan como las setas. Al menos, yo cada vez veo más y más.

Así pues, pasemos a ver algunos de los casos más paradigmáticos de Cansinos 2.0. Algunos, son incluso prototípicos de una determinada red social.

1. Los "estoy to' buen@, and I know it...". (Y te lo demuestro a cada instante que tengo oportunidad)
Se gustan. Se molan trillones. Se miran en el espejo, ponen morritos y se ponen "palotes" con su propia imagen.
Pero no les basta con saberse guapos. ¿Qué sentido tiene que una flor crezca en el desierto si nadie puede contemplar tamaña belleza?


Los cansinos 2.0 narcisistas necesitan demostrar lo irresistibles que son al resto de la Humanidad y encuentran en las redes sociales la herramienta de autobombo perfecta.

Obviamente, esta gente utiliza redes sociales en las que las fotos son esenciales. Twitter les aburre.
¿Una red social en la que no importa lo bueno que estés sino lo que escribas? Ehmmmm... No lo acaban de pillar.
Es habitual que se creen una cuenta en Twitter por probar, y que no lleguen ni a cambiar el avatar del huevo.
Para ellos, no tiene sentido subir una foto de perfil: en ese avatar tan pequeño no se advierten sus perfectos abdominales de gimnasio. Es habitual que tengan como máximo 4 seguidores y que ellos mismos sigan a todos los jugadores del Barça/Real Madrid, Rafa Nadal, Pau Gasol, Shakira Official, Alejandro Sanz, Anna Simon, Cristina Pedroche y la cuenta de Frases de Amor.
Tienen 5 tuits del tipo: Holaaaaa. Hay alguien? o  @rubiaca95 Que tal, preciosa? o Me voy a dar una duxita. Ta lueg.
Pues eso, que en Twitter duran menos que Kiko Rivera en Saber y Ganar.

En cambio, son los putos amos de Facebook o Tuenti. Si son algo más modernillos y algo menos canis, les encanta Instagram. Flipan con los filtros vintage, que le dan ese toque diferente y semipofesioná a sus fotos cutres.

Los cansinos creídos se pasan la vida haciéndose autofotos con el iPhone en el cuarto de baño. Ellas ponen morritos y enseñan escotazo a punto de estallar. Ellos exhiben bíceps, tríceps, gemelos, abdominales de tableta de chocolate, cara de chico malo. Ah, y no se quitan las gafas de sol ni para cagar. Poca gente sabe de qué color tienen los ojos.
Suelen tener en sus perfiles chorrocientas fotos, casi todas iguales, divididas en carpetas temáticas que al final, son monotemáticas: Yo, yo, yo y mi cuerpazo escultural.
MUY CANSINOS

2. Los modernillos gafapasta que están en todas las redes y plataformas sociales. Y cuando digo todas, es TODAS: por supuesto, los básicos Facebook y Tuenti, el viejuno y casi obsoleto MySpace o incluso el anodino Google +, (que fueron sus inicios en el mundo 2.0, aunque ahora renieguen de ellos por considerarlos demasiado canis).
Pero también y sobre todo, los más "gafapastosos", chachis e intelectualoides: Twitter (donde tienen mínimo, dos cuentas), Tumblr, Flickr, Instagram y Pinterest, los cotillas Ask.fm y Formspring.me, la música en Spotify Premium... Ah, y cómo no: tienen un blog en Blogger, otro en Wordpress y suben vídeos a Youtube. Saben de todo. Están al día en todo. Están en todas partes. Son omnipresentes.
Da igual la hora a la que te conectes: siempre, siempre, siempre, están ahí, o han publicado algo nuevo hace muy poco o lo publicarán en unos minutos.
Una pregunta: esta gente, ¿cuándo vive? Quiero decir, fuera del mundo 2.0... ¿Hay vida más allá de las tropecientas redes sociales?
Y otra cosa: ¿Como hacen para recordar todas las contraseñas de sus diferentes cuentas?

3. Los fotógrafos wannabe Estos son expertos en todas las plataformas que permiten hacer y subir fotografías supuestamente artísticas, especialmente Instagram, Flickr y últimamente se ha puesto muy de moda Pinterest.
Al principio, encuentran muchos motivos interesantes que fotografiar, les salen fotos chulas, se emocionan y ya se creen fotógrafos profesionales. Pero con el tiempo, pierden inspiración y acaban fotografiando siempre lo mismo: gatos, gatitos, perros y demás mascotas (apuesta segura), puestas de sol en el mar, arquitectura urbana, autofotos, monumentos famosos en plan "Yo estuve aquí", flores, alimentos (si son frutas, caramelos, Lacasitos, cupcakes, macarons y demás cosas especialmente coloridas y monas, mejor), pintadas en las paredes, partes concretas de su anatomía (manos con la manicura recién hecha, ojos con eye liner estilo pin up, nuevo corte de pelo, labios rojos), fotos sexys, etc. Luego le ponen el filtro Toaster, el Nashville o el 1977, et voilà: ¡FOTAZA!
Enseguida reciben decenas de corazoncitos de "Me gusta" (el criterio en Instagram no suele ser muy exigente) y ya se creen que les van a dar el premio del National Geographic de Fotografía. Criaturicas...
En cualquier caso, a diferencia de los otros, estos me suelen caer bien. (Hay que reconocer que, al menos, son artísticos y muchos se lo curran. Yo misma, durante un tiempo fui una cansina de Instagram. Pero ya me he quitado. xD)

4. Los acosadores del WhatsApp Son capaces de redactar y enviar 20 mensajes por segundo. Te saturan a mensajes en lenguaje SMS (cosa que no entiendo: el WhatsApp es gratuito e ilimitado) y emoticonos. No te dejan tiempo para parpadear ni asimilar la información. Es un bombardeo frenético de whatsapps.


Estáis tranquilamente leyendo/viendo la tele/tumbados a la bartola, durmiendo la siesta/fol**ndo/whatever random situation:

*bing!* Hola. Ktal? emoticono sonriente :)
*bing!* Como tas wapa? emoticono de besito :*
*bing!* Qanto tmpo, eh? emoticono relojito 
*bing!* Contestaaaaaaa, joooooooooooo  
*bing bing!* doble emoticono triste  :( :(
*bing* Tod bien? *bing!* Va, dim algooooooo.
*bing!*  Weeeeno...Ya me cuents.  *bing!* Bssssssss *BING!* (ojos inyectados en sangre) emoticono de besito :*  *BING!!!* guiño ;) (vena del cuello hinchándose a lo María Patiño)  
*BIIIINNNNG!!!!* emoticono de corazón <3 (deseos irrefrenables de asesinar a alguien) *BINNNNNGGGGG!!* emoticono de corazSILENCIAR Y ESTAMPAR MÓVIL CONTRA LA PARED 



-Los Ned Flanders a los que les gusta todo, absolutamente todo lo que publicas en Facebook (sea lo que sea)


La Gata ha publicado una foto. Hace 3 minutos
A Tontaco y 3 más les gusta esto. Hace 2 minutos

La Gata ha publicado un vídeo. Hace 20 segundos
A Cansina 2.0, Tontaco y 5 más les gusta esto. Hace 18 segundos

La Gata publicó: "Me acabo de caer por las escaleras, me he partido todos los piños y me he roto un brazo y tres costillas. Estoy en la UVI. Quiero morir". Hace 1 hora
A Tontaco, Cansina 2.0 y 3 más les gusta esto. Hace 30 minutos

La Gata publicó: "Sois todos unos cabrones y unos $&%"*?&%. Os odio". Hace 10 minutos
A Tontaco, Absurda y 4 más les gusta esto. Hace 8 minutos


WTF??? A ver, que no sé si sois tontacos o es que no leéis lo que escribo y le dais al 'Me gusta' de forma compulsiva, sin analizar el contenido del mensaje. Yo creo que mucha gente ni siquiera lee lo que otros han publicado pero piensa, "bah, por darle al Me gusta que no quede".
ZASCA!!

¿Nunca habéis tenido ese pensamiento con los "Me gusta" de Facebook?

Ay.... ¡Cuánto Cansino suelto hay en el mundo 2.0! Aquí he puesto sólo algunos, pero me dejo unos cuantos más. Los mongorepliers de Twitter (angelitos...); algunas, (repito: algunas) egobloggers, más ego que bloggers (versión fashion del primer prototipo), trolls disfrazados de "arreglaparroquias", que van dando consejitos, opiniones y haciendo críticas supuestamente constructivas en otros blogs sin que nadie se lo haya pedido... ¡C-A-N-S-I-N-O-S!

¿Y vosotros? ¿Qué otros tipos de cansin@s os encontráis en las redes sociales y en vuestras relaciones 2.0? Comentadme, please. ¡¡¡Sedme un poco cansinos 2.0!! ;)

21 de mayo de 2012

A un Troll

Querido Troll que llegaste un día a este mi blog y decidiste quedarte:
Ante todo, permíteme que te alabe el gusto. Entiendo que te mole mi blog y me seas tan fiel, comentándome a la mínima ocasión que se tercia. (O más bien cada vez que se te olvida tomarte el litio y oyes voces que te dicen: Comentaaaaaaa, comeeeeentaaaaaaa...) Te entiendo. Entiendo que te guste pasar por aquí tan a menudo. Tengo un blog cojonudo. Es normal que hayas sucumbido a sus encantos. *Cof cof*.

Ahora en serio... "Amiguito" peludo y porculero: espero que te sientas cómodo por aquí y como en tu casa. Ahora, por favor, escúchame, abre bien esas orejitas hediondas, que tengo que decirte un par de cosillas.

No voy a llarmarte "gatito" como acostumbro a llamar a la gente maja que me lee/comenta/sigue desde el cariño, el respeto y el buen rollo. Gente sana que pasa por aquí y comenta sin ánimo de molestar ni ofender. Gente que vive y deja vivir.
Esa gente son mis gatitos.
Pero tú, no. Tú eres un troll de libro, como tal te voy a considerar y así me dirijo a ti.

Desde que llegaste a este blog, no hace mucho, no has parado de demostrar tu hostilidad hacia mí (y también hacia los comentaristas habituales del blog) a través de comentarios absurdos, surrealistas, provocadores y cargados de mala baba.
¿Te crees que me molestas? ¿Te crees, alma de cántaro, que parpadeo siquiera cuando leo alguno de tus comentarios faltones? ¿Te crees, Troll-de-mi-vida, que me importa tu opinión? 
Pues te lo diré: me importa una puta mierda. Así de claro.

Te metes conmigo y con el resto de personas que comentan en este blog, y eres tan original y tan valiente que lo haces como Anónimo. ¿Te hace sentir bien? ¿Te "pone"? ¿Te piensas que provocas?

Pues sí. Provocas... risa. En serio, déjalo. Ya aburres. Cansas.
Además, el fenómeno "troll-anónimo" o "anónimo-troll" (tanto monta, monta tanto) está ya totalmente out.
Pasadísimo de moda, colega. 
¿Te crees que has descubierto la fórmula de la Coca-Cola? ¿Te crees que eres el primero?
Ay, pobre infeliz...
No, no eres el primero, ni serás el último. Pero desde luego, lo que sí eres es un rato cansino. E insistente.
Y gilipollas perdido.

A ver: ¿no te has dado cuenta de que no publico ninguno de tus comentarios? ¿Todavía no te has percatado de que tengo activada una opción llamada "Moderación de comentarios"?
Venga, piensa un poquito (aunque quizá sea pedirte mucho). ¿Qué puede ser la moderación de comentarios? 
Vaaaaa, que no es tan difícil, ni siquiera para alguien tan lerdo como tú.
...
Bueno, como hoy me siento especialmente generosa, te lo voy a explicar, que veo que te cuesta. Pero no te acostumbres, ¿eh?

Tú me dejas como comentario una mierda de las tuyas, insultando, provocando o desafiando. O todo junto.
A mí no me mola nada lo que leo y decido no publicarlo, pasando a eliminarlo ipsofactamente.
FIN.

Ya puedes dejarme todos los comentarios que quieras faltándote con el sursuncorda. Que NO, NO, y NO los voy a publicar. Da igual que brames todo lo que quieras, tus palabras no verán la luz. NEVER. Eso es la moderación de comentarios ¿Lo entiendes ahora o te hago un croquis? 
Y aunque firmes como Anónimo, sí, se que eres el mismo cansinazo de siempre. Que se te ve el plumero, imbécil. 
¡Es que eres taaaaaaan previsible!

Te contaré un secretito: a veces escribo cositas especialmente dirigidas a ti, a ver si picas el anzuelo. Y vaya si picas, joder. Siempre entras al trapo. No falla.
Por eso sé que eres tú. Te pongo cebos y los picas todos. Tontaco.
Y como parece que no pillas las indirectas que te lanzo, y sigues en tus trece, he decidido escribir esta entrada directa-directísima, a ver si ya te das por aludido. Que eres mu tonto, jomío
Así que no sigas por ahí, no me busques, que me encuentras... No seas cansino, joder.

Ésta es mi casa y son mis reglas, faltaría más. Dejo entrar a todo el mundo, de momento. Incluidos los trolls inmundos como tú.
Otra cosa es que cualquiera pueda venir y decir lo que le salga de los cojones e insultar y ofender porque sí. Porque se aburre y necesita molestar por los blogs que se encuentra a su paso en su vacía y anodina vida.
Además, que no ofende el que quiere sino el que puede. Y tú, siento decírtelo, pero no puedes.
Y además, yo no te lo voy a permitir.

Ya me puedes petar la cuenta de Blogger a comentarios ofensivos/chulescos/desafiantes. Todos tendrán el mismo final: botón SUPRIMIR. ¿Has visto qué fácil para mí y qué frustrante para ti? ¡Mwahahahaahahaaaaa!

Ahora la decisión es tuya: puedes seguir perdiendo el tiempo dejando esos comentarios tuyos tan poco agradables, que jamás serán publicados, o puedes irte por donde viniste.
Que no te estoy echando, ¿eh? Bueno, en realidad, sí. Que ya cansas, oye. Que una tiene paciencia, pero tú ya la estás agotando.
Que te pires.

Y si decides quedarte, te quedas pero sin abrir esa bocaza maloliente.
Que, que yo sepa, yo a ti no te he hecho nada ni te conozco para que tengas ese rencor acumulado contra mí y esa hostilidad. No nos conocemos, que yo sepa.
¿O sí?
Si es así, da la cara... ¿O no hay huevos? 
En serio, ocupa tu tiempo en otras cosas más productivas, date una vueltecita, cómprate un loro o lo que sea. Pero déjame y déjanos en paz.

Atentamente, 


La gata.

18 de febrero de 2012

2 años y un blog





Hoy, este blog cumple 2 añitos. ¡¡¡DOS AÑOS YA!!! 
No-me-lo-puedo-creer. 
Han pasado ya dos años -y muchas cosas- desde aquella noche en que decidí embarcarme en esta aventura.
 En mi caso, la decisión de empezar el blog no fue por ningún motivo o hecho en especial. A menudo, es un acontecimiento importante -una ruptura amorosa, un cambio de domicilio o de trabajo, la experiencia de la maternidad, un viaje- el que empuja a una persona a abrir un blog y contar su experiencia, desahogarse o contactar con otros que estén en una situación similar. Otra gente, en cambio, tiene como objetivo compartir con otros sus conocimientos o afición por algo en concreto: cine, pintura, música, poesía, deporte, moda, manualidades, cocina, maquillaje, videojuegos... Y abre un blog específico sobre esa faceta que tanto le apasiona.

Bien, pues yo, ni una cosa ni la otra.
No hubo un hecho concreto o decisivo en mi vida que me creara la necesidad de escribir un blog para contarlo. Tampoco soy experta en nada. Como dice el refrán, me considero aprendiz de todo y maestra de nada. 
Simplemente, después de leer varios blogs, -y algunos dejarme totalmente fascinada- decidí que yo también quería probar la experiencia de tener mi propio blog, y contar en él esas cosas que me pasan, que se me ocurren, que observo a mi alrededor y reflexionar sobre ellas.
Así que, un día, -bueno, más bien una noche- me senté y empecé a escribir. Sin más. Y así fue como nació este blog. 
Fue todo pensat i fet, (pensado y hecho) que dicen en mi tierra. Un impulso. "Voy a abrirme un blog". 
Y lo abrí.

Y empecé a escribir de lo primero que se me iba pasando por la cabeza, sin saber muy bien por dónde empezar y sin tener mucha idea de por dónde llevar este nuevo proyecto. 
La verdad es que ilusión y ganas no me faltaron, como siempre que empiezo algo.

La cuestión era (y sigue siendo) mantener esa misma ilusión y esas mismas ganas (o casi) del principio. 
Sobre todo, teniendo en cuenta que soy de esas personas que tan pronto empiezan algo con toda la ilusión del mundo, como a los 3 días se desinflan y lo abandonan.
Y sí, claro que pensé en ello, en qué pasaría si mi blog no cuajaba, o si me aburría a las primeras de cambio. 
Así que, puse todas mis energías en ser constante. En intentar escribir cosas mínimamente interesantes y con una cierta frecuencia.

Hoy, creo poder afirmar que lo he logrado. A pesar de un par de crisis que me hicieron estar muy cerca de dar el cierre definitivo. Y hoy me alegro de no haberlo cerrado.
Este blog es ya una parte de mí. Le tengo mucho cariño. 
Porque, aunque requiere tiempo y dedicación, disfruto mucho con él. Y porque no deja de darme satisfacciones:

-151 seguidores (a algunos de los cuales considero ya amigos)
-152 entradas (Ey, ¡vamos casi a seguidor por entrada!... En realidad fueron unas cuantas más, pero borré algunas en una de mis crisis blogueras. Cosas que pasan.)
-1864 comentarios (aunque algunos son míos)




Cuando descubrí todo este mundillo de la bloggoesfera, y empecé a leer blogs de forma habitual, recuerdo algunos que llamaron poderosamente mi atención. Blogs muy bien escritos, con entradas interesantes, ingeniosas, a veces divertidas, a veces emotivas, pero siempre brillantes. Algunos de esos blogs eran ya bastante populares y tenían muchos comentaristas y seguidores.
Para mí fueron toda una fuente de inspiración. Me hacían sentir una gran admiración por sus autores.

Así que, cuando ya me puse en serio, y pasé a escribir mi propio blog, uno de mis objetivos era conseguir que llegase a alguien, que tuviera audiencia. Tampoco mucha, me bastaba con llegar a unas pocas personas. Saber que lo que escribía podría interesar a alguien. 
Porque no nos engañemos, aquí todos sabemos a lo que venimos.

No se trata de conseguir fama mundial, obviamente, pero sí se busca un destinatario. Aunque sean sólo unas pocas personas. O una sola persona.
Yo lo reconozco abiertamente: no escribo sólo para mí. Para eso, escribiría un diario secreto, no un blog que publico en Internet.
Esto de los blogs yo lo veo como quien mete un mensaje dentro de una botella y luego lanza la botella al mar. Aunque sabes que es difícil, porque el mar es inmenso, esperas que, algún día, tus palabras lleguen a alguien. A un desconocido. Y que le gusten.

Recuerdo cuando entraba en blogs con 20, 50, 100 o más seguidores, y me parecía algo imposible de alcanzar. En aquel momento, pasar de los 10 seguidores para mí ya era toda una hazaña.
Y es que, habiendo tantos blogs y tan buenos, ¿por qué iba la gente a fijarse precisamente en el mío?
Por eso, veo hoy esa cifra, 151 "gatitos", que es como llamo cariñosamente a los que seguís mis locuras y chorradas (es que, eso de "Seguidores", a veces me suena a secta, no sé)... Y es que flipo. No me lo puedo creer.

Si me dicen esto hace dos años, le contesto a esa persona que deje ya las drogas. Que ni de coña iba a llegar yo a esa cifra. xD 
Pero es verdad. Y no sé si realmente mi blog merece tanto. Para mí es uno más.

Por eso, no puedo hacer otra cosa que daros las GRACIAS. 151 millones de gracias. 
A todos los que hicisteis click un día en "Seguir este blog".

-A los que me seguís desde el principio, y a los que lo hacéis desde hace poco.
-A los que me leéis de forma habitual y a los que entráis aquí de vez en cuando.
-A los que comentáis y a los me leéis en silencio.
-Incluso a los que dejasteis de visitar mi tejado. (Si algún día decidís volver, sabed que siempre seréis bienvenidos).

Gracias a todos y cada uno.
Gracias también a los que, sin ser seguidores, me leéis y comentáis. Al final, lo que da vida a un blog son sus lectores y comentaristas. Ya puedes tener mil seguidores que, si no comentan, si no hay intercambio de opiniones, si no hay feedback, es como si no tuvieras ni uno. 
Al fin y al cabo, un blog es un punto de encuentro entre diferentes personas. Al menos así lo veo yo. Y de hecho, cuando se quiere dar a conocer un blog, una de las primeras cosas que se hace es comentar en otros blogs con bastante audiencia, ¿no?

En fin.. no me enrollo más. Gracias a los que habéis hecho posible con vuestros comentarios, vuestras visitas, vuestro apoyo, vuestros consejos, vuestras palabras y vuestro cariño estos dos años de blog. 
Y a ti, querido blog, feliz segundo cumpleaños. Que sean muchos más. ¡Brindo por ello! 
Na zdarovie!!! (Brindis ruso)


*Os dejo este vídeo chorra que he visto por esos mundos del Youtube y que me ha hecho gracia. ¡Besitos! ;)






10 de febrero de 2012

El ataque de los clones


Imaginad por un momento que os levantáis un buen día, salís de casa tan felices y vais al banco a sacar dinero.
Cuando llegáis allí, comprobáis con sorpresa y horror que "alguien" ha utilizado vuestra identidad y os ha dejado la cuenta más vacía que el cerebro de Belén Esteban.

Todavía flipando, indignados y sin saber muy bien qué hacer, os dirigís al trabajo, pero al llegar un segurata del tamaño de un brontosaurio no os deja pasar de la puerta. Vuestra tarjeta de fichar tampoco funciona, está desactivada.
Resulta que "alguien" está ocupando vuestro puesto de trabajo, haciéndose pasar por vosotos, claro. Da igual las veces que le repitáis al segurata gigante que vosotros sois los auténticos y el otro un impostor. (El cerebro del segurata también parece estar bastante vacío).

Decidís entonces esperar en la puerta, agazapados, y veis salir al impostor o impostora. Utiliza vuestros mismos gestos, tics y ademanes, viste de manera similar a vosotros, os copia en todo, pero para vosotros es evidente que os está imitando, que no es el auténtico. Sin embargo, y para vuestra desesperación, nadie, ni jefes ni compañeros, parecen darse cuenta del engaño.

Tristes y cabreados a partes iguales, decidís volver a casa, deseando que todo esto no sea más que una pesadilla.
Pero por supuesto, no podéis entrar en casa, vuestra propia familia no os reconoce y no os deja pasar. 
Dentro de la casa, cómo no, veis a vuestro clon con cara de póker; no content@ con imitaros y quitaros vuestro dinero y vuestro puesto de trabajo, también ha decidido quitaros a vuestra familia.

Escalofriante, ¿no?
Supongo que sentiríais una gran impotencia y mucha rabia al ver que alguien os copia, se hace pasar por vosotros, se adueña de vuestra vida y se apropia de forma ilegítima de lo que a vosotros os corresponde y pertenece de forma natural.

Bien, esto podría ser el argumento de un thriller psicológico y afortunadamente, tal y como lo cuento, no parece ser algo que vaya a suceder fácilmente en la vida real (salvo lo del dinero del banco que ha pasado y pasa más de lo que nos pensamos).

Pero... por desgracia, hay algo que sucede y que está a la orden del día en el mundo literario, artístico y de todo aquello que tiene que ver con la creación. Los copiones, los plagiadores.
Gente hueca, vacía, sin ideas, sin talento ni creatividad que se adueña de la de otros y la hace pasar por suya.
Se plagian libros, obras de arte, artículos, diseños, dibujos... y blogs. Y teniendo en cuenta que cada obra, cada creacion es única y lleva implícita una parte importante de la personalidad, el bagaje y las vivencias del autor, podemos concluir que el que plagia está tambien apropiándose de un pedazo de la vida y la personalidad de otra persona.
Está robando algo que vale mucho más que todo el dinero del mundo.
Las ideas, la originalidad, la creatividad. El talento. El estilo. La esencia.

Es algo terrible, muy injusto y muy triste. Y no sólo eso, sino que está tipificado como delito. Es algo denunciable.

Todo esto, como muchos ya imaginaréis, viene porque en los últimos días, la comunidad bloguera ha sido testigo del enésimo caso de plagio de un blog.
Y no sólo eso, sino que la plagiadora ahora va de víctima y dice que ella es la plagiada. Alucinante.

Para los que no lo sepáis, os pongo en antedecentes.
Resulta que hay por el mundo bloguero una personaja que se hace llamar gOtAsmAr (sic) que tiene un blog hortera cani absurdo cutre indescriptible y que lleva ya un tiempo plagiando descaradamente entradas de una bloguera tan querida y popular como es Fiebre.

En su día, Fiebre la pilló, pero como es buena chica, tuvo la magnanimidad de 1) pedir a sus seguidores que no entraran en masa en el blog de la copy-paster para decirle de todo menos guapa, 2) aceptar las disculpas de la copy-paster y 3) correr un tupido velo "y aquí paz y después gloria".
Yo hubiera montado la Tercera Guerra Mundial. ¡'Amos, hombre!

Pues bien, han pasado ya unos meses y gOtAsmAr, a.k.a Miss Copy-paster, se ha hecho fuerte, se ha venido arriba gracias a los halagos de toda una cohorte de pelotas babosos (y cegatos), y ahora es ella, ELLA, jatetú, la que acusa a Fiebre de plagio.
¡¡¡¡Tócate los webs!!!! Ahora va de víctima la chica.

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Pero como antes se pilla a un mentiroso que a un cojo, y como afortunadamente, cada entrada que se publica registra fecha y hora de publicación, pues basta echar una ojeada a los dos links que adjunto a continuación para ver qué fue antes, si el huevo o la gallina.

-Entrada de Fiebre, publicada el 5 de diciembre de 2009 (que ya ha llovido, ¿eh?): http://fiebrerubia.blogspot.com/2009/12/jamas-repetire-esto.html

-Entrada clon de MiSs CoPyPaStEr (que le gusta a ella mucho eso de mezclar mayúsculas y minúsculas, una cosa que nos da idea de su edad mental), publicada el 4 de febrero de 2012.
http://gotasmar.wordpress.com/2012/02/04/despues-de-los-anos-la-esencia-sigue/
Como podéis ver es una entrada "inédita". Primicia mundial.
Vamos, que se ha pegado una copiada del quince, la colega.

Os invito a que cotegéis ambas entradas. Yo es que en el blog de gOtAsmAr no puedo estar más de 10 sgundos, porque tAl cOmbInAcIóN de mAyÚsCulAs y MiNúScUlAs me hiere las retinas.
Además de que tiene música. Y ya sabéis que una de las cosas que no me molan de un blog es que tenga música. Y bueno, hay músicas y músicas, pero la del blog de Copypaster es para matarla.
Encima no tiene ni gusto para elegir el fondo musical.

Y luego, las fotos que se me pone en el blog son ya pa' flipar. Esas fotos haciendo posturitas y poniendo morritos "chechi", dignas de la revista erótica más cutre-salchichera.

En fin, que esta entrada la escribo para unirme yo también a la iniciativa que empezaron hace unos días un grupo de bloggers al enterarse de la noticia. Con estas líneas quiero manifestar todo mi apoyo y solidaridad a Fiebre y a cualquier otro bloguero que se haya visto o esté en una situación similar.
Y por supuesto, todo mi rechazo y denuncia para la otra tía jeta.

Y es que, hoy le pasa a Fiebre, pero mañana puedo ser yo, o cualquiera de vosotros.
Es algo que sucede más de lo que creemos, por desgracia. Esos ladrones de la propiedad intelectual estan ahí, esperando un descuido para apropiarse de las ideas de otros.
No se lo permitáis. Que no os roben vuestras ideas ni vuestra vida.

Por eso, os animo a haceros eco de todo esto, a difundirlo, ya sea en vuestros blogs, en Twitter o en cualquier otra plataforma. A ver si entre todos podemos pararles los pies a esa panda de ladrones.

Y por supuesto, que sepáis que existen herramientas que protegen de forma bastante eficaz vuestros blogs y vuestros escritos contra el plagio, y que además, no os cuestan ni un eurete. Es el caso de Safe Creative y My Free Copyright, entre otros. Si conocéis otras, os agradecería que las comentárais.
Paremos entre todos "el ataque de los clones"...



Bart también lo ha aprendido...



3 de febrero de 2012

Comentarios anónimos que no molan


*Aviso: soy consciente de que esta entrada puede hacerme algo impopular e incluso hacer que, de ahora en adelante, reciba menos comentarios.
Anyway, lo sé, lo asumo y sigo adelante. Éste es mi blog y, si hay algo que no me gusta, creo que debo ser fiel a mí misma y a mis principios y decirlo.

Pero antes de entrar en harina, y antes de que alguno de mis lectores decida hacerme la cruz de forma definitiva y no volver más, me gustaría aclarar un punto: mi intención con esta entrada no es criticar a los comentaristas habituales que alguna vez me hacéis alguna crítica, manifestáis vuestro desacuerdo con lo que digo o no compartís mis puntos de vista. Al revés: recibir una réplica es algo que valoro muchísimo y que considero enriquecedor y necesario.

Para mí sería totalmente soporífero que sólo me dejárais comentarios elogiosos, en plan "¡Qué razón tienes, qué sabia eres, qué maravillosa y estupenda eres, Oh, Gata!". Sé que no lo soy, así que tampoco busco pelotas a mi alrededor que me regalen el oído.

Como sabéis, me encanta recibir comentarios casi de cualquier tipo: opiniones, testimonios, consejos, preguntas, críticas constructivas sobre el blog y mi forma de escribir, correcciones, algún desacuerdo, algún elogio también, etc.
Siempre estoy dando la matraca con que no seáis tímidos y me dejéis algún comentario, aunque sea breve, e incluso os hago preguntas en muchos de mis posts para animaros a comentar...

¿A que es tierno? No querréis que llore el conejito, ¿no? :D

Vamos, que soy muy receptiva a casi todo lo que tengáis que decirme. Y digo bien: a casi todo.
Porque lo que no aguanto son los comentarios faltones, en los que un desconocido me juzga y me critica con total impunidad (y generalmente, bajo el anonimato cobarde) sin conocerme, por el simple gusto de dar por culo.

Puedo aceptar y acepto que alguien, ya sea un lector habitual o un lector nuevo, me diga que mi blog no le gusta, o que le gusta menos que antes, que le aburre, que la plantilla del blog le parece cutre, o que me dé algún consejo sobre cómo mejorar. Hasta ahí, perfecto. Me gusta saber qué opina la gente de mi blog. Pero hasta ahí.

Lo que no voy a aguantar en MI blog es que alguien que no me conoce de nada entre a opinar sobre mi forma de ser o actuar en mi vida, y me diga cosas como "eres estúpida", "eres imbécil", "eres una niñata", y demás lindezas.

MEEEEEEEC! Error. No me conoces, no sabes cómo soy. Peor: ni siquiera eres un lector@ habitual, que ya conoce mi sentido del humor y mi tendencia a la ironía.
No: acabas de aterrizar en mi blog por puritita casualidad, siguiendo una búsqueda en Google, y, como has leído algo que no te ha gustado, te ves con todo el derecho a meterte conmigo así, porque necesitas soltar tu pataleta.
Mira, vete por donde has venido.
Comentarios así, no los necesito. No pierdas tú el tiempo ni me lo hagas perder a mí.

En fin, que todo esto viene porque justo recientemente he recibido dos comentarios de este tipo. Dos comentarios de gente que llegó a mi blog a través de algún buscador, leyeron algo que no les moló y, pensaron: hala, voy a criticar a esta tía a la que no he leído jamás ni me interesa un huevo de mono lo que tenga que decir. Voy a soltar mi rabieta de niño pequeño ofendido.

Bien, según las estadísticas, las entradas de mi blog que más visitas reciben son: Va de cejas... y La "modita" de los dientes separados. De hecho, creo que son las únicas que, aunque pasa el tiempo, siguen recibiendo comentarios de vez en cuando. Y es justo en esas dos en las que recibí esos dos comentarios.

**Antes de seguir... ¿Qué le pasa a la gente con la depilación de cejas y con la diastema? ¡Qué obsesión, joder!
La mayoría de búsquedas que llevan a mi blog vienen a ser algo así: "cómo depilar cejas", "hombres cejas depiladas", "cejas tatuadas", "diastema", "dientes separados, "paletas separadas", "corregir diastema", etc.
Da igual que hable de otras cosas más interesantes. No importa que me curre otras entradas. A la gente que llega nueva a mi blog sólo parece interesarle cómo depilarse las cejas y cómo corregir sus diastema. Hay que joderse...

Vale, pues hará cosa de una semana, recibí el siguiente comentario en la entrada Va de cejas...

Anónimo (uy, malo...)

Estupida! como puedes criticar asi a la hija de madonna! si en ese tiempo era una NIÑA ! Acaso tu te depilabas a los 11 o 12 años? no creo cierto.... en que mundo estamoooos por gente que no tiene vida y se dedica a criticar a quien encuentre a su paso! .l. 

Bueno, pasaremos por alto que esta persona que me llama estúpida sin pudor alguno no sabe utilizar los acentos ni los signos y reglas de puntación. Vamos bien...
Y por cierto, ¿esa última "l" es su inicial?

Esta persona (por la forma de escribir intuyo que es una mujer latinoamericana) está toda indignada porque, según dice, me meto injustamente con Lourdes María Ciccone, hija de Madonna, ya que, en esa entrada, saqué una foto de esta chica de hace unos años, en la que llevaba un entrecejo y un bigote que ya querría algún cosaco ruso.

Apuesto lo que sea a que esta persona es de esas que pueden ver imágenes de la hambruna en Somalia con niños esqueléticos y llenos de moscas sin inmutarse ni conmoverse ni la milésima parte que si leen en un blog de una tía desconocida que la hija de Madonna necesita una cortadora de césped en el bigote y el entrecejo más que comer.

Hay gente que se queda fría ante las grandes injusticias de este mundo, pero en cambio salta como una pantera si alguien se mete con algún famoso al que idolatran. O con el hijo de algún famoso al que idolatran.
Y es que... jo, es verdad: pobre Lourdes María, qué mala soy. Con la vida tan dura que habrá llevado... Pobre chica. Y yo, encima, metiéndome con ella.
Surrealista.

El otro comentario, que ni siquiera llegué a publicar, me lo dejó otro anónimo hace unos días en la entrada sobre los dientes separados, y dice así:

Anónimo (again...)

yo opino q ElijAhn Wood! (el señor de los anillos) es mu lindo con diastema ..total si naciste con eso es natural!!la gente es muy criticona dejenlos vivir!!

Otra (sí, es una tía, se nota a la legua) que no tiene ni idea de utilizar los signos de puntación ni las mayúsculas, por lo que se ve. Tampoco sabe escribir correctamente el nombre de ese actor del que dice que es tan lindo con diastema. ¿¿¿ElijAhn???


Es verdad, tiene diastema. Pero a mí, lo que más me trastorna de este tío son los ojos de loco que tiene. ¿Y a éste lo ven guapo? Dios mío...  O_o

Y atención a la aclaración: (el señor de los anillos)
La anónima ésta sin duda desconoce que la que aquí escribe se leyó "La comunidad del anillo" en el momento del boom, y que me tuve que tragar las tres peliculitas de marras, porque mi ex -con el que por entonces salía- era un friki del universo Tolkien.

Vamos, que sé de sobra, (creo que todo el mundo a estas alturas lo sabe), que Elijah Wood daba vida al cansino de Frodo Bolsón dando la brasa todo el día con el puñetero anillo...
Podía haberse ahorrado la aclaración, ¿no?

Pero sin duda, lo mejor es el "déjenlos en paz"... Esa súplica absurda.
Oh, sí, pobre Elijah, pobrecito.... Me da casi tanta pena como Lourdes María.
Si es que... no tengo humanidad ni caridad cristiana, ahí metiéndome con ellos, con lo que deben de sufrir cada día. 
Seguro que a estas alturas les he causado un trauma severo, porque tanto Lourdes María como Elijah son asiduos lectores de mi blog, que lo sé yo, y seguro que mis críticas tan duras como injustas los han sumido en una profunda depresión. No ganan para psiquiatras por mi culpa. Qué mala soy...

Menos mal que tanto Lourdes como Elijah tienen a gente buena, almas caritativas como estas dos petardas para defenderlos...

HAY QUE JODERSE. De verdad, para dejarme cometarios así, mejor no me dejéis nada.

En fin, como decía, este último comentario decidí directamente suprimirlo. Comentarios gilipollas, no, gracias.
Y esa sensación a la hora de darle a "Suprimir"...
Orgásmico, oiga.

Y lo mismo haré cada vez que reciba comentarios anónimos de ese estilo. Pero sólo de ese estilo.
Los demás, ya sabéis: adoro vuestros comentarios, sean elogios o sean críticas... :)

*Y por cierto, vosotros también recibís este tipo de comentarios chorra? ¿No os quedáis flipando de ver que la gente lleva auténticas cruzadas absurdas y se ofenden por cosas realmente sin importancia? ¿Será que se aburren? ¿Tienen mucho tiempo libre?
Ofú... ¡qué paciencia!


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