4 de agosto de 2010
Croissants auténticos
Hoy... (bueno ya ayer), presencié una escena entre dos compañeras de trabajo y todavía me estoy riendo al acordarme del corte que le pegó una de ellas a la otra.
Pero antes que nada, os presento a las dos protagonistas:
Compañera 1, a la que llamaré Acelga.
Acelga pertenece a ese grupo de mujeres cuyo mayor logro y máxima aspiración en esta vida es caber en la talla 36. Más allá de la 36-38 no hay vida. Más allá de la 36-38, eres una foca. Así de simple
Para mantener esa talla, Acelga no ingiere nada que no sea: lechuga, menestra, coles de Bruselas, pechuga a la plancha, manzanas, zumos de frutas, Coca-Cola light y yogures desnatados. Amén de machacarse en el gimnasio todos los días sin faltar uno.
Acelga es de esas chicas que creen que una mujer nunca está lo suficientemente delgada, se pasa la vida calculando las calorías de los alimentos y vive pendiente de la báscula. Engordar un gramo es una tragedia. Y un lujo que ella no se permite.
Acelga va siempre di-vi-na, con ropa y complementos de marca, sabe muuuuuuuuuuucho de moda y estilismo, va por la vida de fashion victim, toma rayos UVA y es totalmente superficial.
Y lo peor de Acelga es que no sólo se cuida ella, sino que quiere adoctrinar al resto de personas en la importancia de comer de forma equilibrada (léase estar permanentemente a dieta, como ella).
Sí, Acelga es de esas personas que puede sufrir un síncope si te zampas un bocata de calamares ante sus ojos.
Compañera 2, a la que llamaré Auténtica.
Auténtica es una mujer inteligente, divertida, con carácter y mucha personalidad.
Auténtica es auténtica, una mujer real. Con sus caderas, su celulitis,... vamos, como la mayoría de mujeres (excepto las Acelgas). Pero eso no le quita el sueño ni le hace perder autoestima. Y eso la convierte en una persona muy atractiva.
Para ella, hay otras cosas más importantes que la talla de ropa o el peso. Auténtica se ríe de sí misma y sabe disfrutar de los pequeños placeres de la vida, sin castigarse ni sentirse culpable después.
Y ahora, la escena:
Auténtica vuelve a la redacción con una bolsa de mini-croissants rellenos de chocolate que ha comprado en el horno de la esquina. Recién hechos... mmmmmm...
Cuando la veo entrar con los croissants, miro rápidamente a Acelga y pienso: "Se está mascando la tragedia".
Auténtica se sienta en su mesa, abre la bolsa de croissants y nos ofrece: "Chicas, ¿queréis?".
"¡Dios... veo nubarrones en el cielo! ¡¡Se avecina una tormenta!!"
Yo le digo amablemente: "No, gracias, ya he almorzado".
Entonces, Acelga, que absorta como estaba en su ordenador, no se había dado cuenta de nada, reacciona.
Gira la cabeza hacia su izquierda y entonces ve a Auténtica tan feliz, mojando un croissant en el café.
Sacrilegio. Oda al colesterol y las grasas saturadas.
Esto es mucho más de lo que Acelga puede soportar.
Acelga no da crédito. Se quita sus gafas de Prada, parpadea todavía incrédula y pone los ojos en blanco:
Acelga: Tía... ¿¿¿pero tú no estabas a dieta???
Auténtica: Sí, bueno... p-p-p-ero....
Acelga: ¿Y qué haces comiendo "curasssssanes"? ¿¿Tú eres consciente de las calorías que tienen??¡¡Engordan un mogollón!!, ¿¿¿sa'es????
Auténtica: B-b-b-ueno, yo...
Acelga: Y no sólo eso, ¿sa'es que a la bollería industrial le echan un montón de grasas hidrogenadas, que son malíiiiiiiiiiiiiissssssimas para la salud? Si de verdad tienes hambre, lo que debes hacer es comerte un yogur, unas galletitas integrales o una pieza de frutan que te sacian y no engordan, ¿sa'es?
(Auténtica respira profundamente antes de hablar):
Auténtica: Mira, bonita: no fumo, no bebo, y últimamente, ya ni follo, ¿¿SA'ES?? Así que el único vicio/placer que me queda es la comida. Y sí, estoy a régimen pero hoy he decidido saltármelo directamente. ¿Algún problema? ¿He ofendido a San Biomanán?
Acelga: Mujer, no te enfades, si yo lo decía por...
Auténtica: Además, trabajo bastante más que tú, y necesito un mayor aporte calórico. Y sí, me voy a poner morada de croissants. A tu salud. Hala, cómete tu barrita de cereales integrales y vete a darle la brasa a otra. Que mira que te pones cansina con las grasas, las calorías, el colesterol y toda esa mierda...
Acelga: ...
Toma ya, ahora vas y lo cascas...
(Si ya me caía bien antes, después de esto, soy la fan número 1 de Auténtica).
Maullando sobre...
cosas que me erizan los pelos,
el curro,
la vida es así
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Estupendo. Pero estupendo no lo siguiente. Porque hay vida más allá del saber vivir, por las personas que nos gusta la comida, la buena comida y encima la sabemos disfrutar. Odio a las acelgas.
ResponderEliminarUn saludo
Soy una fan de Auténtica. Hacen falta más mujeres así por el mundo!
ResponderEliminarMe uno al club de fans de Auténtica!!! No deberíamos permitir que hubiera tantas Acelgas diciéndonos lo que debemos o no debemos comer (o peor aún, mirándote con cara de auténtico asco cuando te ven comer cualquier cosa que lleve un poco más de grasa de la que ellas toleran)
ResponderEliminarGenial lo de San Biomanán!!
Un beso
Sí, más mujeres auténticas y menos acelgas. Y otro gallo nos cantaría!
ResponderEliminarUn beso a las tres!!
A mi me dice eso y le meto los croiassants por (censurado).
ResponderEliminarAbrase visto...
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Me gustan las autenticas, me considero una de ellas, pero no por ser autenticas, sino por ser incapaz de llevar a cabo una dieta sana, y por no poder aguantar más de dos meses seguidos en el gimnasio. ¿Y no hay algo que sea intermedio entre las Acelgas y las Autenticas? Jajaja!!
ResponderEliminarFantástica Autentica, me uno a su club de fans :D:D:D
Un abrazo relleno de chocolate jajaja!!
Auténtica es de las mías..!!! Jajaja...también me caería super bien..
ResponderEliminarHay que cuidarse, sí, pero hombre...lo de Acelga es ya para mandarla al pijo...Os tiene que tener la cabeza muerta a todos..
Un dulce de vez en cuando alegra la vida.
Un beso...y ah!, que me quedo
Olé por Auténtica! Bastante le importará a la otra lo que coma o deje de comer. Si quiere cuidarse a tope me parece estupendo, pero que no se meta en lo que hacen las demás.
ResponderEliminarUn beso.
Yo creo que está claro que Auténticas es de lo que más hay... eso sí, también se puede ser auténtica de la talla 36, que hay chicas que por mucho que quieran, no engordan. En el fondo lo que importa no es ser más o menos delgada, si no ser como eres. Y punto. Un beso y suerte con el tatuaje! ;)
ResponderEliminarEstimado Sr. CG: a mí también me dieron ganas de lo mismo...
ResponderEliminarImpulsiva que es una, ya ve...
Besos gatunos
Gata Negra: sí, a mí también me cuesta resistirme a las tentaciones del paladar y ser constante en el gym. Y tienes razón, lo ideal es el término medio, claro está. Ni ser una obsesa de lo light ni una dejada... Hay que cuidarse, pero sin obsesionarse ni darle la matraca a los demás.
ResponderEliminarBesotes chocolatosos!!
Sí, cactus girl: hay que cuidarse pero sin caer en la caninez... Sí, Acelga es buena chica pero muuuuuuuu pesada con lo de mantener la línea. Aun así, reconozco que tiene una fuerza de voluntad que ya quisiera yo pa' mí.
ResponderEliminarUn beso y bienvenida!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarM: bienvenida!! VClaro que se peude ser Auténtica teniendo la talla 36, la 38, la 40, 42... hasta la 50!! Es cuestión de mentalidad no de talla!!!
ResponderEliminarYa digo: hay que cuidarse, y comer de forma equilibrada no sólo por estética, sino por salud, pero sin caer en la obsesión. Aunque de vez en cuando, darse algún capricho no viene nada mal... dímelo tú, que eres tan buena repostera!
Y si aunque comas te mantienes delgada: pues genial!!Qué envidia...
Yo de lo que estoy en contra es de esas chicas que sólo piensan en estar delgadas, que si engfordan un kilo s edeprimen y que etiquetan a la gente por su talla o peso. Me parece triste.
La vida es mucho más que el número de la etiqueta o de las calorías.
Un besito y gracias por quedarte!
Mujer de Rojo: totalmente de acuerdo contigo: quien quiera cuidarse, perfecto, que lo haga, pero respetando a los demás.
ResponderEliminarBesitos!Y me alegro de verte de nuevo por aquí!!! ;)
me ha encantado, me ha encantado...
ResponderEliminarhacemos un club de fans de autentica??
Qué bueno, no- rebuenísimo!!!
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y me veo enganchada hasta que lo lea todo ( a ver si soy capaz de despegarme).
Me encanta tu sentido de humor, y las historias son buenísimas.
Que le dios bloguero te bendiga por haber pasado por el mío y poder disfrutar de tus textos. Genial!!!
Lo de la Acelga: me harto de ver la cantidad de acelgas que me rodean últimamente. Mira que intento comer bien, pero hay gente verdaderamente obsesionada con el tema.Vive y deja vivir, mujer.
Olé por la Auténtica! Soy su fan número 2 ( te dejo ser la primera:)
Un beso y seguiré leyéndote guapa.
Jajjaja. Menudo corte le pegó. He de decir que me han entrado unas ganas de unos croissants de chocolate!!
ResponderEliminarBesos golosos.
bixitoluminoso: bienvenida!! Sí, yo me pido presidenta del club de fans de Auténtica, jjjaajaj!
ResponderEliminarINTERsexCIONES: bienvenida tú también!! Y me alegro mucho de que te haya gustado mi blog, porque a mí el tuyo me encanta!! jaajajaaj, soy yo la que doy gracias al dios bloguero por haber caído en él.
ResponderEliminarEl caso es que te veía en comentarios de otros blogs que sigo pero nunca había entrado en el tuyo.. y el otro día, me dije: voy a pasasrme a ver qué tal... Y me enganchó!
Y sí, hay muchas Acelgas por el mundo, pero creo que en el fondo, no es culpa de ellas, sino de este mundo tan superficial, en el que sólo importa la apariencia física,estar perfecto... y sobre todo: delgado. Si no eres delgado/a, ya parece que no entras en el canon aceptable.
Y más todavía, las mujeres.
Por eso, alegra de vez en cuando ver a chicas como Auténtica revelarse contra ese canon tan estricto. Que hay que cuidarse, pero sin caer en la obsesión!!
Por comerse un par de croissants de vez en cuando no pasa nada, no??
Un beso!!!
Jajajajaj, Jauroles, un corte que todavía me estoy riendo!!!!
ResponderEliminarAl final qué, cayeron los croissants de chocolate????
Besicos!!
Ummmmmm .....
ResponderEliminarMaravillosa escena y perfectamente narrada. Vamos, que ha sido como estar delante, en vivo y en directo.
¡Auténtica presidenta! Si todos gozáramos un poquito más, que bien nos iría. Y si aprendieramos a respetar a los demás, también.
Un beso