24 de marzo de 2010

Agujetas


Sí. Eso es lo que padezco hoy en todo mi cuerpo gatuno. Agujetas... hasta en las pestañas. ¿Y a qué se deben?
Pues a que ayer tuve mi primera clase de una "bonita" modalidad deportiva conocida como spinning, también llamada X-bike (aunque yo creo que debería llamarse Tortura China sobre Bici Estática).

Y es que, viendo que oficialmente ya estamos en primavera (aunque por el tiempo que hace no se nota), y que, inmediatamente después llega el verano,  he decidido empezar sin más demora la "operación bikini". (Sí, las gatas también gastamos bikini).

He decidido combatir desde ya las flaccideces y la celulitis (sí, las gatas también tenemos de eso, jeje). Esta vez no me va a pillar el toro. No más disgustos de última hora, cuando ya no puedes hacer nada más que lamentarte al ver que el bikini del verano anterior te queda... ejem, sin palabras.
No más dispendios en cremas reafirmantes que lo único que te reafirman es en la evidencia de que tu trasero y tus piernas están realmente fofos.

Esta vez, plan de choque. Así que, ni corta ni perezosa, decidí apuntarme al gimnasio. Y entre las diferentes actividades que ofertan (aeróbic, GAP, pilates, step, body-power, etc etc), me decidí finalmente por el spinning.
Primero, porque por horario es lo que mejor me viene. Y segundo, porque mucha gente me lo había recomendado: "es muy divertido", "es lo mejor", "es muy cañero", "si eres constante, en pocos meses, se te ponen las piernas espectaculares", etc etc...

Pues bien, ayer, como decía, fui a la primera clase. Y, ya con conocimiento de causa, puedo decir varias cosas.

A los que me dijeron que es "muy divertido" les diré que se me ocurren unas dos mil cosas más divertidas que el spinning. (Aunque si lo pienso bien, con esa música tan makinera y ese ritmo tan brutal que te imponen, desde luego que no te aburres. No te da tiempo).
A los que me dijeron que es "lo mejor"... no sé. Se me ocurren también otras diez mil cosas mejores. Ahora, "cañero", sí es. Doy fe.
A los 5 minutos, ya no podía con mi alma. Así que pensé que la hora entera no la aguantaba ni de coña. Pero la aguanté, y con bastante dignidad, debo decir.
Eso sí, cuando acabamos, era como Rambo, no sentía las piernas.

En fin, mis conclusiones sobre el spinning, una vez probado son:

a) La música es insufrible
b) El ritmo es insoportable
c) El monitor es un pelín inaguantable.

Pero... no sé, debo de ser masoca o algo. Porque lo de ayer no va a ser debut y despedida. Pienso seguir en ello.
Y es que, ¡menuda soy yo cuando me propongo algo!
A Dios pongo por testigo de que este verano, ponerme el bikini no va a ser ningún trauma.

Pero lo más raro de todo es que hoy, después de esa infernal sesión de spinning, y con unas agujetas atroces que me impiden caminar con normalidad, me siento contenta conmigo misma... Extrañamente feliz.

Hecha polvo, eso sí. Pero feliz.
¿Será cosa de las endorfinas?

2 comentarios:

  1. Esa 'operación bikini' de rigor, eh?

    Gracias por pasar y comentar en mi blog. Yo ya hace un tiempo que sigo el tuyo. ;P

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Sí, sí, Jauroles, esto de la operación bikini hay que tomárselo en serio... o si no, nada. Espero ser constante y no morir por la boca, jajaaj. Por cierto, tu blog está muy muy chulo. Escribir cosas de calidad es muy difícil, y tú lo consigues. Enhorabuena!

    ResponderEliminar

Los comentarios le dan vida a este blog. ¿Me dejas uno? ;)

HELLO!

Todo lo que leerás aquí es contenido propio. Si en algún momento hago referencia a algún escrito ajeno, citaré siempre la autoría.
Las imágenes que aparecen en el blog son tomadas de Internet. No obstante, si consideras que alguna no debería estar aquí, sólo tienes que hacérmelo saber y la retiraré al instante.
No acepto solicitudes de intercambio de enlaces. En mi opinión, enlazar un blog es algo totalmente voluntario y desinteresado. Bienvenid@ y gracias por pasar por aquí. :)